OPINIÓN

Las puertas giratorias de Simeone también afectan a Griezmann y Koke

Griezmann, tras ser sustituido por Simeone contra el Sevilla. /REUTERS
Griezmann, tras ser sustituido por Simeone contra el Sevilla. REUTERS

Los cambios del Cholo Simeone a lo largo de los partidos no suelen ser indiferentes. Nunca lo han sido. Casi siempre tienen su carga de profundidad. Rara vez utiliza las sustituciones para intercambiar cromos. Hasta cuando sustituye delantero por delantero o centrocampista por centrocampista, la permuta suele ir acompañada de un carrusel de intercambios de posiciones. Le gustan al técnico argentino las 'puertas giratorias'. De un simple cambio gira el posicionamiento de medio equipo. O casi. Ante el Sevilla, otra jornada para analizar sus decisiones en este sentido con Koke y Griezmann otra vez fuera antes del final.

Minuto 46. Gol de Llorente (1-0). Reacción inmediata. Minuto 54. Saúl por Morata. Un medio por un delantero y el correspondiente paso atrás posicional acompañado, claro está, de la reacción del rival que también adelanta sus líneas. Se juntan el hambre y las ganas de comer, pero el equipo rojiblanco ya está colocado 20 metros más atrás que antes de su gol. Dirá el Cholo que quitó a Morata, pero adelantó a Griezmann. Verídico, pero el francés estaba más pendiente de echar una mano al centro del campo que de acompañar a Correa, que ya se había convertido en el teórico jugador más adelantado del equipo... más cerca de la divisoria que de la frontal del área rival.

Minuto 65. Söyüncü por Koke. Central por mediocentro. Las puertas vuelven a girar. El turco se coloca en su posición natural y Witsel pasa del lado diestro de la zaga a la demarcación del capitán, volante central. Minutos 69. Expulsión de Soyuncu. Reinildo, 10 meses después en su puesto de central, por Griezmann, que en ese momento era el teórico segundo punta.La carita del francés al verse camino del banquillo era el reflejo de su enfado. Ni siquiera saludó a Simeone que le tendió la mano sin éxito. Es verdad que Antoine no hizo ningún gesto de mal gusto. Ni tiró el chubasquero, ni las botas. Ajo y agua. Sabedor que desde ese momento hasta el final del partido, el realizador de turno iba a pinchar su imagen unas cuantas veces, puso cara de póker, sin que apareciera esa sonrisa dentífrica que siempre le acompaña y que solo mostró al final del choque con los tres puntos en la buchaca y porque sus compañeros fueron a buscarlo.

Sin Griezmann y con uno menos, el Atleti acabó con medio equipo en posición distinta a la del principio del encuentro: Azpilicueta pasó de central zurdo a lateral derecho; Witsel volvió a central derecho donde había empezado; Reinildo entró directamente de central zurdo; Llorente pasó de lateral a volante derecho; Saúl, demasiado inadvertido, de interior izquierdo a mediocentro y De Paul, de interior derecho a interior izquierdo....

Cabe pensar que no es casualidad que Koke y Griezmann, dos titulares indiscutibles, dos referencias para el técnico, desaparezcan de la escena en momentos comprometidos para su equipo. Ambos han sido ya siete veces sustituidos cada uno en lo que va de curso: cinco en la Liga y dos en la Champions. Los cambios del capitán parecen tener relación directa con el desgaste que sufre en cada partido y que merma su rendimiento según pasan los minutos, pero los del francés tienen una menor explicación lógica por los momentos en los que se producen. Por ejemplo, los últimos: en el descanso contra la Lazio; en el 60 contra el Athletic en San Mamés con 1-0 en contra... ante el Sevilla en el 70 y con uno menos, cuando su personalidad y conocimiento del juego pueden ser vitales para guardar el balón o poner una pausa.