El 'efecto Tuchel' ya está aquí: cambio de sistema y golpe a la Bundesliga
El Bayern se impuso por 4-2 al Dortmund, con un 4-2-3-1, que refuerza la banda izquierda y sienta a Musiala en el banquillo.
Un terremoto de inesperadas dimensiones sacudió Múnich cuando la directiva del Bayern optó por destituir a su entrenador Nagelsmann, pese a continuar vivo en todas las competiciones y, entre otras cosas, sumar un inmaculado pleno de triunfos en la Champions League. En su lugar llegaba otra garantía, Thomas Tuchel, avalado por conquistar la máxima competición continental con el Chelsea tan solo un par de años atrás. Motivos aparte, la llegada del nuevo técnico se traducía en un incremento de la ilusión, aunque también con la incertidumbre de qué nuevo equipo se vería ante el giro de timón. Pues golpe en la mesa. El Dortmund ha salido arrasado del Allianz Arena, por tramos completamente noqueado e incapaz de pelear los tres puntos.
No son tres puntos cualquiera. O, al menos, hay una importante carga táctica más allá del triunfo que vuelve a situar al Bayern en la cabeza de la clasificación, con ya dos puntos de ventaja para con su rival de la tarde de este sábado. Y es que Thomas Tuchel ha introducido importantes variantes en el esquema del equipo en relación a la idea de Nagelsmann en lo que va de temporada. Es cierto que es tan solo un partido... pero era una final. Una derrota hubiera supuesto la marcha del Dortmund en cabeza. Era un examen mayúsculo y el nuevo capitán lo ha superado con creces.
Hasta ahora, Nagelsmann apostaba por un esquema basado en la libertad de movimientos de sus enormes talentos. Para ello, creía en tres centrales, con Pavard en el flanco derecho. Alphonso Davies tenía reservada la banda izquierda en exclusiva para él y Musiala gozaba de pleno movimiento en zona de tres cuartos. Como Goretzka, con espacios para vivir en las inmediaciones del área. En la otra banda, Coman ejercía de extremo, con Muller y Choupo-Moting en busca del gol. Tuchel ha querido reordenar el equipo a su manera, si bien ha respetado, en general, parte de la base de su homólogo.
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El alemán confía en una defensa de cuatro, con Pavard como lateral derecho y Alphonso Davies, ahora sí, como lateral izquierdo. Esto no implica alejarle de su naturaleza ofensiva, aunque debe compartir espacios con Coman, ahora cambiando costado. Por delante, Goretzka mantiene esa libertad de ir hacia arriba, aunque parte de una línea similar en altura a la de su compañero Kimmich. Leroy Sané parte como extremo derecho. El esquema, por tanto, es un 4-2-3-1, diferente al del técnico anterior.
Cambios puntuales... o no
Es difícil sacar conclusiones de un único partido, aunque está justificado creer que no ha sido fruto de lo puntual. Ante el Dortmund, el Bayern necesitaba los tres puntos de forma urgente. Por ello, lo natural es que Tuchel haya apostado por los hombres o el sistema en el que más confía. Y más si este es diferente al de Nagelsmann, cuando apenas ha tenido unos días para enseñar a los jugadores su idea.
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Tuchel dejó en el banquillo a Sadio Mané, Gnabry, Joao Cancelo o Musiala, aunque todos entraron en el segundo tiempo, sin variar el sistema concebido de base. Queda por ver si el propio Musiala, uno de los referentes del equipo en lo que va de campaña, se hace con un hueco en el once. Con Nagelsmann, partía como libre desde la izquierda, que era propiedad de Davies. Sin esa variante, Musiala tendría que ocupar espacios en la medular o la mediapunta de Muller.
Por lo pronto, los cambios han sido un éxito absoluto para un Bayern que ha goleado a placer al Dortmund. Solo una reacción de coraje del actual segundo clasificado le permitió recortar distancias, gracias a los tantos de Emre Can y Malen. Tuchel arranca con fuerza su nueva aventura en la Bundesliga. El Bayern es una plantilla con la que es fácil de lidiar, completa, prácticamente imparable y Tuchel ha sabido encontrarle una nueva dimensión. Un estreno digno de Hollywood.