EUROPEO SUB-21 | INGLATERRA 1 - ESPAÑA 0

El árbitro y el VAR lo pasaron por alto, pero la Regla 13 lo deja claro: el gol de Inglaterra es ilegal

Curtis Jones superó el spray colocado por el colegiado y se situó a menos de un metro de la barrera española, la distancia establecida por la normativa.

Curtis Jones, a menos de un metro de la barrera española./Captura La 1
Curtis Jones, a menos de un metro de la barrera española. Captura La 1
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Un final cruel ha dejado a la generación del 2000 sin la triple corona y a la Selección Sub-21 sin el sexto título de la categoría para las vitrinas de la RFEF. Abel Ruiz fue objeto de penalti, pero no pudo superar a Trafford, guardameta inglés que no ha encajado un solo tanto en el torneo. El meta del Manchester City, con su parada al capitán de la Rojita y al posterior rechace de Aimar Oroz, mantuvo el 1-0 en el marcador con el solitario tanto de Curtis Jones que debió haber sido invalidado.

La normativa es clara: "Cuando tres o más jugadores del equipo defensor formen una "barrera", los jugadores del equipo atacante deberán guardar al menos 1 metro (1 yd) de distancia con respecto a la "barrera" hasta que el balón esté en juego", tal y como recoge las Reglas del Juego, documento que recoge, además, el tipo de infracción que supone infrigirlo: "Si, durante la ejecución de un tiro libre, algún jugador del equipo atacante estuviera situado a menos de 1 m (1 yd) de la barrera formada por tres o más jugadores del equipo defensor, se concederá un libre indirecto".

El noruego Espen Eskås, el colegiado del encuentro, aplicó el spray habitual en estos casos. Tanto para la muralla del equipo que defiende como para los atacantes que quieren situar una doble barrera. Sin embargo, Curtis Jones, el autor del gol al rebotarle el lanzamiento de Cole Palmer en la nuca, rebasó la línea marcada por el árbitro y no respetó, por lo tanto, la distancia mínima de un metro. Pero el árbitro y el VAR, herramienta que dio que hablar en el torneo y que se aplicó a partir de cuartos, pasaron por alto la acción.

Santi Dénia, sobre el ábitro de la final.

Tras el gol, se formó una tangana entre jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambos combinados, pero fue producto de la 'celebración' de Palmer, que se acercó al banquillo español y miró a los suplentes en tono de provocación. Fueron expulsados los dos segundos entrenadores. Santi Denia, en la posterior rueda de prensa, no quiso hablar de la actitud del jugador inglés a la vez que afirmó que, a su juicio, "el arbitraje no creo que haya sido determinante". Pero el reglamento no deja lugar a la duda.