FÚTBOL

Segovia se queda sin fútbol base este fin de semana: "Jugadores cada vez más violentos, entrenadores más agresivos y público más desvergonzado"

Representantes del fútbol de la provincia intentan explicar de dónde vienen los problemas en el fútbol base que han provocado la huelga arbitral.

Árbitro en el Campo Municipal de La Albuera, Segovia. /Norte de Castilla
Árbitro en el Campo Municipal de La Albuera, Segovia. Norte de Castilla
Claudia González Pérez

Claudia González Pérez

Las huelgas de árbitros no cesan en el mundo del fútbol y Segovia es la siguiente ciudad que se enfrenta a una "jornada de reflexión" para intentar dar la vuelta a unas situaciones que se vienen dando en las últimas jornadas. Hace apenas dos semanas, uno de los compañeros del Colegio de Árbitros de Segovia fue agredido por un jugador de la Gimnástica Segoviana 'B' después de ser expulsado.

Los árbitros, hartos de sufrir el acoso y derribo, decidieron poner una pausa a la competición. "Un compañero sufrió la presunta desconexión del disco de freno de una moto. Otro compañero sufrió que le agarrasen por la barba al finalizar un partido. Insultos racistas a otros compañeros. Insultos machistas a otra compañera. Y ahora una agresión física. Es el momento de decir: ¡Basta ya!", explicaron en una carta dirigida a toda la población segoviana.

Si hay algo en lo que todos están de acuerdo es que el principal problema de todo tipo de agresiones en el fútbol viene de una enorme falta de educación por parte de una parte de los que le rodean. "Tenemos que educar a la gente cuando son pequeños. Es un problema de educación que atañe a los jugadores, entrenadores, padres y público en general", comenta el representante del Unami. "Ha ido in crescendo con el paso del tiempo, no sabemos muy bien por qué, pero cada vez los jugadores son más violentos, los entrenadores más agresivos y el público más desvergonzado".

"Se ha normalizado decir barbaridades. A mí me lo han dicho: 'No tienes ni idea de pitar, no sabes las reglas, menudo inútil'. Ostras, eso es gravísimo. Y eso es educación. Lo que pasa es que, como parece que en el fútbol se ha dejado y parece que está bien visto, y al árbitro se le puede decir cualquier cosa... Porque recordemos que no podemos responder", afirma uno de los árbitros de Segovia. "Los padres muchas veces son los peores. Si no eres capaz de ver a tu hijo sin ponerte nervioso, no vayas a verlo. Es muy sencillo".

La Federación también está de acuerdo en esto, y pone el foco en el COVID. "A raíz de la pandemia, los aficionados y los padres en el fútbol base tienen menos capacidad de gestión de las emociones o de su sentir cuando están viendo los encuentros de fútbol de sus hijos", comenta la representante de prensa de la FCYLF en Segovia. Entre ellos, las posibles soluciones están claras. "Creemos que las sanciones y la educación son las dos únicas herramientas que pueden ser viables, posibles y efectivas para que esto no ocurra".

¿El problema es la Federación?

Unas sanciones que no terminan de convencer al resto. Tanto los árbitros como los equipos piensan que la Federación no termina de perseguir estos temas de manera correcta. Esta temporada parecen haberse centrado mucho en sancionar a los equipos por no llevar a los delegados o entrenadores y han dejado unas sanciones más benevolentes por agresiones. "Hay veces que se sanciona más que falte un entrenador un domingo o aplazar un partido", explicaban. "La Federación se ha convertido en una tragaperras. De lo que se tienen que preocupar es de la violencia y ese tipo de cosas. Y hacer pedagogía en eso".

"El comité de competición no sanciona. Sanciona muy levemente. El partido del otro día donde pegaron al árbitro. Si miras en el reglamento general de Castilla y León, por agresión puede haber de 1 a 3 años, y se le pone el mínimo, un año", comenta un representante del Quintanar. También hace hincapié en ello el Unami. "La sanción al chico ha sido de un año y 300€ de multa, cuando hace escasos meses tuvimos un follón montado por una sanción que le pusieron a la Gimnástica Ayonesa porque en un partido se presentaron con los jugadores justos y se lesionó uno, así que tuvieron que suspender el partido, y les han puesto 1000€ de multa".

Se refiere a un partido en el que el equipo de Ayllón, un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, se vio obligado a llevar el número de jugadores justo para el partido porque el resto de compañeros estaba comprometido con una actividad del colegio. A pesar de que desde el club solicitaron a la Federación una modificación en el calendario, fueron inflexibles, sancionándoles después con mil euros por la obligación de suspender el encuentro tras la lesión de uno de los jugadores.

Todas esas faltas son las que han llevado a muchos en Segovia a creer que la Federación no está lo suficientemente comprometida con estos casos y que podrían cambiar su forma de sancionar para intentar solucionar estos conflictos de forma más contundente. Y hay quien cree que el fallo viene de antes. "Aquí ya no hay Comité de Competición, todo se hace desde Valladolid. Antes, cuando sí había, sabían de sobra quién era cada uno y aquí no se escapaba nadie", informan los representantes.

Uno de los árbitros explica las herramientas que les han facilitado desde la Federación para evitar esto". "Hay un protocolo, que me parece muy adecuado, que es el de la violencia verbal, en el cual, en cuanto se detecte violencia verbal contra alguien del campo, hay que parar el partido para que el delegado avise de que cese la actitud", explica, aunque se mantiene de acuerdo con que no sancionan de forma correcta. "El protocolo está bien, pero si luego detrás no lleva nada, o lleva sanciones irrisorias, pues para mí pierde la fuerza".

Otros hechos que pueden afectar al comportamiento de los niños en el campo

Entre todos los posibles factores que afecten a la integridad y el respeto hacia los árbitros, el colegiado segoviano tiene una pequeña idea de dónde viene el incremento de odio contra el colectivo arbitral. "Ahora mismo estamos viendo cómo hay equipos que están orquestando campañas constantemente, muchos semanalmente, contra los árbitros. Denostando la imagen y creando esa imagen pública de que somos unos ladrones, que si hay una conspiración para favorecer a un equipo y a otro. Y ese mensaje permea mucho hacia abajo. Cala mucho. Para mí, ahí es donde surge el problema".

Algo que comparten también desde los equipos. "Hace años no existían tantos programas donde se hablaba de fútbol y donde se re-arbitraban los partidos y se evaluaba a los árbitros. La culpa de que gane uno u otro siempre se vincula al árbitro. Y desde el caso Negreira, ahora se insinúa que está todo amañado y todo pactado, y los niños lo perciben y puede ser que eso genere en ellos esa impunidad de hacer lo que les dé la gana", comentan desde el Unami.

Lo que está claro es que todo esto viene por una falta de educación contra los árbitros a la que hay que poner fin pronto si no queremos que el fútbol base deje de ser un lugar seguro para los niños. Ahora, no solo en Segovia, también en la RFEF se plantan contra el acoso arbitral con una campaña que se llevará a cabo durante este fin de semana bajo el logo "Respeta al árbitro, respeta a la árbitra, respeta el fútbol".