Bruna Vilamala: una joya amante del sushi, 'pasota' del móvil e incapaz de ver unos penaltis
Una de las grandes promesas del Barça acaba de renovar hasta el 2026.

A Bruna Vilamala -4 de junio del 2002- no le gustan las películas de miedo, no contesta al móvil si no es importante y una de sus aficiones favoritas es ir al Camp Nou. Bruna se transforma cuando tiene el balón en los pies. "Es lo más parecido que he visto a Messi en el fútbol femenino", llegó a decir Lluís Cortés en el canal de YouTube Estadi Johan. "Tiene un talento brutal", añadió.
Bruna es una de las grandes promesas culés -engrosa una lista interminable de talentos blaugranas-, que recientemente renovó hasta el 2026. Una de las firmas más esperadas por la afición culé. Porque la delantera se hace querer tanto dentro como fuera del terreno de juego, siendo una de las jugadoras más admiradas por los fans del Barça.
Muy querida en el vestuario
"Es una chica muy querida en el vestuario. Todo lo que desprende es positivo y difícilmente te generará un conflicto", destaca Lluís Cortés -el exentrenador del Barça Femenino, con el que las culés levantaron su primera Champions.
Bruna Vilamala debutó a sus órdenes. El 1 de febrero del 2020, la catalana disputó su primer partido en primera división. Ocurrió ante el Sevilla y cuando tenía 17 años, convirtiéndose en una de las jugadoras más jóvenes en debutar con la elástica culé en la máxima categoría.
Bruna y Lluís se conocen desde la selección catalana, cuando Bruna militaba en la sub-12. "Siempre tuvo mucho talento, una habilidad especial con el balón. Se veía desde pequeña", resalta Lluís. A pesar de su corta edad, Bruna ha superado dos roturas del ligamento cruzado. La última de ellas, superada recientemente. "Destaca por su gran personalidad. Como persona es un 10. A pesar de las lesiones, siempre ha tirado hacia adelante, ha seguido entrenando fuerte y no se ha venido abajo", destaca el entrenador que la hizo debutar en la liga y en la Champions. Seguramente, que estudie psicología también ayuda.
Amante del sushi y de Nil Moliner
Fuera del verde, colecciona manías. Siempre entrena con medias -basta con googlear: "Bruna Vilamala entrenamiento" para comprobarlo- y es incapaz de ver un penalti, entre otras. Además, quienes la conocen dicen que es difícil comer con ella por su lentitud -nada que ver con su agilidad mental, y física, con el balón en los pies-. Y que le encanta el sushi.
Lejos de desconectar, una de sus aficiones preferidas es ir al Camp Nou. Después de presenciar los dos récords del mundo desde la grada, el pasado mes de noviembre debutó en el templo blaugrana ante el Bayern, en la fase de grupos de la Champions. Nil Moliner, uno de sus cantantes favoritos, podría haber sido el cantante que compusiese la banda sonora de ese momento. Sin olvidarse de la música catalana, que también escucha con asiduidad.
«Vení, vení... cantá conmigo»
Fan confesa del Barça, vivió con especial emoción el pasado Mundial de Catar. Leo Messi, uno de sus ídolos, conquistó la primera Copa del Mundo de su carrera y Bruna guarda un gran recuerdo.
Ella y algunas futbolistas del filial blaugrana se juntaban para ver los partidos y siempre sonaba la misma canción. Aquella que dice: "Vení, vení... cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar". La canción que se convirtió en un himno para la albiceleste y para su hinchada antes y durante la celebración del torneo. Tanto se les pegó la canción a Bruna y a sus compañeras que, días después, la seguían cantando cada vez que se veían.