La caída al infierno de Gascoigne: sin casa, vive con su agente y en Alcohólicos Anónimos
El futbolista inglés sigue rehabilitándose de su adicción al alcohol, que le ha llevado a ser detenido o a robar en tiendas.

Paul Gascoigne, considerado como uno de los futbolistas más importantes de la historia de Inglaterra, se ha abierto en canal para narrar su durísima situación personal. En la actualidad, lidia con problemas de salud mental y de alcoholismo y no tiene apenas recursos. La leyenda ha reconocido que no tiene casa y que vive en la habitación de invitados del domicilio de su representante.
A sus 56 años, apenas le queda dinero del que ganó en el fútbol y ha vuelto a asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos. Todo ello lo ha desvelado en una entrevista con High Performance: "Yo solía ser un borracho feliz y ya no lo soy. Soy un borracho triste. No salgo a beber, bebo dentro de casa".
Es más, reconoce que utiliza el alcohol como una medicina contra la depresión: "La gente conoce a Paul Gascoigne, pero nadie a Gazza (era su apodo). Incluso ni yo a veces. Llevo muchos años parado. Trato de no deprimirme porque el mundo ya está bastante deprimido. Y cuando estoy realmente deprimido es cuando bebo para animarme".
Gascoigne trató de que sus problemas no afectaran a su carrera deportiva y ahora cree que lo logró, que no decepcionó. Al menos, a los seguidores: "Si decepcioné a alguien fue a mí mismo, pero más bien fue por el lado de la bebida, cuando terminé de jugar". Efectivamente, el exfutbolista tuvo problemas graves con la bebida.
Como informó el Daily Mail, Gascoigne fue a rehabilitación por adicción al alcohol en 2014 y se dejó enormes cantidades de dinero en evitar recaer. Hasta se gastó cerca de 20.000 euros en una bolas anti alcohol para su estómago. De poco sirvió. En los últimos años ha admitido que siempre será un adicto y que ha sido varias veces arrestado por conducir borracho o por alteración del orden público.
"Si quiero que sea un mal día todo lo que tengo que hacer es ir al pub. Si quiero que sea un buen día, saco mi caña y salgo a pescar", expone. Algo que compagina con acudir a charlas de Alcohólicos Anónimos: "Después de asistir a un par de reuniones, seguí los pasos y uno de ellos fue encontrarme con la persona a la que culpabas y pedirle disculpas".
Es uno de los primeros pasos antes de reconocer la gravedad de su situación que le ha llevado a encontrarse con la doble cara de los aficionados del fútbol. Una vez robó una tableta de chocolate de una tienda, el vendedor le cazó, incluso le grabó, y acabó exculpándolo por tratarse de una leyenda. En otras ocasiones, acuden a su casa, le dejan botellas de ginebra en la puerta y buscan fotografiarle con ella.
Es el duro camino de una leyenda del fútbol inglés, que ahora enfrenta su partido más difícil. "Nunca me he rendido. Creo que el momento en el que me rendiré será cuando esté en una caja de madera. Aparte de eso, seguiré luchando", cierra. Paul Gascoigne y su descenso a los infiernos. Un futbolista de época que se codea con sus propios fantasmas.