Así es un día de partido en la casa de Xabi Alonso: "Las alegrías las celebramos en el McDonalds"
El estadio del Bayer Leverkusen cuenta con un hotel en su interior y varias atracciones para familias y niños.
Leverkusen-. Una empresa farmacéutica y un estadio de fútbol. Así se describe Leverkusen, una ciudad trabajadora ubicada entre Dusseldorf y Colonia. Apenas hay gente por la calle, todos los días son grises y casi siempre llueve. Pero también hay ratos para la alegría: sobre todo si es miércoles y juega el Bayer Leverkusen.
Familias y amigos salen de casa rumbo al BayArena, ataviados con los colores de su equipo y la camiseta de la flamante estrella del fútbol europeo. Florian Wirtz. Los aficionados del Leverkusen adoran a su guía, Xabi Alonso, con el que están haciendo historia, ya en la final de la Copa Alemana, con la Bundesliga en el bolsillo y en cuartos de Europa League.
El estadio del Bayer Leverkusen está a menos de quince minutos andando del centro, pero no hay nada alrededor. Los campos de entrenamiento del club alemán, donde se ejercitan primer equipo y cantera, y un McDonalds. En las inmediaciones del BayArena no se respira ambiente de fútbol, aunque todo cambia al dar el primer paso dentro del estadio.
El campo del Bayer Leverkusen es mucho más que un estadio de fútbol. Es el lugar donde se citan las familias, para pasar un rato juntos y ver a su equipo. Para los más pequeños, varias atracciones en las puertas del campo. Un martillo para lograr la máxima puntuación de fuerza, castillos hinchables y puestos de Currywurst, la comida típica. Salchichas troceadas con salsa barbacoa y curry, al mismo precio que fuera del campo (unos 6€).
La particularidad del BayArena es que cuentan con un hotel incluido dentro del estadio. El Lindner, donde algunos futbolistas y familiares se hospedan en sus primeros días tras fichar por el Bayer Leverkusen, o se quedan concentrados los rivales del club de Westfalia. Con vistas al interior del verde y un ambiente muy futbolero.
Agentes, ojeadores, técnicos y aficionados que visitan el estadio del Bayer Leverkusen coinciden en una frase: "Aquí las alegrías las celebramos en el McDonalds", cuenta un representante. Como no hay ningún restaurante, bar o cafetería alrededor, no les queda más remedio que ir a la famosa cadena de hamburguesas con un local enfrente del campo. Allí te puedes encontrar con personalidades del mundo del fútbol comiéndose un McFlurry.
Dentro del estadio, cuando ya va a arrancar el partido, el mejor de los ambientes. Una afición entregada, que se concentra en el fondo norte y comulga al unísono con sus jugadores. Y una masa social que llega a los 30 mil espectadores. La ciudad de Leverkusen tiene una población de 160.000 personas. "Antes no venía tanta gente al campo, esto ha sido culpa de Fernando Carro y Xabi Alonso. Le han dado otro aire a un club acomodado", cuenta Jorge, un aficionado latino de Leverkusen.
Con los cánticos y el colorido rojo y negro del estadio, la pirotecnia de los aficionados, muy presente en los estadios alemanes, que también cuidan de la prensa. Un catering para comida y cena, con salchichas, pasta y la cerveza que quieras. En Alemania el fútbol cada vez es más apetecible. Y también lo piensan muchos futbolistas jóvenes extranjeros, que eligen la Bundesliga como destino predilecto entre las grandes ligas europeas.