David Ramos estalla ante los silbidos de la afición de Valdepeñas: "¡Yo no me voy a ir!"

Tan solo se han disputado cinco jornadas de Liga y Viña Albali Valdepeñas parece estar sumido en la crisis deportiva más grave de sus seis temporadas en Primera División. La afición del equipo vinatero mostró su malestar con la trayectoria del equipo tras perder ante Noia Portus Apostoli (2-4). La escuadra de David Ramos no conoce la victoria y acumula tres empates y dos derrotas, sumando tan solo 3 puntos de 15 posibles, que están muy lejos de las expectativas que se habían generado tras llevar a cabo una ambiciosa remodelación de la plantilla en el mercado estival.

Los silbidos fueron la banda sonora elegida por gran parte de los 1.800 espectadores que se dieron cita en el Virgen de la Cabeza, uno de los campos más ruidosos del fútbol sala español. El entrenador del Viña Albali Valdepeñas, David Ramos, salió al paso de las críticas en rueda de prensa con la vehemencia que le caracteriza. "Me duelen mucho, pero los respeto. También está claro que ellos nos tienen que apretar, pero también entiendo que, en situaciones como ésta, deben entender que necesitamos su apoyo".

El técnico madrileño asumió que "no podemos reclamar su apoyo porque sí. Nosotros también tenemos que hacerles ver qué ese apoyo nos lo ganamos de verdad. No podemos bajar en intensidad o actitud o de lo que verdad estamos transmitiendo al exterior. En ese sentido, ellos hacen bien en apretarnos, bajo mi punto de vista son muy duros en algunas situaciones. Yo no me voy a tirar del barco. Yo soy un puto capitán y en las duras, el capitán va el primero empujando. ¡Tengo dos cojones y tiro para arriba y voy a seguir hasta el final, hasta que pueda!".

David Ramos recordó que "yo aquí ya he vivido de todo y sé como es la grada. Hace dos años se van Chino y Catela y perdemos en Córdoba después de acabar la primera vuelta segundos y ya me quieren echar algunos. Yo no me voy a ir, porque yo tengo dos pelotas y tiro para adelante. Quiero sacar esto porque lo sufro, lo vivo, lo padezco y me ilusiona y quiero estar ahí arriba volviendo a ver sonreír a esta grada y volviendo a disfrutar de ella como he hecho durante estos cinco años. Que nadie dude de esto. A partir de ahí, ojalá dentro de dos semanas estemos cambiando este puto discurso".

El entrenador azulón dejó claro que "somos los que tenemos que sacar esto adelante. Está en nuestras manos y tenemos que dar ese paso al frente. Tenemos que hacer autocrítica muy severa. Nos tienen que doler la cosas. Hay que marcar el territorio y entender que desde la actitud se ganan muchas cosas" y reconoció que "hay que tener más cuerpo, más hechura, más casta, más orgullo. Hemos perdido el partido por eso y si queremos sacar esto adelante nos tenemos que mirar el puto ombligo de verdad. Levantar la jeta, mirar a los ojos al rival y decir que aquí estamos nosotros".

Tras su duro diagnóstico, dejó claro que "las cosas no nos van a venir caídas del cielo. Ahora tenemos una oportunidad el martes en Alzira de quitarnos toda esta puta mierda de encima en dos días. Está en nosotros, pero si vamos allí con la misma hechura y la misma historia nos van a poner la cara colorada". También lanzó un mensaje al vestuario: "Nos hemos jodido todo el puto margen de error, hemos generado dudas, hemos perdido credibilidad y está en nosotros recuperarlos, pero desde cada uno y a partir de ahí, todos juntos empujando y entendiendo que en este momento es cuando más aunados tenemos que estar", afirmó.

No eludió en ningún momento su responsabilidad en su comparecencia ante los medios de comunicación. "No he hecho que lleguemos a entender la importancia de este tipo de situaciones. Tengo que mirarme mi ombligo para hacer que parezca que a veces somos indolentes ante determinadas situaciones. Nos estamos jugando todo en la vida. Un sueño, un reto, un proyecto de un club y de una ciudad y la ilusión de muchas personas y la nuestra propia. Tenemos que ser más rigurosos todos. Yo tengo que sacárselo a todo el mundo, pero también tienen que tener la predisposición de sacarlo", aseveró.

Ramos no dudó en asegurar que "hay que ser consecuente con el reto que hemos asumido aquí. No podemos decir que estamos presionados y tirar balones fuera. Estamos en un sitio que está claro que la gente aprieta, pero también nosotros tenemos que tener personalidad" y asumió que "venimos a un proyecto donde queremos hacer cosas importantes porque se considera que estamos cualificados para ello. Todos tenemos que tener esa fuerza mental y esa capacidad para dar ese paso al frente y si en algún momento nos encogemos o nos arrugamos es que a lo mejor esto nos viene grande".

Finalmente, el entrenador del Viña Albali Valdepeñas declaró que "aquí no vale mirar para el otro lado, ponerse el último de la fila o esconderse. Ahora es cuando de verdad se ve a los buenos". El técnico madrileño incidió en que "somos muy frágiles. En el momento en que nos dan una hostia, nos doblamos. Hay que sobreponerse a la adversidad y entender que convivimos con el error. En la vida, siempre hay que levantarse y tirar del carro. De verdad tenemos que estar dolidos y pasar tres días de mierda. El martes hay que ganar sí o sí y se nos tiene que ver rabiosos desde la primera situación", finalizó.

El próximo martes, Viña Albali Valdepeñas se desplazará hasta tierras valencianas para medirse al recién ascendido Family Cash Alzira en busca de su primera victoria de la temporada. David Ramos y sus jugadores se reencontrarán con su afición en el Virgen de la Cabeza el próximo sábado en un partido ante ElPozo Murcia, que encajó su primera derrota ante el Osasuna Magna (5-4). Será el momento en el que la hinchada azulona ofrezca su respuesta a las declaraciones del entrenador vinatero.