El "inesperado" despido de Andrea Esteban y 400 km en bici como antídoto
La exentrenadora del Valencia analiza su marcha del conjunto che. "Necesitas invertir, no siempre te puedes reinventar".
![Andrea Esteban, en su etapa como entrenadora del Valencia. /GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202301/30/media/cortadas/andrea-esteban-entrenadora-partido-valencia-RVPZZikrTGIlOpCsDSkpgXN-1200x648@Relevo.jpg)
Han pasado más de dos semanas desde que Andrea Esteban dejó de ser la técnica del Valencia. Desde la marcha de Cristian Toro (2017), Andrea había sido la única entrenadora que había logrado renovar en el banquillo valencianista. Con el equipo en la novena posición y lejos de los puestos del descenso, Andrea todavía se pregunta los motivos de su marcha.
"Sigo asimilándolo, no me lo esperaba, no sentía que estuviésemos en una situación de urgencia". Ahora, más tranquila, charla con Relevo acerca de los últimos acontecimientos y sobre el Valencia, al que afirma no guardarle rencor. Pero advierte: "Hay que invertir. No siempre te puedes reinventar, el resto de clubes están apostando y eso se nota".
¿Qué tal estás?
Bien, ahí vamos. Asimilando un poco el shock, por así decirlo. Ya después de unos días, pues bueno... Yo creo que realmente te das cuenta de lo que ha pasado cuando juega el equipo y ves el partido. Estoy intentando mirar al futuro.
¿Cómo y cuándo el Valencia te comunica que ya no cuenta contigo?
Fue el martes, después de entrenar. Era el primer entreno después de la derrota ante el Alavés. Cuando acabó la sesión, el presidente, el director deportivo y el director técnico de fútbol femenino nos comunicaron a Carlos (el segundo entrenador) y a mí que habían decidido tomar otro camino. Nosotros lo aceptamos y nos despedimos de las jugadoras con la conciencia tranquila y con la sensación de haber hecho evolucionar el proyecto del club.
¿Ya lo has asimilado?
Es realmente complicado. Hasta ahora, no me había pasado nada parecido. La verdad es que, en el primer momento, te quedas un poco parada. Ahí te das cuenta de eso que dicen de que no eres entrenador hasta que no te cesan por primera vez. Aunque no me lo imaginaba así. Intentas despedirte de las futbolistas de la mejor forma posible, despedirte del club e irte a casa.
Lo más duro fue el miércoles. Te levantas, abres la tablet mientras te tomas un café y está la tarea que ibas a hacer... En ese momento es cuando realmente te das cuenta y es complicado. Hasta que no pasan unos días no te das cuenta de que no estás de vacaciones. Y, bueno, volvería a entrenar en otro sitio, pero lo que habíamos hecho hasta hace nada no se va a volver a repetir.
He leído en una entrevista en Las Provincias que te metiste 400 kilómetros en bici para evadirte...
Sí, esto pasó un martes y el miércoles cogimos la bici hasta el domingo. Salimos, nos despejamos... Siempre he utilizado el deporte como una vía de canalización de las emociones, forma parte de mi rutina. Siempre digo que soy una yonqui del deporte, tuve que dejar el fútbol, pero luego me apasioné por la bici. Te pasa que te levantas a la hora que te solías levantar y no sabes qué hacer. Pues coges la bici, llegas, te duchas y lo ves todo de otra manera.
El Valencia os renueva en verano, vuelve a depositar su confianza en vosotros. Pero antes de que finalice la primera vuelta, deciden prescindir de vosotros. ¿Hasta qué punto os lo esperabais?
No me lo esperaba porque en ningún momento piensas que estés en una situación de urgencia después de haber superado lo del año pasado. El curso anterior, yo le comento a mi entorno que en el momento en el que empiezo a disfrutar de ser entrenadora es cuando empiezo a sentir que cualquier día puedo ir a trabajar y me pueden decir que no vuelva.
Era una situación muy complicada porque el equipo estaba coqueteando con los puestos del descenso. Incluso puedes llegar a entender que en febrero, después de encadenar un número determinado de derrotas, pues que decidan que otro se haga cargo del equipo.
El año pasado, que el objetivo era la salvación, pero es verdad que lo consigues al final, en la penúltima jornada de liga, hace que esta temporada no es que te la tomes relajada, porque no soy una persona que se relaje, pero sí con una mirada puesta en 'vamos a aspirar a estar en una posición más tranquila'.
Es la única manera de que las jugadoras se desenvuelvan mejor. Al final, estás novena y en ningún momento piensas que sea una situación de urgencia. Entonces, pues no te lo esperas, pero lo aceptas y lo entiendes. Al final, esto va de ganar y llevas cinco derrotas seguidas, siendo la última una derrota muy dura. Así que no te queda otra que reflexionar y ver qué habrías hecho mejor y qué decisiones repetirías y cuáles no.
¿Cuáles crees que han sido los motivos?
Miras para atrás y bueno, la temporada pasada hace que llevemos una mochila por haber quedado en los puestos de abajo. Eso, sumado a las cinco derrotas consecutivas, ha hecho que el club tome una decisión. Ahora, yo creo que de esto tienes que sacar que, cuando tu confías en un proceso, todo necesita tiempo, pero el fútbol no te lo da. Esto, por mucho que queramos, va de quien gana el fin de semana.
¿Cómo entrenadora qué conclusiones sacas?
Pues que cuando crees en un proceso y llevas 107 sesiones con tus jugadoras creando una identidad, un estilo que te acerca a ganar, pues igual en algunos momentos tienes que dar un paso al lado en ese proceso y buscar un resultado más inmediato que te permita ganar tiempo, unas semanas, para seguir avanzando en ese proceso. Es uno de los aprendizajes que me llevo, después de estar ya unos días fuera de mi puesto de trabajo.
Jesús Oliva, el que fuera tu entrenador, el director deportivo y, ahora, el que te sustituye en el banquillo che, fue una de las personas que te comunicó la decisión.
Eso es, a él también le corresponde esa toma de decisiones.
Es cierto que, desde fuera, la situación es extraña.
A ver, no es lo normal, no se suele ver mucho, pero creo que en el Espanyol también pasó con Carol Miranda. Pero bueno, no en la Liga F, que su categoría no es profesional (en ese sentido). Desde el año pasado, Jesús Oliva es el director deportivo. su primer año en el cargo coincide con mi primer año como entrenadora.
¿Qué crees que puede aportar él que tú no hayas sido capaz?
Creo que cuando llega un nuevo staff, el equipo lo que busca es una respuesta inmediata y esa respuesta siempre se ve en los primeros partidos porque tienen una oportunidad de ganarse al nuevo cuerpo técnico. Esos primeros días son clave, como cuando empiezas las pretemporada.
No sé lo que va a poder aportar, él viene de conocer el futfem, creo que tiene una mirada parecida a la mía. hemos trabajado juntos y muchas veces estábamos en la misma sintonía. Hay otras que no, pero pensar diferente siempre es positivo. Veremos qué es capaz de aportarle al equipo que no hayamos conseguido nosotros.
¿Estás dolida con el Valencia?
Lo primero que sientes es rabia, en el sentido de que hay una parte de ti que te encanta y que tienes que dejar de hacer. Al final, son como las fases de un duelo. Yo estoy muy agradecida al Valencia. Se lo decía a Bargues, que fue mi primer entrenador y ahora está en la parte masculina del club, tienes que confiar siempre en las personas que confiaron en ti en tu nuevo entorno profesional. Por ejemplo, él.
Me llamó de la federación valenciana con cero experiencia para ser la segunda entrenadora y, gracias a él, cuando se marchó, me dio toda su confianza. Eso también me lo permitió el club y sin ellos yo no hubiese tenido esta experiencia tan pronto como la tuve. Aunque tenga ese primer sentimiento de desamor en un principio, como cuando te rompen el corazón y estás enamorada, pues luego sé que gracias a ellos he tenido esa experiencia que, en un futuro cercano, me puede abrir puertas.
Da la sensación de que en los últimos años el Valencia vive subido en una montaña rusa. ¿En qué punto crees que se encuentra el club (respecto al fútbol femenino)? ¿Qué crees que puede estar fallando?
Pienso que cuando creas un proyecto tan joven -junto con la Real Sociedad somos las más pequeñas- necesitas también tres, cuatro piezas más veteranas, que tengan más experiencia y que les enseñen a las jóvenes de dónde venimos y que hace 10 años todo era diferente.
Las jugadoras que suben tienen muchas cualidades y mucha ambición, pero se ven de repente en la Liga F, el año con más recursos, y muchas veces no saben gestionar el valorar el día a día ni los momentos jodidos en los que hay que tener calma. A nosotras, por ejemplo, creo que eso nos ha faltado en muchos aspectos. La veterana del equipo es Marta Carro, pero el resto de "veteranas" ya nos vamos a los 26 y a los 22,23 años. Que sí, que tienen ya experiencia, pero tampoco tienen que llevar el peso completo de un equipo tan joven.
Cuando apuestas por un equipo tan joven necesitas de esas jugadoras para esa autogestión del vestuario, que no sea siempre desde fuera porque es realmente complicado. Si consiguen traer esas piezas, si consiguen confiar en las jugadoras jóvenes... Yo siempre digo que a una jugadora es fácil hacerla debutar, lo que es difícil es darle 10 partidos.
Por eso yo nunca miro la edad del DNI. Hemos conseguido que Ainhoa sume partidos, que Olga San Nicolás también el año pasado, Sandra Perera, Sara Tamarit. Son jugadoras que vienen de la base, que cuando lleven tres partidos y en el cuarto fallen, que sigas dándole minutos. Eso es lo complicado y por eso es necesario estar en unos puestos tranquilos de la tabla.
¿Y a nivel estructural?
Al final, es invertir. Vemos que todos los equipos están invirtiendo, que todos los proyectos mejoran, que hay apuestas por la parte masculina del club a nivel de sponsors que hacen subir el nivel de la plantilla. ¿Por qué es tan importante? Porque luego vas al mercado y es realmente complicado mejorar la plantilla. Si esa apuesta no sigue y se acaba... te puedes reinventar, pero no siempre puedes hacerlo. Así que veremos a ver qué hace el club de cara a la temporada que viene, pero al final si el resto de equipos avanzan y tú te quedas estancada... el plan no puede avanzar como a ti te gustaría.
Es cierto que hay clubes que antes eran punteros y, ahora, da la sensación de que se han quedado atrás...
Yo creo que el Valencia tuvo unos años muy buenos, luego un periodo complicado, con mucho cambio de entrenador... Yo era la primera entrenadora después de Cristian Toro que conseguía renovar... Y es verdad que al final lo mío era una línea más continuista, seguir lo que había empezado Bargues, que se decidió marchar. Pero eso es lo primero que necesitas para seguir construyendo un proyecto, continuidad y calma. Y, en segundo lugar, necesitas que cada año la apuesta sea mejor.
¿Ya tienes ganas de volver a entrenar?
Soy tan joven y acabo de empezar... que empezaría mañana. No necesito ese tiempo de descanso. Lo que necesito es aprender, vivir nuevas experiencias, equivocarme. Ahora sí que me estoy tomando unos días para volver a ver fútbol y asimilarlo todo. Quiero aprovechar estos meses para viajar viendo otros cuerpos técnicos, otras metodologías, otras maneras de trabajar que sean similares a las mías y otras que sean contrarias para aprender de ellas... Y esperar a que salga un buen para la temporada que viene, porque este ya solo podría entrenar en el extranjero. Tengo muchas ganas de seguir mejorando como entrenadora.