SUB-21 | ALEMANIA 3 - ESPAÑA 1

Un Woltemade estelar sonroja a la defensa de la Sub-21, que reza por tener a Dean Huijsen en el Europeo

Mosquera y Kike Salas fueron los principales señalados de la abultada derrota contra Alemania. Un hat-trick del mediapunta del Stuttgart oscureció el último partido de 'La Rojita' previo al Europeo.

Woltemade, en una pugna de balón con Bajcetic. /EFE
Woltemade, en una pugna de balón con Bajcetic. EFE
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Ya está, no hay más sparrings. España ya ha jugado su último partido antes del Europeo Sub-21 de Eslovaquia. Los de Santi Denia tendrán que esperar hasta junio para volver a disputar un nuevo encuentro. Lo harán ya dentro del gran torneo continental, al que llegan como uno de los nombres propios. Enfrente tendrán a selecciones como la de República Checa, con la que empataron esta parón, y también Alemania. La selección germana gana enteros para ser uno de los principales rivales de La Rojita, y lo demostró en este amistoso.

En el minuto tres del partido, la Sub-21 de Alemania se presentó en sociedad. Aquellos que no conocían el potencial de esta selección ya lo conocen. Un equipo que se desvive en la presión y juega muy directo. Sin individualidades, aunque hay un jugador que destaca por encima del resto. Nick Woltemade, casi dos metros de mediapunta que puede jugar como delantero. En el minuto tres de partido ya estaba celebrando el primer gol.

Tras recibir en el área, el delantero se deshizo sin problemas de Kike Salas y, con una definición vistosa, colocó el balón al fondo de la red. Mosquera trató de molestarlo antes de acercarse a la portería de Iturbe, pero ese movimiento terminó dejando un espacio suculento para definir a placer con una vaselina.

Mientras el grueso de la alineación de Santi Denia se está echando a andar en el fútbol de élite, los elegidos en Alemania juegan todos en la Bundesliga. Se notó esa diferencia de experiencia e intensidad, especialmente en la zaga española. A pesar de que Kike Salas y Mosquera llevan ya una camino en Primera, este partido no fue el suyo. En el minuto 17, un rechace de un saque de esquina mal defendido casi termina en el segundo tanto del partido. Gruda remachó un balón muerto en la frontal y, a medida que iba ganando velocidad, se fue complicando su trayectoria. Moleiro, que estaba en el segundo palo desde el lanzamiento del córner, logró bloquear el 2-0 germano con su torso justo en la línea de gol.

Fue un clamor en la primera mitad. La presencia de Woltemade en el campo marcó el encuentro. El futbolista del Stuttgart ganó la espalda de Mosquera en casi todos los duelos aéreos y mostró una gran capacidad para avanzar con el balón. A los 15 minutos, Iturbe tuvo que emplearse a fondo para evitar un segundo gol de Woltemade, realizando una intervención crucial con una mano providencial tras otro error defensivo de Mosquera. El delantero germano siguió haciendo lo que quiso con la defensa de Santi Denia, mientras el partido tomaba un ritmo frenético.

En ataque, el rendimiento sí que invitaba al optimismo. A los 20 minutos, Álex Valle envió un centro que quedó algo trastabillado tras varios toques en la defensa alemana, pero el balón terminó encontrando a Gabri Veiga, quien, con gran calma y calidad, ajustó su disparo con la pierna zurda al palo largo del portero rival, anotando el único gol de la Sub-21. Aunque la multitud celebró, Gabri no mostró una gran efusividad en su festejo, recibiendo abrazos de sus compañeros pero manteniendo la calma, consciente de que la tarea aún no estaba completa.

Con el gol, los alemanes empezaron a responder, pero los errores defensivos de los de Denia continuaron. Mientras tanto, Woltemade seguía ganando duelos, combinando con compañeros y avanzando con libertad. Javi Guerra, en el centro del campo, marcó la diferencia con su capacidad para controlar los tiempos del juego, descargar el balón hacia la defensa y reiniciar jugadas, manteniendo el dominio de los españoles en todo momento.

La segunda mitad siguió con una tónica similar. España se involucró en un mayor grado en la presión en defensa. Alemania vivió muy cómoda la primera parte y Denia no quería ver lo mismo en los últimos 45 minutos. Con los laterales completamente abiertos, La Rojita buscó mejorar la salida de balón, involucrar a Mateo Joseph en las jugadas era clave. El cántabro no había participado apenas en la primera mitad, salvo con combinaciones contadas junto a Jesús Rodríguez y Alberto Moleiro.

España no pudo mejorar su salida de balón. Fue una tarea muy complicada la de abandonar el campo propio, lugar donde Alemania campó a sus anchas. En esa presión constante lograron encontrar el 2-1. Nebel se encontró con un balón en el lateral izquierdo del campo español. En una jugada individual contra Andrés García, logró superarlo tras amagar con romper en diagonal, pero terminar yendo hasta la línea de fondo.

Entre las piernas del defensa del Aston Villa lanzó un centro tenso el punto de penalti, donde ni Mosquera, que cubría a Knauff, ni Kike Salas, que perdió su marca con Woltemade, lograron cortar. El '10' de la selección germana consiguió rematar a la media vuelta debido al fallo de Kike Salas. A escasos tres metros de la portería de Iturbe, el guardameta colchonero no pudo evitar un gol cantado. En el minuto 56, Woltemade volvió a golpear.

La situación del césped adelantó los cambios de Santi Denia. David Torres saltó al césped como lateral izquierdo y Jauregizar sustituyó a Javi Guerra en la posición de interior. Quizás por el impulso anímico, o por el puro ajuste futbolístico, España reaccionó. A medida que pasaron los minutos, el tiempo que los de Santi Denia estaban en campo rival también aumentó. El resultado inmediato fue calmar el encuentro. Alemania dejó de tener tanto peligro, pero España no generó lo necesario.

Para el último cuarto de hora, Santi Denia dio entrada a tres campeones de olímpicos y un cambio extra. Diego López, Juanlu Sánchez, Raúl Moro y Beñat Turrientes acabarían el encuentro en el césped. Los futbolistas de corte ofensivo no consiguieron darle la vuelta a un partido enquistado. Es más, Alemania ni se arrugó. Woltemade sumó su tercer tanto antes de que el árbitro señalase el final del encuentro. Con un centro a la espalda de Mosquera y entrando completamente solo al punto de penalti, el mediapunta cerró un partido de ensueño y un golpe encima de la mesa. Woltemade se presentó en sociedad.