CRISIS EN LA FEDERACIÓN

La agenda de FIFA en Madrid: The Best, Atlético…y el incendio entre el Gobierno y la RFEF

El máximo organismo del fútbol mundial se encuentra en la capital para diferentes actos… y el fuego cruzado entre el CSD, la Federación, el TAD y el dimitido Pedro Rocha.

El secretario general de FIFA, Mattias Grafström y Arsène Wenger, jefe global de Desarrollo de Fútbol, con Vinicius./FIFA
El secretario general de FIFA, Mattias Grafström y Arsène Wenger, jefe global de Desarrollo de Fútbol, con Vinicius. FIFA
Sergio Fernández

Sergio Fernández

Seguro que cuando FIFA planeó este viaje a Madrid no contaban con el incendio que se iban a encontrar. Mattias Grafström, secretario general FIFA y su jefe de Desarrollo Global de fútbol, Arsene Wenger, han ido a visitar la capital de España en medio del fuego cruzado entre la RFEF "antigua", de Rubiales, con la "nueva", que en realidad alberga a los mismos. Con una posible intervención a la Federación en el horizonte, FIFA se encuentra "sola ante el peligro" en la decisión de hacer algo, o no, con la rocambolesca situación del panorama institucional deportivo español. UEFA no se pronuncia, y atendiendo a su falta de respuesta cuando el escándalo de Rubiales en Sidney, y a algunos fragmentos del sumario Brody en los que se cita a Ceferin, tampoco les esperan.

A la mañana no le ha faltado de nada (el regreso de Luis Rubiales, la operación Brody, la convocatoria electoral de la RFEF…). La delegación FIFA ha visitado el entrenamiento del Atlético de Madrid para, después, reunirse con el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Uribes y tratar la última hora de las elecciones a la RFEF, y su viabilidad, o no.

La idea inicial para la agenda de FIFA en Madrid venía marcada, en principio, por una visita al Real Madrid. Los directivos se acercaron a Valdebebas el pasado martes para entregar los premios 'The Best' a los jugadores del conjunto blanco que no pudieron estar en la gala de Londres el pasado mes de enero. En este caso, se trataba de Vinicius, Bellingham y Courtois como integrantes del mejor XI de la temporada.

Además de estos encuentros, también había una solicitud del (hasta ayer) presidente de la Gestora RFEF y su equipo, con el ánimo de trasladarles su confianza a la hora de poder sacar adelante al menos estas primeras elecciones, convocadas ayer, sólo a la presidencia. Durante 2024 tienen que convocar otras, las de verdad, las que implican elegir una nueva Asamblea. Habiendo dimitido ayer y sin un cargo en concreto, ni siquiera una comunicación oficial de que se presenta a esta votación, es difícil entender en calidad de qué podría reunirseel sucesor designado por Luis Rubiales, Pedro Rocha, con una delegación FIFA, pero en este proceso hay muy pocas cosas descartables.

Y, además, el TAD

Por si fuera poco para una sola jornada, también están pendientes de la posible apertura de expediente a Pedro Rocha por parte del Tribunal Administrativo del Deporte, tras la denuncia de Miguel Galán. Y también su impugnación de las elecciones convocadas ayer por Pedro Rocha. La primera de las varias que puede presentar, por razones diferentes.

De hecho ahí está la clave del papel de FIFA en todo este embrollo: ellos intervienen cuando una Federación no es capaz de conseguir una gobernanza de manera legítima. Siempre en países en los que el ente federativo tiene mucha menos fuerza y medios que en España, que es una de las más fuertes del mundo. La RFEF debió convocar elecciones en septiembre de 2023. Después pidió permiso para celebrar unas en el primer trimestre de 2024... y tampoco. La semana pasada las iba a convocar al fin, pero el pasado miércoles entró (de nuevo) la Guardia Civil en sus oficinas y por último, ayer, lograron convocarlas y, además, con la dimisión de Pedro Rocha como presidente de la Gestora.

Una dimisión, por cierto, que no estaba prevista en su hoja de ruta: él pretendía asistir al palco de la final de Copa, pero la apertura del sumario Brody ha sacado a la luz una serie de vínculos con las empresas de la trama Rubiales, que al parecer siguieron produciéndose también en los meses de "mandato" de Rocha. Alejar la final de Copa de ese ruido y mejorar de paso sus opciones electorales parecen el paso lógico para explicar el cambio de planes de ayer, y su dimisión precipitada.