Camino al Mundial 2030: cinco respuestas, Marruecos lleva la voz cantante y la próxima fecha clave
La federación marroquí tiene claro que, de no ser por ellos, el Mundial se hubiera ido a Arabia, y hacen valer este protagonismo.

Semana de mucho trabajo para las tres federaciones implicadas en la preparación del Mundial 2030. Reuniones en la RFEF, en el Metropolitano y también tiempo para relajarse y socializar con cenas en puntos estratégicos de la capital en restaurantes como Arde, o el Meliá Palacio de los Duques. "Muy buen ambiente", era la opinión mayoritaria entre los miembros de los diferentes equipos técnicos que se han coordinado estos últimos días.
Por parte española están liderados por Fernando Sanz y María Tato, junto a Jorge Mowinckel y Chema Timón. Son, en cualquier caso, los únicos que no cuentan con un presidente "formal". Tanto Fernando Gomes (sobre todo), como Fouzi Lekjaa, son los presidentes legítimos de las federaciones lusa y marroquí y los que llevan la voz cantante, al menos por ahora, aunque España haya hecho de anfitriona.
¿Qué han hecho hasta ahora? Pues en realidad es un proceso largo. Han firmado el acuerdo para seguir las reglas que rigen la candidatura. Un paso más bien formal para el siguiente gran objetivo configurar lo que se conoce como Bid Book. A partir de aquí, irá creciendo todo el proyecto hasta 2030.
¿Qué es el Big Book? Es el resumen técnico de todos los estadios y posibles sedes, y qué partidos pueden albergar. No son lo mismo las condiciones necesarias para un partido de fase de grupos, que unos cuartos, semifinal o final. Básicamente sedes, subsedes, carreteras, servicios... toda la información de la candidatura con amplio detalle de especificaciones técnicas. Tienen que entregarlo en junio. "Va a ser el mejor Big Book que haya visto FIFA en toda historia", explican a Relevo fuentes del proceso. Tiene hasta junio para elaborarlo entre los tres países.
¿Se sabe dónde va a ser la final? No. Lo que en ningún caso se está decidiendo ahora mismo es dónde se va a jugar cada fase. Repetimos: no, no se puede saber todavía si la final va a ser en el Bernabéu aunque sea lo que se haya podido ir deslizando. De hecho es que no se sabe ni dónde va a ser la final del Mundial 2026. Faltan al menos dos años para que ese tipo de situaciones empiecen siquiera a tratarse... cuando mucho menos a decidirse.
Marruecos sabe que tiene muchas papeletas
¿Qué papel tiene cada país? Teniendo claro eso, que todavía no se están asignando partidos concretos a estadios concretos, lo cierto es que el equipo de trabajo marroquí cuenta con algunas peculiaridades de las que todos son conscientes. La primera, y más importante: todos reconocen implícitamente que FIFA ha inclinado la balanza para darles el Mundial. El voto africano se hubiera ido en masa a Arabia, de no haber entrado Marruecos en la ecuación. Y eso lo saben todos. Competir con los saudíes hubiera sido una escabechina.
La discusión por la final está, como decimos, por llegar. Pero parece generalizada y extendida la idea de que va a celebrarse en el nuevo Santiago Bernabéu, cuando los integrantes del equipo técnico no tienen para nada claro este extremo. Marruecos tiene planeada la construcción de un espectacular nuevo estadio en Casablanca con capacidad para muchos más de 90.000 espectadores. Sobre el papel, será el único junto al Camp Nou y al Bernabéu que puede albergar la final. Y no hay nada que lleve a pensar que parten con desventaja. En absoluto.
La realidad es que van a intentar que todo sea consensuado. La parte lusa está fuera de la batalla porque ninguna de sus sedes en Lisboa y Oporto cumpliría las condiciones para celebrar la final. La disputa estará entre España y Marruecos y es aquí donde, al contrario de lo que parece estar extendido mayoritariamente, no está nada claro que el nuevo Bernabéu vaya a ser el que tenga más papeletas. En caso de que no haya acuerdo, sí entraría FIFA, pero ya estamos hablando de 2027-28.
"A lo mejor, para un país, es mucho más interesante albergar las dos semifinales que una final, en términos de recaudación e ingresos", explica a Relevo una fuente del grupo de trabajo. España tiene puntos a favor, claro: estadios indiscutibles en Barcelona y Madrid y ciudades sobradas de servicios para ser escogidas. Pero, ahora mismo, institucionalmente hablando, la falta de un presidente sólido no favorece a la RFEF a la hora de llevar la voz cantante. Y menos cuando su sustituto es el sucesor que escogió Luis Rubiales, justo antes de ser inhabilitado por la propia FIFA.
¿Cuál es la próxima fecha clave? El 4 diciembre. Será el día en que FIFA dará las últimas especificaciones y puede que arroje algo luz de cara a posibles sedes... aunque es muy difícil que aclare el panorama de partidos como el inaugural, o la final.
Por ejemplo: si dicen que cada ciudad que quiera ser sede del Mundial tendrá que avalar por adelantado su candidatura, habrá algunas que se bajen del barco. Valencia, por ejemplo, empezaría a tenerlo complicado. Y lo mismo puede pasar con alguno de los partidos clave.
Pero, como conclusión, este camino hacia el Mundial 2030 no ha hecho más que empezar. No están decididas ni las cosas importantes del próximo, en 2026 (México, Canadá y EE.UU.), así que mucho menos las del siguiente, pero sí que se van repartiendo los roles y España, por ahora, no tiene papel protagonista.