FÚTBOL SALA

La 'cacería' de Torija: "Putos moros de mierda, no vais a salir vivos de aquí"

Relevo reconstruye la brutal agresión a dos árbitros ―los hermanos Mokhtar El Kharaifi― que ha motivado una sanción (multa económica y 85 partidos de suspensión y 15 temporadas de inhabilitación entre siete jugadores y el delegado del club) y una investigación de la Guardia Civil tras un cruce de denuncias.

El CD Torija FS 'A', en un partido de la de la Liga Provincial de Fútbol Sala de Guadalajara. /CLUB DEPORTIVO TORIJA
El CD Torija FS 'A', en un partido de la de la Liga Provincial de Fútbol Sala de Guadalajara. CLUB DEPORTIVO TORIJA
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

Torija es una pequeña localidad de 1.764 habitantes, situada a 52 kilómetros de Guadalajara. Las inmediaciones del polideportivo de este municipio alcarreño fueron el escenario de una brutal agresión a dos árbitros el pasado sábado 29 de marzo, que ha provocado la mayor sanción en historia del fútbol sala español con el cierre del pabellón local por una temporada, una fuerte multa económica y 85 partidos de suspensión entre siete jugadores y el delegado del club y hasta un total de quince temporadas de inhabilitación para cinco miembros del equipo.

Relevo ha reconstruido el 'infierno' que vivieron Abdessamad Mokhtar El Kharaifi y su hermano pequeño, Adnan. El primero, de 22 años, ejerció de árbitro principal y el segundo, un año menor, desempeñó las funciones de asistente en lo que iba a ser una primaveral y plácida tarde futsalera y acabó siendo una 'cacería' callejera. Primero arbitraron, a las 17:30 horas, el duelo entre el CD Torija FS 'B' y el Fontanar FS del Grupo 1 de la Segunda División de la Liga Local de Guadalajara. Este partido de la decimonovena jornada concluyó con victoria visitante (3-10). Fuentes consultadas señalan que este choque pudo ser la antesala de los sucesos.

El CD Torija FS 'B', en un partido de la de la Liga Provincial de Fútbol Sala de Guadalajara.  CLUB DEPORTIVO TORIJA
El CD Torija FS 'B', en un partido de la de la Liga Provincial de Fútbol Sala de Guadalajara. CLUB DEPORTIVO TORIJA

Posteriormente, los colegiados enviados por la Federación de Castilla La Mancha de Fútbol -en una práctica habitual para amortizar el desplazamiento desde Guadalajara y duplicar la cantidad percibida por el arbitraje- dirigieron a las 18:45 horas el partido que enfrentó al CD Torija FS 'A' y al EDB Ciudad de Guadalajara 'B' en la vigésima jornada de la Liga Local de Guadalajara de Fútbol Sala en el Grupo División de Honor, que concluyó con empate a 3 goles y tuvo que ser detenido hasta en dos ocasiones.

La primera suspensión provisional fue en el minuto 32, cuando "el jugador del equipo local debidamente identificado como Jorge Viejo, que se encontraba en la salida del túnel de vestuarios muy cercano al banquillo local, se puso a grabar al árbitro asistente". Tras pedirle que abandonase la pista, al no estar convocado "se subió a la grada golpeando con puñetazos y patadas de manera violenta las paredes y puertas del pabellón, increpando e insultando de manera reiterada" a la pareja arbitral con improperios como "putos árbitros de mierda", "sois malísimos", "gilipollas", "hijos de puta" y "gente como vosotros debería morir", según el acta arbitral. Tras el pitido final, llegó la odisea de abandonar el polideportivo 'Villa de Torija' sin el pertinente acompañamiento ni la protección del delegado de campo, Arturo Arroyo.

Los jugadores de CD Torija FS 'A' celebran una victoria en los vestuarios del pabellón.  CLUB DEPORTIVO TORIJA
Los jugadores de CD Torija FS 'A' celebran una victoria en los vestuarios del pabellón. CLUB DEPORTIVO TORIJA

Al filo de las 20:30 horas, Abdessamad y Adnan salieron por la puerta principal del pabellón y todavía dentro del perímetro de las instalaciones deportivas se encontraron un grupo de entre 10 y 15 personas que les increparon y amenazaron. "Sois uno hijos de puta", "putos moros de mierda", "os deberíais morir, iros a vuestro país" o "comer jamón, no vais a salir vivos de aquí, gilipollas" fueron algunas de las expresiones agresivas e insultos xenófobos proferidos, que fueron recogidos en el acta arbitral por los dos colegiados, de origen magrebí.

Los árbitros identificaron, en un primer momento, a dos jugadores del CD Torija FS 'B' (Aaron Hernández y Mario Muñoz) y a otros 3 integrantes del primer equipo (Raúl de Velasco, Pablo Domínguez y Jorge Viejo). Abdessamad y Adnan salieron airosos de la primera 'emboscada' y enfilaron, entre improperios, la calle Río Tajo. Sin embargo, tan solo pudieron avanzar 400 metros hasta la calle Francisco Marquina, donde presuntamente tuvo lugar la multitudinaria paliza a los hermanos Mokhtar El Kharaifi por una turba de 20 o 25 personas, todos ellos aficionados identificados por los agredidos como seguidores y algunos jugadores del club local.

Supuestamente, y citando literalmente el acta arbitral "Aaron Hernández vino corriendo detrás del árbitro asistente con intención de propinarle un puñetazo en la parte posterior de la cabeza. Acto seguido, viendo la intención del jugador, fui a proteger a mi árbitro asistente sin lograr evitar el puñetazo en la parte trasera de la cabeza. En este mismo momento, al árbitro asistente notó como le robaban el móvil del bolsillo". A partir de ahí, "se abalanzaron hacia nosotros agrediéndonos físicamente con patadas, puñetazos y codazos".

El escalofriante relato de los colegiados en el acta arbitral prosigue cuando intentan refugiarse de nuevo en el pabellón, apenas a un minuto. Una distancia que se convirtió en una eternidad, acorralados entre golpes y empujones. Abdessamad Mokhtar El Kharaifi vuelve a señalar a Aaron Hernández -menor de edad- en el acta arbitral, asegurando que "me agarró fuertemente por el cuello tirándome al suelo" y aseguró que otro jugador, Mario Muñoz, le "propinó una fortísima patada en la cara, perdiendo el conocimiento alrededor de unos 30 segundos". Ese fue el interminable tiempo que tuvo que esperar Adnan para ver reaccionar a su hermano mayor, tendido inerte sobre la calzada con la cara ensangrentada y desfigurada.

Los supuestos agresores huyeron del lugar de los hechos viendo la gravedad de la situación y fue en ese justo momento cuando hizo acto de presencia Álvaro Murillo, jugador local, que "se identificó como alcalde de Torija y fue el que nos introdujo en el pabellón llevándonos a un vestuario", relataron. Mientras atendía a su hermano mayor, Adnan le dijo al regidor torijano que "le habían robado el móvil -un Iphone X- y enseguida este salió del vestuario y se lo entregó en cuestión de 2-3 minutos, pero completamente destrozado con la pantalla y sin funcionamiento". De igual manera, ambos sostienen que "le pedimos en varias ocasiones que llamara a la Guardia Civil, haciendo caso omiso a nuestras instrucciones".

Los dos árbitros agredidos reiteraron que, durante el partido, el alcalde de Torija ya fue identificado como un espectador en la grada que motivó que se parase el encuentro por segunda vez "en el minuto 36, al bajar a la zona de los banquillos del equipo local para insultar al árbitro asistente diciéndole 'hijo de puta, eres un paquete'. Seguidamente, volvió a subir a la grada, donde siguió insultándonos diciéndonos 'sois malísimos' y 'gilipollas' en repetidas ocasiones, pudimos identificarle porque tiene licencia federativa de ese mismo equipo", según se recoge en el acta. Relevo puede confirmar que Álvaro Murillo no pudo jugar el choque del pasado sábado ante el EDB Ciudad de Guadalajara 'B', ya que estaba sancionado por "dirigirse a los árbitros, espectadores...con actos de desconsideración, menosprecio o proferir insultos contra ellos" en la jornada anterior.

Los hermanos Mokhtar El Kharaifi sostienen en el acta arbitral que el primer edil de Torija "había estado presente en todos los hechos anteriormente mencionados y solo se dirigió a nosotros después de los insultos, amenazas, agresiones y cuando vio como tenía el rostro totalmente deformado y ensangrentado" el colegiado. El final del 'calvario' de los dos árbitros alcarreños llegó cuando pudieron acceder a su vehículo particular para dirigirse al Servicio de Urgencias de Atención Primaria de Guadalajara, llegando a las 21:11 y desde donde Abdessamad fue derivado al Hospital General Universitario, donde quedó ingresado a las 22:56 horas.

El diagnóstico de Adnan fue de policontusiones, pero el de su hermano mayor era más preocupante con múltiples trazos de fractura a nivel de huesos faciales en la región malar izquierda, secundarios a policontusiones por agresión, destacando en las exploraciones realizadas múltiples escoriaciones, así como una marca de zapatilla deportiva en la zona afectada. El médico del SESCAM que les atendió elaboró un parte de lesiones, que fue remitido al Juzgado de Primera Instancia de Guadalajara. La cirugía maxilofacial de Abdessamad para reconstruir su mandíbula estaba programada para el pasado viernes, pero ha tenido que ser aplazada ya que la inflamación de la zona afectada no remite y tendrá lugar el próximo martes, con una situación prevista de baja médica de larga duración.

El domingo 30 de marzo, el Ayuntamiento de Torija, que preside Álvaro Murillo, emitió un comunicado "condenando los hechos, deseando una pronta recuperación a las todas personas agredidas" y poniéndose a disposición "de todas las partes y estamentos federativos, para todo lo que necesiten para aclarar los hechos". El lunes 31, la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha mostró "el total y absoluto apoyo al colegiado ante la agresión sufrida". El presidente de la Territorial, Pablo Burillo, así como el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Cristian García, ya estaban en contacto con los hermanos Mokhtar El Kharaifi y anticiparon que no van a limitarse "a condenar este acto brutal", sino que tomarán "medidas drásticas", alegando que no pueden consentir que "cada fin de semana" haya "agresiones a los colegiados".

Ese mismo lunes, el colegiado agredido realizó la ampliación del acta arbitral, recogiendo en un anexo de manera pormenorizada todo lo sucedido en la reyerta del sábado por la noche. Tras una revisión médica, Abdessamad y Adnan -que tienen un tercer hermano que también es árbitro de fútbol sala- presentaron sendas denuncias ante la Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara, ratificándose en todos los extremos descritos en el documento federativo, que fue aportado como prueba, así como los partes médicos de las lesiones de ambos. La territorial manchega convocó de urgencia para el martes 1 de abril la Comisión Antiviolencia "con el fin de estudiar las acciones a acometer ante este hecho de indudable gravedad".

El Comité de Competición impuso el jueves 3 de abril la sanción máxima que permite el Reglamento Disciplinario de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha a los presuntos autores de la agresión e instó a la FFCM a dar apoyo jurídico a los árbitros afectados por los incidentes y que se persone en las diligencias penales que se puedan derivar de las denuncias interpuestas por los árbitros afectados. Además, solicitó una reunión con la Dirección General de Juventud y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para requerir modificaciones legislativas de la Ley 5/2015 relacionadas con el Régimen Disciplinario contemplado en dicha norma, para poder aplicar "sanciones más amplias o incluso la perpetuidad" en casos tan extremos como el acaecido en Torija.

Aunque el CD Torija FS envió el miércoles 2 de abril un recurso a la Federación "al haberse recogido en estos días acusaciones gravísimas, completamente falsas que afectan al honor e integridad de algunos de nuestros jugadores" y aseguraron que "todas las alegaciones enviadas están avaladas con el testimonio y la certificación de múltiples testigos y pruebas objetivas irrefutables", el Comité de Competición desestimó "las alegaciones vertidas al venir desprovistas de soporte probatorio alguno, no evidenciando, en consecuencia, error material manifiesto alguno en la redacción ofrecida en el acta de los hechos que han motivado las distintas sanciones impuestas".

El juez único de fútbol sala de la Federación de Fútbol de Castilla la Mancha (FFCM) fue inflexible con unos hechos calificados como "muy graves": Al margen de clausurar el polideportivo 'Villa de Torija' por una temporada sin disputar partidos en ninguna categoría, impuso severas sanciones a un total de siete jugadores, así como al delegado de campo. Jorge Viejo, Pablo Aguilar y Raúl de Velasco fueron suspendidos por 15 partidos e inhabilitados durante tres temporadas por su participación activa en las agresiones, al igual que Mario Muñoz y Aaron Hernández. Rodrigo Higuera recibió una sanción de 10 partidos por amenazas, coacciones y actos vejatorios al equipo arbitral. Finalmente, Arturo Arroyo y el alcalde de Torija, Álvaro Murillo, fueron suspendidos con 15 encuentros.

El primer edil torijano (Partido Popular) emitió un comunicado condenando "enérgicamente la agresión" y solidarizándose con los agredidos, pero "defendiendo mi integridad y honor ante la difusión de acusaciones infundadas" y para "esclarecer mi actuación y garantizar el respeto a la verdad de los hechos". Murillo aseguró que cuando se produjeron los sucesos, se encontraba "en la vía pública junto a otros vecinos de la localidad, fuera del recinto deportivo" y aseveró que "mi única intervención consistió en prestar auxilio a las personas afectadas, en estricto cumplimiento de mis responsabilidades institucionales y principios éticos".

"Desde el primer momento he colaborado con las autoridades competentes, facilitando las grabaciones de las cámaras de seguridad municipal de la instalación, que registraron los hechos y avalan y reflejan a la perfección mi intervención en los hechos", explicó, al tiempo que manifestó su "plena disposición para cualquier diligencia que se requiera en el marco de una investigación judicial" y lamentó "la publicación de artículos de prensa calumniándome" y "la tergiversación de los acontecimientos y el juicio mediático derivado de las versiones inexactas e infundadas" anunciando que "ejerceré las acciones legales pertinentes para su rectificación y depuración de responsabilidades".

Tras la resolución de la justicia deportiva, es el momento de la ordinaria, a través de la vía penal. Fuentes de la investigación de la Guardia Civil confirmaron que tanto los árbitros como los presuntos agresores han presentado denuncias por agresiones mutuas, que ahora tendrán que aclararse en la investigación judicial de unos hechos bochornosos, que ya forman parte de la historia más negra del deporte español con una sanción sin precedentes. En señal de solidaridad y protesta, el Comité Técnico de Árbitros de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha no designó árbitros para la presente jornada, por lo que este fin de semana quedó aplazada la competición adherida de la Liga Provincial de Fútbol Sala de Guadalajara.