BALÓN DE ORO

La imagen de Aitana Bonmatí y Alexia Putellas en la gala del Balón de Oro no es casualidad: "Es su mejor momento desde que están en el Barça"

Son las dueñas de los últimos cuatro Balones de Oro.

Alexia Putellas y Aitana Bonmatí durante la gala del Balón de Oro. /X
Alexia Putellas y Aitana Bonmatí durante la gala del Balón de Oro. X
Sandra Riquelme
Mayca Jiménez

Sandra Riquelme y Mayca Jiménez

La primera vez que Alexia Putellas y Aitana Bonmatí coincidieron en un partido oficial con la camiseta del Barça está llena de encanto. Un 8-0 —a favor— frente al Sant Pere Pescador, que competía en Preferente, en las semifinales de la Copa Catalunya. Y en el campo de fútbol municipal Xevi Ramon, de Vilassar de Mar. Quién sabe si, rematando la mística alrededor del cuento, Ona Batlle (natural de allí) estaría presenciando el partido en la grada.

Unos cuantos años después, en una relación con altibajos, varias fuentes -y lo que se ve- coinciden en que ambas han acercado posturas y pasan por "su mejor momento".

Recuperando el relato, Alexia Putellas ya lucía el dorsal 11 y acumulaba más de 70 partidos con el primer equipo culé. La primera Balón de Oro en la historia del fútbol femenino español disputó los 90 minutos. La segunda Balón de Oro en la historia del fútbol femenino español saltó al campo en el descanso. Con el número 16 en la espalda. Por primera vez, en partido oficial (según los registros oficiales del club), Alexia Putellas y Aitana Bonmatí coincidían sobre un campo de fútbol. Ambas como delanteras, las cosas del fútbol.

Porque el primero (no oficial), aunque poco o nada se sabe de él, podría haber sido el 20 de agosto de 2015: el debut de Aitana Bonmatí con el primer equipo. "Partido con el primer equipo contra un buen Montpellier de la Liga Francesa, con resultado final de 1-1. Contenta por poder disputar algunos minutos y por sumar una nueva experiencia. Seguimos con la pretemporada", subía a Instagram. En la foto que ilustra el texto, ambos equipos posan mezclados y se intuye —por la calidad de la foto— a Alexia Putellas en el centro de la imagen.

Han dejado atrás sus momentos más grises

Sea como fuere, ha llovido mucho desde aquella imagen. Sin apenas ruido, Alexia y Aitana crecieron al calor del club blaugrana hasta convertirse en las dos mejores jugadoras del mundo.

El contexto viene a cuento porque, durante todo este tiempo, se ha hablado mucho de su relación. Convirtiéndose, incluso, en un tema tabú dentro del mundo del fútbol femenino. Apenas había declaraciones de una sobre la otra, felicitaciones por sus logros individuales (innumerables) o instantes memorables juntas. Hasta ahora.

[Que también es verdad que, como dicen los que las conocen, "vivimos en una época en la que si no suben una foto juntas cenando es que se llevan mal"].

Aitana Bonmatí corre a abrazar a Alexia Putellas por su gol en la final de la Champions.  Getty
Aitana Bonmatí corre a abrazar a Alexia Putellas por su gol en la final de la Champions. Getty

Dos días después del sarao por excelencia del fútbol mundial, la gala del Balón de Oro, la imagen de Alexia Putellas sentada en el patio de butacas del Teatro del Châtelet de París admirando a Aitana Bonmatí caminando hacia el escenario para recoger su segundo Balón de Oro todavía inunda el timeline de X —a día de hoy, el antiguo Twitter— de sus más fervientes seguidoras y seguidores.

La instantánea habla por sí sola y sigue alimentando una teoría: la relación entre las dos mejores jugadoras del mundo, son dueñas de los últimos cuatro Balones de Oro, pasa por su mejor época. Porque la imagen no es casualidad.

Aitana Bonmatí dedica a Alexia Putellas un gol en la Eurocopa de 2022.  Getty
Aitana Bonmatí dedica a Alexia Putellas un gol en la Eurocopa de 2022. Getty

"Es su mejor momento desde que están en el Barça", coinciden fuentes conocedoras de su relación personal y deportiva. Alexia cumplió 30 años el pasado 4 de febrero y Aitana, 26 el 18 de enero. Con el poso que otorga el tiempo, ambas parecen haber dejado atrás sus momentos más grises y haberse unido por un bien común. Y por el individual: juntas son mejores. Además, tanto Alexia como Aitana viven su madurez personal y deportiva, permitiéndose avanzar.

Aitana y Alexia hablan tras el primer gol del City en Champions.  Getty
Aitana y Alexia hablan tras el primer gol del City en Champions. Getty

Un pensamiento reflejado en la última derrota del Barça en Champions, ante el Manchester City. Tras el primer gol del conjunto inglés, ambas se buscan, comparten sus impresiones y piensan en cómo desbloquear la situación.

Una colección de ejemplos: el penalti fallado en los Juegos Olímpicos, la celebración del gol en San Mamés...

Hay una colección de ejemplos. En una de las pocas declaraciones públicas -ocurrió en el programa inglés Sports Golazo de la CBS a principios de este año- que se conocen de Alexia Putellas sobre Aitana Bonmatí, la dos veces Balón de Oro y capitana del Barça y de la Selección reconoció: "Es muy buena jugadora. La intensidad de su juego y cómo de claro ve los pases en el juego y su compresión del mismo es excepcional. Es una jugadora increíble, el ritmo de trabajo y la intensidad que le pone". La de Mollet del Vallés la eligió en su once ideal.

Hace unos meses, Aitana Bonmatí fue la primera en abrazar -corriendo como una loca, las dos- a Alexia Putellas tras marcar uno de los goles más icónicos en su carrera, el 2-0 ante el Olympique de Lyon en la final de la Champions. Pocas semanas después, la última de ellas vivió uno de los momentos más amargos en su carrera: falló el penalti que hubiese significado el empate español ante Alemania en la lucha por hacerse con la medalla de bronce en París 2024. Otra vez, pero en diferentes circunstancias, apareció Aitana. Fue la primera en consolar a su compañera de Selección y en el Barça.

Es más, hace ya dos años, Alexia se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda dos días antes del inicio de la Eurocopa. En el debut español en el torneo -ante Finlandia-, Aitana marcó el segundo gol del encuentro (el de la remontada) y corrió a dedicárselo a Alexia, que presenciaba el encuentro, con muletas, en la grada.