Agoney González, de promesa del Real Madrid de la BBC a ser pescador en Gran Canaria: "Tuchel me insultó gravemente en español por no defender en una pachanga"
Cayó de la élite a la Segunda Regional de Gran Canaria, pudo quedarse cojo de por vida, sobrevivió a la deriva de su propio barco y rechazó al Cartagena porque La Palma, donde convive con los estragos del volcán, es más que su embarcación futbolística.

"El Pirata" de las procelosas aguas en las que han navegado los dos últimos finalistas de la UEFA Champions League es Agoney González (Gáldar, Gran Canaria, 1995). El habilidoso mediapunta, calidad isleña, se formó en la base de clubes como AD Huracán, Acodetti, UD Atalaya y por supuesto la UD Las Palmas. De su isla, con 16 años, zarpó al Juvenil "C" del Real Madrid. Una lesión en el bíceps femoral, en Valdebebas, frenó su estelar proyección y le truncó su amistad futbolística con Isco, Mourinho, la BBC y Ancelotti, en este orden. El liderazgo arrollador de Sergio Ramos le fascinó, con Xabi Alonso afinó su comprensión táctica y compartió vestuario con Nuri Şahin tanto en el Real Madrid como en el Borussia Dortmund.
"En el Madrid, en mis casi tres años y jugando incluso Youth League, fui muy feliz. Isco era y es mi ídolo, aunque muchos nos reíamos de él por sus piernitas arqueadas. Recuerdo también a Xabi Alonso, que pintaba para entrenador, y a un Ramos que llegó a las manos con Arbeloa y Casillas. La competitividad era brutal, pero insana", desembucha en Relevo. "Cristiano Ronaldo y Mourinho eran muy cercanos con los canteranos, al contrario que Ancelotti. Cris ha evolucionado con su papel de ególatra durante toda su carrera. Creo que le ha venido muy bien para aguantar los insultos y las burdas comparaciones con Messi. Vinícius es otro con un papel, pero para lo malo, para el llanto, para el victimismo más insano", dispara.
La lesión de Agoney, en la capital, persistió. En 2016 salió viento en popa hacia el Borussia Dortmund, con expectativas para el primer equipo, en busca de una mejor marea. En la primera semana, chocó con un Thomas Tuchel frío, distante y muy alemán. Coincidió también con el mencionado Şahin, el legendario Marco Reus, Aubameyang, Januzaj y una larga lista de iconos. Dos torceduras de tobillo en ocho meses le (casi) convencieron de que lo mejor era pescar peces, no goles.
Entonces rescindió contrato y volvió a Gran Canaria, a Segunda Regional, para jugar y lucirse en el Club Deportivo Saucillo, en su isla. "Marqué casi 30 goles en tres meses. Gracias a eso, regresé a la UD Las Palmas, al filial en Segunda B. Ya no me moví más de Canarias. Me quedé en tierra. Becerril, Gran Tarajal, Tenisca, Atlético Paso, Buzanada y otra vez Tenisca -juega ahí actualmente, en Regional Preferente- han sido mi refugio", testifica.
Una década atrás, eras una de las estrellitas de La Fábrica, el mediapunta más juguetón de blanco.
El tiempo pasa volando. Sí, con 16 años salí de Gran Canaria, mi isla, para Madrid. Los dos años en la capital fueron una pasada. Estuve en el Juvenil y me salió todo, me sentía muy bien dentro del club. Una maravilla. Pero me lesioné en el bíceps femoral y se cortó mi progresión futbolística, en Valdebebas. Las lesiones forman parte del juego y lo acepté. Mentalmente ese episodio me dio bastante fuerza, al contrario de lo que se pudiese pensar uno, y esa etapa me ayudó a ser quien soy hoy en día.

Compartes varios entrenos con la “BBC”, uno de los mejores tridentes de la historia del fútbol europeo.
Sí, sí. Estuve en las dos épocas, antes de la BBC con José Mourinho, y ya cuando estuvieron los tres galácticos a las ordenes de Carletto Ancelotti. Eran un espectáculo. Subías a entrar y no veías la pelota por ningún lado. Estaban hechos de otra pasta, jugaban a otro deporte a lo que nosotros, en la Fábrica, estábamos acostumbrados a ver.
Acabas de mencionar a dos señores entrenadores, ambos historia del Real Madrid.
Mourihno y Ancellotti eran el día y la noche. El portugués estaba obsesionado con la perfección, quería que todos los ejercicios fueran perfectos. Yo siendo juvenil, esos nervios de que te viese y de que te corrigiese estaban muy presentes. Pero la verdad que era muy cercano, te ayudaba muchísimo, te explicaba las cosas todas las veces que fuesen necesarias. Ancelotti era más frío. Se sentaba encima de la pelota, se ponía al margen y no interactuaba tanto con el grupo. Tenía a su preparador físico al frente y él observaba desde la distancia. Estaba atento al detalle, eso sí.
Intuyo que algo habrás visto de la reciente entrevista de Edu Aguirre a Cristiano Ronaldo.
Algo sí. Cristiano, conmigo al menos, era muy, muy cercano, muy buena gente. Me insistía en que mejorara y me daba la mano para lo que necesitase. Sí pienso que el chico, al final, hace su película. Te hablo de cómo es él, de cómo es su personalidad y su ego. No me puedo poner en su piel, obviamente, pero ya solo con imaginar el hecho de ir a cada estadio y que te insulten o te comparen constantemente con Messi… Si no te haces un caparazón, una coraza de orgullo, la gente y la presión te comen. En parte, creo que ha sido un papel de puertas para fuera que le ha venido estupendamente bien y que, sin eso, no hubiese llegado ni a la mitad de lo que ha logrado en el fútbol.
¿Vinícius también hace su papel?
Vinícius es totalmente diferente. Cristiano hablaba siempre en el campo y el delantero brasileño, que me parece un excelentísimo futbolista, va más de víctima, de muchos llantos, lloros, muchas boberías… Esa actitud le está perjudicando y le ha condenado a no ganar el Balón de Oro, entre otros méritos individuales. Yo le diría, con mi experiencia, que se dejase de tonterías y que se pusiese a jugar el fútbol. Es uno de los mejores del mundo, junto a Mbappé. Con el francés, lo tiene todo para triunfar en el mejor equipo del mundo. Solo se debe hablar de lo gran deportista que es, por lo que, también, debería estar mejor asesorado. Es mi opinión y creo que la de infinidad de aficionados madridistas.
Tú eras un enamorado de Isco.
Sí, sí, sí. Era y es uno de mis ídolos. Era y es increíble con la esférica. Todos en el Madrid le llamaban "magia", no solo Sergio Ramos. Siempre, en la base, nos reíamos de sus piernas tan arqueadas. Luego llegábamos a entrar y hacía unas cosas de otro planeta. Me creía mejor jugador a su lado, mucho mejor. Y hablando de Sergio Ramos, él era un líder rato. Tal cual.
¿Ser tan líder le pasó factura?
Había muchos piques entre Ramos, Arbeloa y Casillas. Era insano. Llegaban incluso a las manos. Y así les fue, con ese hambre han levantado todos los títulos posibles, los que todo futbolista sueña alzar algún día. Año tras año, parecía que todavía tenían más y más ganas, alimentados también de un Cristiano Ronaldo súper ganador. No había relajación en el club.
En Madrid se respira muchísima ilusión por Raúl Asencio, el “sucesor” del héroe del minuto 93.
Es que tiene el aura de Ramos. Es rápido, bueno al cruce, buen desplazamiento de balón, va fantástico por arriba. Espero que siga mantenido la cabeza amueblada. Si en el Madrid le dan la oportunidad y la confianza, va a triunfar a lo grande. Hay central para un buen rato.
No nos estamos centrando del todo en tu carrera. Después de tu lesión en Madrid, te queda un año de contrato y deciden cederte al Borussia Dortmund.
Sí, otro club élite mundial. Con Thomas Tuchel, quien no sabía absolutamente nada de español, tengo una muy buena anécdota al poco de llegar a Alemania. Para ubicarte, a mí, en el Dortmund me habían hecho ficha Sub23, aún así estaba en dinámica de primer equipo. Mi pasión era regatear a todo el mundo, disfrutaba como un crío. Venía además de un Madrid que, si perdía la esférica, tenía a diez perros presa detrás que me iban a hacer la cobertura y los deberes.
Estabas muy mal acostumbrado.
Sí, sí, sí. Bueno, el caso. Un día, de los primeros, cuando ya estábamos terminando el entreno, decidimos jugar una pachanga. En esto que me voy de uno y de dos compañeros, me hacen una entrada y me quejo, como es lógico. Bueno, no pasó nada, me levanté, seguimos jugando, vuelvo a regatear a uno, a dos, a tres y otra vez pierdo la pelota. A la tercera que intento la misma jugada, Tuchel ve mis intenciones y, de verdad que el tipo no sabía de español, pero se calentó conmigo de una manera bárbara, se puso amarillo y me gritó textualmente: "Pero hijo de la gran puta, defiende cojones, defiende". Yo me quedé blanquísimo. Me dijo el típico insulto que aprende un guiri en el sur de las islas Canarias. Claro, ahora me río mucho, pero en ese momento me puso muy firme. Ahí dije, uf, este fútbol es muy diferente al de España. Aprendí que la consigna, en Alemania, es que se defiende para atacar.
Pero es que ese ataque de marca Tuchel entraba mejor que un "bretzel" mañanero.
Sí, sí. Estaban Reus, Aubameyang, Adrián Ramos, Januzaj -cedido por el Manchester United-, pero no Robert Lewandoski, porque justo esa temporada se había ido al Bayern Munich. Igualmente había potencial del bueno en ataque. Auba y Adrián Ramos, ex Granada, fueron quienes me apadrinaron. Me hicieron mi estancia mucho más agradable, sobre todo después de la calentura del entrenador.
Encima te rompiste el tobillo dos veces en ocho meses. Demasiado gafe. Al menos, conviviste con Don Marco Reus.
Muy, muy gafe. Sí, a ver. Reus era muy alemán con nosotros, muy frío, iba a su bola… La cultura alemana es muy diferente. En España, te vas a almorzar y te encuentras a un futbolista famoso, y casi que el futbolista tiene que irse a casa porque acaba saturado por las fotos que le pide la gente, por los vídeos, por todo. En Alemania, recuerdo que había un respeto brutal. Nadie se levantaba. Y si Reus estaba triste o feliz, yo no lo iba a notar y de hecho no lo noté, honestamente (se ríe).
No me has hablado de Nuri Şahin, hasta hace nada entrenador del Borussia Dortmund. Nada que ver el desempeño del profesional turco con el de Xabi Alonso en su Leverkusen.
Es verdad. Şahin y yo coincidimos tanto en el Madrid como en el Dortmund. Sinceramente me quedé medio en shock cuando me enteré que iba a ser entrenador del conjunto germano. Técnicamente, como jugador, era muy bueno, pero nunca le vi yo con esas intenciones tácticas y profesionales de formarse para ser míster. Los resultados, por desgracia, tampoco le han acompañado. A su ya exequipo, honestamente, no le veo con una figura futbolística que intimide. Les falta un líder. Noto que es un equipo conformista y eso, hasta hace nada, era impensable en el Dortmund. Espero que aprieten los dientes y salven la temporada. La masa social de allá es de las más impresionantes de Europa.
Xabi Alonso, en cualquier rincón del mundo, es un ídolo. Es serio, trabajador, ambicioso. Como entrenador no iba a pedir menos. El año pasado vi muchos partidos de su Leverkusen y, salvando distancias, era un estilo de juego y una mentalidad que se me parecía al Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Ganaron muchos partidos en los instantes finales, remando y remando. Eso es reflejo del entrenador, el no rendirse nunca.
Por cierto, Ousmane Diallo, extremo canario y quien ya se pasó por Relevo hace unos meses, sí está triunfando en las inferiores del Dortmund y de España.
Es un espectáculo. Tengo muy buena relación con el hermano, Malick, quien me llamó para ver cómo era Alemania, cómo me fue a mí. Le dije que ni se lo pensase, que fuese y probase, que tiran muchísimo de la cantera y que va a adquirir mucha experiencia. El último partido que me vi de Ousmane fue contra el Real Madrid, en la UEFA Youth League, y fue un escándalo, además tiene la cabeza muy bien amueblada. Los alemanes sabemos que son muy cuadriculados y le están formando todavía más, en todos los aspectos profesionales. Si le respetan las lesiones, ojito.
Del Dortmund al Saucillo, Agoney. Menudo salto a las catacumbas. Sí que pensarías en rendirte.
Sí, sí, sí. El Saucillo es el equipo de mi pueblo, de Segunda Regional de Gran Canaria. Al final, como bien dijiste, me rompí el tobillo dos veces en Alemania. Los médicos me dijeron que si me volvía a romper el ligamento del tobillo, me iba a quedar cojo de por vida. Pensé en dejar el fútbol, en coger mi barco y despreocuparme de todo. Pero mi familia y mis amigos me animaron y me convencieron, me dijeron que me divirtiese como sabía, con mi gente. Bueno, pues sí que me animé y jugué tres meses en el Saucillo. Pude jugar muchos meses más, pero claro, el conjunto canario tuvo que gestionar mi transfer con el Dortmund, y la comunicación con el club alemán, como comprenderás, no fue muy fructífera (se ríe). Me tiré meses entrenando, hasta que por fin llegó mi momento. Es de los años que más he disfrutado jugando al fútbol, de verdad. Ahí empecé de nuevo a coger el gusto por este maravilloso -y a veces cruel- deporte.
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Concluyes etapa con el Saucillo y das otro salto, esta vez en positivo, por fin: de Segunda Regional a Segunda B.
Sí, sí. Fue otro viaje muy brusco. Firmé con Las Palmas Atlético y trabajé para hacerme, de nuevo, con un nombre y con un hueco. Busqué que me llamase el primer equipo, pero no pudo ser. Claro que me hubiese gustado debutar en Primera División, pero ya está, no pasó. No me arrepiento de esto ni de nada en mi carrera. Todo ha sido aprendizaje. Aún tengo 30 años y siento que estoy en mi mejor momento.
Vives en La Palma y juegas en la centenaria Sociedad Deportiva Tenisca. Es tu casa.
Sin duda. En esta isla se vive muchísimo el fútbol, muy diferente al resto de islas. He pasado por hasta tres etapas en el Tenisca. Primero de 2019 a 2021, donde jugamos, en dos campañas seguidas, los play-offs de ascenso a Segunda B. Fueron unas vivencias inolvidables. Es más, en 2020 rechacé al Cartagena, que en ese momento ascendió a Segunda División, para seguir en La Palma. En 2021 también me llamó el Real Potosí de Bolivia y dije que no. El dinero, para mí, no lo es todo. Yo notaba que les debía algo a mi gente del Tenisca. Tomé la decisión correcta, porque fíjate que nunca me he vuelto loco pensando qué hubiese pasado si hubiese aceptado irme al Cartagena y debutar en la categoría de plata.
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Eres un romántico, de los que ya no quedan.
Soy así. Igual con la Champions, que para mí estaba mejor el anterior formato aunque no me desagradó la última jornada, con todos los equipos enfrentándose a la misma hora. Bueno, como te decía, el tiempo sí pasó en la "isla bonita", seguí en el Tenisca y, por desgracia, no se dieron ya los resultados. Entonces, en verano de 2021, salió la opción de irme al Atlético de Paso, también de La Palma y en ese momento de Tercera RFEF. No fue una salida fácil para mí. Pero bueno, esa temporada, que fue la del volcán que nos impactó a todos y que sin duda fue mi peor experiencia como futbolista, logramos ascender, pude debutar en Segunda RFEF y muy, muy agradecido con el equipo verdinegro. No obstante, el ascenso del Paso coincide con el descenso del Tenisca, que por primera tocaba la Regional Preferente. Fue una pena muy, muy grande.
Un Tenisca que era el equipo, a nivel nacional, con más temporadas seguidas en la historia de la Tercera División española.
Así es. Bueno, pues mi segunda etapa con el Tenisca llegó de enero a junio de 2023. Solo estuve unos meses, porque luego firmé un año por el CD Buzanada, de Tenerife. En verano de 2024, ya aterrizó mi tercer episodio con el conjunto palmero. Salió la posibilidad de regresar y, aunque tocaba bajar al barrio de la Regional Preferente, ni me lo pensé, porque nunca me he encontrado tan bien como aquí. He firmado por dos campañas y actualmente vamos primeros, le sacamos una buena distancia al segundo clasificado y si acabamos así, ascenderíamos directos a Tercera RFEF, donde mínimo se merece estar este equipo. Y un ascenso a Segunda RFEF, pues lo celebraríamos mas que una final de Champions. Te lo puedo asegurar.
Oye, ¿y qué hay de la pesca? Antes me hablaste de tu barco.
Ya no lo tengo, lo tenía en Agaete, al norte de Gran Canaria, pero después de quedarme a la deriva con mi hermano y con mi primo durante varias horas, pues me he dedicado a pescar más en la orilla. Esto pasó hace años y fue una experiencia horrible. El motor se nos cayó al fondo del mar y lo único que se me ocurrió fue hacer una vela con la ropa que tenía. No sirvió de absolutamente nada, porque nos salvó un barco pesquero, pero de ahí sí salió el apodo "El Pirata". Yo estoy mejor con los pies cerca del suelo (se ríe).
El pirata que se quedó en tierra.
Pues fíjate, estoy orgulloso de mí mismo. He salido adelante pese a las fuertes corrientes de mi vida, a mis 30 años sigo en el fútbol y me estoy preparando para ser director deportivo. Siento que quedarme en La Palma también me ha ayudado mucho. Es una isla que elegiría para vivir el resto de mis días, aquí se está muy bien. Tanto tú como tus compañeros de Relevo están invitadísimos a venir para cubrir y para disfrutar del derbi palmero: el SD Tenisca-CD Mensajero, en el Estadio Municipal Virgen de Las Nieves. Esperemos que pronto, nuevamente, sea en Tercera RFEF.