VALENCIA CF

'Piojo' López: "Baraja ha rascado las piedras y está sacando joyas del Valencia"

El exfutbolista che, hoy consejero asesor del DV7 Group de David Villa, volvió a Valencia en 2022 para seguir el sueño de su hijo Joaquín, que juega en el Roda.

Claudio López, en un momento de la entrevista con Relevo. /Relevo
Claudio López, en un momento de la entrevista con Relevo. Relevo
Cristina Bea

Cristina Bea

Estuvimos una hora exacta hablando de fútbol, pero podría haber seguido conversando con Claudio 'Piojo' López (Río Tercero, 1974) durante horas, porque la naturalidad de la charla nos llevó de oca a oca. Mantiene la cadencia en la voz que le recordaba. La velocidad en el campo ahora la pone su hijo Joaquín, jugador del Roda al que sus "papás" vinieron a acompañar "en su sueño" en 2022. Así el Piojo volvió a vivir Valencia, la ciudad donde siempre será recordado, entre otras cosas, por sus grandes noches ante el FC Barcelona de la era Van Gaal. Resuenan las carcajadas que se le escapan al hablar del neerlandés y la cruz que debe tenerle puesta a los argentinos. Hablamos de algunos de ellos: de "la cara mundial del fútbol en estos momentos" (Leo Messi) y el debate en torno al 'The Best' o de Diego Pablo Simeone, con quien Claudio López compartió vestuario en la Lazio. "El Cholo, hemos terminado el entrenamiento de la Lazio y hemos coincidido en el mismo restaurante para comer, con la familia, y era mover vaso y mover cubiertos tácticos para ver qué habíamos hecho en el entrenamiento, ver y buscarle la solución, cómo se podía arreglar y todo. Nunca dudé de la proyección que podía tener Diego como entrenador", reconoce. Alex Ferguson, Guardiola o Rubén Baraja son otros de los técnicos sobre los que departimos en una conversación sobre el fútbol de ayer y de hoy, sobre la edad cada vez más temprana de los futbolistas o Arabia Saudí y su dinero. "Baraja ha rascado las piedras y está sacando joyas de la cantera del Valencia", asegura el exvalencianista.

¿Qué tal, Claudio? ¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa como asesor del comité de dirección de DV7 Group, con David Villa al frente?

Sí. A Víctor (Oñate) y David ya los conozco de hace tiempo, cuando trabajaba de director de fútbol en Colorado Rapids, en la MLS. Tuve la oportunidad de conocer a David en Nueva York y tuvimos una charla muy linda, muy buena, de otras cosas además del fútbol, y a través de un amigo de la época del Valencia, de Carlitos Urrutia, cuando nos decidimos a venirnos a Valencia siguiendo el sueño de nuestro hijo mayor, que quería jugar al fútbol y que estaba aquí, nos acercamos un poquito más. Empezamos a hablar y surgió la idea de unirme a la empresa, de cómo nos podríamos ayudar mutuamente. Me dan la libertad de poder elegir, decidir en qué área y de qué manera, es todo sobre la base deportiva de todo lo que maneja y hace el grupo, así que la verdad que estoy es muy cómodo.

Tú saliste del Valencia en el 2000 y David llegó en el 2005. ¿Te habría gustado jugar con él?

Sí, la verdad que sí. Con esta clase de jugadores siempre a uno le da mucho gusto estar o participar. Lamentablemente no pudo ser, pero bueno, ahora compartimos algunas ideas, compartimos proyectos, algunas cosas y nos acerca mucho más. Aparte, no somos tan diferentes en el modo de pensar con lo que respecta al fútbol, entonces hay una comunión muy linda ahí.

¿Cuál es esa visión común del Piojo y Villa?

La visión y lo que tenemos en común es cómo proyectar a los chicos dentro del fútbol, que es lo que nosotros creemos que en el fútbol de hoy en día, por los tiempos, por los negocios o por lo que sea, a lo mejor se ha dejado un poco de lado. Entonces, el acompañamiento hacia los chicos, el estar en el proceso formativo o el ayudarlos en algún momento de su carrera, creemos que hace que el proyecto de jugador, en la vida más larga dentro del fútbol, sea con mejores fundamentos o con bases mucho más sólidas.

¿Cómo ha cambiado el fútbol de tu etapa y la de Davia poco después? Desde luego, cada vez vemos carreras más largas por el adiós pero, sobre todo, por los comienzos con chavales de 15-16 años.

Sí, el fútbol ha evolucionado en gran parte, por lo que creemos nosotros, demasiado rápido y hoy depende de muchas cosas externas que antes las teníamos más filtradas o no existían: las redes sociales, la forma en que los clubes proyectan el cuidado de los jugadores, cómo los tratan y todo. Yo principalmente vengo de una generación en la cual todavía teníamos la enseñanza, los métodos, por decirlo de alguna manera, un poco más antiguos. Que eran muy efectivos, súper efectivos, porque eso es lo que nos hizo que nosotros formáramos una carrera y alcanzáramos ciertos niveles, pero hoy generacionalmente cambió todo y tienes que tratar de encontrarle la vuelta de cómo llegarle al jugador, de qué manera, cómo demostrárselo, porque hay que acaparar esa tensión. Es mucho más difícil. Hoy el jugador está pendiente de un montón de cosas y no necesariamente futbolísticas, sino está pendiente del exterior, y es más complicado a la hora de la concentración para volverlos a atraer al lugar donde tienen que estar.

¿Cuál era ese método tan efectivo de antes? ¿Cuál era la clave? Porque cuántas veces hablamos del fútbol de calle, del fútbol de antes, del protagonismo del balón…

Bueno, no es que sean los métodos de entrenamiento sólo los que han cambiado, los métodos de tiempo de entrenamiento también han cambiado. El cuidado extrafutbolístico que tienen que tener. Nosotros venimos de una escuela en la cual era 100% las 24 horas dedicadas al fútbol y pensando en qué se puede mejorar o qué podemos hacer para el día de mañana. Hoy como digo yo, entre comillas, todas estas cosas externas al fútbol, las redes sociales, lo que pasa, los comentarios, lo que te dicen, lo que no, los métodos que salen, lo que te dice una persona, lo que otro… al jugador lo envuelve en un montón de otras cosas que nosotros antes a lo mejor las teníamos, pero a pinceladas, no constantemente. Que los psicólogos, que los nutricionistas, que el entrenamiento, que si se entrena más de lo debido ya te empiezas a cargar, que la lesión. Nosotros antes soportábamos en un periodo mucho más largo el dolor para continuar jugando, porque sabíamos que era el día a día el que nos hacía seguir para adelante, y hoy las lesiones, más allá de que hay un montón de métodos nuevos y por suerte efectivos para tratarlas mucho más rápido, pero también el periodo de aguante al dolor o a la lesión es mucho menor.

"Hoy el periodo de aguante del jugador al dolor o a la lesión es mucho menor. Nosotros antes soportábamos en un periodo mucho más largo el dolor para continuar jugando"

Hay muchos partidos que se cortan por falta, que tú dices, 'si el pensamiento del jugador hubiera sido seguir, a lo mejor hubiera terminado de otra manera la jugada'. Hoy, con el tema del VAR, con el tema de la presión con los árbitros es como que quieren provocar algo enseguida y a lo mejor se corta un sentido de juego que puede ser mucho más productivo. Pero bueno, es un pensamiento muy personal, es lo que veo yo de afuera.

¿Cuáles eran tus pensamientos cuando fichaste por el Valencia? ¿Cómo recuerdas tu llegada?

Pues la verdad que fue muy linda, una ilusión tremenda. Era un sueño cumplido de poder llegar a Europa, el hecho de empezar una vida nueva, con costumbres nuevas, diferente idiosincrasia. El fútbol es el mismo pero se vive diferente en todos los lugares donde vas, entonces tú te tienes que adaptar, tienes que conocer el lugar, los compañeros, tratar de insertarte lo más rápido posible para que puedas recibir la ayuda que necesitas para poder seguir adelante. A mí me tocó un grupo bastante bueno en la época que yo llegué al Valencia. Me acogieron como uno más, me ayudaron, me impulsaron, me aguantaron también, porque no es que tú llegas y enseguida triunfas, tienes un proceso que tienes que pasar para luego poder rendir de la mejor manera. Así que sí, fue hermoso.

Hablas del proceso porque, de hecho, tu primer año en el Valencia no fue especialmente fácil…

No, fue dificilísimo. Fue muy duro. El Valencia venía de un segundo lugar en LaLiga, las expectativas estaban altas, como deben ser. A lo mejor yo no llegué en ese momento como un fichaje requerido del entrenador, fue de la dirección deportiva. Entonces el desafío era convencer y demostrar que podía existir en un ecosistema futbolístico nuevo. Y bueno, fue aguantar, trabajar, agachar la cabeza y darle para adelante. Yo creo que la recompensa, si la trabajas y no la esperas y la vas a buscar, llega mucho más rápido. Yo por lo menos tuve suerte en ese aspecto.

¿Cómo fue ese periodo de agachar la cabeza y trabajar? ¿Cómo convenciste a Luis Aragonés? Debió ser impactante para ti en tu llegada, era un hombre de mucha personalidad.

Sí, dentro de todo lo que era el mundo Luis Aragonés y todo lo que significaba y lo que se vivía, cuando él hablaba o cuando él entrenaba yo siempre tuve la misma fórmula, que era trabajar. Trabajar, entender, tratar de captar las ideas, tratar de llevarlas a buen puerto y sobre todo, trabajar. Trabajar y estar convencido de que en algún momento iba a tener la oportunidad. Lamentablemente, no me llegó con Luis, Luis se tuvo que ir, pero bueno, a través del tiempo tuve la razón de que con el trabajo, con el esfuerzo, la concentración, la dedicación, se me pudo dar. Y menos mal que se me pudo dar aquí, porque después del recibimiento y el cariño que me había demostrado la gente fue muy gratificante poder devolvérselo dentro del campo.

¿Alguna anécdota que recuerdes con Luis? Ahora hablamos también de Ranieri.

Bueno, es la anécdota que cuento siempre. Después de unas semanas de entrenamiento con el equipo, me cogió en una charla privada y me dijo, con total honestidad, como era Luis, 'que sepa que yo a usted no lo pedí, que sepa que no lo tenía en mis planes, pero la verdad que con el esfuerzo y la dedicación que está demostrando y todo lo que está haciendo, me está convenciendo, así que le doy la enhorabuena por tener esa actitud'. Más gratificante que ese comentario no puede haber, y eso es lo que te impulsa y lo que te da las ganas de seguir adelante.

Imagino que él nunca te llamó Piojo, ¿no?

(Se ríe). No, no, porque en ese momento Paco Roig, que era el presidente, no le gustaba, no le gustaba el mote. Estaba casi todo el mundo penado de que me llamaran de esa manera. Después con el tiempo ya pasó y ya lo que hay, hay, no es que lo puedes cambiar mucho. Pero no.

¿Qué supuso para ti Claudio Ranieri?

Pues Claudio llegó en un momento en el que el equipo realmente necesitaba un cambio, estaba mal, y para mí supuso una puerta de poder sentirme cómodo con que el trabajo que uno podía hacer podía llegar a dar resultados. Era cómo encajar en ese puzzle, cómo meterme en circulación para poder acceder a tener oportunidades. Y bueno, es un poco más o menos lo que te decía al principio que compartimos las ideologías con David: es el de buscarle nosotros la vuelta para poder insertarnos y para poder estar. Hoy en día cada jugador pretende que cada entrenador entienda el modo que juega él y que lo utilice del modo que juega él. Entonces, no hay tiempos, no hay espera y en realidad no hay esfuerzo tampoco porque es ir hasta un punto y decir 'no me entiende, la verdad no sirve, prefiero que me cambien o irme a otro equipo'. Nosotros no, era al revés, era 'no, yo quiero encajar, yo quiero ir, yo quiero estar, yo quiero sobresalir o quiero ganarme un lugar'. Desde esa perspectiva yo creo que la pasas muchísimo mejor en cualquier lugar del mundo que vayas a jugar al fútbol. Es totalmente diferente.

Creo que eso hizo que persistiéramos en el tiempo y que al final tuviéramos ese lugar. Nosotros, con todo el tiempo anterior que ya llevábamos aquí -te digo nosotros porque en el mismo barco que estaba yo estaba Mendi, Javi Navarro… Había mucha gente dentro de ese barco-, nos faltaba a lo mejor ese granito de confianza, que es lo que todo el mundo pide y quiere, que alguien nos abriera la puerta y nos dijera: 'Aprovéchenlo, traten de hacerlo de la mejor manera posible'. Y creo que fue el momento justo, se lo devolvimos de una manera la verdad que espectacular, y lo mejor de todo fue que nunca perdimos el horizonte. Nunca nos olvidamos de todo lo que habíamos vivido y eso creo que fue el impulso final que hizo que fuéramos a por más.

Por lo que hablamos de los cambios en el fútbol, ¿crees que el futbolista actual tiene menos recursos en ese sentido, que piensa menos por sí mismo y necesita que se le den más indicaciones desde el banquillo para esa resolución de problemas?

Sí, por lo que te estaba contando al principio. Hay muchas cosas externas que hacen que el jugador se aísle por cierta cantidad de horas del día de lo que realmente importa, que es 'qué hice hoy en el entrenamiento, cómo lo soluciono, qué me propuso el entrenador y qué propuestas de solución le puedo dar yo'. Entonces, volver a la otra mañana y hacerlo. En la etapa mía, es otro fútbol totalmente diferente. Lo que te digo es otra idiosincrasia, otra cultura. Pero es lo que nos pasaba mucho a nosotros en Estados Unidos, salvando la distancia. En Estados Unidos, cuando yo llegué era prácticamente el inicio, no había ideas tácticas. Al jugador en Estados Unidos le tenías que dar todo resuelto y lo que se plasmaba en un pizarrón o lo que se plasmaba en un vídeo era llevarlo a cabo en el campo. No le presentabas al jugador la opción de solucionar el problema porque ellos tampoco la miraban. Yo creo que lo que pasa en el fútbol hoy en día, aquí a nivel europeo o al máximo nivel, es que el jugador también está esperando eso. El jugador está esperando porque no se detiene dos segundos a pensar cómo lo puedo resolver o qué le puedo plantear yo, mediante mi juego, al equipo o al entrenador para solucionar ese problema.

O al compañero.

Sí. Creo que en eso hoy en día es donde se ha disminuido. Por eso hoy en día, el fútbol -muy personal mío-, pertenece más a las individualidades. Los equipos compran individualidades excepto, casos puntuales de equipos que realmente trabajan un sistema táctico, trabajan una manera, trabajan unas formas y buscan los jugadores ideales, más allá de que los jugadores después tengan su protagonismo de la manera que lo quieren tener pero dentro del contexto que le está presentando el entrenador para llevar a cabo ese sistema táctico.

Entonces, claro, en el fútbol hoy en día tú ves que la mayoría de los equipos ponen el balón en las bandas para que jueguen uno contra uno, o no tienen tanto el balón, excepto los grandes equipos que tienen más habilidad o que tienen mejor pie en el medio del campo para tener el balón y buscar la alternativa. La mayoría de los equipos dicen: 'Pues aquel tiene un buen uno contra uno, vamos con aquel, vamos con el otro, o el 9, empiezan a buscarle alternativas de juego a los jugadores que van a ir a buscar, que realmente entiendan esa parte. Entonces creo que en eso sí se ha retrocedido y no ha evolucionado.

Vaya aliado encontraste tú en Gaizka Mendieta, ¿no? Por ejemplo.

Hombre, yo... Lo que pasa es que ya nos entendíamos de hace tiempo. Ya nos conocíamos. A él le vino espectacular mi velocidad, mi encontrar los espacios, mi romper las líneas; él tenía una excelente pegada, una visión panorámica muy buena, y también entendimos que era una forma de descargar toda la presión que habíamos sentido defendiendo. O el de que sí era beneficioso encontrar los espacios cuando había que encontrarlos, había veces que no se podía, pero había veces que sí y había que aprovecharlo, entonces eso ayudó muchísimo.

¿Cuántas veces te hemos hablado y preguntado por los partidos del Barça?

En todas las entrevistas. (Ríe a carcajadas). Pero bueno, es lo que hay, tampoco me puedo esconder mucho ya.

¿Cómo fue vivirlo? ¿Cómo fue sentir aquella superioridad que lograsteis ante el Barça en grandes partidos, sobre todo en Barcelona, en el Campo Nou?

Sí, porque de repente... ¿Cómo te lo puedo explicar? De repente, presentarle cara al Barcelona o al Madrid en esos momentos con las individualidades que tenían esos equipos, con los nombres que tenían, éramos un equipo que iba a hacer lo que había entrenado. No contábamos con las individualidades de ellos, pero sí jugábamos en grupo, y sí hacíamos un equipo fuerte en base al grupo. Entonces, encontrarle la medida a esos partidos y que a través del tiempo, esos equipos no cambiaban absolutamente nada y seguía todo igual, era como una pulseada de decir: 'No me importa, mi juego es mejor, yo te voy a ganar'. Y, por decirlo de alguna manera, esa terquedad a no querer mover algo o querer cambiar algo para contrarrestar, eso a nosotros nos hizo más fuertes y nos hizo mucho más peligrosos. Ya cuando nosotros teníamos el balón, el equipo rival lo sufría, porque eran equipos que ganaban todos los partidos o que por lo menos eran protagonistas todos los partidos. Entonces, que llegara un equipo, y ya nosotros, mediante los minutos del partido, mediante el juego, encontrar la comodidad o hasta en algunos casos la facilidad de poder desarrollar eso pues los hacía pensar, y no gratamente, sino que se la poníamos muy difícil. Y se fue agigantando eso, se fue avanzando, se fue agrandando, y se dio como se tenía que dar.

La cara opuesta a Ranieri en esos partidos es la de Van Gaal. Os tiene una cruz puesta a los argentinos…

Bueno, no lo sé, pero sí tuvo problemas con varios. (Ríe a carcajadas). O por lo menos en los comentarios, no lo sé. Pero era como muy reticente a eso, veo como que no le encontraba la vuelta, no lo sé. Y mira que ha tenido jugadores excelentes. Argentinos excelentes. Bueno, en el último Mundial…

Por eso, por eso lo decía.

Lo sufrieron también. Es ese punto en el que tú dices: 'Bueno, espérate, vamos a bajar un cambio y vamos a pensarlo de nuevo, y vamos a ver si estos creen que a lo mejor nos tienen tomado la medida, le vamos a cambiar un poquito, como hacen muchos técnicos hoy en día. Pero no era el caso. (Se ríe). No era el caso.

Uno cuando ve ese partido del Mundial entre Países Bajos y Argentina, habiendo vivido aquellos enfrentamientos con el Barça de Van Gaal, ¿sentías una doble satisfacción? ¿Era una cuñita más en esa relación particular?

Pues sí, pero repartiendo del hecho de que es Argentina la que está jugando, no hay... O sea, no hay. Pero de repente te encuentras con un viejo conocido que está, y bueno, si Argentina gana, ya está. Era lo que servía. (Se ríe).

¿Cómo viviste aquel partido, aquellos enfrentamientos en el campo, el 'qué mirás, bobo' de después, todo lo que supuso para Argentina en un Mundial en el que habíais empezamos con dudas por el tropiezo con Arabia Saudí? ¿Cómo viviste tú el Mundial?

La verdad que lo viví nervioso. Pero nervioso en el buen sentido, con unas ganas enorme de que le salieran las cosas bien y que fuera todo a bien y que tuvieran lo que tuvieron, porque uno estuvo ahí, la peleó, la luchó, vivió, sufrió y la verdad que a la gente también le hacía falta una alegría de éstas. Y el hecho del proceso de lo que consiguieron a través del tiempo, primero con la Copa América que no se les daba y que estaban ahí, después el proceso de trabajo que tuvieron y cómo llegaron al Mundial, después el tropezón del primer partido y se los veía, la verdad, que muy confiados. Se los veía con unas ganas tremendas. Y creo que eso luego, al final, fue lo que los hizo levantar, lo que los hizo ayudar y el compromiso entre ellos para poder lograrlo.

¿Qué más se puede decir de Leo Messi?

Pues no mucho más, ya cae pesado hablar cosas buenas de Leo porque lo ha hecho todo (se ríe). Nosotros, como hinchas argentinos, no podemos estar más que agradecidos y más que satisfechos de todo lo que ha hecho. Y como jugador de fútbol, todo lo que ha sufrido, que en menor medida nosotros en algún punto también lo hemos sufrido y también lo hemos pasado por ahí. Él, por el renombre que tiene y por lo que es, lo ha sufrido el triple o el cuádruple, no lo sé, pero que pueda coronar con un final así, creo que es totalmente meritorio por lo que significa, por lo que luchó, por lo que lo sintió, lo que sufrió, por todo lo que vivió, creo que es completamente agradable para todos ver que esto haya pasado.

"Ya cae pesado hablar cosas buenas de Leo porque lo ha hecho todo. La comunión que tiene la selección cuando está bien con el pueblo argentino es inexplicable"

A todos esos futbolistas que habéis vivido alguna etapa previa de la selección y que os habéis sentido identificados de alguna manera en ese sufrimiento que apuntabas, ¿verle levantar esa copa os quitaba también una espinita personal?

Sí, pero yo por lo menos personalmente lo viví como algo de retribución hacia el pueblo. La comunión que tiene la selección cuando está bien con el pueblo argentino es inexplicable. Yo viví un proceso, vivimos un proceso de eliminatorias en el cual no fallamos un partido y te puedo asegurar que la comunión con la gente, el llegar al estadio, el cruzarte por la calle, el todo, es inexplicable. El sentimiento argentino hacia su equipo de fútbol, hacia su selección nacional es inexplicable. Entonces, no hay una bandera de club, sino es una bandera nacional, y eso es lo mejor que te puede pasar. En buena hora que ellos pudieron vivir el círculo completo y que lo puedan disfrutar de esa manera, y que además, el pueblo se lo demuestra en cada acto, en cada partido, en lo que sea, el agradecimiento que tiene, para con eso, así que fenomenal.

Las imágenes, sobre todo, de Buenos Aires fueron increíbles…

Sí, fueron tremendas, fueron tremendas…

¿Entiendes las críticas por que Leo se haya llevado el 'The Best'?

No, no me meto en eso. No me meto. No sabría darte una razón o algo, pero bueno, todo el mundo pelea por algo y lucha por algo y qué sé yo. También es cuando están esperando tanto algo y viene una negativa, la primera acción o el primer reflejo que tienes es a lo mejor una crítica o algo de eso. No lo sé. No sé cómo es el proceso de selección, qué se mira, qué no. Los premios son incógnitas. Pero bueno, me da gusto que por lo menos dentro de la incógnita que son los premios estén los mejores jugadores del mundo, eso quiere decir que por lo menos la visión es buena. Después, quién lo gana o quién no lo gana depende de dos votos o tres votos que habría que hablar con la persona que votó para ver qué explicación te da. Pero eso ya es meternos en un río que no llega a ningún lago ni ningún mar, nada, así que mejor dejarlo ahí. Qué sé yo, merecido o no, a través de los años, por una cosa u otra, es como la cara mundial del fútbol en estos momentos, entonces… Qué sé yo, no sé.

¿Y qué va a pasar con Scaloni? ¿Va a seguir estando ahí también?

Ah, no tengo ni idea.

¿Pero te gustaría que continuara?

Creo que se lo ganó al derecho de poder estar ahí. Creo que también se ganó el derecho de ser respetado y de escucharlo, de ver qué propone, y tratar de congeniar para poder llevar a cabo una idea. Creo que es el momento de él, vamos, se ganó ese derecho. Lo trabajó, lo luchó, lo peleó, más allá de un grupo futbolístico logró un grupo humano, que fueron todos de la mano y que hasta el final siempre se los vio pelear todos juntos y todos por el mismo objetivo. Entonces, creo que es el momento de decirle: 'Bueno, a ver, ¿qué tienes planeado?, ¿qué quieres hacer?, ¿cómo nos podemos acomodar?, ¿cómo podemos ir de la mano todos juntos?' Creo que es el momento de hacer grupo, más externo a lo futbolístico, y plantearlo. Y tratar de hacer un camino y un proceso que nos sigan dando victorias, que en definitiva es lo que queremos todos.

¿Crees que puede cambiar de alguna manera el fútbol o el momento que atraviesa el país a nivel futbolístico con la llegada de Milei?

Pues no lo sé, porque es un caos tan grande en tantas direcciones opuestas que no lo sé cómo se va a acomodar el fútbol. Creo que sí, el fútbol es una parte importante, porque la cultura futbolística argentina lo indica así, es un termómetro importante en los fines de semana en muchísima gente, que uno no tiene ni idea pero que es así. Eso por un lado, pero saliendo del fútbol hay tantísimas cosas que acomodar y tantísimas cosas que a lo mejor cambiar o poner a mejor, que no sé si lo pondría como una prioridad, sinceramente. Complicado.

Tampoco pintemos Rusia o Ucrania, no pintemos eso tampoco, porque no existe. Sí es un país que está sufriendo mucho, sí es un país que tiene muchas desconexiones dentro de las culturas que hay dentro del país. Sí hay muchas discrepancias entre las clases sociales, se ha convertido en un país que cada uno lucha por lo que puede hacer cada uno y no importa tanto lo que pueda hacer el de enfrente, o cómo ayudar, o cómo me puede ayudar. Eso es verdad.

Tú ahora llevas un tiempo viviendo Argentina desde la distancia porque te viniste a Valencia siguiente a tu hijo, a Joaquín, que ahora juega en el Roda. ¿Cuándo llegaste de vuelta a tu otra casa?

Nos vinimos en octubre de 2022 a instalar a Joaquín para que comenzara su carrera aquí. Nosotros regresamos a Argentina y nos volvimos en febrero de este año pasado, y bueno, yo fui en mayo que tenía un compromiso y después no fuimos más hasta diciembre. Vinieron nuestros familiares aquí, a visitarnos, a recordar viejos tiempos, que hacía mucho que no venían, pero bueno, tenemos el contacto permanente. Además, con esto que estamos haciendo de la empresa siempre toca algún viaje y Argentina es un país exportador de jugadores muy grande, entonces, también hay que aprovechar eso.

¿Y el talento de Joaquín? ¿Qué nos cuentas?

Pues mira, a Joaquín se le presentó la oportunidad de poder venir a hacer una pretemporada aquí (al Valencia). Vino, la disfrutó, la aprovechó al máximo, él ya venía jugando al fútbol en Argentina, en el Belgrano de Córdoba, y después se le presentó la oportunidad de venir a un equipo de Juvenil División de Honor. Y una vez que terminó ese periodo, fue a entrenar al Roda. Lo convocaron, estuvo y bueno, agarró viaje ahí, como decimos nosotros. Está en la lucha, está en el trabajo, en el querer progresar, en el querer aprender. Tiene un amor muy grande por el fútbol, tiene una pasión muy grande. Creo que las bases están bien hechas, ahora el que tiene que desarrollarla, el que tiene que buscarse el lugar y luchar es él. Papá sólo va y mira los partidos, y hablamos, intercambiamos opiniones, pero como papá e hijo. Es lo que tengo que hacer, apoyarlo al máximo. Sobre todo, que sea feliz. Yo creo que él encontró, después de todo este proceso y todos estos años de jugar y de querer hacerlo, la felicidad y la alegría de todos los días tener la ambición de querer jugar y de querer entrenar y de querer aprender y progresar. Y ése es el mejor motor que puedes tener en esta profesión. Mientras no pierda eso y se la pase bien en un campo de entrenamiento, en una comida con los compañeros, en un partido, creo que es lo que lo va a empujar.

En esas conversaciones “papá-hijo”, ¿cuál es el principal consejo?

Mira, casi todas las conversaciones, más allá de que sea algo puntual que él me pida, que me pregunte sobre algo a ver qué pienso yo dentro de mi idea futbolística, las conversaciones son de no bajar los brazos, ir a por la siguiente y convencerse de que la siguiente puede ser la mejor. O que, no sé, a lo mejor en el partido no le tocó tocar tantos balones pero el que vaya a tocar que trate de que sea el definitivo, o que lo tome de esa manera para poder ejecutarlo mejor. Yo creo que lo que corresponde a mí como padre es motivarlo continuamente, sea malo, sea bueno el partido, sea regular, lo que tú quieras, pero el trabajo mío es de convencerlo de que hay más y que puede ir a por más, y que no se tiene que vencer, que tiene que seguir luchando. Si él puede mantener eso, la va a pasar muchísimo mejor. Nosotros siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, luchamos, morimos… Pero el mensaje tiene que ser el del apoyo, el de acompañar, el de soportar. Cuando las cosas vienen mal no vale nada que yo me siente en la grada y que me mire y que yo esté exigiendo. Que esté protestando no lo va a ayudar. Ésa es la base.

¿No te has planteado nunca ser entrenador?

No. Rotundo. (Ríe a carcajadas). No sé lo que puede dar el tiempo y todo, pero creo que mi posición es mejor de acompañamiento, desde otro lugar. Sí puedo conversar tácticamente, funcionalmente dentro del equipo, sí puedo ayudar a explotar ciertas aptitudes o actitudes que tengan los jugadores, pero ya el hecho de no tanto de organizar, sino de sincronizar 28 cabecitas que piensan totalmente diferente creo que es un trabajo extra, que no entra dentro de los futbolísticos.

El que creo que siempre ha tenido madera de entrenador es el Cholo, ¿verdad? Con él coincidiste en la Lazio.

De primera hora era entrenador, ya se sabía. Es lo que te contaba de la evolución que ha tenido el fútbol: el Cholo, hemos terminado el entrenamiento de la Lazio y hemos coincidido en el mismo restaurante para comer, con la familia, y era mover vaso y mover cubiertos tácticos para ver qué habíamos hecho en el entrenamiento, comentar el entrenamiento y ver y buscarle la solución y ver cómo se podía arreglar y todo. El Cholo ya tenía esa fibra muy marcada y, la verdad, nunca dudé de la proyección que podía tener Diego como entrenador, y la felicidad que me produce que viva todo lo que está viviendo. Nadie se paró a pensar un segundo lo que ha conseguido Diego en un club como el Atlético de Madrid desde que llegó al día de hoy… Vamos, yo creo que si no es al lado de la estatua de Luis Aragonés, en la otra punta o en la punta del estadio tiene que ir la figura de Diego. Es increíble. Y lo que se ha sabido rodear de gente y lo que ha hecho prevalecer el trabajo y el pensamiento que tenía, y la manera que tiene de convencer a los jugadores de hacerlo. Es increíble.

Claudio López habla de su relación con el Cholo. Relevo

Convencer a los jugadores y a la afición. El otro día contra el Real Madrid llegó el minuto 60 o 65 y él empezó a jugar su propio partido también con la grada…

Es increíble, tiene todas las lecturas hechas, entonces es fenomenal. Es un libro, un libro abierto al que hay que tratar de leerlo para ir entendiéndolo, para entender todo lo que es el mundo de él, lo que gira alrededor de él. Es buenísimo.

"El Cholo es buenísimo, es un libro abierto que hay que tratar de leer para ir entendiéndolo. En la Lazio ya tenía esa fibra marcada de entrenador"

Y son 12 años ya. Hoy en día en este fútbol es impensable, pensamos en Ferguson y en el Cholo y poco más.

Es increíble. Bueno, otro de los casos es Pep. Pep a cada lugar que ha ido, en cada lugar que ha estado, ha convencido a todo el mundo de cómo se tienen que hacer las cosas, del modo que tiene él. Cómo ha convencido a los jugadores, a la afición, a los dueños de los equipos para tratar de armar eso. Es envidiable y es admirable. Más que envidiable es admirable.

No incluía a Guardiola porque me refería a la cantidad de años que está el Cholo en el Atleti o Ferguson en el United, pero sí, ya son seis o siete años los que lleva en el City y es y se acaba de llevar también el 'The Best', vaya.

Ah, sí, sí. Sir Alex es una marca registrada. No solamente que logró ganar lo que ganó con el Manchester, sino que logró la cultura dentro del club y que perdura en los años. Que no le encuentran, no la encuentran. Chocan y chocan y chocan y no la encuentran. Lo que ha producido ese nombre, esa persona dentro de la historia de ese club es increíble.

¿Cómo valoras el trabajo de otro entrenador, de Rubén Baraja en el Valencia?

Pues yo creo que es muy bueno. Creo que ha rascado las piedras y está encontrando soluciones. A ver, hay que conocer la situación del club, en qué circunstancia y cómo llega y lo que está tratando de desarrollar, y las manos que está tratando de tirar de abajo para encontrar resultados y para que el equipo sea competitivo. Entonces, dentro de cierto punto, está siendo muy competitivo y por más que no logre las cosas que todo el mundo espera que logre, pero es un trabajo para reconocer. Porque está aguantando ahí la bandera, como decimos nosotros en Argentina, muy bien. Hay que darle un punto de confianza por lo que está tratando de hacer, no debe ser fácil, para nada.

Claudio López valora el trabajo de Baraja. Relevo

No debe ser fácil porque por la historia del club la consiguiente exigencia del valencianismo es la de querer seguir viviendo grandes noches europeas como tú viviste. Lo has dicho, “no logra las cosas que todo el mundo espera que logre”…

Me parece que estamos en el punto en que la gente entiende la situación también, entonces, critica y apoya en la medida de lo que se está viviendo. La entrada el otro día con el Celta no es poca cosa, la cantidad de gente en el estadio y cómo sigue al equipo quiere decir que se está reconociendo una labor que a lo mejor no es la esperada, pero sí vemos que se están matando para hacerlo bien. No es la esperada por el objetivo general del Valencia, obviamente… Por lo que todo el mundo quiere y lo que representa el Valencia a nivel europeo, pero está rascando en las piedras y está sacando joyas de esa cantera del Valencia.

¿Qué te parece la eclosión de los Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez…?

Genial. También hay una cosa que tú dices: 'Bueno, pero en un Valencia normal, ¿hubiera sucedido todo esto?' A lo mejor hubieran sido uno o dos, y hoy en día tienes cinco o seis que ya están ahí. Lo que él está haciendo es formidable, lo que está encontrando es fenomenal. ¿Qué se va a hacer con eso a partir de…? No lo sabemos, que es la incertidumbre que tiene todo el mundo, ¿me entiendes? Pero en buena hora que está sucediendo lo que sucede, porque todos los chicos que están en la cantera o todos los chicos que ven al Valencia, están viendo una posibilidad, están viendo una oportunidad. Entonces, eso es bueno también.

Hablábamos de la edad tan prematura en la que llevan los chicos ahora a los primeros equipos en gran número. En el caso del Valencia no son tan pequeños, tienen sus 19, 20, 21, pero también sufren una presión importante. Después del partido ante el Celta Javi Guerra se cerró su cuenta en X ante la avalancha de críticas e insultos. ¿Cómo lo valoras?

No tengo ni idea, ¿por qué lo criticaron?

Lo criticaron por el partido, por un bajón en su rendimiento que entiendo es absolutamente lógico después de llegar a la élite de una manera tan abrupta. Entiendo que son más que lógicos los altibajos futbolísticos y emocionales, ¿no?

Lo mismo que Guillamón, estuvo jugando el Mundial, volvió y tuvo que hacer banquillo, y ahora se le presenta la oportunidad también. Estamos hablando de generaciones muy jóvenes que de repente se han topado con que están en el primer equipo de un club el cual las exigencias son muy altas, y la gente pone el listón muy alto, por los años, por la historia, por lo que se ha hecho... Entonces, el nivel con el que ellos han aparecido, por la motivación, por la emoción, por lo que sea de estar ahí y que hayan conseguido un nivel y que ahora baje un poco es normal que la gente también se fije en eso, pero no hay que perder de vista que son chavales muy jóvenes, que tienen una presión muy alta para la edad que tienen y que tienen que llevar adelante un proyecto en el cual a lo mejor en principio ellos eran partícipes secundarios, no primarios. Hay que ponerse en la piel de cada uno pero, ¿qué te puedo decir?, el aficionado también vive por lo que le dicta el corazón, y es lo que hay. Todo forma parte del trabajo.

Son los momentos de los clubes. Los momentos que están atravesando, las presiones que hay en los clubes, y de última, es una elección del entrenador, algo que ve el entrenador o que ve el cuerpo técnico, por eso lo hacen. Además, de que todo el mundo del fútbol hoy ya está mucho más avanzado, que ya no se hace scouting sobre los chicos de 16 años, sino se hace scouting sobre los chicos de 13. Una locura. Es más complicado, pero bueno, el fútbol se ha trasladado a eso.

Claudio López, sobre el nuevo mercado de Arabia Saudí. Relevo

El fútbol se ha trasladado a eso y a Arabia Saudí.

Lo que pasa es que estamos combinando un deporte que se ya estaba instalado a nivel mundial, pero ahora se ha sobreinstalado a nivel mundial y hoy es un negocio, y es un negocio muy grande para mucha gente. Entonces, que aparezca esta gente y con la cantidad de dinero que aparece es muy tentador para cualquier jugador. Incalculable el dinero que están dando. ¿Cómo no se le van a poner los ojos brillosos a los jugadores? Es imposible. Es imposible porque tú pones a un jugador, más allá de que es un negocio, el jugador tiene una vida útil de tantos años, tiene familia, tiene cosas... Hay un montón de factores que influyen al jugador.

'El fútbol hoy es un negocio muy grande para mucha gente. Incalculable el dinero que están dando Arabia. ¿Cómo no se le van a poner los ojos brillos a los jugadores?'

Y después, que estamos hablando de que son cifras que a los clubes les desorbitan igual, les ayuda un montón, porque no te olvides que aquí todos los años porque está el fair play financiero, porque si no, ¿cuántos clubes tendríamos que no podrían pagar, que no podrían llegar a las exigencias que mandan los mercados o las exigencias que mandan las ligas? Vamos, hoy para un club, no te digo ni un club de los más grandes ni de los que recién ascienden, un club medio, llegar a Europa es ganar el campeonato, es parte de ganar un campeonato porque tiene una entrada económica que le ayuda a superar los gastos: los gastos de los jugadores, tratar de mantener el club como se lo tiene que mantener… Entonces, esto es una rueda que va girando y empiezan a aparecer estos factores que inyectan millones y, bueno, se le cruzan los ojitos a varios.

¿Preferirías ver a Joaquín en el Valencia o en Arabia?

Te voy a contestar como papá: prefiero ver a Joaquín feliz, haciendo lo que más le gusta, así que lo dejo ahí.