Los 'barones' conspiran para frenar a Tebas y ver si hay Plan B a Pedro Rocha o se entregan a FIFA y Silvero
Fallaron al no reservar 21 avales por si la justicia variaba la hoja de ruta y ahora dejarán claro que, pese a una intervención, mandan.

Cada que vez que se produce un nuevo giro de guion en la Real Federación Española de Fútbol hay que comprobar cómo respiran las Territoriales y los barones que las gestionan. Para algunos, por su edad en algunos casos y por su incuestionable liderazgo autonómico en otros, parecen actores secundarios en esta novela. Cuando en realidad fueron, son y serán claves. Ellos son los escuderos del presidente en cuestión, las piezas más determinantes en la recopilación de los protocolarios avales -como ha quedado de nuevo claro al arropar de forma unánime a Pedro Rocha y conseguirle más del 75% de los apoyos de la Asamblea- y los que volverán a ser decisivos en el futuro de una institución que pierde crédito a raudales.
Por eso en las últimas horas se han multiplicado las llamadas entre el núcleo duro que forman 10-12 directivos de este selecto grupo de 23 (ya hay muchos que ni pinchan ni cortan desde hace tiempo por hartazgo y la desconfianza de la dirección) y por eso también están pidiendo una Comisión de Presidentes de urgencia en Madrid o telemática. Necesitan pactar los siguientes pasos en este brete sin fin con el objetivo de lograr la estabilidad y, más que nada, de que todo cambie sin que se mueva ni un centímetro lo básico y fundamental, que es su liderazgo y autoridad en la casa y lo que verdaderamente preocupa a más de uno. Hasta ahora lo que se han producido son conversaciones informales -a veces a tres, otras en un grupo numeroso como la de anoche- y conspiraciones en el mejor de los casos. Son los más encendidos con la grave situación, que curiosamente son los que le entregaron el aval a Rocha con la nariz tapada, los que quieren convertir las palabras en hechos cuanto antes.
En primer lugar, una buena parte de estos presidentes ve inadmisible que Rocha pueda seguir hacia adelante en mitad de este esperpento. Son aquellos que desde septiembre se han situado enfrente por unas formas de operar que al final les han arrastrado. Marcelino Maté (Castilla y león), Salvador Gomar (Valencia), Pablo Burillo (Castilla-La Mancha), Juan José Arencibia (Las Palmas), Paco Díez (Madrid) y los cuatro vascos (Javier Landeta, Kepa Arrieta, Manu Díaz y Mardones) insisten en que ya no se puede sostener que la candidatura del extremeño pueda representar a la RFEF al estar ya investigado y expedientado. Suena tan soez su postura de seguir como si nada como aquella huida hacia adelante de Rubiales el 25 de agosto con la Asamblea de la vergüenza en la que dijo que no dimitiría cinco veces.
Aunque Rocha no está condenado por nada, y debe prevalecer la presunción de inocencia por encima de todo, muchos de sus compañeros entienden que hay demasiadas cosas en juego (Mundial 2030, la Eurocopa, los Juegos...) como para desechar la oportunidad de poner fin al sainete, abrir las puertas y ventanas y comenzar a resucitar desde una zona cero en Las Rozas que empieza a ser ya un socavón de una profundidad infinita. La dimisión sería el gesto que todos esperan de él y, sin embargo, pocos ya lo esperan. Basta con leer su último comunicado para saber que morirá con las botas puestas. Y ahí es donde ya se puede decir que existe una gran división con la que todos quieren acabar si no quieren ver cómo las soluciones aportadas en forma de intervención les afecta directamente a ellos antes o después.
Encendido debate
Los presidentes no quieren cometer otro error después del que perpetraron la semana pasada y por el que ahora se tiran de los pelos. Varios deslizaron que la mejor opción era destinar una remesa de 21 avales (más o menos) de los 107 que había recopilado Rocha para poder presentar a otro presidente territorial por si la justicia acorralaba al veterano directivo, como ha sucedido finalmente. Rafael Louzán (Galicia), Monje Carrillo (Murcia), Joan Soteras (Cataluña), Diego Martínez (Melilla) y algún despistado más dijeron que no hacía falta porque ni el juzgado de Majadahonda ni el TAD iban a tocar un pelo a su adorado líder... Esos mismos son los que ahora, cuando la Junta Electoral no ha podido proclamarle presidente por otra impugnación en marcha de Miguel Galán (CENAFE) y tendrá que esperar al 26 de abril si alguien no le frena antes, le siguen arengando. Le dicen que no ha hecho nada y está limpio y que, justo por eso, lo que tiene que hacer es tirarse con valentía al monte.
El resto de barones, sin embargo, ha sacado ya las quinielas de los candidatos dentro de la casa que podrían abanderar el plan B. La conclusión es sencilla: sólo quedan en pie un par de perfiles que podrían ser alternativas de cierto consenso si se restan a los investigados por el Caso Soule, los que no serían nunca presidentes porque conocen sus límites, los que no conocen sus límites pero se los recuerdan a diario los demás y los expedientados por el TAD por pertenecer a una Comisión Gestora que se extralimitó en sus funciones desde que dimitió Luis Rubiales: Joan Soteras (Cataluña), Pablo Burillo (Castilla-La Mancha), Óscar Fle (Aragón), José Ignacio Gómez Mardones (Vizcaya), Rafael Louzán (Galicia), Cuetos Lobo (Asturias), Marcelino Maté (Castilla y León), Alejandro Morales Mansito (Tenerife), Pep Sansó (Baleares), Pablo Lozano (Andalucía) y Paco Díez (Madrid). Los privilegiados que quedan en la RFEF serían, por preparación y conocimientos, Manu Díaz (Guipúzcoa) y Salvador Gomar (Valencia). El problema (otro) es que el primero bastante tiene con sus empresas y descarta meterse en estos líos, y el segundo está bastante desmotivado con lo que se está viviendo y no tiene las ganas que poseía hace meses de liderar una corriente interna donde estarían muchos de los culpables de esta triste situación.
Manu Díaz (Bergara, 1965) es Licenciado en Derecho (1988) por la Universidad del País Vasco, Máster en Coaching y Liderazgo de Equipos por la Universidad de Mondragón y ha dado clases en títulos de postgrado en la Universidad del País Vasco y ha sido profesor en UNED. Es presidente del Consejo Intertextil Español, patronal de referencia de la industria textil, fue jugador, entrenador y director deportivo del Bergara Kirol Elkartea. Y lo más importante: fue el que allá por el mes de septiembre, cuando se inició este embrollo en la RFEF, llegó a presentar un boceto de programa de lo que debería ser una Federación como la española. Algunos lo entendieron como un claro guiño de que se estaba postulando como alternativa, pero él enseguida lo negó y lo puso en común, entregando una copia a cada uno, por si alguien sí tenía esa inquietud y quería ampliar sus ideas al servicio del grupo. Desde entonces se ha mantenido al margen, fuera de la Gestora y otros órganos de control, y si acaso se ha expresado ha sido en privado o con críticos artículos de opinión.
Salvador Gomar (Valencia, 1965), por su parte, es abogado y Máster en Derecho Deportivo por la Universidad de Lleida. Era miembro de la Junta de 2018, presidente de la Liga de Fútbol Aficionado de la RFEF, forma parte del Comité Ejecutivo de Fútbol Playa de la RFEF y del Comité de Fútbol Femenino. Su pasión por el fútbol y el mundo federativo le viene de su padre, Salva Gomar Asturiano, que fue uno de los dirigentes más importantes del Valencia CF de finales de los 70 y principios de los 80. Desde septiembre se ha postulado como opción opositora a Rocha y ahora anda bastante contrariado: por no haber dado el paso al confirmar las dudas de los que en principio le animaban y porque, más tarde, se vio empujado a tener que darle el aval a Rocha para no dejar a su federación aislada con las consecuencias que ello conlleva.
Marionetas de Tebas y la FIFA
Pero sean ellos u otros, todos están de acuerdo en que alguien tendría que coger la responsabilidad. Si son capaces de mantener las líneas prietas e ir todos a una, el candidato que presenten en estas o en unas elecciones completas (Asamblea y presidencia) si interviene FIFA, tendrá todas las de ganar. Como sucede siempre. Pero si hay división, como ocurrió cuando se presentó Larrea contra Rubiales... El problema (uno más) es que los que estarían dispuestos a dar el paso no quieren ser floreros ni marionetas de Javier Tebas (LaLiga), como confirman en privado que se estaba convirtiendo ya Pedro Rocha. De hecho, han dejado claro que sea quien sea el elegido hay que frenarle ya antes de que sea tarde. "La verdadera intervención está siendo la suya", reconocen varios dirigentes a Relevo tras conocer que el presidente de LaLiga ha recurrido la imputación de su colega. Y los que estarían dispuestos a ejecutar a la perfección ese papel de hombre de paja no serían votados por una mayoría.
Por eso, a estas horas hay varios presidentes que no ve tan mal la intervención de FIFA. Primero, para no soliviantar más a un Gobierno que está de uñas y en el que Pedro Sánchez comienza a remangarse. En segundo, porque si se hace una transición pacífica, nadie va a tocarles sus preciadas parcelas. Y en tercero, porque si el máximo organismo del fútbol mundial decide imponer un gobierno normalizador en Las Rozas que garantice la paz y la estabilidad de la institución en este proceso electoral, igual se cumple un deseo compartido de antaño. Y ese no es otro que el del aterrizaje de un ex de la RFEF y uno de los hombres más valorados dentro de la FIFA, el español Emilio García Silvero. Muchos presidentes territoriales consultados reconocen que ellos irían de su mano si decidiera presentarse este mismo año. El problema (que no será el último) es que su hermano está siendo investigado también por los contratos de la Federación con Gruconsa porque era el responsable de infraestructuras.
Las Territoriales prefieren a García Silvero antes que a David Aganzo (AFE), alternativa siempre latente, o otros actores como Carlos Herrera, Eva Parera, Gerardo González, Javier Lozano o González Calvo que ya calientan en la banda.