FEDERACIÓN (Y II PARTE)

Albert Luque: "A Gavi le dije un día 'ya te puedes ir para casa', porque a los jóvenes a veces hay que ponerlos en su sitio, pero lo quiero mucho y conmigo jugaría siempre"

El exdirector de la Selección: "A De la Fuente, con el que llegué a engancharme, le pongo un 9,9; pero su renovación hasta 2028 no tiene sentido, yo no hubiera corrido tanto".

Albert Luque, exdirector de la Selección. /AGENCIAS
Albert Luque, exdirector de la Selección. AGENCIAS
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Tras el amplio repaso que Albert Luque hizo ayer al 'Caso Rubiales', del que ha sido absuelto a la espera de que la justicia se pronuncie sobre la petición de anular el juicio, es la hora del fútbol en esta segunda parte de la entrevista. El catalán (cumple 47 años este martes) llegó con Rubiales en 2018 a su Gabinete de Presidencia, fue director de la Selección y, más allá de los títulos, puede presumir de algunos golpes en la mesa como censurar a Julen Guerrero o decirle 'no' a Ramos.

La gestión de personal fue su día a día desde diciembre de 2022 hasta mayo de 2024, cuando Pedro Rocha le despidió por teléfono y mediante un burofax. Aunque algunos no olvidarán que Brahim juegue con Marruecos ("si sólo hubiera dependido de mí, estaría jugando con España, pero…"), todos deben agradecerle haber convencido a Lamine ("no será Messi o Cristiano; si trabaja, progresa así y escucha a su madre será como el mejor Neymar").

¿Le ha llamado Rafael Louzán tras su absolución del 'Caso Rubiales'?

Hablé con él, como con De la Fuente, y... Le deseo lo mejor.

¿Qué argumento le dio la RFEF para despedirle en mayo de 2024?

¿Argumentos? Ni uno. Ni de coña. Me entero el día después de organizar el España-Brasil en el Bernabéu. Yo quería hacer un España-Argentina. Al ser primeros de grupo, en marzo del año pasado, teníamos dos fechas libres antes de ir a la Eurocopa. Entonces yo iba a una conferencia de FIFA y coincidí con Scaloni. Fue compañero mío en el Dépor. Le dije: '¿Por qué no hacemos un España-Argentina en el Bernabéu con Messi y demás?'. Y él lo vio: 'Me gusta'. Pero luego no se dio porque el presidente de la federación, al ser campeón del mundo, se vino arriba pidiendo unas cantidades fuera de lo normal. Entonces dije 'fuera'. Me puse en contacto con la federación de Brasil, donde está en presidencia el hijo de Bebeto y está metido Mauro Silva. Les planteo la opción y lo hacemos. No hay un partido como ése. Fue un éxito. Y al día siguiente de lograr esto recuerdo que estaba en el hotel y me llama Pedro Rocha. La conversación fue... No me pudo dar ningún motivo porque no los hay.

¿Qué le dijo?

No se lo voy a decir, por respeto, pero demostró qué persona es.

¿Y cuál fue su respuesta al expresidente?

'Espero que en unos meses no te encuentres tú en las mismas y que te saquen fuera sin motivo alguno. No tengo nada más que decir'. Entonces fue cuando me llega el burofax a casa [como desveló Relevo]. Así. Fue una llamada. Nada de cara a cara porque para eso tienes que tener la conciencia tranquila. Por eso yo quería ver cara a cara a Jenni Hermoso en Ibiza cuando pasó lo que pasó. Porque yo no tenía ninguna mala intención. Quería simplemente hablar con ella. Pero Pedro Rocha, ¿qué me iba a decir? Si no tenía explicaciones. Prefirió hacerlo por teléfono. Fue una llamada de un minuto y medio. Nunca supe más.

¿Por qué decidió no impugnar cuando le apartaron, primero de la Selección y después de la Federación, pese a su disconformidad con la postura?

Quería el bienestar de todos. En el mundo del fútbol hay muchos satélites que se benefician de la Selección. Y a mí lo que me interesaba era ese grupo, que por mí no se desestabilizara. Y eso que podía haber hecho ruido, y tenía llamadas y mensajes de jugadores. Había tenido mucha importancia en la preparación de todo lo que venía por delante, con la concentración para la Eurocopa. De hecho, yo elegí el lugar donde se entrenaba la Selección en Alemania. Fui con el responsable de los viajes, Antonio Limones, a ver el lugar. El sitio, que pertenece a los dueños de Aldi y lo querían otras muchas selecciones, era espectacular y los técnicos y los jugadores quedaron encantados. Llamé a Luis de la Fuente y le dije 'tengo el sitio, lo tengo bloqueado'. Y a los 15 días viajé con él para verlo y le encantó.

Con esa importancia que tenía en la RFEF y dentro del vestuario... ¿esperaba el respaldo de alguien dentro de la casa que no llegó o entiende que no se mojaran?

No, y tampoco se lo pido a nadie.

¿Hubo alguien que sí quería hacerlo y no le dejaron o le recomendó usted mismo que no se moviera?

Los hay. Pero tal y como estaba todo, mejor que no hicieran nada. Al final, a ellos no les lleva a ningún sitio eso. El jugador tiene que dedicarse a jugar. Yo he tenido alguna enganchada por esto mismo con jugadores que han querido tomar decisiones. Tú eres futbolista, no hay más. Y sí que a nivel personal, de puertas para adentro, pues te han dicho esas palabras, pero al final cada uno tiene su rol y yo lo entiendo.

Hay una obsesión actual en la RFEF: borrar las huellas del Rubialismo pero, sin embargo, en Las Rozas siguen otras personas que entraron con él e incluso se han reforzado... ¿Qué le parece?

No me sorprende, porque al final estamos hablando de gente... Mire la conversación de Pedro Rocha. Fue para reírse. Entonces, todas las decisiones que se tomen a partir de ahí, hay muchas que no tienen ni pies ni cabeza, ya no te sorprende nada.

Albert Luque, en una rueda de prensa cuando estaba en la Federación.  AGENCIAS
Albert Luque, en una rueda de prensa cuando estaba en la Federación. AGENCIAS

¿Ahora está en el paro?

¿Paro? No, no.

Bueno, podría. ¿Luque no es un trabajador más?

Pero es diferente. Ahora tengo juicio por el tema laboral (fue ayer). Yo no tenía un contrato normal.

¿Ganó suficiente dinero como jugador para que no tener que trabajar más?

Mi contrato era hasta el Mundial 2026, es diferente.

Pero responda a esto que le preguntaba. ¿Puede estar sin trabajar?

Sí, tengo para vivir tranquilamente, pero...

Intuyo que quiere seguir activo.

Claro, y más cuando haces cosas y ves que se te dan bien. No como uno cree, sino como lo ha demostrado. Tengo ganas.

¿Ahora prefiere una federación, un club o formar parte de un cuerpo técnico?

Tengo todos los títulos de entrenador, el UEFA PRO, y el de director deportivo. Pero no, no, en un cuerpo técnico no.

¿Y eso?

Porque ya antes de entrar en la Federación estuve un año en el cuerpo técnico del Hospitalet en Segunda B y no. Como director deportivo me siento más capacitado. Aunque al final uno nunca sabe. Entré en la Federación sin planteármelo, porque Rubiales se puso en contacto conmigo, y estuve como adjunto a la presidencia. Pero le dije que para el mundo del fútbol. Yo el tema de despachos no tenía ni tengo interés, ni lo quiero tener. Durante esos tres o cuatro años lo que hacía era hablar con los jugadores que eran capitanes, con los futbolistas más importantes de la Selección, estar a su lado cuando querían algo de la Federación. Todo pasaba por mí y me lo decían a mí. Y yo se lo trasladaba a Rubiales, al que le decía 'hay que ayudar a esta gente, que al final son los protagonistas.' Cuando la Federación quería algo con un jugador, muchas veces se encontraban con la situación de que el jugador no lo atendía. Entonces yo cogí esa batuta y ese rol. Con todos sus marrones.

Porque lo hay.

Claro que lo hay. Un ejemplo es lo que pasó con Sergio Ramos, que era el capitán. Y eso que éramos amigos de toda la vida.

Algo se contó en su día. ¿Qué sucedió concretamente?

En su debut me hizo un marcaje a mí en Coruña y me pidió la camiseta al acabar el partido. Luego coincidimos en la Selección. En su debut quería llevar el 19 que yo llevaba. Y me pidió si se lo podía dejar para ese partido. Y se lo dejé. Entonces hicimos mucha amistad. Y luego entré de director de la Selección y se decidió que no viniera. Esa amistad no me hizo cambiar mi manera de pensar. Una cosa es ser amigos y otra cosa es el trabajo. Ahí se separó nuestra relación de amistad porque él no lo entendió. No podía hacerle de más. Y para mí es el mejor central de la historia.

"Decidimos que Sergio Ramos no viniera a la Selección. Una cosa es ser amigos y otra cosa es el trabajo. No lo entendió y ahí nos separamos"

¿Participó en aquella conversación a tres con De la Fuente?

Sí. Ahí fue. Una videollamada. Yo tenía una decisión y el míster me escuchaba, aunque la última decisión, como en todas las convocatorias, era y es de Luis de la Fuente. Le comunicamos que no iba a ser convocado.

¿Y si de la Fuente lo hubiera querido llevar y usted no?

Yo lo apoyo. Y cuando decidió no llevarlo, yo lo apoyé también. Al final somos un equipo. Sergio Ramos no lo entendió. Ahí rompimos nuestra amistad. Pero, si no lo entiende, no puedo hacer nada.

¿Usted se sintió campeón de la Eurocopa de Alemania?

Hombre, la verdad es que no fue fácil. Y mirando atrás y el camino recorrido, pues sí que me siento campeón. Cuando volvemos de Catar, del Mundial 2022, Molina se va y Luis Enrique no sigue. Y yo, al llegar a España, me iba para Barcelona y Luis Rubiales me dice 'vente a mi casa antes de marcharte'. Y allí se decidieron cosas importantes [diciembre de 2022]. Rubiales me dice que sea director y que quiere que el seleccionador sea... Lo digo porque, cuando uno se tiene que poner la medalla se las pone, pero cuando hay que compartirla se comparte. Me dijo que tenía total libertad para hacer lo que quisiera porque confiaba en mí. Y me soltó: 'Solo te voy a decir una cosa que tengo en mente. Me gustaría que el seleccionador fuera Luis de la Fuente'.

Vamos, se lo dio hecho.

No. Le dije: 'Luis, si al final soy el director, la decisión es mía. Me has dicho que las tomo yo, pero viendo lo que hay en el mercado y como yo pienso creo también que él es la persona idónea. Lo comparto contigo'. Y eso fue lo que sucedió al aterrizar de Catar. Llamamos a De la Fuente y esa noche se lo comunicamos [este jueves, en El Larguero, Luque llegó a reconocer que si no salía este plan, y como el resto de candidatos no le convencían, tenía en mente a Zinedine Zidane aunque no lo compartió ni con Rubiales]. Le digo esto para explicarle que claro que en parte me siento campeón. Porque más allá de la implicación, se toman muchas decisiones importantes durante muchos meses. Y cosas jodidas...

Como por ejemplo...

En el primer partido con De la Fuente vamos a Málaga, donde no juega Haaland en contra, y hacemos un partido malo. Ganamos, pero porque no está Haaland. Nos podían haber marcado... Y el segundo partido es en Escocia. Perdemos y nos dan un baño grande. Y ahí tenemos conversaciones importantes. Desde entonces se produce la fase ascendente y hasta hoy. Por eso me siento campeón de Europa. He trabajado mucho codo a codo con Luis de la Fuente. Me puso triste no estar allí. Me quedo con los mensajes que recibí de gente que está dentro del vestuario. Me agradecían todo lo que había hecho porque yo estuve hasta el final, toda la clasificación. Incluso los dos amistosos previos a Alemania los cerré yo.

¿Echó de menos que alguien más tuviera ese detalle de reconocimiento?

Cuando tú recibes un mensaje tienes que saber y pensar en la necesidad del otro. Hay muchos mensajes que son interesados. ¿Entiende? Si usted me manda un mensaje un día es porque al final quiere una entrevista, por ejemplo. Hay un cierto interés. O yo le contesto porque quiero hablar. Pero el jugador no tiene ningún interés. Cuando alguien del cuerpo técnico te escribe un mensaje, no hay ningún interés. Cuando alguien de arriba del palco no te escribe es porque tiene un interés. Sabe que escribiéndote puede tener un problema. Pero a mí lo que realmente me interesa son las cuatro paredes del vestuario. Y de ahí sí que tuve bastantes mensajes. Y es que ahí dentro ha habido problemas... Cosas que no pueden salir a la luz. Ha habido momentos en el vestuario con De la Fuente... Y uno tiene que remar y remar. Si volviera para atrás, mi decisión sería otra vez Luis de la Fuente, aunque parece fácil decirlo ahora. Pero con él al frente hemos tenido cosas. Incluso casi nos hemos enganchado.

¡Qué me dice!

En los momentos de dificultades me ha demostrado que ha sacado esto adelante. Cuando le nombramos seleccionador hubo compañeros suyos de la Prensa que nos dieron. Y De la Fuente recibió muchas críticas y decían que quién era De la Fuente. Y ahora mira cómo hablan de él... Es que hasta a mí mismo me entraron dudas después de la derrota en Escocia (2-0). Pero dijimos 'hay que seguir para adelante'. Una decisión no puede cambiar por un resultado.

Luque, en la Asamblea del 25 de agosto de 2023 en la que Rubiales se negó a dimitir.  AGENCIAS
Luque, en la Asamblea del 25 de agosto de 2023 en la que Rubiales se negó a dimitir. AGENCIAS

¿Y si usted en Escocia hubiera decidido bajarle el pulgar y el presidente dice otra cosa?

No lo sé, pero si yo decido bajar el pulgar y el presidente no me apoya... Usted me ha hecho una pregunta antes. ¿Tiene su vida resuelta? Sí. No tirando el dinero, pero sí una vida tranquila. Si yo un día hubiera decidido bajar el pulgar y el presidente no me apoya, yo digo 'hasta aquí hemos llegado'. Y ésa es la tranquilidad con la que yo trabajo. Entiendo a otros compañeros míos de otros departamentos que son padres de familia y deciden otras cosas cuando llegan estas situaciones que les afecta y tienen que dar de comer a sus hijos. Yo, por suerte en la vida, y toco madera gracias a Dios, puedo seguir dando de comer a mis hijos pase lo que pase. Entonces, esa gente de otros departamentos, toma una decisión y si el presidente no está de acuerdo, pues se la tienen que comer. Yo no me la como. Pero muchas veces me lo ha dicho Rubiales. Él sabía que mi vida y mi futuro no dependen de este trabajo. Entonces decía 'éste me va a decir la verdad'. Por eso muchas veces chocaba con Rubiales y hemos tenido conversaciones fuertes de 'acuérdate de aquello que me dijiste, que si no hacía esto te ibas...'. Es que tiene que ser así.

¿De la Fuente siempre fue la primera opción?

La primera. Y tuve mil llamadas de representantes ofreciendo a entrenadores. Desde que pasó lo de Málaga, donde jugamos muy mal, y luego en la derrota de Escocia. Me llamaban los agentes y me decían 'te lo dije'. A uno dentro le llegué a decir 'mira, si al final no sigue De la Fuente, de tan pesado que eres, veo a cualquiera en su puesto menos el que me estás ofreciendo'.

¿Insistencia desde dentro de la casa con un paisano llamado Marcelino?

[Duda si contestar]. Bueno... Eso lo dice usted. Lo que está claro es que la gente, a la mínima debilidad, está ahí. Hubo dudas, pero nos encerramos los dos y al final decidimos que teníamos que ir para adelante, que era una decisión de los dos. Nos salió bien. Nos podría haber salido mal.

Fue una figura clave para que Lamine jugase con España. ¿Cómo lo logró? ¿Hubo un serio riesgo de que se fuera con Marruecos?

Sí hubo un serio riesgo. Fue muy importante lograr aquello como lo de Dean Huijsen, que no es tan conocido pero es el central del futuro [ahora en el Bournemouth de Iraola en la Premier]. La pareja de centrales del futuro en la Selección la forman él y Cubarsí. Aunque ahí también está Asencio, que está pegando fuerte. Ojo a Huijsen, es un central espectacular. Hubo que ir a Italia y a Málaga para convencer a la familia. Era el capitán de la Sub-21 holandesa, que no es cualquier cosa. Y Koeman lo quería llevar al primer equipo para que no jugara con España. Lo convencimos y es un logro importante como el de Lamine. Antes de que fuéramos nosotros a por él ya había ido al seleccionador de Marruecos y empujó con todo su Gobierno. Podría ponerme la medalla, pero la realidad es que el chico lo tenía claro desde el principio. Quería jugar con España. El que no lo tenía claro era tanto su padre... Y la madre estaba un poco al margen. Pero Lamine siempre quería jugar con España. Es más, me dijo una cosa con la que me quedé tranquilo.

Diga, diga.

'Quiero ganar la Eurocopa y eso no puedo hacerlo con Marruecos'. Pero Marruecos no daba su brazo a torcer.

¿Incluso ofreció dinero?

Eso no lo sé.

¿Qué se encontró en las primeras reuniones con la familia de Lamine para convencerle?

El padre de Lamine siempre estaba que si me van a matar en Marruecos, que si esto, que si lo otro.... Y entonces apareció la madre y ahí mentí un poco.

¿Y eso?

Porque me dijo si quería que su hijo juegue con España porque realmente estaba preparado para ir con la Absoluta o para que no fuera con Marruecos. Soy sincero: a lo mejor le faltaba un poquito aún para jugar. Nosotros ya lo conocíamos de las inferiores y sabíamos que marcaría una época y que la va a marcar, pero le faltaba un poquito para ir a la Absoluta. Pero teníamos que adelantar los tiempos. Si no, se nos iba o se nos podía ir. Entonces se decidió convocarlo para que ya no hubiera la opción B, pero esa fue la pregunta de la madre. Y yo le respondí con esa mentirijilla: 'Ya está preparado'.

Con Brahim no se consiguió que jugase con España en vez de con Marruecos. ¿Cuál fue la clave del caso?

Cuando hay otras personas involucradas... Con Lamine el único involucrado era yo. En el caso de Brahim, sabía que iba a ocurrir esto. Y ocurrió. Pero las decisiones que se tomaron son las que son. Al final es un grupo. No ocurrió lo que yo quería. Pero también le digo que si volviera atrás actuaría igual.

¿A qué se refiere?

A que para jugar en España eso no se negocia. Lamine fue muy claro y me dijo 'yo quiero jugar con España'. Y en este caso el jugador estaba entre el sí y el no.

Se podía haber hecho algún esfuerzo o trazar una estrategia como se hizo con Lamine.

Brahim estaba en una prelista para venir y él lo sabía porque en las prelistas se manda un fax al Real Madrid y tiene la obligación de comunicárselo al jugador. Él ya sabía que estaba en la prelista. Son de 30-40 y luego se quedan en la convocatoria que haga De la Fuente 23, 24 o 25. Él tenía que esperar y él decidió no esperar porque tiró para Marruecos. ¿Que lo traté de manera diferente a Lamine? Sí. Acaba de marcar contra Atlético en Champions y está arriba y le deseo lo mejor del mundo, pero creo que había que tratarlo como a Joselu y a otros. Si Joselu llega a decir 'es que tengo que ir', pues ya veremos si vas. Vendrás según la lista.

Veo dos diferencias, por tanto, en el caso. Lamine quiere jugar con España y Brahim no es tan tajante. Y con Lamine sólo interviene usted y con Brahim hay más gente. ¿Si sólo hubiera entrado en acción Luque con el madridista éste estaría jugando con España?

Con Lamine sólo intervine yo y el 100% de las decisiones en el tema de las convocatorias siempre ha sido de Luis de la Fuente. Me ha podido comentar, me ha preguntado, yo le he dicho mi opinión, pero luego él daba la convocatoria. Y la noche anterior me llamaba y me decía 'esta va a ser la convocatoria'. Punto. Había cosas con las que estaba de acuerdo y otras no. Pero no me voy por las ramas. Yo lo que le dije de Lamine es que era un futbolista para los próximos 17 años o 18 y que iba a marcar una época, que había que convocarlo. A lo mejor yo al año siguiente estaba fuera y Luis al año siguiente o a los dos también, y Lamine se iba a quedar para España para siempre. Tenía que ir sí o sí, era una cosa institucional. Y bueno, se hizo. ¿Que Brahim se hubiera dependido de mí hoy estaría jugando con España? Sí.

¿De lo de Lamine es de lo que más orgulloso está por todo lo que puede significar?

Sí. E insisto: lo de Hujsen también. Se verá con el tiempo el futbolista que hay ahí. Pero Lamine es... Estamos hablando siempre de que es el próximo Messi o el próximo Cristiano. No. La gente que no se equivoque. No es ni Messi ni Cristiano. Yo siempre lo comparo: si Lamine trabaja y sigue en esa progresión, que estamos hablando de un chico juvenil de 17 años, será como en su mejor momento Neymar. Y es una opinión personal. Pero no queramos que sea Messi o Cristiano. No es ese jugador. Yo sólo he visto un jugador mejor que él y no le están yendo bien las cosas: es Ansu Fati. Ansu es otro caso. Portugal lo llamó y habló con su padre y con Ansu y se le convenció para que jugara con España. Porque Ansu Fati era como Lamine pero tenía más gol.

"Que la gente no se equivoque: Lamine no será Messi o Cristiano; si trabaja, progresa así y escucha a su madre será como el mejor Neymar"

¿La sensación en este caso es que Neymar fue el mejor unos pocos años y Lamine puede ser el Lamine que ya conocemos durante toda su carrera?

Dependerá de su actitud.

¿Y de su entorno también?

También. Pero él, con el paso del tiempo, creo que los cambios que está haciendo en su entorno son para bien. Tuve varias reuniones con su familia. Su madre es una persona honesta. Y es inteligente y calmada. Le aconsejaría que escuchara a su madre.

¿Y al padre?

[Risas] El padre es diferente...

¿Ha hablado y negociado con él?

Hablamos. Sin más. No, no. Negociar con él, no.

¿En qué nacionalizaciones más tuvo usted una participación decisiva?

En las más importantes. También está la de Le Normand. O Mateo Joseph, que ya está en la Sub-21. En la Federación tenemos un problema. Bueno, teníamos, que sigo hablando como si estuviera ahí. Nos vamos a encontrar en los próximos años que con el tema de la inmigración. Hay muchos jugadores muy buenos con la doble nacionalidad de Marruecos y España. Y ser musulmán tira mucho. Achraf, por ejemplo, tenía muy claro que quería ir con Marruecos y no hubo manera de convencer porque se siente marroquí. Y había venido con todas las categorías inferiores y para nosotros era un jugadorazo. Pero dijo 'es que no hay tú tía, yo me voy con Marruecos'. No se puede hacer nada. A algunos de los jugadores que vayan surgiendo pues los perderemos. Pero no es malo, porque se sienten musulmanes y se sienten marroquíes, y hay que respetarlo.

Seguro que De la Fuente tendrá en cuenta este contexto. Por cierto... ¿cómo y por qué se falló a la hora de realizar un contrato que vencía en plena Eurocopa?

Al final todos los contratos a nivel de club siempre se hacen hasta el 30 de junio. Entonces, lo hicimos así rápido en casa de Rubiales tras llegar de Catar. Se le añadió lo de alargarle dos años más, siempre de forma unilateral por parte de la Federación, y se hizo un estándar del 30 de junio sin pensar en la Eurocopa. Pero independientemente de eso, teníamos que renovarle porque estaba el tema de Arabia Saudí y había que hacerlo pronto porque se lo merecía, porque se lo ha ganado y porque si no se nos iba a ir. No sé lo que estará cobrando ahora, pero lo que yo proponía era el doble de lo que ganaba. Y luego ya hablaríamos después del Mundial de EEUU. Luego se enredó todo un poco hasta que ya hay presidente.

Louzán le ha ampliado hasta 2028. ¿Qué le parece?

No tiene sentido.

¿Por qué?

Porque al final usted en su trabajo, o yo en el mío, cuando lo tenga, hay que ir demostrando. Que De la Fuente lo ha hecho muy bien. Del 1 al 10 le doy un 9,9. El 0,1 ese restante que no le pongo me lo guardo para mí. Pero ahora tiene que demostrar en otra Nations League y hay que demostrar en un Mundial. Y si lo hace muy bien, incluso yo le firmo hasta 2028 siempre y cuando en la cláusula seamos campeones del mundo en 2026. Porque cuando se le dan dos años, incluso puede haber salido mal y hay que pagarle. Pero si las cosas van bien como en Alemania, no queramos ahora tirar a la larga. Vamos paso a paso. Si te lo vuelves a ganar, no tengo problema si cobras uno o cobres tres, porque lo has demostrado en el campo. Pero yo, si hubiera tenido que dar mi opinión, no hubiera corrido tanto.

¿Se le puede y se le debe exigir a la Selección ganar esta Nations y el próximo Mundial?

Hay equipo y viene gente muy buena. Una de las bajas importantes que hay ahora es la de Pablo Amo [ha aceptado una oferta de Catar]. Parece que no es nadie, pero es una persona muy importante. A Pablo Amo lo conozco bien, fue compañero mío en el Dépor, y era el segundo de De la Fuente. Hacía un trabajo extraordinario. Y es uno de los secretos que en la Federación teníamos. Ahora no lo tiene. De la Fuente está capacitado para sacar esto adelante, pero se va a echar en falta.

Rubiales propuso al principio a Julen Guerrero como segundo. ¿Qué pasó?

A mí no me convencía Julen. Porque al final los conozco y los tenía a todos en las inferiores. Y por eso se propone a Pablo Amo.

¿Cuál fue el momento deportivo más crítico en su paso por la Selección?

Escocia como director de la Selección. En presidencia, el Mundial de Catar, que fue un desastre. Porque una de las esencias que tenemos es la de cuidar la pelota. Pero esto es como un tornillo: cuando ya lo pasas de rosca y ya no funciona hay que cambiarlo. Y creo que en Catar nos pasamos de rosca.

¿Llegó a desesperarse con el estilo propuesto por Luis Enrique el día de la eliminación ante Marruecos?

Sí. Hay anécdotas que no se pueden explicar porque tienen que quedar de puertas para adentro, pero ya era un sinsentido.

"Hay anécdotas que no se pueden explicar porque tienen que quedar de puertas para adentro, pero lo que proponía Luis Enrique ya era un sinsentido"

Le digo otra mala noche suya. Aquella en la que Gavi se lesionó en Valladolid. Usted viajó con él hasta Barcelona. ¿Qué le decía el jugador en un momento tan duro y cómo vivió las críticas a la gestión deportiva de la RFEF?

Buff... Si tengo que destacar a dos jugadores especiales, y le voy a explicar cosas de puertas para adentro que nadie sabe pero que ya puedo explicar, son... Y mire que podría decirle a todos. Rodri, Nico, Pedri... Pero yo tengo predilección por dos jugadores: uno es Gavi y el otro es Olmo. Para mí son dos jugadores que ofensivamente son top mundial, pero que si se tienen que poner las pilas de trabajo también son top mundial. Entonces para mí esos son dos joyas que tenemos. Gavi es un jugador con el que tengo una relación especial y le digo el porqué.

Adelante.

Yo, en una concentración, vi que no quería hacer una cosa y le dije 'ya te puedes ir para casa'. Es un chico de 18 años... Yo, como estoy metido en el mundo del fútbol, esa reacción con otro jugador, pongamos Carvajal o Rodri, no la puedo tener. Porque yo le digo a uno de esos 'vete para casa' y dice 'no te preocupes que me voy ahora y arréglatelas tú'. Pero a un chaval así creo que tienes que tratarlo como si fueras un padre. O darle consejos. Hubo un problema con una firma de autógrafos en Málaga y otra vez no quería hacer un anuncio cuando tenía la oreja con puntos. Y le dije que no era una opción, sino que era una obligación. Y lo explico para que se entienda el proceso. A Gavi lo quiero con locura y en mi equipo jugarían Gavi y 10 más. Lo que pasa es que cuando eres tan joven y llegas tan pronto como Lamine, como Cubarsí y esta gente como él, hay momentos que tienes que ponerlos en su sitio.

Tiene sus riesgos.

En su momento se pueden enfadar contigo, pero con el paso del tiempo se dan cuenta que es un aprendizaje para ellos. Luego he hablado mucho con Gavi. Ha habido partidos, como en Granada, en los que me jugaba 50 euros si marcaba. Y le picaba: 'Si tú no le metes un gol a nadie'. Y entraba al trapo: 'Venga, va, nos la jugamos'. Y creas ese vínculo y esa empatía. Por eso, cuando se lesionó, estuvimos tan unidos. Yo ya tenía una relación con Gavi muy especial y diferente al resto y la gente no lo sabía. Cuando yo estoy en el palco de Zorrilla y veo cómo cae yo me doy cuenta que se ha roto. Me fui corriendo para vestuarios. Y cuando llego, en el túnel, ya pisando el césped, viene Gavi. 'Albert, me he roto, me he roto'. Llorando. '¿Qué hago sin jugar a fútbol?'. Eso en la camilla. Estábamos con el fisio y el doctor. Y no paraba de llorar. El doctor le coge rodilla, me hace una mirada y me dice 'cruzado'. Él no lo escucha. Y yo: 'Tranquilo, que puede ser sólo el interno'. Nada más salir, lo que hago es informar al Barça. Llamo a Xavi, a Masip y a Laporta para comunicarles y que ellos ya lo sepan. Y la siguiente decisión mía es que había que coger un avión privado para que Gavi fuera a ver un doctor lo antes posible y para que pudiera estar con sus padres. La suerte que tuvimos es que Iñigo Martínez y David Raya iban para Barcelona y entonces hablo con ellos para que Gavi y yo podamos ir en su avión privado. Los cuatro salimos en furgoneta para Madrid, porque en Valladolid el aeropuerto estaba cerrado. Cogimos el avión y nos fuimos para Barcelona. Pero si no llega a estar el avión Iñigo, yo me voy con Gavi en avión para Barcelona. Había que estar con él. En los momentos difíciles es cuando hay que estar con el jugador.

Lo cuenta como si fuera un familiar.

Gavi era y es un chaval. Y le quiero mucho. Tiene como un déficit de atención. Salíamos de viaje, había que ir en traje y subía al bus en chándal. Y siempre llegaba tarde. Pero el fútbol, la pelota para Gavi es su vida. Y sin su vida, lo otro le interesa poco. Por eso Gavi, en los medios de comunicación, es un chico introvertido, porque él realmente donde se encuentra a gusto es en el mundo del fútbol, donde puede mostrarse. Gavi es un trozo de pan. Solo que hay que llegar a su interior. Lo que pasa es que no se quiere enfrentar a cosas que no controla. En aquel viaje no hablamos porque le dieron una pastilla y fue durmiendo. Recuerdo al bajar con él del avión, cómo iba apoyado en mí, y cuando se abrieron las puertas y estaban allí Iván de la Peña, que es su representante, y su padre. Fue duro. De la Peña y yo somos amigos y ya lo dejé ahí con ellos. Me dieron las gracias y ya me fui para mi casa.

¿Convocaría ahora a Gavi para los cuartos de final de la Nations?

Es que Gavi para mí... Estaría siempre. Siempre. Siempre. Me acuerdo de un entrenamiento cuando tenía puntos en la oreja y tuvo que jugar con protección... Estaban todos jugando un partidillo con dimensiones reducidas de estos en los que hay muchos disparos a portería. Y Rodri le iba a pegar a romper en ese ejercicio a doble área y Gavi, tal y cómo estaba, metió la cabeza para que no chutara y marcara. Hubo que parar y todo el partido. Y Rodri decía '¿pero estás loco, tío?'. Y él decía que no, que es que iban a meter gol. ¡Con 14 puntos en la oreja! A la guerra me voy con Gavi. Si lo necesitas para defender en un equipo como el Atlético es un 10. Y si lo necesitas en un Barça para atacar es otro 10.

Del que se va a hablar también mucho para esta próxima convocatoria es de Asencio. ¿Qué haría con él?

Yo no lo tenía en el radar cuando estaba en la RFEF. Por eso no ha venido nunca. Al nivel que está dando... No voy a decir nombres de club, es una cosa que pienso yo: por casos así yo tenía debilidad también con Nacho en el Madrid. Al final, un jugador poco habitual en el Madrid, para mí es mejor que un jugador que sea titular en otro equipo. Sin decir nombres. Yo siempre pensaba que Nacho, cuando jugaba en el Madrid, daba un nivel altísimo y a lo mejor no juega en tres semanas y luego tenía que cubrir a Salah o a Haaland. Y el nivel era espectacular. En una Eurocopa es mejor tener a Nacho que tener un jugador, sin decir equipo, que es titular en su equipo pero no está acostumbrado a ese tipo de finales. Esos que están acostumbrados a jugar un partidazo en la jornada 17 en su campo pero no están acostumbrados a tener rivales de altísimo bien nivel de Champions, de Mundial de clubes... Es mi manera de pensar. Entonces, Asencio tiene partidos que juega y otros que no juega, pero el nivel que ha dado cuando ha jugado en el Real Madrid, es para quitarse el sombrero. Pero para quitarse el sombrero. La actitud de ese chico es...

Vamos, le veo entregado.

Porque tú puedes ser muy buen futbolista, pero te salen dos pases mal en el Bernabéu y te entra una tormenta en la cabeza que no quieres ver ni la pelota. Ese chico se lo ha ganado con actitud. Que ha tenido momentos complicados en los que muchos otros centrales, sin minutos y teniendo de repente que jugar 90, salen y... Y él lo ha hecho muy muy bien. Si fuera por mí iría de calle a la Absoluta porque el nivel que ha dado el Real Madrid... No es que haya dado el nivel en... No, no. En el Real Madrid. Mire el otro día contra el Atlético otra vez.

"Llevaría a Asencio a la Absoluta y creo que irá; es mejor un jugador poco habitual en el Madrid que un titular en otro equipo"

¿Y que cree que pasará con él?

Te puedo dar una opinión personal: creo que irá. Pero es personal. Ni he hablado con De la Fuente, ni lo sé ni tengo ni idea.

¿Y de Isco qué me cuenta?

Yo llevo casi un año fuera y no tengo ni idea. De la Fuente hará lo mejor. Si creo que lo que pasará es que no irá convocado.

¿Le llevaría?

No. Es un jugador para quitarse el sombrero, pero tenemos una generación que nos está llevando muy lejos...

¿Y Luque dónde irá? ¿Volverá a los medios de comunicación mientras sale algo?

No, no, no... La vida la tengo más o menos bien encaminada y si es algo interesante y que me guste podría valorarlo, pero...

En su día ya fue contertulio de 'Punto Pelota' y de 'El Chiringuito'. ¿Qué tal la experiencia?

Siempre le estaré agradecido a 'El Chiringuito', a Pedrerol y a los compañeros que conocí allí. Gracias de por vida, porque cuando dejas el fútbol la gente se olvida en el jugador. 'El Chiringuito' me ayudó a seguir, a que la gente me viera, y eso me llevó a comentar partidos en Movistar, me llevó a hacer resúmenes en Gol Televisión, eso me llevó a que Luis Rubiales se pusiera en contacto conmigo, etc. Por eso siempre le estaré agradeciendo a 'El Chiringuito' y me alegro que le vaya genial. Pero volver allí a discutir allí con, por ejemplo, con Roncero... Que para mí Roncero es una persona 10, tiene un corazón fantástico. Pero no. Y me lo pasaba bien.

De la gente del fútbol, ¿con quién tiene más y mejor relación y en quién se apoya?

Luis Rubiales. Porque, independientemente de todo lo que ha sucedido, me ha demostrado que es una buena persona y que es un líder espectacular. Y aparte de lo que hizo con la Supercopa, o cómo ha hecho crecer a la Federación, me gusta cómo saber dar su lugar a cada uno, cómo poner gente capacitada en cada lugar, cómo tomar decisiones con el agua al cuello y confiar en mí... Y al final, confiando en él, ¡pam! Es una persona que en el mundo del fútbol es de las que más me ha impresionado.

¿Usted volvería a la Federación si le llamaran?

Como le digo yo... Como hablábamos antes: si en un momento tengo que poner el pulgar para abajo y es mi opinión la que vale, sí. Si voy ahí a medias tintas...

¿Y se podría dar el caso de que regresara?

No lo sé. Con esto que ha pasado ahora... Lo de la mochila que comentaba. Nuestra Federación es un referente a nivel mundial. A nivel de números seremos la segunda. Pero a nivel deportivo podemos ser top 5. Desde que yo entré hasta que yo salí, ganamos la Nations, fuimos campeones olímpicos y habíamos sido primeros de grupo y todo lo que estaba montado para la Eurocopa ya estaba hecho. Entonces, a nivel de currículum, pues es bueno. Espero que esa mochila vaya desapareciendo.

Albert Luque, sobre su llegada a la RFEF.

Tiempo.

Veremos. Hay una cosa que tenía muy clara: se puede ganar de muchas maneras, pero había que hacerlo enamorando a la gente. Y eso se trabaja desde las inferiores a la Absoluta. Y para eso hay que tener una identidad de juego metiendo entrenadores que comulguen con esa mentalidad. Cuidar el balón. Nosotros en inferiores a veces perdemos por el hecho de que prevalezca la idea de juego. La Absoluta lo es todo. En Sub-16 puedes tener a un Casadó y Alemania o Francia o Inglaterra a chicos con el cuerpo de Tchouameni. Y por hacer eso pierdes el campeonato. No importa. Se lo decía a los entrenadores. Y, aun así, ganamos muchas cosas. Hay muchas federaciones que me han pedido reuniones para ver de qué manera trabajamos. Espero que esas cosas valgan. En España, por suerte, hemos ganado. Pero no de cualquier manera. Hemos ganado con Nico Williams, Olmo, Gavi... Y todas las federaciones nos quieren copiar, Y se mira mucho el ser humano, porque al final las convocatorias y los días de concentraciones son muchos. Y hay que estar mucho tiempo juntos y si hay una persona que es como la oveja negra, el ambiente te lo puede estropear. El grupo que se ha visto es increíble. Son amigos, aparte de jugadores, pero eso es un trabajo que no es fácil.

Aunque Rafa Alkorta es el candidato número uno, aún no hay director de la Selección casi un año después de que le echasen. ¿Qué le parece?

La verdad es que en todos los departamentos han puesto a gente nueva menos en lo mío. Si me llegara otra vez esa oportunidad sería con las cosas muy claras. Si es para estar a medias tintas que no me llamen.

Así que la llamada se podría dar.

Sí, por qué no. Al final soy muy catalán, soy muy español y el fútbol es mi vida y qué hay mejor que ser director de la Selección.

¿Cómo interpreta este vacío en el puesto a una semana de una nueva lista?

No tengo ni idea.

¿Qué es lo más importante a tener en cuenta para quien ocupe ese puesto?

Rodearte de gente que te diga realmente lo que piensa y no que te diga lo que quieres escuchar. Yo, como jugador, y eso que he jugado Champions, lo he vivido. Cuando uno se pone la camiseta roja y trabaja para la Selección, eso es otro nivel. Eso no se negocia. Se me ponen los pelos de punta. Encima, ser el director de esto nuevo que se está creando desde el minuto cero es un orgullo.