CASO RUBIALES

De qué se le acusa a Jorge Vilda en el Caso Rubiales

El exseleccionador español femenino se sienta en el banquillo de los acusados junto a Luis Rubiales.

Jorge Vilda a su llegada al juicio del Caso Rubiales. /EFE
Jorge Vilda a su llegada al juicio del Caso Rubiales. EFE
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Aunque se llama Caso Rubiales, el expresidente de la RFEF no es la única persona en sentarse en el banquillo de los acusados. Le acompañan tres de sus hombres de confianza más próximos, entre ellos Jorge Vilda. El exseleccionador español femenino es un personaje polémico, que ha sido objeto de crítica frecuente por parte de varias futbolistas. De hecho, parte de los motivos que desembocaron en el llamado conflicto de las 15 tenían que ver con él. Tanto su comportamiento como sus aptitudes para el cargo fueron cuestionadas. Aunque aquello no le diezmó.

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De hecho, Vilda fue el entrenador de la Selección española campeona del Mundo. Sin embargo, 16 días después de conseguir aquel hito, en lo que debía haber sido su reivindicación pública como técnico, fue despedido. Un hecho insólito, que entronca directamente con su presencia como encausado en el Caso Rubiales.

De qué se le acusa a Jorge Vilda en el Caso Rubiales

Jorge Vilda está acusado de un presunto delito de coacciones sobre Jennifer Hermoso. En concreto, el exseleccionador está acusado de haber intentado presionar al hermano de la futbolista, Rafael Hermoso, para que la jugadora apareciera en un vídeo junto a Luis Rubiales y, así, restar importancia al beso en la boca que el expresidente propinó a la delantera durante la celebración del Mundial.

Concretamente, el relato del ministerio público recoge que el exseleccionador utilizó el vuelo de regreso a España para tratar de presionar a Rafael Hermoso. Por ello, Vilda se enfrenta a una petición de un año de cárcel.

Así lo cuenta la Fiscalía en su escrito de acusación: "Jorge Vilda se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que consiguió hablar con Rafael Hermoso Fuentes, hermano de Jennifer, y tras intentar ganarse su confianza alabando las virtudes deportivas de la jugadora, con el único fin de que Rafael convenciera a su hermana para que realizara la manifestación pública pretendida por los acusados, y ante la reticencia de este de ceder a su petición, le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, ello tendría consecuencias negativas para ella, tanto en lo personal como en su carrera profesional como futbolista".

Previamente, el nombre de Vilda había señalado por el propio Rafael Hermoso, confirmando así la información que en su día publicó Relevo. En su primera comparecencia ante la Justicia, el hermano de la futbolista apuntó que el exseleccionador había formado parte de la estrategia llevada a cabo por la RFEF para que Jennifer grabase un vídeo que exculpase a Rubiales por el beso. Algo a lo que la futbolista nunca accedió.

No es ningún secreto que el actual seleccionador de Marruecos es una persona muy cercana a Rubiales. De hecho, durante la intervención del exdirigente en la Asamblea de la RFEF, en la que dijo aquella de "no voy a dimitir", se le pudo ver aplaudiendo de manera ostentosa. No obstante, su presencia en el banquillo de los acusados no tiene nada que ver con su adhesión personal a su antiguo jefe per se. Al fin y al cabo, Luis de la Fuente también aplaudió, después se retractó, mantiene el cargo y solo compareció como testigo. En el caso de Vilda, la Fiscalía cree que jugó un papel clave en las presuntas coacciones sufridas por la futbolista.