Al Barça cada vez le duran menos los partidos ante el Real Madrid

El Barça es uno de los pocos equipos en el mundo que te 'permite' escribir -el principio- de la crónica del partido al descanso del mismo. Básicamente, porque sabes que si el marcador es favorable, nunca va cambiar. Las de Jonatan Giráldez se han convertido en una máquina de ganar, infalibles. Y ante el Real Madrid, son más Barça que nunca. A las blaugranas cada vez le duran menos los clásicos. En esta ocasión, en las semifinales de la Supercopa, exactamente, 12 minutos.

Los que tardaron Mariona (con dos goles) y Salma Paralluelo (con otros dos) en romper el 0-0 (amén de un gol que le anularon a Patri Guijarro). Las dos, con el permiso de Ona Batlle, destrozaron a un Real Madrid que se volvió a mostrar impotente ante el eterno rival. La apuesta desde el banquillo por el físico fue claro, dejando en el banco a Teresa Abelleira y alineando a Freja Siri. Pero no salió bien. A las blancas les costó un mundo acercarse a la meta de Cata Coll.

Y así transcurrió el partido, entre un quiero y no puedo del Real Madrid y una clara superioridad del Barça. Las de Jonatan Giráldez se volvieron a meter en la final de la Supercopa de España.El sábado, a partir de las 20:00h, tendrán enfrente al Levante.

Partió como falsa nueve y se fue intercambiando la posición con Salma Paralluelo, en el perfil zurdo del ataque blaugrana. Fue goles, ocasiones, fútbol, Mariona fue todo. Y fue la MVP del partido.

Si en el clásico de Liga F fue una de las mejores, en las semifinales de la Supercopa volvió a repetir actuación y rol. La mallorquina partió desde el centro del ataque culé y se movió por todo el campo. Fue retrasando su posición para que fuese Salma la que la ocupase. Como ocurrió en el encuentro de Liga. De sus botas nació el primer gol. Mariona fue la más lista de la clase y envió al fondo de la red de la meta defendida por Misa un balón suelto en el área tras el saque de un córner.

En su segundo, que fue el tercero del Barça, Ivana cometió penalti sobre ella. Marta Huerta tiró del VAR y rearbitró la jugada para acabar señalando la pena máxima. Y Mariona marcó el tercero en un magnífico golpeo.

Salma Paralluelo va a marcar una época. La exatleta -por momentos, parece que sigue siéndolo- demuestra su superioridad física en cada partido. Y a ese dominio físico se le une el futbolístico. Muestra de ello fue el segundo gol del Barça. Ona Batlle le robó la cartera a Athenea del Castillo, le cedió el balón a Salma Paralluelo y la atacante se encargó del resto.

Su giro, más el posterior control orientado, le sirvieron para librarse de Ivana Andrés. Después, con un simple gesto evitó a Kathellen Sousa y batió a Misa. Un gol a la altura de una futbolista de clase mundial. Tras ese tanto, y en el inicio del segundo tiempo, volvió a ver puerta. Remató al segundo palo un centro lateral de Hansen.

Mientras que el Barça seguía acechando la meta defendida por Misa -y marcando goles-, el Real Madrid daba la sensación de 'celebrar' cada vez que pasaba el centro del campo. Toril alineó a Freja Siri en el centro del campo -en detrimento de Teresa Abelleira- , apostando por darle músculo a la medular. Sin embargo, la jugada no salió bien. Al Barça apenas le duró 10 minutos el Real Madrid. A Ivana, Zornoza y compañía les costó un mundo zafarse de la presión culé y progresar en su fútbol.

Las madridistas tan sólo les metían 'miedo' en los saques de esquina. La más clara fue la de Olga Carmona (que se retiró con molestias en la segunda mitad), en la mitad del primer tiempo. La campeona del mundo disparó a puerta dentro del área y Lucy Bronze salvó el gol en la línea de meta. Todo lo demás, un monólogo culé.

Poco se habla, para lo buena que es, de Ona Batlle.Uno de los mejores fichajes culés que se recuerdan. Como es habitual, la ex del Manchester United partió desde el lateral zurdo. Sin embargo, a nadie le extrañaría si dijésemos que fue extremo. Se convirtió en la pesadilla de Athenea -tanto en defensa como en ataque- y de Oihane Hernández.

Puro pulmón, aprovechó el espacio libre que le dejaban Mariona y Salma Paralluelo para hacer de las suyas. Se internó una y otra vez, tanto por dentro como por fuera, por el carril zurdo. Otra memorable actuación de Ona, y ya van...

La imagen de las gradas de la segunda semifinal de la Supercopa poco tuvo que ver con la del día anterior, en el partido entre el Atleti y el Levante. Con una preferencia y una tribuna muy pobladas -los fondos estaban, prácticamente, vacíos-, se pasó de los 1.000 y pocos aficionados a los cerca de 7.000. Además, los ánimos fueron repartidos, con mucha afición del Real Madrid y otros tantos del Barça.