El ascenso de De la Fuente Jr. regatea a las dudas por su parentesco y a la polémica baja por la que entró en la RFEF: "Es un crack"
Alberto llegó del Huesca como analista en 2022 aprovechando la salida de Gabi García, un profesional en el que los jefes de la Era Rubiales dejaron de confiar y que ahora brilla en México.
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Alberto de la Fuente (1994) salió del anonimato hace una semana. El analista de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) e hijo del seleccionador Luis de la Fuente pasó de trabajar para las categorías inferiores a enrolarse en la Absoluta. La baja de Pablo Amo, que ha aceptado una irrechazable oferta de Catar, obligó al técnico riojano a reorganizar su staff técnico, por lo que, en vez de fichar, tiró de su gente de confianza promocionando al personal de la casa: Juanjo González pasó de tercer espada a segundo, mientras que elevó a uno de sus tres vástagos a ese rol que cumplía el asturiano como técnico auxiliar y analista.
La categoría de Alberto está fuera de toda duda, por mucho que aparezcan las suspicacias cuando los vínculos familiares entran en juego en el terreno profesional. Todo el mundo en Las Rozas habla maravillas de un profesional que lleva en la Ciudad del Fútbol desde 2022 y que en su currículum cuenta, por ejemplo, con cuatro años como el responsable de la metodología en el Huesca —tanto en Primera como en Segunda— trabajando codo con codo con entrenadores como Francisco, Míchel (ahora en el Girona) o Pacheta. "Es un crack, un profesional intachable y buenísimo en lo suyo", resaltan en la RFEF. Otra cosa es que su llegada a la institución se produjera entre un cúmulo de circunstancias especiales.
Según ha podido saber Relevo, el fichaje de Alberto de la Fuente coincidió con la polémica salida de otro importante analista que dejó esa golosa vacante por ocupar. Lo curioso son los motivos que, según las diversas fuentes consultadas, reconocen que llevaron a la Federación a tomar esa decisión controvertida con Gabi García Camba (1975). Para unos, este prestigioso entrenador, analista y preparador físico con una reputada trayectoria, pagó su estrecha relación con algunos de los anteriores jefes de la Federación que salieron de Las Rozas en 2018 coincidiendo con la llegada de Luis Rubiales como piloto de la nave y de José Francisco Molina y Francis Hernández como responsables de la parcela deportiva.
🚨 𝗢𝗙𝗜𝗖𝗜𝗔𝗟 | Luis de la Fuente reorganiza su cuerpo técnico.
— Selección Española Masculina de Fútbol (@SEFutbol) February 13, 2025
Así queda configurado el staff de la @SEFutbol.
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Gabi García se había incorporado a las categorías inferiores de la Selección en 2017 tras su exitoso paso por el Cádiz, Betis y Alcorcón. En la RFEF cumplió varias funciones desde el inicio, como era norma entonces para contrarrestar así la escasez de recursos humanos con la que había que hacer frente a tantos equipos y tareas. El gallego tan pronto ejercía las funciones de segundo entrenador, como de preparador físico como de analista. Así, formó parte de la Sub-21 junto a Albert Celades, fue ayudante un par de importantes encuentros en la Sub-17 y acudió como analista junto a Julen Lopetegui al Mundial de 2018 celebrado en Rusia. Sin embargo, poco a poco dejó de encajar para los que mandaban.
Un punto de inflexión
Tras una primera época de tanteo, según varios testimonios off the record, comenzaron las dudas sobre la conveniencia de su continuidad. Aunque estas versiones apuntan a que los motivos de mayor peso siempre fueron profesionales ("nunca se ha tomado ninguna decisión de manera gratuita"), hubo alguna otra razón más personal que se debatió entre las partes. Tenía que ver con la necesidad o conveniencia de que mantuviera una relación fluida con algunos responsables que habían salido de la RFEF hasta el punto de comer asiduamente. Gabi García, atendiendo a la versión de algunos de sus compañeros, no cambió su modus operandi pese a la recomendación de que se midiera y siguió manteniendo con total normalidad unas relaciones que le habían ayudado a crecer pero que, al final, acabaron por condenarle.
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Fue en la renovación de 2021 (los técnicos de la RFEF tiene contratos por un año) cuando Molina y Francis le avisaron de que era la última prolongación y que le daban esa temporada para que fuera buscándose el futuro fuera mientras seguía con sus labores. De hecho, fue analista para De la Fuente, con el que coincidió en la Sub-19 y Sub-21, en los Juegos que se celebraron en Tokio. Tomaron aquella decisión de no alargar más su relación contractual después de 2022, alegando razones deportivas, aunque nadie oculta que también tuvieron su importancia esas estrechas relaciones en las que, al parecer, había riesgo de compartir información privilegiada y se producían ciertos desahogos por parte del analista que llegaban a oídos de la estructura deportiva.
Sea como fuere, Gabi García salió de forma pacífica y encontró acomodo como director de metodología hasta la actualidad en el primer equipo femenino de la Federación Mexicana. Estaba avalado por otro ex de la RFEF como Pedro López. La suya fue la tercera salida técnica en esa época tras el despido de un preparador físico y la no renovación de Julen Guerrero como seleccionador.

«Sabe muchísimo más que yo»
La Federación asegura que la salida de Gabi García no está ligada al 100% con la llegada de Alberto de la Fuente. "Ya se estaba buscando un perfil como analista independientemente de que esa marcha estaba ya cantada desde antes", aseguran internamente. Pero el hecho es que coincidieron en el tiempo y uno entró por el otro sin que el afecto que se tenían —por su reputación y los amigos en común— se viera dañado. El hijo de De la Fuente, aseguran las personas que participaron en la selección entre diversos candidatos, encajó por su perfil, por la ilusión que mostró en las entrevistas, la opinión que de él tenían los entrenadores que habían trabajado con sus métodos y porque "se notaba que era muy buena persona".
Antes de tomar la decisión de cerrar una entrevista con él para conocerle mejor y evaluarle, la RFEF también le preguntó al actual seleccionador nacional, Luis de la Fuente, que recomendó que se vieran con Alberto (llamado así en honor de su abuelo paterno) por la gran formación que poseía, su trayectoria y por todo lo que podía aportar al proyecto. Luis ya había sido tajante sobre su hijo en 2019 en declaraciones al Diario del Alto Aragón: "Sabe muchísimo más que yo y está mejor preparado. Es muy bueno y da gusto ver a gente joven con la inquietud que tiene".
Molina y Francis rellenaron el cuestionario protocolario al que se somete toda contratación en el área deportiva en la Federación para justificar el movimiento. Y el resto ya es de sobra conocido. Alberto formó parte del cuerpo técnico de Santi Denia con la Selección Sub-21 que logró el subcampeonato de Europa Sub-21 de 2023 en Georgia y Rumanía, así como la medalla de oro de los recientes Juegos Olímpicos celebrados en París, hasta que ahora ha sido ascendido a la Absoluta con la Nations League y el Mundial 2026 en el horizonte. "Sería muy injusto que por el parentesco que hay entre Luis de la Fuente y él alguien se quede sin optar a un puesto tan importante para el que está totalmente capacitado por su alto nivel", aseguran alguno de los responsables clave en su fichaje hace tres años.