CRISIS EN LA FEDERACIÓN

Los 9 'barones' insumisos pedirán a Pedro Rocha un careo de urgencia entre nervios y sin Del Bosque

Quieren una Comisión de Presidentes y que explique la carta de Blanco, qué hay de la auditoría forense y de los pactos con Tebas.

Salvador Gomar (a izquierda, presidente de la territorial valenciana), en septiembre junto al presidente Pedro Rocha./GETTY
Salvador Gomar (a izquierda, presidente de la territorial valenciana), en septiembre junto al presidente Pedro Rocha. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Pese a que el hartazgo y los festivos han traído aparentemente algo de calma en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en la última semana, la realidad es que la procesión va por dentro, los nervios van a más ante tanto movimiento e incertidumbre y las hostilidades no han menguado. Basta hacer una ronda de llamadas y tomar un par de cafés para comprobar que queda mucha tela por cortar.

Los recientes despidos y los últimos nombramientos tienen al personal y el comité de empresa con las orejas tiesas. Y la división entre los presidentes de las Territoriales, que son los pilares de la casa, es total. Hasta el punto de que, según ha podido saber Relevo, los nueve barones que escribieron hace unas semanas una carta al CSD buscando auxilio quieren exigirle ahora por escrito a Pedro Rocha que reúna a la Comisión de Presidentes de manera presencial y urgente para analizar el estado de la cuestión con detalle y sin prisas. Si el 17 de abril su movimiento fue invitando a la colaboración, el próximo será algo más asertivo.

Si no lo han hecho antes es porque han esperado a que el presidente de la RFEF tomara posesión (lo hizo el pasado 26 de abril), se familiarizara con su nuevo despacho donde ya ejerce con plenos poderes en la tercera planta de la Ciudad del Fútbol y abordara las situaciones más prioritarias de la institución, que son muchas y variadas al estar descabezada tras el Caso Brodie y los tejemanejes con Gruconsa. Y ya de paso también han tirado de paciencia para ganar tiempo y esperar a ver si el CSD se atrevía a reunir a su Comisión Directiva, algo que no ha sucedido, para decidir sobre la posible suspensión del dirigente extremeño y la Comisión Gestora, y ver si el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tomaba partido por alguno de los temas candentes (Tebas y la denuncia del Real Madrid por CVC) que podrían afectar al fútbol español. Una vez que han comprobado que todo sigue igual, han decidido dar otro paso.

Los presidentes con voto en la Asamblea que han consensuado ir al frente son los de la federación de la Comunidad Valenciana (Salvador Gomar), Castilla y León (Marcelino Maté), Madrid (Paco Díez), Castilla-La Mancha (Pablo Burillo) y País Vasco (Javier Landeta), más aquellos interterritoriales que no son miembros natos como el de Las Palmas (Juan José Arencibia), Vizcaya (José Ignacio Gómez Mardones), Guipúzcoa (Manu Díaz) y Álava (Kepa Arrieta). Todos quieren aclarar algunos puntos que les han terminado por distanciar de la dirección en las últimas semanas, intentar acercar posturas en varios puntos que aún son salvables y, sobre todo, saber hacia dónde se dirige exactamente la Federación. "Hay hartazgo y un clima importante de desconfianza", reconoce la mayoría.

Todo el mundo, en uno y otro bando, quiere evitar que las Territoriales se fracturen por completo por todo lo que ello conllevaría de cara a unas futuras elecciones en septiembre. Y aunque los fieles a Rocha empezaron hablando con cierto desprecio y despreocupación por la continuas reivindicaciones de sus colegas, ahora ya van viendo el peligro que puede acarrear una Guerra Civil en clave electoral. Esos 9 barones tienen ascendencia sobre casi 500.000 licencias de las 1.100.000 que hay en el fútbol español, a la espera de lo que suceda en Cataluña con el rochista y vigilado Joan Soteras (unas 170.000) de aquí a las próximas elecciones. Si este grupo de directivos disconformes con la gestión es capaz de tender puentes con LaLiga y AFE, ya sea presentando un candidato de consenso interno (Gomar) o uno externo de campanillas (un Mateu Alemany o David Aganzo), presentarían una dura batalla a Rocha en su intención de perpetuarse al menos hasta 2028.

Rocha sólo tiene ahora mismo una fluida relación con alguno de ellos, como Marcelino Maté, debido a su trayectoria, poso y experiencia en la casa. Y de vez en cuando se telefonea con alguno más porque le llaman, no porque lo haga él. Pero con los demás casi no intercambia una palabra y la táctica es dar largas con un "ya hablaremos". De hecho, el entorno del presidente anda más que enfadado con Manu Díaz por haber sido uno de los cabecillas en la redacción de la carta de la discordia al Gobierno -"que no quiere enseñar"- y por varias de sus declaraciones en una reciente entrevista concedida a Relevo para analizar la situación. Con ellos y el resto de trabajadores, la dirección de la RFEF se relaciona mayormente mediante comunicados oficiales. Así es que como, por ejemplo, el pasado martes se enteraron con un email a las 18:52 que ya había nuevo secretario general (Álvaro de Miguel) y vicesecretario (Óscar Callejo), sin aclarar la información que desveló este medio sobre el desplazamiento de Alfredo Olivares (negocia su salida) y Elvira Andrés del máximo puesto ejecutivo de la RFEF.

Las intenciones

Los nueve presidentes rebeldes quieren preguntarle cara a cara la próxima semana a Rocha (y no telemáticamente como en las últimas ocasiones) por varios asuntos que afectan directamente a la organización. Quieren ser informados de primera mano de los cambios realizados, del plan a seguir, de las propuestas que hay en marcha e incluso de cómo va el dossier y la elección de sedes para el Mundial 2030. Eso, en líneas generales. Pero también quieren tener la oportunidad de preguntar por asuntos mucho más concretos que nadie les ha explicado y sólo se ha podido saber de ellos por la prensa. Entre ellos, las modificaciones que ha habido recientemente en la Mutualidad, de la que Rocha fue presidente y dejó a cargo a Mardones cuando decidió empezar la carrera electoral. O algunas prácticas de la Comisión Económica puesta en solfa por diversas investigaciones judiciales. E incluso la composición de una Junta Directiva de fieles que no es nada integradora ni representativa de todo el fútbol nacional.

También, según varias fuentes consultadas, la intención de este grupo de presidentes es la de que se aclare el documento desvelado en exclusiva por Relevo en el que Alejandro Blanco (COE), Pedro Rocha y Rafael Louzán (Galicia) pactaron y firmaron por su cuenta la hoja de ruta de la RFEF en los peores momentos de esta crisis. Además, quieren saber qué hay de aquella auditoria forense anunciada a bombo y platillo por la RFEF el 27 de marzo, así como las promesas que -temen- se le han hecho a LaLiga y a Javier Tebas para reconducir las relaciones, y el funcionamiento concreto de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación organizada por el Gobierno y que ya lidera, supuestamente, Vicente del Bosque pese a que nadie sabe ni ve absolutamente nada.

En Las Rozas siguen al frente los de siempre, con fuerte ascendencia extremeña y con Antonio Retamosa 'Jessy' y Rafael Louzán como jefes de operaciones, y por allí, más allá de la tensión acumulada por las entradas, salidas y próximas nominaciones, no hay caras nuevas en nombre del CSD, de la UEFA o de FIFA. "Andan negociando", recalcan en la RFEF. Tanto es así que Rocha, y no otro, entregará este domingo el título de Liga al Real Madrid en Valdebebas.