Cómo tres coches parados arruinaron el fin de semana de Fernando Alonso

El repaso de Fernando Alonso sobre todo lo que le impidió, al menos, arrancar su coche en la Q2 de la qualy en Mónaco, es extenso. "Perdí tres décimas en la curva 11 detrás de Gasly". "Perdí también dos décimas en la última curva, había tres coches aparcados esperando a empezar su vuelta". "Si acabo esa última vuelta que tengo, hubiese hecho P1 en la Q1". Después de todo, el asturiano partirá decimocuarto.

Y en el equipo Aston Martin le creen. Pedro de la Rosa estaba convencido tras la sesión que "uno de los coches o los dos" podían estar dentro de, no la Q2, sino la Q3. Aspiraban a redimirse hoy, tal y como venía anunciando el piloto español desde el jueves. De hecho, el propio Fernando le confesó al embajador antes de salir a pista que "si llegaba a la Q3 podía hacerlo bien".

El tráfico, según Alonso, le quitó tiempo y le impidió probar su corazonada. La telemetría y el cronómetro, desde luego, no engañan al respecto. En el primer punto del que se queja Fernando, la curva 11, donde se encontró con el Alpine, sufrió el aire sucio del coche francés y las turbulencias que provoca rodar durante muchos metros detrás de otro monoplaza.

Hasta ese punto, de hecho, venía ganando tres décimas respecto a su mejor vuelta de la primera ronda. La ganancia la perdió en ese punto, donde tardó más de la cuenta en acelerar por el tráfico. Después, pudo recuperarse y ganar algo más de tiempo en las curvas rápidas del puerto y la chicane de la piscina, pero, de nuevo, se encontró con una presencia inesperada que lo penalizó.

En las curvas 18 y 19, varios coches, casi parados, frenaron su ritmo, justo donde venía siendo superior a Charles Leclerc, quinto de la Q1. De hecho, su última vuelta estaba siendo bastante superior a la que hasta entonces marcaba su mejor 'crono' y lo tenía 14º en la clasificación, pero el resultado final fue un tiempo 68 milésimas más lento que aquel intento que acabó siendo el definitivo para él, el que lo eliminó de la pomada a las primeras de cambio. El tráfico lo mató y condicionó su Gran Premio.