Carlos Aranda se libera y cuenta la montaña rusa de su biografía: "Del Bosque me salvó la vida"
El exjugador nos recibe en su Málaga natal después de años en silencio. Repasamos su controvertida trayectoria profesional y personal, marcada por el 'Caso Oikos'.

"Raúl, ¿crees que Aranda querrá hablar? Nos gustaría entrevistarle". Con la mediación de Raúl Bravo se gestó hace unas semanas esta charla en Málaga con Carlos Aranda. Son hermanos no de sangre, pero han compartido sinsabores y experiencias múltiples. Algunas de ellas nos la contó Raúl tiempo atrás, otras nos la desvela el exfutbolista andaluz. Las siguientes quedan pendientes para una cita conjunta con estos dos niños grandes a los que el fútbol y Del Bosque sacaron de la calle. "Del Bosque me salvó la vida, porque si jugando al fútbol me he metido en problemas, imagínate si no hubiese jugado. Raúl y yo veníamos los dos de la misma vida. Su padre murió de la droga, mi madre murió de la droga, los dos nos hemos criado en la calle. Somos diferentes pero pensamos igual. Ahí hicimos una amistad y hasta el día de hoy somos como hermanos. Yo creo que después de mis niños y mi mujer es la persona más importante que tengo", reconoce el exjugador, que esta temporada ha visto cómo Sandro Ramírez ha igualado su récord como el futbolista que había jugado en más equipos de LaLiga en Primera, hasta ocho: Villarreal, Albacete, Sevilla, Numancia, Osasuna, Levante, Zaragoza y Granada. "Eso habla de una persona inestable", asegura el de El Palo.
Con el Real Madrid nunca llegó a debutar en la competición doméstica, tan solo disputó dos partidos de Champions, aunque no le pesa. "Te das cuenta de que ese sueño que tú tienes es muy complicado de cumplirlo con la manera de vivir que hemos tenido nosotros y la cabeza como la teníamos. Si la cabeza que yo tengo ahora la hubiese tenido con 18 años, yo hubiese jugado toda mi vida en el Madrid", analiza tan firme y contundente como cuenta episodios complicados de su familia y de su vida, desde la muerte de su madre a causa de la heroína, el paso por la cárcel de su tío Salvador, cómo sus abuelos le sacaron adelante a él y a "quince hermanos y cien primos hermanos" o su última etapa en terapia junto a su mujer para "dejar de hacer daño". "Mi mujer es la que me centra a mí, porque mi mujer pasa unas etapas jodidas conmigo por mi mala cabeza pero ella lucha porque está en que ella tiene que luchar por mí. Ella consigue que yo madure y que yo me centre y que me dedique a lo que realmente es importante en mi vida, que son mis niños, que es ella y que son los negocios", confiesa Aranda, que entretanto deja un sinfín de anécdotas de su carrera con Ronaldo, Raúl González o Del Nido. Porque hablamos de vida y fútbol. También sobre el 'Caso Oikos', pero esa segunda parte la publicaremos en unos días. Ninguna de las dos tiene desperdicio.
Carlos, ¿cómo es tu día a día ahora? ¿A qué te dedicas?
Pues la verdad es que estoy contento porque tengo una familia, nos va bien en todos los sentidos y estoy bastante contento aquí. Me levanto a trabajar con las empresas de mi mujer, le ayudo en todo. Tenemos una empresa de cigarrillos electrónicos, de vapers desechables, y otra que hemos creado nueva de productos de Amazon. Yo me dedico más a las compras y ella a la gestión del negocio en sí. Yo, al final, como tengo mucha influencia y conozco a mucha gente, lo que hago es intentar expandirla por toda España. Y la verdad que mi día a día es ése, por la mañana dedicarme a los negocios y por la tarde a la familia, a la niña, a los niños y a mi mujer.
Hablas de los negocios de tu mujer, porque los tuyos con las casas de apuestas se acabaron tras el 'Caso Oikos', ¿no?
Sí, yo monté los salones de juego. Cuando dejé el fútbol me quedé un poco desubicado, sin saber lo que hacer. Me vino un amigo de Italia y me propuso este negocio, que yo lo desconocía, e invertimos en el primer salón. Vimos que era muy rentable y montamos dos más. ¿Qué pasa? Que con ese negocio pasó lo que pasó con el tema de las apuestas, y seguí con ellos, pero no era un negocio que me llenase mucho, porque vi a mucha gente pasarlo mal. Lo hablé con mi mujer y decidimos venderlo. ¿Que nos iba muy bien? Sí, la verdad que ganábamos mucho dinero, pero a la vez nos íbamos a casa bastante preocupados, porque no era un negocio en el que nos sintiéramos orgullosos de lo que estábamos haciendo. Decidimos vender eso y comprar un restaurante. Y en la primera semana del restaurante, ella me hizo la pregunta: '¿No notas algo diferente?' Y le digo: 'Sí, que aquí la gente se va contenta'. También nos generaba bastante dinero, era un chiringuito de playa, pero era totalmente satisfactorio. Los salones de juego, por mucho que se vaya una persona contenta, al día o a la semana siguiente se va a ir descontenta. Y también venían muchas madres de niños que le habían quitado la paga, le habían cogido la tarjeta, le habían cogido esto... Estaba creando un negocio donde estabas haciendo mucho daño a las familias, entonces, decidimos venderlo y es lo mejor que hicimos.
Y tú de familias sabes un poco. La tuya, 'Los Aranda', es muy conocida y, tristemente, no para bien. Sois muchos miembros y no habéis tenido una vida sencilla, ¿no? Al menos, en tu caso.
A ver, mi familia tiene muy mala fama en Málaga, pero no porque sea mala, sino porque aquí vivimos en un barrio en que todo el mundo se aprovecha del apellido. Aquí va un niño a una discoteca y tiene un problema y dice que es Aranda, va a cualquier lado en Málaga y dice que es Aranda, entonces al final el apellido… Nosotros somos una familia muy unida, cuando hemos tenido problemas nos hemos unido mucho, porque somos una familia que pasamos una juventud. La juventud antiguamente aquí no es como ahora. Ahora hoy en día ya nadie se pelea, nadie va a la discoteca a buscar problemas, ya la gente ha cambiado el concepto de ir a los sitios a divertirse. Tú antiguamente sólo escuchabas peleas. Entonces, cuando había un problema, mi familia era una familia que estaba muy unida y nos defendíamos mucho entre nosotros, y lo seguimos haciendo. Somos muy protectores de nosotros y eso te crea como miedo a las demás familias, pero realmente mi familia es buena. Lo que pasa es que es muy grande y algunos hemos cometido errores en la vida y otros han pagado por los errores que hemos podido cometer nosotros.
Somos 15 hermanos y 100 primos hermanos, pero de los 100 a lo mejor hay 90 que van por un camino bueno y 10 que -y yo me incluyo-, a lo mejor, hemos podido coger un camino malo. Esos 90 están pagando lo que hemos hecho esos 10. Pero mi familia ha cambiado mucho, mi familia ahora mismo es una familia muy tranquila. Eso fue en otra época, donde mis abuelos eran personas de un nivel alto económico porque tenían empresas de pescado, fábricas de pescado, tenían restauración, pero claro, al tener tantos niños tú no puedes controlar que todos te salgan bien.
Y a ver, la mala fama la tenemos por algo. Yo no voy a decir que somos unos santos. Algo hemos hecho mal nosotros para crear esa mala fama, a lo mejor los que hablan es porque nosotros a lo mejor le hemos hecho algo. La fama no viene por gusto. Yo siempre pongo el mismo ejemplo.Cuando venía del colegio, llamaban a mi abuela y le decían: 'Es que tu niño ha hecho esto, tu niño ha hecho…' Y yo siempre decía que la profesora me tenía manía. Y mi abuela me dijo un día: '¿Pero todos los profesores te tienen manía?' Ahora que soy grande yo lo entiendo. Entonces, la fama la tenemos por algo. Viene de muy atrás, de otras generaciones que nosotros hemos seguido manteniendo esa mala fama. Y limpiarla es muy difícil, ya está jodido limpiarla. Lo único que podemos hacer es llevar un buen camino y por lo menos, no es que la limpiemos, pero que nuestras próximas generaciones no sigan el camino que nosotros cogimos y seguimos. Ahora queremos inculcarle a los niños otra educación, pero siempre con los valores que nosotros hemos tenido.
"Mi madre y dos tíos murieron por la droga. Mi madre ni fumaba tabaco, pero se echó un novio, empezó a salir de marcha y a tomar heroína. Se volvieron vagabundos"
Exjugador del Real MadridLos que no fueron por el mejor camino fueron tus padres, ¿verdad?
Mi madre. A mi padre lo conocí con 24 años. Fueron mi madre y dos tíos más que se murieron por la droga. Cogieron el camino de la heroína, que en esa época era desconocida. Mi madre ni fumaba tabaco, pero se echó un novio, empezó a salir de marcha, empezaron a tomar esa sustancia y al final es una droga que a la gente de los 80 ha matado a todo el mundo. Se habrán librado los que se han podido quitar y se cuentan con las manos, pero esa droga mató a todo el mundo y no es que los mató, es que los convirtió en vagabundos, porque pierdes el respeto, te vas de tu casa porque le robas a tu madre, le robas a tus padres, al final te echan de tu casa. La cocaína destroza también todo, pero esta droga es como que te hace ensuciarte, como que te hace tirarte a la calle. La cocaína es muy cara y no se la puede permitir todo el mundo, pero la heroína era muy barata, con mil pesetas (6 euros) en aquella época tú ya te habías saciado el día. Una droga que se llevó a tres personas que todo el mundo dice en mi familia que eran las más válidas.
¿Cómo lo recuerdas? ¿Cómo lo viviste? A partir de ahí tengo entendido que te crían tus abuelos.
Yo era muy chico, pero es verdad que me acuerdo perfectamente. Yo tendría unos 9, 10, 11 años. No era consciente de lo que ella hacía. Yo me fui con mis abuelos antes de que mi madre se muriera, porque ya mi madre cogió un camino que no me iba a poder mantener. Tuve un problemilla jugando con una escopeta en la casa, me pegaron un tiro aquí (se señala el esternón) de perdigón, entonces mis abuelos ya decidieron: 'Al niño nos lo llevamos'. Me he criado con mis abuelos y con mis tíos, y la verdad que hicieron conmigo un buen trabajo, sobre todo, mi abuela. A mi abuelo le doy mucho mérito también, porque mi abuelo no crió a 15 hijos, crió a 15 hijos y a los hijos de sus hijos, y yo viendo lo me cuesta a mi criar a mis niños he dicho: 'Mi abuelo, el mérito que tuvo para poder criar a toda esta gente'. Yo estoy agradecido a mi familia porque me ha dado una educación y unos valores que a lo mejor mi madre no me podría haber dado aunque me hubiese quedado con ella, y más años. Yo hubiese visto cosas peores con mi madre que lo que he visto en mi casa. He visto que se quieren todos, una familia unida y a mis abuelos que son muy trabajadores. Después te vas haciendo más mayor y mis tíos se van haciendo más mayores y al final cada uno elige su vida como quiera elegirla.
Cuéntanos lo del perdigón, por favor. ¿Qué pasó? ¿Quién te disparó?
Había una escopeta de perdigones en un mueble, empezamos a jugar y un amigo mío que era de allí de La Palmilla cogió la escopeta y se pone: '¿A que te pego un tiro?' Y yo: 'Pues venga, venga, venga', jugando como niños, que no sabíamos lo que era. Pues le dio al gatillo y me pegó. Entonces, fueron a sacarme el perdigón y ya desde ahí mi abuelo me llevó para casa. Me salvó la vida como aquel que dice. Hemos vivido muchas cosas…
Decías que tus tíos se han hecho mayores y cada uno ha optado por una vida. Te pregunto por tu tío Salvador, un nombre que siempre se ha asociado contigo en temas de narcotráfico, ajustes de cuentas y blanqueo de capitales…
Mi tío Salvador para mí es la persona más importante que hay en mi familia, porque cuando yo era jovencito él se echó la responsabilidad de criarme a mí, tuvo dos gemelos también y tuvo que tomar una decisión en su vida: 'Yo no estoy preparado, no tengo estudios, no tengo a lo mejor un nivel para un trabajo para poder mantener a mi familia. Yo a lo mejor soy bueno en otras cosas'. Al final él ha salido inocente de todo. Que sea culpable o sea inocente eso lo dicta un juez. Tiene unos valores que yo a día de hoy no los he visto en nadie. A día de hoy, él está asociado con mi familia en temas de los negocios, está montando tiendas de Amazon. Yo me quedo con que las decisiones que él haya tomado, yo estaba fuera de su vida, yo me he dedicado al fútbol y él lo que haya hecho o dejado de hacer era cosa suya. Después, a él lo detuvieron, lo metieron en la cárcel, cuando salió, le acusaron de blanqueo de capitales y de tráfico de drogas. Al final se demostró que ni una cosa ni la otra y le devolvieron todo.
Yo no te puedo decir que es narcotraficante ni que ha blanqueado dinero porque es inocente. Que la gente lo pueda pensar o que yo pueda llegar a escuchar cosas de él, pero yo en ese momento yo estaba fuera de ese entorno del que él supuestamente hacía, yo lo que sé es que él se dedicaba a la construcción y a la venta de coches en esa época. Que por detrás estuviese haciendo cosas… Lo juzgaron antes de tiempo la masa social pero el juzgado le dio la razón. Lo único que te puedo decir es que es una gran persona, es un buen padre de familia y es una persona noble, mala persona no es. Y él ha pasado 10 años jodido porque ha estado esperando un juicio donde le estaban pidiendo 17 años de cárcel. Esos 10 años que tú estabas esperando estás pagando también una condena, psicológicamente: todo bloqueado, todo quitado y sin dinero. Pero bueno, le han dado la razón, se lo han devuelto todo y gracias a Dios está volviendo a su vida normal y está montándose sus propias empresas, y Dios quiera que le vaya bien porque la está montando con los negocios de mi mujer.
Y en medio de esas dificultades en tu infancia y adolescencia aparece el Carlos Aranda futbolista. ¿Cómo se pudo dar?
¿Sabes qué pasa? Que mi familia es futbolera. Ellos, mis tíos, eran futbolistas. Estuvo uno en el Valladolid, otro en el Málaga. Es más, a día de hoy tenemos dos niños, uno en el Atlético de Madrid y otro en el Real Madrid, que es Saúl Aranda y Guillermo. También tenemos más generación que están jugando en el Málaga, en el Palo. Somos todos jugadores de fútbol, lo que pasa es que yo soy el que he llegado más lejos. Unos ojeadores del Madrid fueron a ver a un jugador y yo tuve la suerte de ir a jugar contra ese equipo. ¿Qué pasa? Que a ese partido yo voy, siendo dos años más pequeño que todos ellos, y ganamos 0-3 y marco yo los tres goles y hago un partido allí que... Yo sin saber que estaban. Cuando termina el partido se acercan a mí y me dicen: 'Oye, queremos hablar con tus padres'. Y yo digo: 'Yo no tengo padres'. Entonces hablan con mi entrenador y me mandan a hacer unas pruebas. Cuando nos vamos a ir dice: 'Bueno, ya le llamaremos', entonces mi tío le dice a Del Bosque: 'No, no, llamaremos no. Tenemos al Barcelona también'. 'No, no, que le llamaremos para firmar'. Entonces ya nos quedamos tranquilos porque sabíamos que nos quedábamos en el Madrid.
Y ya a raíz de ahí me fui al Madrid y bastante me tuvo que aguantar Del Bosque (se ríe), porque tú piensa que yo venía de aquí sin normas. Mi vida era una vida sin normas. Yo la única norma que tenía era un respeto que le tenía a mi familia y a mis tíos mayores, nada más, yo después en la calle mi vida era libre. De ahí a meterme en un hotel, encerrarme a las nueve de la noche, tener que comer, a las once tener que estar en la habitación. Para mí fue complicado los primeros meses, pero eso es lo que me salvó la vida realmente, porque si jugando al fútbol me he metido en problemas, imagínate si no hubiese jugado. (Risas).
¿Quién te salva más la vida, el Madrid o Del Bosque?
Del Bosque, Del Bosque, porque es la persona que me hace a mí ser la persona que soy, me hace ver cómo es la vida y los valores que tienes que tener. Yo el respeto sólo se lo tenía a mi gente, yo a la gente que no era mi gente no le tenía respeto, entonces allí conocí que había que tener respeto a todo el mundo. Él me llamaba mucho a su sala. Yo creo que fue una apuesta personal, no para que fuera futbolista, para que fuera mejor persona. Él sabía que yo futbolista iba a ser, pero a gente como yo, con las condiciones que yo he tenido y con la mitad de comportamiento que yo haya tenido, las ha echado del club. Pero con Raúl (Bravo) y conmigo era algo personal que él tenía, porque 'no tienen padres, no puedo fallarme a mí mismo'. Porque Del Bosque si algo tiene es que es una gran persona. No es que lo diga yo, yo creo que lo dice todo el mundo. Yo ahora lo comprendo, él se iría a su casa diciendo: 'A estos dos niños yo los tengo que salvar', y para él yo creo que fue una satisfacción ver que esos dos niños jugaran en el Madrid e hicieran su carrera deportiva. Nosotros siempre le estaremos agradecidos a él. Ha sido un padre futbolístico para nosotros.

Te rescata también cuando estás a punto un día de fugarte al aeropuerto.
Eso es que yo llevaba poco tiempo y tenía un compañero de Las Palmas, Núñez, que después me lo encontré de compañero en el Numancia. Él tenía una novia y él es canario y yo era malagueño, al final nuestros climas eran muy parecidos y estábamos todo el día: 'No veas, aquí encerrados y toda la gente en la playa, que si esto, que si lo otro', y él un día no le dijo nada a nadie y cogió un billete de avión y se fue para Las Palmas. Cuando llegué a la habitación él me había puesto una carta: 'Mira, lo siento, amigo, pero me he tenido que ir, no aguantaba aquí'. Yo tenía mi novia también y me quería ir. Entonces yo llamé a mi tío, 'que yo me quiero ir', llorando, y mi tío me puso a mi amigo: 'Que no, que tienes que ser fuerte, tienes que aguantar'. Digo: 'Bueno, vale, pues venga, mándame dinero para ropa', y me mandaron dinero. ¿Y qué hice yo? Me compré mi billete de avión, y cuando me iba a ir para el aeropuerto aparece Del Bosque porque ya se lo había 'enchivatao' otro compañero. No me dejó irme. Me dijo: 'Aguanta sólo una semana, tú aguantas un poco, estate tranquilo, tú no te puedes ir'.

Me fui con el equipo a un torneo a Valladolid cuatro días y ahí es cuando me lo pasé bien, porque eran partidos contra el Barcelona, el Atlético de Madrid, era un torneo muy guapo, me lo pasé muy bien y fui el mejor jugador del torneo, entonces ya mis compañeros como que me miraban de otra manera. Eran todos niños educados y buenos y yo era el rebelde. Yo decía: 'Esto no cuadra conmigo, estos son pijitos, esto conmigo no va', yo estaba incómodo ahí. Entonces, cuando me fui allí a jugar y vi que me trataron muy bien todos, ya yo lo vi todo diferente, ya no me quería ir, ya me quería quedar porque ya estaba disfrutando de lo que me gustaba a mí.
"Después de mi niños y mi mujer, Raúl (Bravo) es la persona más importante que tengo"
Con el que mejores migas hiciste fue con Raúl (Bravo). ¿Cómo era en aquella época?
Raúl era un sobreviviente, un tío de supervivencia. Él ya llevaba un año. Raúl tenía problemas familiares también, con su madre, con sus hermanos, pero él no ganaba dinero allí, ganábamos un sueldecito, pero Raúl era un tío que siempre se las arreglaba. Raúl, si tenía que gastarse en desayunos equis dinero, él no se gastaba el desayuno, él se levantaba a las 4 de la mañana, llegaba a un acuerdo con el del hotel, abría el buffet, se hinchaba de coger cosas y se las subía para arriba. Me acuerdo que yo conocí a Raúl diciéndole: 'Mira, perdona, ¿tú sabes dónde hay una peluquería?' El tío me llevó a la peluquería, pero valía mil pesetas (6 euros) el pelado y me hizo pagarle mi pelado más el suyo. Era un tío que siempre te sacaba algo a cambio. Yo siempre he dicho que aprendí mucho de él porque él siempre ha salido adelante con todas las dificultades, siempre ha tenido para darle ese sueldecito a su madre, y al final yo lo he valorado mucho. Yo he aprendido muchas cosas de él, es un buen negociante, es un tío vivo, un tío espabilado, y al final veníamos los dos de la misma vida. Su padre murió de la droga, mi madre murió de la droga, los dos nos hemos criado en barrios bajos, nos hemos criado en la calle. Somos diferentes pero pensamos igual, entonces ahí hicimos una amistad y hasta el día de hoy somos como hermanos. Yo creo que después de mis niños y mi mujer es la persona más importante que tengo.
Y esos dos niños pasan de la calle al vestuario del Madrid, con Casillas, con Hierro, con Figo, Zidane… ¿Cómo se asimila eso?
Pues eso se asimila… Mira, te voy a contar una anécdota que nos pasó cuando nos fuimos a jugar a Rusia, a Moscú. En el avión de vuelta se había metido un pájaro en el motor y saltaron las alarmas, y estábamos dando vueltas porque teníamos que tirar gasolina porque no se podía aterrizar con el tanque lleno. Había jugadores llorando, como Helguera, porque le tenía pánico a los aviones. Había mucha gente llorando pensando que nos íbamos a estrellar. Esa semana jugaban el domingo contra el Barcelona y estábamos Raúl, Morientes y yo hablando en ese momento de pánico y yo le digo a Raúl: '¿Tú te imaginas que se estrella el avión? Nosotros dos nos salvamos y el domingo somos titulares contra el Barcelona, hazme caso a mí. Que van a palmarlo todos pero nosotros nos metemos en la cabina, por ahí, pero nosotros nos salvamos'. Para que tú veas. Ahora le tengo pánico a los aviones, pero en esa época no me daba miedo. Imagínate la ignorancia mía que yo decía que me iba a salvar.
"Si yo hubiese tenido la cabeza que tengo ahora con 18 años, yo hubiese jugado toda mi vida en el Madrid"
Al final es una experiencia muy bonita porque estás jugando con los mejores jugadores del mundo, estás entrenando con ellos, y tú eres un niño y tu sueño es ése, pero te das cuenta de que ese sueño que tú tienes es muy complicado de cumplirlo con la manera de vivir que hemos tenido nosotros y la cabeza como la teníamos. Si yo hubiese tenido la cabeza que tengo ahora con 18 años, yo hubiese jugado toda mi vida en el Madrid, pero esas personas que están en el Madrid sí estaban preparadas mentalmente para estar en el Madrid. Mira, Raúl sí estaba preparado, porque Raúl era diferente a mí, Raúl era un superviviente, yo no, yo era un tío de impulsos, por eso he estado en tantos equipos, porque como yo viese que la cosa no iba conmigo me iba corriendo. Raúl no, Raúl ha tenido más paciencia, ha sido más inteligente que yo y le ha sacado mucho provecho a lo que es su vida deportiva. Yo no le he sacado el provecho que le tenía que haber sacado, pero es lo que yo siempre le digo: hemos sido felices y lo hemos pasado bien, que es lo que importa.
¿Qué futbolistas te marcaron más de aquel vestuario? ¿Con quién tenías más relación?
Ronaldo Nazario, Roberto Carlos, Seedorf. Mira que estaban Hierro, Raúl, Guti... Pero con los que más roce yo tuve son con esos jugadores porque me identificaba más en su forma de vida y en su forma de pensar que en la de los españoles. No porque fueran peores que ellos, sino porque ellos venían también de la pobreza y de la calle. Al final eso es una conexión que tienes, me ha pasado en todos los vestuarios. Ellos se volcaron más conmigo que los propios españoles y es algo que a mí siempre me ha molestado mucho, no es porque sean españoles, sino porque vosotros también venís de la cantera del Madrid. El trato que hemos recibido de los jugadores que han venido de la cantera del Madrid no ha sido malo, pero no ha sido el que yo esperaba, sin embargo, de estos jugadores sí he recibido ese trato: me han invitado a su casa a jugar a la Play, me han llevado a cenar, me han llevado a la discoteca. Yo no recuerdo nunca que Raúl me haya dicho: 'Vente a mi casa a cenar'. Hierro sí porque es malagueño y es un vínculo que tenemos, su representante era nuestro representante, él nos cuidaba como si fuéramos sus hijos del Madrid, es entendible, pero después ha habido jugadores en la primera plantilla que yo me he llevado una decepción por el trato que hemos tenido.
Yo, por ejemplo, cuando he sido jugador del Zaragoza, del Osasuna, y ha venido un chico de la cantera, yo me he volcado mucho en el chico, le he ayudado en todo, y mis compañeros son los de mi equipo pero a estos niños hay que ayudarlos. Primero, hay que enseñarlos y segundo, hay que ayudarlos, porque tú has venido de ahí también. Y es algo que Ronaldo, Seedorf, Roberto Carlos, con Guti sí tuve buena relación con él, pero había jugadores ahí de mucho peso que tú decías: 'Tío, estos no te hacen ni caso, ni te hablan'. Al final, también es entendible, es un equipo de estrellas, entrenan pero después se van para sus casas y cada uno tiene su vida, no es como un equipo como es un Zaragoza, un Osasuna, un Villarreal, que son clubes más familiares.
"Me hubiese gustado que Raúl me hubiese arropado un poquito más, porque para mí él era una figura muy grande"
El Madrid no es un club familiar. Bueno, ahora sí, ahora se ve que es un club familiar, que hay una armonía muy buena también por el entrenador, porque el entrenador es un tío que lo lleva muy bien, es lo que tú tengas también de jefe. Es más, yo me acuerdo que el Madrid ganó una Liga, en la que nosotros entrenábamos todos los días con ellos, fue la de Del Bosque, y fueron a cenar y por una reunión que tuvieron con Florentino, Del Bosque fuera y Hierro fuera. ¿Tú crees que eso pasaría ahora mismo con Ancelotti? ¿Tú crees que Ancelotti gana una Liga y Florentino lo va a echar? Al final, es lo que te digo, que un vestuario es como el que manda en el vestuario, que es el entrenador, quien quiere cómo sea el vestuario y que los jugadores te lo permitan, porque al final los jugadores son los que mandan. Un grupo de jugadores no está contento y el equipo va a ir mal, ¿quién paga? El entrenador. Es lo que me dijo a mí una vez Del Bosque: 'No es lo mismo echar a uno que a 24', y a lo mejor el bueno es el entrenador y los otros son los que hay que echar, pero no es fácil.
Entonces, Raúl te decepcionó.
No, Raúl no me decepcionó, sino que venía de la cantera y no he tenido un trato con él como yo lo hubiese tenido con otros, pero no es que me decepcionara. Raúl era un tío muy serio, pero es que sigue siendo así. Era serio en el vestuario y dentro del campo. Raúl es una gran persona, porque no te puedo hablar mal de él, pero me hubiese gustado que él me hubiese arropado un poquito más, porque para mí él era una figura muy grande, y lo es. Yo lo respeto mucho porque para mí ha sido, después de Cristiano Ronaldo, el jugador más importante del Real Madrid. ¿Que me hubiese gustado? Sí. Al final, también él tiene su vida y él tiene sus problemas.
Es que también me pilló en una época que el Madrid, aunque ganara las dos Copas de Europa, no era una época buena del Madrid: a nivel de Liga, de vestuario. Era un vestuario muy complicado. Es que empezaron con el vestuario de los Galácticos y eso trajo muchos problemas, porque yo veo a Ronaldo que no entrena y que no corre y después llega al partido y te mete tres goles y yo estoy harto de correr y estoy harto de entrenar y no llego a la altura de éste, eso jode. Después viene Beckham, que lo traen porque supuestamente vende camisetas, cuando era un pedazo de jugador también… Son tantas cosas, y que lo iban a ganar todo y en un mes lo perdieron todo: perdieron LaLiga en un mes, perdieron la Copa de Europa en un mes y perdieron la Copa del Rey. Es que lo iban a ganar todo. Te digo yo que ganan las tres competiciones y no hubiese pasado nada. Al final el Madrid es: o ganas o está todo mal.
El nombre que ponías por encima de todos de aquel vestuario es Ronaldo Nazario. ¿Nos cuentas, si quieres, cómo te tiene guardado Raúl Bravo en su móvil?
Ronaldo 9 o Ronnie 9, ¿no? (Se ríe). Algo de eso, porque es mi ídolo y él lo sabe. Para mí Ronaldo es el mejor jugador de la historia. Yo respeto que digan que sea Messi, Maradona, Pelé, pero lo que yo he vivido y lo que he visto, no he visto una cosa igual. Yo creo que he visto a un prototipo perfecto. Ronaldo era algo que yo a día de hoy no lo he visto, era anormal la fuerza que tenía, la velocidad que tenía, el regate que tenía. Tú ves a Messi, a Cristiano Ronaldo, a todos, y cuando encaran al portero hay veces que fallan, éste nunca fallaba, éste era 100% efectividad. Éste encaraba al portero y el portero o lo tiraba al suelo…
"Yo respeto que digan que sea Messi, Maradona, Pelé, pero para mí Ronaldo es el mejor jugador de la historia. Yo no he visto una cosa igual. He visto a un prototipo perfecto"
Mira, yo tenía un compañero cuando jugaba en el Sevilla, que era Esteban, un gran portero, y yo me acuerdo que estábamos jugando en el Bernabéu y Ronaldo lo encaró y él no le salió, él se quedó parado, y Ronaldo le metió un gol mirando para allá (gira la cara) y le metió un gol para allá, y le digo: 'Esteban, ¿tú por qué no has salido? Tú eres un tío rápido, que sales, y dice: 'Hombre, porque yo no voy a ser el cachondeo del Canal+, ¿tú qué quieres que a mí me saquen en el Canal+ tirado por los suelos durante toda la semana? Que me meta el gol rápido, que voy a coger la pelota y que se la lleven para el centro'. Y me quedé flipado. Y es verdad, tú te pones a analizar a Ronaldo cuando encara al portero y les hace una maniobra que a todos los deja tirados en el suelo, y éste dijo: 'Yo me quedo parado y que meta el gol y ya está'. Si él dice que se lo iba a meter igualmente, pero dice: 'Prefiero quedarme parado a salirle y que me haga un amago para allá, salga corriendo yo para allá y esté todo el mundo cachondeándose de mí durante una semana'.
Un Madrid en el que tú juegas sólo dos partidos de Champions…
Y gano dos Copas de Europa (dice en mitad de la frase).
…y ganas dos Copa Europa (en el 2000 y 2002, aunque en ese mercado de invierno fue cedido al Numancia) en las que participas en dos partidos lejos del Bernabéu, ante el Molde y el Lokomotiv de Moscú. ¿Te quedó algún recelo por no haber jugado más en el Real Madrid?
No, ¿sabes por qué? Porque yo tengo que ver de dónde vengo y cómo vengo. Si yo voy sin educación deportiva, si yo voy con la cabeza como la tenía, que yo mi sueño era el sueño de cualquier niño joven: tener buenos coches, ir a las discotecas, a los mejores reservados… Ése era mi sueño. Mi sueño no era otra cosa que tener dinero, como no lo tenía de pequeño, yo sólo pensaba en tener dinero. Como el dinero me llegó muy rápido, pues ya mi sueño se había cumplido, entonces ya mis expectativas ya no eran las mismas que cuando no tenía ese dinero. A lo mejor no me dan ese dinero y me dicen que para ganar ese dinero tengo que jugar en el primer equipo durante equis años, pues lo consigo y me quedo durante equis años jugando en el primer equipo, pero con 17 años ya me pagaron mi primer contrato, entonces ya es que para mí era muy difícil. Yo no tenía paciencia tampoco, yo no iba a aguantar estar en el banquillo como ha estado gente joven. Por ejemplo, Lucas Vázquez o Nacho, que son unos pedazo de jugadores. Yo soy una persona que no estoy dispuesto a estar sentado en un banquillo. Yo puedo estar sentado en un banquillo un par de jornadas, tres, pero que yo pueda luchar para jugar. Tú en el Madrid no puedes luchar para jugar, tú con Ronaldo, Owen, Raúl, Morientes, ¿tú que vas a jugar? Tú no puedes jugar ahí. Tú vas a estar ahí como estaba Portillo. ¿Tú crees que Portillo iba a jugar en el Madrid? Iba a salir tres ratos, iba a meter tres goles pero iba a volver al banquillo, y yo en el banquillo no podía estar porque yo lo pasaba muy mal. Yo prefiero estar en un equipo peor pero jugar, porque a mí lo que me gustaba era jugar.
"En el Madrid no puedes luchar por jugar. Con Ronaldo, Owen, Raúl. Morientes, ¿tú que vas a jugar? ¿Tú crees que Portillo iba a jugar?"
Me fui al Villarreal y me acuerdo que Ronaldo le dijo a Del Bosque que no me fuera: 'No te lleves a ése que es un buen delantero', pero Del Bosque le dijo: 'No, si es que el que se quiere es él'. Entonces él me cogió a mí en su casa, se puso a hablar conmigo, me intentó convencer y yo le dije: 'Ronnie, yo quiero jugar, yo tengo 20 años, yo necesito jugar, yo con vosotros no voy a jugar. ¿Sabes los que sois ahí?' Y él entonces dijo: 'Vale'. Hice un buen año en Albacete y Ronaldo me invitó a su casa a comer y me dice: 'He hablado con Florentino, Florentino me ha dicho que te va a repescar y te vas a venir', y yo le dije: 'Yo no me voy a ir, porque tengo una oferta en Sevilla y quiero estar cerca de mi casa y el Sevilla es un equipo de Europa también, y me quiero ir a Sevilla. Ronnie, yo no quiero ir al Madrid, porque en el Madrid no voy a jugar, es que voy a volver otra vez a la misma. Me va a tener el míster todo el rato en el banquillo sentado, porque estás tú y Raúl'. 'Que tú te comes a Raúl'.
Digo: '¿A Raúl? Raúl es el más grande que hay en el Madrid después de ti, a Raúl no se lo come nadie. Raúl es más fuerte que todos de cabeza, tiene más calidad que todos, define mejor que todos. Para mí Raúl era el mejor de todos. Decía todo el mundo: 'Raúl no tiene nada', y yo decía: 'La gente no entiende de fútbol, Raúl lo tiene todo. 'No tiene golpeo'. Raúl tiene golpeo, porque mete goles de fuera al área, mete goles de falta. 'Raúl no va bien de cabeza'. Mentira, va de los mejores de cabeza. 'Raúl no define bien'. Es el que mejor define, y encima el que más corre. Para mí Raúl era el mejor, pero mi ídolo era el otro porque el otro era un fuera de serie, era diferente.
Ronaldo quería tenerte cerca sí o sí.
Es que él quería que yo volviese porque decía que yo era en España lo más parecido a él jugando, él decía: 'Es que tú eres el que más te pareces a mí en todo el fútbol español, porque tú eres rápido, tienes regate', y yo decía: 'Ya pero el que está ahí es mejor que yo', porque es verdad, Raúl era mejor que yo cien veces, pero no mejor que yo, mejor que todos, pero no era mejor que él.
"Irme al Sevilla fue el error más grande de mi vida, porque estoy cerca de Málaga y estoy cerca de mi gente. No me centro en lo que me tengo que centrar"
Exjugador del Real MadridTe vas del Madrid, pasas por Numancia, Villarreal y Albacete, Ronaldo te quiere repescar pero te vas al Sevilla. ¿Qué te ofrecía Sevilla y el Sevilla? Del Nido te presenta como una de sus estrellas.
El Sevilla me da que está cerca de Málaga y… ¿te digo la verdad? Ése fue el error más grande de mi vida, porque estoy cerca de Málaga y estoy cerca de mi gente. ¿Qué pasa? Que yo no me centro en lo que me tengo que centrar. Cuando estoy en el Albacete ahí sí me centraba, y después me lo pasaba de puta madre; yo tenía un grupo de amigos, de compañeros de mi edad en el Albacete, y salíamos de marcha, pero después en el campo lo dábamos todo. Teníamos un entrenador de puta madre, César Ferrando, que nos entendía a todos perfectamente. Era un tío que decía: 'El que no venga a cenar un jueves tiene multa', y había en el equipo compañeros a los que las mujeres no les daban salir para cenar y tenían que venir por cojones, y él lo decía, pero es que tú no ibas a cenar, es que él decía: 'La primera copa me la tenéis que invitar en el sitio que yo vaya', y ¿sabes lo que hizo ese entrenador? Que nos salváramos.
Entonces, cuando yo voy a Sevilla me encuentro un grupo muy familiar, pero me encuentro Málaga cerca. Yo, cuanto más lejos estuviese de Málaga, mejor rendía. Yo tenía una oferta del Sevilla y tenía otra oferta del Valencia. Si yo me hubiese ido al Valencia, que yo no fui porque elegí el Sevilla y el Valencia firmó a Villa -él estaba en el Zaragoza y yo estaba en el Albacete, hicimos muy buen año los dos-. Mi error fue el venirme aquí. Si yo me hubiese ido allí o al Atlético de Madrid, porque César Ferrando se fue allí y me dijo que me fuera con él, pero yo le dije: 'Allí está Torres'. Dice: 'Bueno, tú conmigo juegas'. Le digo: 'No, no, allí estando Torres no juega nadie, porque Torres es 'El Niño' del Atlético de Madrid'. Entonces me dice: 'Bueno, tienes una oferta del Valencia', y yo le digo: 'Valencia o Sevilla, los dos estaban más o menos a la par, y digo: 'Me voy a Sevilla que está cerca de mi casa'. Y fue un error.
Valencia es una buena ciudad, yo después estuve viviendo en Valencia, pero Sevilla es una ciudad diferente. La gente de Sevilla ve a los jugadores de Sevilla y del Betis como si fueran los del Madrid, y el que yo fuera a los sitios y me trataran como una estrella a mí me mató. Yo prefería ir a un sitio que me vieran bien como jugador y mi familia cerca y mis amigos cerca, porque vivía de noche. Yo estaba más pensando en las mujeres y en la noche que en el fútbol, por eso en Albacete yo lo pasé muy bien, porque estaba pensando en el fútbol.

Después en Osasuna también hice un buen año porque también estaba pensando en el fútbol, pero ya me vine aquí cerca y para mí ese fue el mayor error. Y te digo una cosa, el presidente es un tío de puta madre, y si ese presidente estuviera ahora mismo en el Sevilla, el Sevilla no estaba en esa situación, porque el tío será lo que quieras, pero el tío gestiona el club como nadie, y al final tú tienes que tener alguien que te gestione bien el club, y ese tío era un pedazo de presidente. Tuvo el problema que tuvo, lo ha pagado, porque las cosas, si las has pagado, ya no tienes deuda con nadie. Cometió un error y lo ha pagado, en la vida hay que pagar los errores que se cometen, y él lo cometió y lo pagó. Y ahora, a ver. Estuve hablando con el hijo aquí, que me lo encontré comiendo en un restaurante, y me dijo que él quiere mucho a su padre, que no tiene ningún problema con él, que el problema que tiene es que el padre quiere vender Sevilla a un grupo inversor americano. Yo le digo: 'Bueno, es un problema que tenéis vosotros', pero si el padre se dedicara a querer ser presidente y no quiere vender el club, el padre sería un pedazo de presidente.

Ahora hablamos del Sevilla, pero no quiero que se me pase Albacete. Dices que allí lo pasas muy bien, pero en ese club terminaste apartado por tus salidas nocturnas.
Sí, el segundo año. Me apartan por una pelea. No, la pelea fue el primer año, perdón, me apartan el segundo año porque el equipo va mal y el club se inventa que le han dicho que me han visto venir por la carretera de Madrid a las siete de la mañana un día que jugábamos un partido, que era mentira, porque yo en mi vida he salido antes del partido, esto te lo puedo decir tranquilamente. Es una cosa que yo nunca se lo perdonaré a ese club, porque se inventaron que yo había venido de fiesta a Madrid y yo estaba en mi casa tranquilamente cenando con tres compañeros, Basti, David Sánchez y Paco Peña, y esos jugadores fueron al club a dar la cara por mí, dijeron que eso era mentira, que ellos estaban de testigos, pero al club no le importó.
¿Y cuál fue la pelea del año anterior? Ésta me la había perdido.
Porque yo estaba en Albacete y conocí a una chica, pero yo no sabía que tenía novio, y yo estaba en una discoteca, la chica estaba al lado mío y el novio se ve que sabía que se estaba enrollando con 'Carlos Aranda, el futbolista'. El novio se ve que era un tío de la calle, un macarrilla, un tío peligroso como yo le llamo. Se fue directamente para la chica, le metió un guantazo en la cara y se fue directamente para mí para pegarme, pero no le dio tiempo porque yo iba con un amigo de Valencia, Claudio, éste se puso enfrente, le metió un cabezazo, le partió la nariz y lo dejó inconsciente. Nos sacaron los porteros para fuera y el chico me denunció a mí. Salí absuelto porque la misma novia y las cámaras, no sé, habían visto que yo no le hice nada al chico, yo no me peleé, no me dio tiempo, mi amigo acabó con el problema muy rápido. (Se ríe). Pero yo no sabía que tenía novio, si no yo no me hubiese visto con esa chica en público.
En público, buen matiz.
Digo la verdad.
¿Con quién te relacionaste más en aquel vestuario del Sevilla? Estaban Ramos, Navas, Alfaro, Adriano, Dani Alves, luego llegaron Saviola, Kanouté…
En Sevilla hice muy buenas migas con todos, porque Sevilla al final es un club muy familiar, del sur, andaluz, con el mismo pensamiento que tenemos aquí los malagueños. Hice muy buenas amistades con Carlitos, con Antoñito, con Jesuli, que toda mi vida me he llevado muy bien, pero con el que más amistad hice fue con Dario Silva. Es lo que te digo, otro tío uruguayo de la calle, de la pobreza, pensábamos igual, éramos muy parecidos y era un tío con el que yo a día de hoy tengo muy buena relación y lo quiero mucho. Javi Navarro, un tío diez. Notario, otro tío diez. Esteban, es que eran todos, Dani Alves era un tío de puta madre, Adriano, Renato era de lo mejor que me he encontrado en el fútbol. Era un vestuario que no es el Madrid. Sergio Ramos era un chico, Jesús Navas era otro, venían de la cantera. Era un vestuario que me encantó, increíble, me lo he pasado de puta madre en ese vestuario, pero claro, era un vestuario de una ciudad que tiene un encanto que no la tiene otra ciudad en España, sólo Madrid. Era como Madrid pero en pequeñito.
Tú imagínate la vida que yo llevaba allí yo, con mi casa, con mi chalet con piscina, con mis buenos coches, las niñas de Sevilla guapísimas todas, buenas discotecas, que es lo que me gustaba a mí. Hice muy buena temporada a lo primero, pero después tuve un problema, cometí un error muy grande: me fui de marcha un domingo y el lunes entrenábamos y el martes viajábamos. Yo no fui a entrenar el lunes, me quedé dormido porque había cogido una borrachera que no veas, con Raúl Bravo. El lunes no fui a entrenar, el martes fui a la comida y Caparrós me cogió y me echó una bulla… Y yo en vez de coger y aceptar, ¿sabes lo que hice? 'Pues mira, si no estás contento conmigo, me vendes o me cedes o haz lo que te dé la gana'. Mi rebeldía pudo con lo que yo tenía que haber hecho: 'Míster, lo siento'. Cuando yo ya pedí perdón al vestuario, el vestuario me lo aceptó, pero el entrenador no me lo aceptó. Si yo lo que hice en el vestuario se lo hubiese hecho a él, Caparrós seguramente me lo hubiese aceptado, pero yo me puse rebelde con él porque era un niñato y en vez de coger y aceptar que me había equivocado…
"Yo he ido cometiendo errores siempre en mi vida, decisiones equivocadas. No tenía una persona que me asesorara, las decisiones las tomaba yo y como tenía la cabeza perdida pues todo lo hacía mal"
Porque tú no puedes faltar a entrenar, porque le está faltando respeto a tus compañeros y menos si te has ido de marcha. Encima yo mentí, dije que estaba malo, con fiebre. El doctor vino y vio que yo no tenía fiebre, que yo tenía una resaca… Y el doctor tuvo que hacer su trabajo. Yo no le dije: 'Doctor, por favor, cúbreme', que a lo mejor en otros clubes te cubren. Yo le dije al doctor: 'Yo estoy acostado, déjame tranquilo', y se fue. ¿Qué pasa? Yo ahí tenía firmados cinco años, entonces me importaba toda una mierda porque sabía que tenía los cinco años asegurados. '¿Me queréis echar? Pagadme'. Ahí no me importaba no jugar. ¿Por qué? ¿No jugaba? Me voy de marcha, me voy para Málaga, o monto la fiesta en la casa.
Pero termina la temporada y Caparrós se va, entonces Monchi viene y habla conmigo: '¿Tú qué quieres hacer?' '¿El míster se va?' 'Sí'. '¿Quién viene?' 'Juande'. 'Hombre, me han hablado muy bien de él, yo si quieres…' '¿Tú tienes ilusión en quedarte' Nosotros queremos que te quedes'. Sí, pero volvemos a lo mismo, viene Juande y vienen veinte delanteros: Antoñito, Saviola, Kanouté, Luis Fabiano… Y digo: 'Es que aquí como falle un poquito…' Y hablé con el entrenador y digo mira: 'Yo me quiero ir al Albacete otra vez'. Otro error mío, ahí es cuando me apartan, yo me tenía que ver quedado en Sevilla. Yo he ido cometiendo errores siempre en mi vida, decisiones equivocadas. No tenía una persona que me asesorara, las decisiones las tomaba yo y como tenía la cabeza perdida pues todo lo hacía mal.
Es importante darte cuenta, reconocerlo.
Me he dado cuenta hace ya muchos años ya, lo que pasa que ahora te lo estoy contando.
¿En qué momento te das cuenta? ¿Cuándo haces click y dices: 'Madre mía, todas las que yo he liado y lo que yo podría haber sido con otro comportamiento'?
Cuando lo dejas, y lo dejas por eso, porque yo tenía cuatro años de contrato. Yo lo dejo y digo: 'Es que hay que ver lo que yo podría haber sido y dónde estoy. Yo ya no quiero estar aquí'. Yo me fui a Soria a jugar después de Las Palmas. Si llegamos a subir en ese partido contra el Córdoba, yo hubiese seguido jugando al fútbol, pero yo después de ese partido digo: 'Yo ya no tengo ganas de jugar. Ahora me voy a Soria otra vez, ¿para qué?' Yo cuando vine a Soria es porque quería alzarme como jugador, pero yo es que ahora no tengo nada que demostrar aquí, si yo aquí lo he dado todo ya. Ni quería engañar al club ni me quería engañar a mí mismo, tenía cuatro años y les perdoné los cuatro años. 'Yo no quiero que me paguéis nada, yo me quiero ir para mi casa, quiero dejar el fútbol y quiero estar con mi familia'. Como era un club espectacular, me entendieron perfectamente y me dijeron: 'Bueno, venga, pues vete'.
¿Y cómo fue tu relación con Camacho? Él apostó fuerte por ti para que fueras a Osasuna.
Camacho es la mejor persona que me he encontrado yo, con Del Bosque, fíjate que son íntimos los dos, no es casualidad. Si yo me hubiese encontrado a Camacho con 20 años, mi vida hubiese sido otra. Pasa que me lo encontré ya… Y cuando Camacho se va del Osasuna ya yo tampoco tengo ganas de estar en el Osasuna. Mendilíbar era un tío de puta madre y un pedazo de entrenador, pero a mí Camacho es un tío que me llenaba como persona, aparte que era un buen entrenador, le sacaba el mayor rendimiento a los jugadores y era un tío muy realista y un tío muy justo, y es muy difícil encontrarte en un vestuario un entrenador justo, porque los entrenadores son personas, y si tú no le caes bien y hay uno que más o menos es igual que tú o un poquito peor pero hace el mismo trabajo que tú y tú no le caes bien, tú no juegas. Camacho no, Camacho al que no le caía bien, lo cogía, lo encerraba y le decía: 'Tienes dos opciones, o vamos por el mismo camino o tenemos un problema tú y yo, y ¿cómo lo solucionamos? ¿Cómo lo quieres solucionar?' Y a Camacho tú no tienes los cojones de enfrentarte a él o faltarle respeto o decirle: 'Me voy a partir la cara contigo', porque se parte la cara. Si tú tenías cojones, ése tiene tres cojones, ése es la única persona que yo he visto que tiene más cojones que yo en el fútbol. Y ése es el tío más justo que yo he visto en mi vida, justo y buena persona, y generoso ya apaga y vámonos.
Yo he estado en Ibiza en un barco, me ha llamado, he ido con Raúl y me he sentado a comer con él, y lo he intentado invitar, y eso a nosotros nunca nos ha pasado: nosotros siempre si queremos invitar, invitamos, pues con él no hemos podido hacer eso. Es la mejor persona que me he encontrado, como entrenador y como persona, me hubiese encantado haberlo tenido muchos años más pero, ¿te das cuenta que son íntimos amigos él y Del Bosque? Para que tú veas.
¿Y qué lectura haces de haber estado en ocho clubes? Por lo que dices no es un récord del que estés orgulloso. Sandro Ramírez de Las Palmas te ha igualado hace unos meses.
Para mí la lectura es inestable. Ahí te das cuenta de lo que tú eres como persona: no eres una persona estable. Si tú no eres una persona estable, no te pueden ir las cosas bien. Te pueden ir entre comillas bien el primer año, el segundo, pero tú ya después del primer año o el segundo, como no eres estable, ya quieres volar. Ahí te das cuenta la mente que tenemos las personas a las que nos ha pasado eso. El que esté en ocho equipos diferentes, en cinco, en cuatro, no es bueno ni malo, es que tú no estás dando tu 100%. Si tú das tu 100% y estás a gusto en un sitio, vas a estar ahí mucho tiempo. Si te das cuenta, la gente más reconocida es la gente que más tiempo se pega en un club, y la reconoce ese club, la reconoce toda España. ¿Joaquín por qué es reconocido? Porque se ha pegado muchos años en el Betis. ¿Jesús Navas por qué es muy reconocido? Aparte, porque es un gran jugador, y se ha pegado muchos años en Sevilla. Pues así en todos los clubes de España hay jugadores. Nosotros nunca podremos ser reconocidos a ese nivel porque no hemos dado el máximo nuestro en esos clubes. Hemos dado un año bueno, dos años buenos, pero ya después nos hemos aburrido y nos hemos ido. ¿Por qué? Porque tenemos una cabeza que no está centrada, la verdad.
"Yo no estaba realmente bien mentalmente para ser una buena persona, porque yo pensaba que ser una buena persona es ayudar a los demás, pero no, ser una buena persona no es sólo ayudar, es tampoco hacer daño"
¿Y cuándo te centras tú? En 2016 dejas el fútbol y te vuelves a Málaga. Reconoces que ahora estás mucho más centrado.
Yo cuando me vengo no me centro tampoco. Peor todavía, estaba peor de la cabeza que cuando jugaba al fútbol. Yo en mi vida me centro cuando estoy con mi mujer. Mi mujer es la que me centra a mí, porque mi mujer pasa unas etapas jodidas conmigo por mi mala cabeza pero ella lucha porque está en que ella tiene que luchar por mí. Y al final ella consigue que yo madure y que me dedique a lo que realmente es importante en mi vida, que son mis niños, que es ella y que son los negocios.
Ella sabía que yo era una buena persona, pero yo no estaba realmente bien mentalmente para ser una buena persona, porque yo pensaba que ser una buena persona es ayudar a los demás, pero no, ser una buena persona no es sólo ayudar, es tampoco hacer daño. Si tú ayudas pero por otro lado haces daño a personas que te quieren, tú no eres una buena persona.
Y tú el daño lo haces inconsciente, pero no a ella: a ella, a mis amigos, a mis tíos, a cualquiera. Yo le he hecho daño inconscientemente sin darme cuenta. Entonces ella me ha ido ayudando y ha ido puliendo todo eso hasta conseguir… Todavía me queda mucho trabajo, ¿eh?, pero yo intento siempre mejorar como persona porque es lo que mis niños quiero que vean de mí.
¿Cómo les haces o hacías daño?
Pues mira, es muy sencillo. Yo he podido hacer daño porque tú tienes una familia donde son muchos y todos no se pueden llevar bien. Entonces yo había una época que me iba con, por decirte, un familiar mío, y sabía que a otra persona le estaba haciendo daño porque la dejaba de lado. Otra vez iba con éste y a esta persona le hacía daño porque iba con este lado. Entonces, llegué a entender que yo tenía que estar intermedio. Pues lo mismo con mi pareja. Yo valoraba más irme con mis amigos e irme a la discoteca que estar con mi pareja. Al final, mi pareja es la que cuida de mis niños, la que cuida de mis otros dos niños que no son suyos. Tienes que entender que hay que valorar lo que ella hace por ti también. Entonces, haces algunas terapias, vas cogiendo información, después vas escuchándola a ella, a su madre, realmente, a personas normales, como yo le digo, ellas son personas normales. Nosotros somos personas que no somos normales.
Tú no ves el daño que estás haciendo, pero lo estás haciendo, y tú no creas que con el dinero lo tapas todo. Te crees que tú le compras un coche, le compras un reloj, le compras una casa y ya lo estás tapando. Eso es mentira. Así no tapas el daño. El daño lo tapas no haciéndolo. Y ahí te das cuenta. Todavía sigo haciendo daño, pero no es el mismo daño. Ahora pues discuto. A lo mejor compra unos muebles y no me gustan y le digo: '¿Pero tú cómo has comprado esto, por favor? Esto es muy feo'. Y ella se siente mal, lo pasa mal. Pero al final perfectos no somos.
Me interesa mucho, si nos lo quieres contar, que hayas hecho terapia para mejorar como persona.
Hice terapia por ella, porque le fallé muchas veces y ella dijo: 'Mira, tú tienes que irte a terapia'. He ido a terapia con ella y solo, y te das cuenta de que la terapia te ayuda, porque para algo están esas personas. No están ahí y no han hecho una carrera por gusto. Han hecho una carrera para intentar ayudar a las personas que lo necesitan. Igual que los psicólogos, que los centros de desintoxicación.
Yo creo que terapia, psicólogos, eso lo tendrían que poner como una asignatura educativa en el colegio, igual que el tema de la alimentación. La matemática es muy importante, inglés es muy importante, todas las asignaturas son muy importantes, pues un psicólogo es muy importante desde que eres pequeño. Yo creo que eso los colegios los tendrían que estudiar y ponerlo también, porque ayudan a la gente que lo necesita.
Hay gente que no lo necesita porque tiene otro tipo de educación, pero yo creo que hasta el que tiene otro tipo de educación también lo necesitaría. Creo que ayudaría mucho a la sociedad, y más a la sociedad de hoy, que es peor que la que viví yo.