Reflotando diez camisetas malditas del fútbol que solo tuvieron una oportunidad: la trituradora empezó mucho antes

Al fútbol moderno se le imputan delitos tan heterogéneos como la ausencia de botas negras, el pérfido VAR, la escasez de mediapuntas creativos con el '10' a la espalda o los partidos sin horario unificado. También las camisetas del fútbol antiguo, una época que nadie sabe bien cuándo empieza y acaba, son reconocidas universalmente como más bellas. Y no solo eso, la creencia popular es que duraban varias temporadas y que el consumidor tenía tiempo para amortizar la inversión. Hoy vamos a poner una sana dosis de perspectiva repasando diez equipaciones que, entre superstición y casualidad, solo disputaron un partido en los años 90.

Empezamos con una camiseta que has visto tantas veces tuiteada, filtrada como posible equipación alternativa de la Roma o vendida en páginas web de dudosa legalidad que te parecerá imposible que se luciese en una sola ocasión. Se trata de una prenda híbrida de adidas, cuyos diseños y símbolos entraban en ebullición allá por 1992. Incluye el logotipo clásico, conocido como trefoil (trébol), y cuenta con doble presencia de marca sobre la manga. A las habituales tres franjas se unen sendos bloques que después popularizarían Alemania o el Arsenal, aunque con logo diferente sobre el pecho (el de la línea posterior adidas Equipment). La camiseta solo se utilizó en una derrota ante el Mónaco antes de convertirse en poco menos que un Santo Grial para coleccionistas. Todas las marcas que han vestido a la Roma retomaron el azul marino: Kappa en la 2000-01 y 01-02, Diadora en la 05-06, Nike en la 19-20 y New Balance en la 21-22. Le toca a adidas. No tardará.

Otra camiseta rodeada por cierta mística nos lleva a una visita del Valencia a Alemania en noviembre de 1993. Ataviado con una elegante casaca de color azul oscuro y pantalones blancos, el conjunto entrenado por Guus Hiddink cayó estrepitosamente por 7-0 ante el Karlsruher y fue eliminado de la Copa de la UEFA 93-94. El equipo había cosechado un 3-1 en la ida y había alcanzado el liderato de LaLiga justo en la jornada anterior, así que la abultada derrota fue una sorpresa en el fondo y en la forma. Las malas lenguas dicen que aquella equipación fue descartada para siempre por ser gafe, otros que se confundía con los árbitros. Sea como fuere, el Valencia pasó a jugar con una camiseta granate como segunda para el resto de la temporada. El azul oscuro, siempre sinónimo de clase, por suerte ha seguido formando parte del armario valencianista; después de Luanvi, también Nike, Joma, Kappa, adidas y Puma han apostado por él en diversas tonalidades.

La Oranje daba sus primeros pasos con Nike, una firma que siempre busca desmarcarse de lo anterior para construir una identidad (pensad en el azul marino de las camisetas de Francia tras su longeva relación con adidas, asidua al azul eléctrico). En esa línea, las tres primeras visitantes de Nike x Holanda fueron de un azul tendente al añil. En 1997, un amistoso contra Francia en París planteó un doble choque cromático entre ambas selecciones, que coincidían en el pantalón y en las medias. La solución fue una magnífica combinación blanco-azul-naranja para Países Bajos, una indumentaria que pasaría a habitar el limbo de las prendas de usar y tirar. Para el Mundial 2002, Nike innovaría con el color negro (todo un acierto) y retomaría el clásico blanco en la Euro 2004.

Uno de los cameos más fugaces del Real Madrid en los años 90 fue la tercera equipación de la temporada 98-99, muy similar a la segunda camiseta de aquella temporada, pero sin franjas horizontales y con un tono ligeramente más oscuro, si hacemos caso a las imágenes disponibles. Solo se usó en un partido, concretamente en la derrota en casa del Dinamo de Kiev el 17 de marzo de 1999. Como en otros ejemplos de esta lista, no existe una versión oficial acerca de su desaparición y tenemos que suponer que estrenarse con derrota no ayuda a ninguna indumentaria. En años sucesivos, adidas alternaría negro y azul en las prendas visitantes del Real, antes de soltarse la melena de 2012 en adelante con camisetas rojas, verdes, naranjas, grises o rosas como dictan los nuevos tiempos.

Si hablamos de prendas alternativas, el Milan vivió un verdadero idilio estético-deportivo con su camiseta blanca, sinónimo de gloria europea en varias ocasiones. Antes del curso 94-95, los rossoneri solo habían utilizado el color blanco en su ropa suplente. Sin embargo, el mercado se vuelve loco y la vanguardista Lotto no pierde la oportunidad de osar con el amarillo, el azul añil, el rojo o el negro en cuestión de pocas temporadas. La camiseta totalmente amarilla de la 94-95 pasa a la historia por haber saltado al campo solo una vez, en la final de la Supercopa Europea que el Milan conquista frente al Arsenal. Por entonces, la normativa UEFA invitaba al equipo local a cambiar sus colores, así que los Gunners disputaron la ida en Highbury de azul marino y el Milan jugó la vuelta de amarillo en San Siro. Aquel equipo era tan ganador que, en fin, casi cualquier prenda se convertía en prenda de la suerte.

Hacemos una excepción para mencionar una camiseta que tuvo dos oportunidades durante los años de Kappa como patrocinador técnico del Athletic, un periplo que se recuerda con merecido cariño. De 1991 a 1999, la firma del Omini (nombre del característico logo de Kappa con dos siluetas sentadas dándose la espalda) apostó regularmente por el azul oscuro en las casacas alternativas de los bilbaínos, que a menudo incluían detalles en rojo o en blanco. En la última temporada antes de pasar a adidas, el Athletic luciría una bella indumentaria azul eléctrico solo en sus visitas a Turín (1-1 ante la Juventus) y Trondheim (derrota por 2-1 ante el Rosenborg) en fase de grupos de Liga de Campeones. Como no todo en el fútbol moderno es peor, la actual camiseta visitante fabricada por Castore parece un bonito guiño a esta perla fugaz del armario del Athletic.

Un amistoso disputado en Wembley el 11 de septiembre de 1991 pasaría a la historia como la única ocasión en la que Alemania, recientemente unificada, vestirá la versión alternativa de su icónico modelo 1988-90. A decir verdad, los alemanes ya habían estrenado esta peculiar casaca que nunca se puso a la venta en un partido de entrenamiento frente al TSV Barsinghausen, equipo amateur, así como la selección femenina en el Mundial de 1991. Durante el choque contra Inglaterra, todos los futbolistas de Alemania saltaron al campo con prendas de manga larga y aún hoy resulta inexplicable que la primera camiseta producida tras la caída del muro de Berlín no se llegase a comercializar. Para el siguiente partido disputado con ropa visitante (ante Turquía en mayo de 1992), la selección alemana vestiría el modelo 92-94 que contaba con idénticas versiones en blanco y en verde. Considerando que adidas encara la recta final de su contrato con Alemania, ¿reedición a la vista?

De nuevo, las reglas de etiqueta en competición europea propiciaron una camiseta one-off (vestida en una sola ocasión). En condición de local, el Aston Villa tuvo que cambiar su equipación como cortesía al visitante. Los villanos tenían entonces una visitante verdinegra que no se diferenciaba demasiado de la local, así que fue necesario preparar un kit especial totalmente blanco para jugar en casa ante el Trabzonspor. Tampoco esta elástica se llegó a comercializar, ya que formaba parte de una suerte de plan de emergencia puesto en marcha por clubes como el Aston Villa o el Bordeaux, como se puede leer en un programa prepartido de la época. Por tanto, es una edición única con truco, ya que la firma Asics equipó a Zidane y compañía con una versión idéntica.

En ámbito doméstico, lo normal es que el visitante revise su dress code para adaptarse a los colores locales. Esto fue lo que ocurrió en la visita del PSG a Lyon en el curso 96-97, una temporada en la que la indumentaria del Olympique era más azul de lo habitual (sobre todo por las mangas), pero lo suficientemente blanca como para que la camiseta alternativa de los parisinos no garantizase la distinción sobre el campo. La solución fue una atractiva Third (tercera camiseta) estilo Arsenal que solo se utilizaría en aquella instancia. Nike volvió a proponer una inusual casaca roja en la 97-98 y el color ganó protagonismo de 2004 en adelante, hasta el punto de ser adoptado como camiseta titular en 2010. En los últimos cursos, ha aparecido en distintas equipaciones visitantes.

La marca española Kelme acompañó al Valladolid durante buena parte de la añorada década de los 90. Desde 1993 hasta 2001, diseñó modelos memorables y renovó con particular acierto las prendas alternativas del conjunto pucelano, jugando con distintos tonos de morado y mezclando con el blanco y el negro. En 1999 se atrevió con el color amarillo, presente en el escudo del club pero inédito en sus camisetas suplentes. La equipación con triple franja diagonal morada sobre fondo amarillo se vistió solamente en un partido de Copa del Rey, la ida de los treintaidosavos de final contra el Real Unión de Irún. El marcador fue de 1-1 y los goleadores, Labiano para los locales y Peternac para los visitantes. ¿Cuánto costaría actualmente una match worn (camiseta vestida durante un partido) del croata?