ESPAÑA - BRASIL

Las circunstancias extrañas que envuelven los España-Brasil: un árbitro 'investigado', dos no goles y una foto de 10.000 dólares

La historia no miente: la 'canarinha' es gafe para la Selección.

El gol que no subió al marcador de Michel cante Brasil en 1986. /ARCHIVO
El gol que no subió al marcador de Michel cante Brasil en 1986. ARCHIVO
Enrique Ortego

Enrique Ortego

En brasileño (portugués) sería azar, azarento o azarado. En español, simplemente diremos que, futbolísticamente, Brasil es gafe para España. Cuando las dos selecciones se han cruzado por el camino desde 1934, que lo hicieron por primera vez, casi siempre ha sucedido algo negativo para la que entonces era la Furia y mucho después, con Luis Aragonés, pasó a ser la Roja. Tres fechas están especialmente marcadas en los enfrentamientos directos. Las tres en Mundiales: Chile 62, Argentina 78 y México 86. En todos ellas se sucedieron circunstancias extrañas que negaron a la Selección la victoria. Unas más graves que otras. Las dos primeras no tuvieron remedio. En la tercera, se solucionó con dos victorias en los siguientes partidos del grupo clasificatorio.

Antes de entrar en profundidades, no está de más recordar que fue precisamente Brasil el primer rival de España en un Campeonato del Mundo. Fue en el segundo de la historia, el disputado en Italia en 1934. En ese estreno, la Selección era ya la Furia, apodo asimilado, por su comportamiento en los terrenos de juego tras los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920, en los que se ganó la medalla de plata y se derrotó a Brasil con claridad (3-1). Fue el preámbulo del atraco en los cuartos de final contra la Italia de Mussolini. En el Mundial del 50, en Maracaná, los de la verde-amarelha se tomaron cumplida revancha (6-1) y la siguiente cita fue ya en Viña del Mar (Chile), en 1962. Hasta allá viajamos.

Una selección denominada la ONU

Ahí se vivió la primera batallita de la trilogía en cuestión. España regresaba a la gran cita mundialista, tras sus ausencias en Suiza 54 y Suecia 58, con una gran nómina de individualidades. En Chile se le denominó como el equipo de la ONU. Además del entrenador, Helenio Herrera, que era argentino, estaba Di Stéfano, nacido en Buenos Aires; Santamaría, uruguayo; Puskas, húngaro; y Eulogio Martínez, paraguayo. La Selección cayó en un grupo con Checoslovaquia, que acabaría siendo finalista; México y Brasil, posterior campeón. Derrota ante los checos (0-1), victoria ante los verdes (1-0) y todo en juego en el desafío contra Brasil.

Di Stéfano, con una lesión desconocida, tampoco pudo jugar ese tercer encuentro y con la eliminación se quedó sin jugar un minuto. "Con el tiempo pensé que mi misteriosa lesión fue provocada por tanta verdurita y tanta pastillita que nos daba H.H. Perdí peso y se me descompuso la musculatura", sentenció Don Alfredo en su biografía Gracias vieja, amargado por no haber podido participar como protagonista en un Mundial.

"Nunca me he podido explicar por qué el árbitro me anuló el segundo tanto de chilena. No tenía a nadie delante. Se puede ver, hay imágenes de ello. Podíamos haber ganado a Brasil, nos poníamos 2-0"

Adelardo Rodríguez Internacional en el Mundial de Chile 62

Su ausencia se compensó con la baja de Pelé, que se había lesionado (desgarro muscular) en el partido anterior del grupo. H.H., que formaba tándem técnico con Pablo Hernández Coronado, hizo cambios en relación a los encuentros anteriores y entre los incorporados estaba un joven, entonces más extremo que centrocampista, del Atlético de Madrid llamado Adelardo Rodríguez. Fue su debut internacional. Entró por Luis del Sol, que acababa de ser traspasado por el Real Madrid a la Juventus. Tenía 23 años y a los 35 minutos adelantó a su equipo. La jugada y todo lo que sucedió en el partido está grabado en su memoria seis décadas después. "Jugué con el 18. Mi gol fue una pared rápida con Puskas y rematé desde fuera del área con la derecha ajustada al poste. La verdad es que estaba un poco nervioso por cómo se dieron las circunstancias del debut. La clasificación en juego y enfrente Brasil, que aunque no tenía a Pelé, y estaban Garrincha, Vavá, Zagallo, Djalma Santos... y Amarildo, que fue el recambio de Pelé y quien nos marcó los dos goles en la segunda parte".

Adelardo posa con la Selección.  ABC
Adelardo posa con la Selección. ABC

Pero entre su gol y los del delantero brasileño, Adelardo marcó otro de chilena. Un golazo. El tanto está en Youtube para ser visto y comentado. "En la jugada previa, el árbitro había sacado fuera una acción de penalti de Nilton Santos sobre Collar. Señaló la falta fuera y producto del lanzamiento me llegó el balón de rechace y rematé como pude, me salió una chilena o una tijera, pero era la única forma de llegar al balón. No tenía ningún defensa delante, ni nada, pero me pitó falta. Era el 2-0. No sé qué hubiera pasado después, pero estábamos jugándoles de tú a tú. Ellos echaban en falta a Pelé".

El árbitro en cuestión era de la casa, Bustamente, hijo de árbitro y muy reconocido en la FIFA por ser un gran relaciones públicas. Nadie entendió la anulación del tanto a España y poco después de finalizar el Mundial, un periodista brasileño inició una investigación sobre el colegiado en cuestión y ofreció los suficientes datos como para pensar que su decisión no fue fruto del azar sino de estar bien estructurada. Se escribió en la Prensa sobre un posible soborno. La FIFA inició una investigación que se quedó en nada, pero la realidad fue que Bustamente cayó en desgracia y se quedó para arbitrar partidos locales y de poca trascendencia. Adelardo escuchó la historia en su tiempo, pero ya era demasiado tarde. Brasil siguió en el Mundial hasta ganar la final y España volvió a casa con la desilusión de quien piensa que tenía que haber llegado más lejos...

Un defensa llamado Amaral...

Brasil se vuelve a cruzar en el camino de España en el Mundial 78. La canarinha ya era por aquel entonces tres veces campeona del mundo (1958, 62 y 70) y coincide otra vez en el mismo grupo de clasificación en la fase final. La inesperada derrota en el estreno mundialista ante Austria (1-2) convierte en una final el duelo contra los brasileiros. Ganar o ganar. Kubala sorprendió dejando a Pirri y Rexach, dos fijos, en el banquillo. Para desgracia del equipo español, el encuentro se resumió en una jugada mediado el segundo tiempo. Desde entonces, el protagonista de la acción, Julio Cardeñosa, vive con esa cruz sobre sus hombros. Nunca se la podido quitar y en parte ha minimizado su brillante trayectoria profesional, que le permite ser hoy todavía el cuarto jugador con más partidos en la historia del Betis, después de Joaquín, Esnaola y Gordillo. Ni que estuviera a punto de fichar por el Barcelona y que suyo, precisamente, fue el maravilloso centro que permitió a Rubén Cano marcar el gol de Belgrado ante Yugoslavia, que clasificaba a la Selección para ese Mundial argentino...

"Siempre se unió mi error al futuro y parece que la culpa de que no nos clasificáramos fuera solo mía y aquello fue un fracaso colectivo. Ya me hubiera gustado a mí meter dentro ese balón"

Julio Cardeñosa Internacional en el Mundial 78

La entereza con la que Julio Cardeñosa ha llevado durante todos estos años aquel 'no gol' es digna de elogio. Lo recuerda con resignación. "Cada vez que llega un Mundial o jugamos contra Brasil recibo media docena de llamadas, como mínimo, para que cuente lo que he contado mil veces. La verdad es que no me importa repetirlo porque no me siento culpable. Cometí un error, lo sé, pero lo que no acepto es que se me culpe de que no pasáramos a la segunda fase. Aquello si fue un fracaso, fue colectivo, de todos. Tampoco le ganamos el primer partido a Austria... De aquel Mundial se podrían escribir incluso más cosas de las que se han escrito".

Cardeñosa posa con la camiseta de España.  ABC
Cardeñosa posa con la camiseta de España. ABC

Se refiere Julio, elegante, humilde, buen conversador, a todo lo sucedido en la concentración del equipo nacional en La Martona. Un lugar indigno para la concentración de una selección que preparaba un Campeonato del Mundo. Cardeñosa sonríe, pero ni confirma ni desmiente, cuando se le recuerda que un compañero suyo, en el vuelo de regreso a España, le dio las gracias por no haber acertado con aquel balón que le cayó muerto. "No hubiéramos aguantado ni un día más en La Martona y se hubiera montado, bien montada, mejor volver a casa cuanto antes".

"¿Ah, que tengo que explicar cómo fue la jugada? Pues, precisamente, la comencé yo en el centro del campo, con una apertura a Uría, que centró sobre el área. Saltaron Óscar, Santillana y Leao, el portero brasileño, que debió pensar que llegaría con sus puños por encima de la cabeza de Charly, pero se equivocó. Yo había seguido la jugada y me encontré ahí el balón muerto, más o menos a la altura del punto de penalti. En ese momento vi la portería vacía y quizás tuve mucho tiempo para pensar. Como el césped, que estaba recién plantado, estaba mal, con tepes, resbaladizo porque había llovido, preferí no rematar sobre la marcha...

... El primer control con la derecha se me fue un poco largo y quise asegurar un poco más. Nadie me avisó de que llegaba un defensa corriendo hacia la raya. El último bote fue alto y el balón se me enredó un poco. Cuando rematé ya estaba allí Amaral. Como he visto en mi cabeza tantas veces la jugada, hace tiempo que llegué a la conclusión que todo fue por asegurar. Si hubiera tirado de primera... Aún así Leal volvió a rematar, pero ya había tres brasileños sobre la línea, incluido el portero, que volvieron a sacar el balón y yo mismo pude tocarlo otra vez pero ya tenía enfrente una montaña...".

El empate sin goles ante Brasil, que, en circunstancias normales, debería haber sido un buen resultado en un grupo de cuatro selecciones no lo fue. En el tercer partido los brasileños ganaron a Austria y aunque España hizo lo propio con Suecia (1-0), se clasificaron los Krankl, Prohaska, Schachner y compañía y los propios brasileños salvados por Amaral.

10.000 dólares por la foto del 'no gol' de Míchel

Y como no hay dos sin tres, ocho años después, o lo que es lo mismo, dos Mundiales más tarde, en México 86, el sorteo quiso que españoles y brasileños quedaran encuadrados en el mismo grupo junto a Irlanda del Norte y Argelia. Esta vez el enfrentamiento servía para abrir el grupo. Estadio Jalisco de Guadalajara, la casa de Brasil, que jugaría allí todo el torneo. Era el estreno de ambos. Máxima igualdad hasta el minuto de la polémica. Bien es verdad que Brasil dominaba el partido, pero sin excesivo peligro.

"Creo que el linier vio la jugada perfectamente pero no se atrevió a darlo. Desde su posición la jugada estaba clara, lo tuvo que ver... Nunca pensé que después el 'no gol' tendría tanta trascendencia"

Míchel Internacional de España en México 86

Entonces fue cuando llegó el minuto 55 y el saque de esquina lanzado desde la izquierda lanzado por Víctor. Saltaron Maceda y Sócrates y el balón salió rebotado y cayó en el radar de Míchel,que estaba perfectamente colocado en el borde del área a la espera de un posible rechace. Controló con el pecho y remató con la derecha fuerte y colocado, el esférico se estrelló en el larguero de la puerta defendida por Carlos, botó dentro y salió despedido hacia el campo... El juego continuó y el árbitro, un australiano llamado Chris Bambridge, volvió a señalar córner.

La realidad es que los jugadores españoles tardaron en reaccionar. No reclamaron el gol de manera inmediata. Maceda, posiblemente el más cercano a la línea de gol, porque había saltado a cabecear el lanzamiento de córner, fue el primero en correr hacia el árbitro. Los demás fueron llegando poco a poco. Camacho se mostró como el más convencido. La reacción del colegiado fue extraña. Intentó alejarse de las protestas con zancadas hacia atrás. No se quedó plantado. Los suplentes y los técnicos españoles, desde el banquillo, reclamaron al linier, David Socha, estadounidense, que no había levantado la bandera para señalar el saque de centro, ni se había movido de su sitio, esperando la decisión de su 'jefe' de turno. Le dijeron de todo, pero ni se inmutó.

Otra toma del no gol de Michel a Brasil.  ABC
Otra toma del no gol de Michel a Brasil. ABC

Míchel, como en el caso de Cardeñosa, también ha tenido que repetir mil veces su versión de la jugada. Para él la culpa fue del juez de línea. "Él tuvo que ver que el balón bota dentro. Como lo vio Víctor, desde el otro lado, que fue quien lanzó el córner. El portero además cayó sobre la raya y el balón está por detrás suya. Creo que no se atrevió a pitarlo, pero lo tuvo que ver. Yo ese día pasé el control antidoping y los jugadores brasileños nos reconocieron que había sido gol". Minutos después de esa acción, se produjo una muy parecida en el área española. Careca remató violentamente contra el larguero y el rechace botó tres o cuatro metros fuera, justo donde estaba Sócrates para cabecear a puerta vacía el único gol del encuentro.

Precisamente, durante el control urinario, Leao, el portero de la canarinha quiso consolar a Míchel. "Mira chaval, si quieres verlo por la parte positiva te vas a hacer más famoso por ese gol que no han dado, de lo que lo serías si lo llegas a marcar. Como te lo han dado será un gol eterno". Terminado el partido, la misión de los fotógrafos que cubrían el partido era buscar en sus carretes la acción de la discordia. Tuvieron que esperar al revelado y las grandes agencias se movilizaron para comprar la instántanea. Horas después, nadie sabe cómo, un empresario español residente en Miami, que viajaba habitualmente con la Selección, consiguió una copia del original y se la vendió a la revista Interviú. Se dijo entonces que el precio fue de 10.000 dólares. Días después, una copia de la foto sirvió como fondo para camisetas y hasta los jugadores compraron el recuerdo a 10 dólares la unidad.

Afortunadamente, España ganó los dos partidos siguientes a Irlanda del Norte (2-1) y Argelia (3-0) y se clasificó para octavos de final donde ganó a Dinamarca (5-1) con los cuatro goles de Emilio Butragueño. Después perdió en cuartos ante Bélgica en los penaltis. El 'no gol' de Míchel no tuvo trascendencia, pero forma parte relevante de la historia de los enfrentamientos entre ambas selecciones.