ENRIQUE CEREZO

Los 'cachetes' de Florentino Pérez a Diego Simeone y otras historias del día de Enrique Cerezo: "Vivir merece la pena por esto"

El presidente del Atlético presentó su libro ante la 'jet set' de la sociedad madrileña. Almeida le propuso para alcalde, a Gil Marín se le cayó una lágrima y el Cholo buscó a Florentino entre bambalinas.

Enrique Cerezo, en la presentación del libro 'Cerezo: 75 miradas y más para 75 años'. /EFE
Enrique Cerezo, en la presentación del libro 'Cerezo: 75 miradas y más para 75 años'. EFE
Manuel Amor

Manuel Amor

Enrique Cerezo levantó este jueves uno de los pocos títulos que le faltaban: el de su libro. Madrid se vistió de gala para acoger la prèmiere de 'Cerezo: 75 miradas y más para 75 años', el regalo de sus amigos (y enemigos íntimos) por el septuagésimo quinto aniversario del presidente del Atlético de Madrid, un líder hecho a sí mismo que disfrutó de lo lindo en la presentación de la obra que repasa su vida y trayectoria. La categoría del personaje quedó reflejada en la infinita y glamourosa lista de asistentes que copó los salones del lujosísimo hotel The Westin Palace, a escasos metros del Congreso y pegado a Neptuno: "Mira, Enrique, ahí nos tenemos que volver a ver en junio...".

Ni Florentino Pérez, el único hilo que sostiene en la actualidad la tirante relación entre los colchoneros y el Real Madrid, quiso perderse un acto en el que abundaron las lágrimas, el reconocimiento, los abrazos y el champán. Hasta Simeone, que llegó tarde por la lluvia y culpó al alcalde Almeida de los problemas con el tráfico, se permitió el lujo de picotear en el cóctel posterior y pecar en su fama de "deportista perfecto", como le espetó alguno entre risas. Antes de eso, y de que el argentino recibiese los 'cachetes' de Florentino, Cerezo experimentó una noche inolvidable.

En las primeras filas, sin nada que envidiar a las de las entregas de los mejores premios, se generó un crisol de conversaciones entre varias de la personas más importantes y respetadas del país. Del ámbito cinematógrafico, como el actor Santiago Segura o el crítico Carlos Boyero; del empresarial, como Antonio Garamendi (presidente de la CEOE); del político, con papel destacado para Martínez-Almeida; y del deportivo, con la presencia de Miguel Ángel Gil, Koke, Oblak, Savic, Juanfran Torres, Vicente del Bosque, Víctor Francos, Ángel Torres, Raúl Martín Presa o el propio Florentino. El abrazo entre el dirigente blanco y Cerezo cuando se encontraron fue el vivo ejemplo del cariño que se profesan y que no abandonan pese a los roces.

En un salón lleno hasta los topes, sin sillas suficientes para todos los asistentes, los periodistas Cayetana Guillén Cuervo y Roberto Gómez ejercieron de maestros de ceremonias. Enumeraron los méritos interminables de Cerezo, propietario del mayor catálogo de cine español y máximo dirigente de la prestigiosa Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales, y ordenaron subir al estrado a los invitados de excepción para responder a la pregunta que da sentido al libro.

Gil Marín, CEO del Atleti, ni siquiera pudo terminar de responder. "¿Que quién es Enrique Cerezo? Es mucho más que un amigo, que un presidente. Hemos pasado momentos muy bonitos y otros muy duros, pero en todos los picos, como el artista que es, ha demostrado ser un hombre bueno…", explicaba mientras la voz se le quebraba a cada palabra. Más entero estuvo Simeone, dispuesto a desempolvar el glosario de anécdotas: "La noche que firmé por el Atleti nos fuimos a cenar a Casa Lucio y fue él quien me dijo lo del 'partido a partido'. Antes de jugar no hablo con nadie, me meto en un túnel, y la única persona que logra sacarme y cambiarme el humor es Enrique. Es tan simple, tan humano… Se merece todo lo que le están dando".

La seriedad, que también imprimió Koke ("te agradecemos todo lo que haces por nosotros; nunca nos has montado una Cerezina"), la rompió Santiago Segura, con gorra y camisa de estampado hawaiano que chocaron con la estética dominante del traje. "Mi mejor recuerdo con Cerezo es estar en un yate en Ibiza y que me dijese: 'Hay dos vidas, esta y lo que no es vida'. ¡Ese es mi Enrique!", comentó para despertar las risas de los asistentes y conseguir lo casi imposible: que Savic, sin venirse arriba, enseñase al menos los dientes.

Enrique Cerezo, con Martínez-Almeida y Florentino Pérez.  EFE
Enrique Cerezo, con Martínez-Almeida y Florentino Pérez. EFE

Martínez-Almeida, amigo personal del presidente y reconocido aficionado rojiblanco, fue otro de los que chocó con el protocolo. "Ahora estamos muy bien, pero en el Atleti hemos vivido momentos jodidos, ¿eh? Voy a reconocer una cosa: hubo un joven Almeida que gritó alguna vez el 'Cerezo, cabrón, fuera del Calderón' y el 'Enrique Cerezo, queremos tu pescuezo'. Y puede que fuese yo...". Además, le tiró un guante: "Te veo para alcalde y yo para presidir el Atleti". La guinda la puso el protagonista, emocionado y entre sollozos al referirse a su familia: "No sé si merezco semejante reconocimiento. No me lo esperaba. Soy un hombre muy afortunado". Además de a sus padres, Cerezo reveló echar en falta a dos personas especiales: Carlos Mouriño (presidente del Celta) y José Fernández Nieto (de la Ponferradina).

Después, entre vinos y desatados los nudos, todos se juntaron y dejaron momentos curiosos. Sólo unos pocos privilegiados presenciaron una de las estampas de la noche: Simeone, divertido y con la guardia baja, levantó la mirada y encontró a Florentino en uno de los pasillos que conectaban el Salón Regio y la zona de ocio.

El Cholo no dudó ni un segundo en irse hacia él, saludarle con efusividad ("¡Presidente!") y fundirse en un emotivo abrazo con el dirigente del Real Madrid. Un recordatorio de que la rivalidad, tan presente en el exterior, apenas existe para los que están dentro. Antes de irse, Florentino sentó cátedra: "Enrique es el mejor". Y por eso, entre amigos y rivales queridos, Cerezo sintió el cariño de todos: "Vivir merece la pena por días como este".