FÚTBOL

El árbitro gallego que las ha visto de todos los colores pitando por el mundo: "Me llamaban uruguayo para faltarme al respeto"

Xabier Villalba, colegiado gallego, ha estado en Brasil, Eslovaquia, Polonia y Estados Unidos disfrutando de su mayor pasión: el fútbol.

Xabi Villalba, a la izquierda, ha recorrido el mundo con su silbato. /
Xabi Villalba, a la izquierda, ha recorrido el mundo con su silbato.
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

Xabier Villalba (Pontevedra, 1986) es una rara avis dentro del arbitraje. En lugar de asentarse en Galicia o, incluso, poner rumbo a otra comunidad autónoma para probar fortuna, Xabi fue mucho más allá. El fútbol, y por ende el arbitraje, es universal como ha demostrado Villalba desde que comenzó su trayectoria con 17 años y que le ha llevado a viajar por Polonia, Eslovaquia y Brasil.

Siempre con su silbato y la ficha federativa de arbitraje, lo suyo es un amor incondicional hacia el fútbol. "Jugaba con 17 años y era un chaval que le encantaba el fútbol. Era portero, pero tuve una lesión importante en el menisco y no pude jugar más", comienza el trotamundos del silbato.

Una grave lesión que le cerró las puertas de continuar con su trayectoria deportiva, pero no de seguir disfrutando del terreno de juego. "Un día un amigo que era árbitro me ofreció la oportunidad de iniciar en el arbitraje. Acudí a algunos partidos y hacía de línea desde fuera para acostumbrar la vista. Desde el primer día me gustó", relata Xabi sobre sus inicios como colegiado.

El gallego en uno de sus partidos arbitrados en Brasil.
El gallego en uno de sus partidos arbitrados en Brasil.

La universidad fue su primera vía de escape

Tras algunos años dentro del arbitraje gallego, la universidad le abrió las puertas de conocer nuevos países donde seguiría con su pasión. "Era estudiante de economía e hice un convenio bilateral a Brasil. Allí fui al campo de fútbol de la ciudad, en Caixas do Sul. Me llevaban como si fuese algo exótico. En un pueblo de Brasil, perdido en medio de la nada, que hubiese un árbitro español era muy extraño para ellos. Recuerdo que para ir a los partidos tenías que pasar unas carreteras de tierra y te encontrabas vendedores ambulantes y parábamos para comprar piñas".

Una aventura que comenzó como linier hasta adquirir la experiencia suficiente para ser colegiado principal. "En ese momento sabían que no era brasileño y me empezaban a llamar paraguayo, uruguayo... todo para faltarme el respeto. Como línea estuve en partidos muy chulos, como las semifinales de la Liga Serrana", recuerda Xabi que vivió una tangana en vivo.

"Durante un partido en Brasil se montó un tumulto y uno de los árbitros empezó a dar banderazos"

Xabier Villalba

"En Brasil pité torneos en otros pueblos y una de las anécdotas que me marcó fue en un partido de semifinales de una competición local. Vinieron dos árbitros de Porto Alegre que al minuto 20 vio un penalti que era muy dudoso. Se montó un tumulto y vino el otro árbitro a dar banderazos. Yo me quedé en mi sitio porque estaba asustado. A los 10 minutos decidieron expulsar a algunos jugadores"

Posteriormente, la vida le enviaría a Polonia y Eslovaquia, países que entienden el fútbol de manera diferente a España o Brasil. "Era un fútbol mucho más duro. Había entradas que en España serían roja, pero en esos países, por como entienden el fútbol, se sacaba amarilla".

En Polonia, Xabier se encontró con dos árbitros que habían dirigido varios encuentros en la Primera División del país. El colegiado principal tenía una curiosa manera de indicar a los asistentes hacia qué lado pitar. "El árbitro principal, en vez de señalarte el lado con la mano, te lo indicaba con los pies. Caminaba hacia el lado que para él era".

Xabi durante el Memorial Day en Boston, Estados Unidos.
Xabi durante el Memorial Day en Boston, Estados Unidos.

El último destino sería Estados Unidos, más concretamente Boston, donde arbitraria un torneo organizado en el Memorial Day. "Fui gracias a una asociación que se llama Referee Aborad. Quedé alucinado con el nivel del fútbol femenino. Además, siempre me acordaré que venía una persona en un carrito de golf repartiendo pizza para todos los presentes allí".

La gastronomía es otra de las grandes pasiones de Xabier que ha disfrutado allí donde ha ido de la cultura culinaria de cada país. Un ejemplo eran los gulash, un estofado típico de Hungría que también se prepara en Eslovaquia, que devoraba después de cada encuentro. "Estuve por dos temporadas en Eslovaquia. Iban siempre informadores que te daban un feedback. Y después del partido siempre quedabas con ellos para tomar un gulash, un plato típico de Hungría. Como otra de las cosas que más me gusta es la gastronomía, juntar eso con el fútbol era maravilloso", señala Villalba a Relevo.

Un viaje a la final de la Eurocopa

Además del arbitraje, Xabi es un enfermo del fútbol. Durante uno de sus viajes, en este caso a Polonia, era la celebración de la Eurocopa 2012 que ganaría España en aquella recordada final frente a Italia por 4-0. Un partido para el que nuestro protagonista había conseguido cuatro entradas en caso de que la Selección alcanzase la final. Al lograrlo, se embarcó en una aventura para recorrer todo Polonia hasta llegar a Kiev, capital ucraniana.

"Fui a la estación de Wroclaw y desde allí tuve que coger un autobús al pueblo que hacía frontera con Ucrania. Después fui en un autobús destartalado hacia Kiev y dormí en el suelo de un hotel en la ciudad y pude ver la final. Después del partido, salí de fiesta para celebrarlo hasta las siete de la mañana y fui directamente a la estación para coger un billete de vuelta a casa", señala el colegiado gallego.

Al final pudo llegar a la final de Eurocopa que ganaría España.
Al final pudo llegar a la final de Eurocopa que ganaría España.

Xabi es una persona que unió el amor por el fútbol con la pasión de viajar y conocer diferentes culturas. Todo ello unido le ha permitido vivir numerosas aventuras en países diferentes como Eslovaquia, Polonia, Brasil o Estados Unidos. Ahora vuelve a residir en Galicia, aunque el picorcito de una nueva aventura siempre estará presente.