Carlos Carvalhal rompe su silencio: "Tardé cuatro semanas en normalizar el sueño"
El técnico portugués se sienta por primera vez con un medio nacional tras su salida del Celta.

Braga. - Carlos Carvalhal (Braga, 1965) es una persona tranquila, sosegada, que piensa antes de hablar pero que también tiene temperamento, muy necesario en el fútbol actual. También es muy puntual, algo de lo que hace gala al llegar al punto de encuentro para esta entrevista unos minutos antes de la hora concertada. Y lo hace jugando en casa, en Braga. El portugués eligió a Relevo para hablar por primera vez con un medio nacional tras su salida del Celta, donde consiguió el objetivo que le habían marcado cuando le contrataron: lograr la permanencia. Sin embargo, los irregulares últimos dos meses de la temporada pasada se lo llevaron por delante pese a que el presidente había anunciado en abril el deseo de renovar su contrato.
Desde entonces se ha dedicado a desconectar, a pasar tiempo en su ciudad natal y a recuperar momentos con su familia, a la que extrañó durante sus meses en Vigo pese a que la distancia entre ambas ciudades es de apenas una hora en coche. No guarda ningún tipo de rencor al club y se deshace en elogios hacia una afición a la que agradece el trato. "Ahora quiero parar unos meses, creo que es necesario", reconoce justo antes de contestar a todas las preguntas. La conversación se extiende durante más de una hora, por eso la entrevista se dividirá en dos partes. Esta es la primera de ellas.
Lo primero de todo, ¿cómo se encuentra?
Tranquilo, relajado y con el sentimiento de que en los últimos tres trabajos que tuvimos conseguimos los objetivos marcados.
¿Qué ha hecho Carlos Carvalhal en el último mes y medio?
Pues… tardé cuatro semanas en normalizar mi sueño desde que acabó la temporada, y solo a partir de ahí empecé a dormir de manera normal. Hasta ahora he estado más de relax y el primer partido que he visto fue el del Celta contra el Al Nassr del lunes. Pero desde que acabó el último encuentro de Liga desconecté del fútbol y opté por andar en bicicleta, ir a la playa, leer varios libros…
Ya que lo menciona, ¿qué le pareció ese primer partido del Celta en verano?
Uno típico de pretemporada. Los dos entrenadores quedaron satisfechos, pienso. En el lado de ellos, seguro que Castro solo la primera mitad.
¿Ha recibido alguna oferta desde su salida del Celta?
Sí, muchas. De carácter financiero unas cuantas, y de carácter deportivo también las he tenido, incluso en España, pero infelizmente para mí no llegamos a un acuerdo. Yo ahora mismo priorizo más una perspectiva deportiva, mañana no sé, pero no ha surgido un club que nos haya aportado ese click para aceptar el reto.
"No tengo ninguna duda de que sin lesiones habríamos peleado por posiciones europeas"
¿Qué necesita Carlos Carvalhal para volver a un banquillo?
Principalmente una perspectiva de evolucionar nuestro juego, que es nuestra prioridad. Nosotros arriesgamos mucho después de la etapa en Swansea, en Río Ave arriesgamos en la preparación del equipo, cambiamos casi todo y abandonamos la idea de trabajar bajo un sistema para hacerlo según conceptos de juego. Creo que con eso hicimos un cambio muy grande sin perder lo que habíamos hecho antes, pero desde Rio Ave iniciamos una nueva vida. Allí conseguimos jugar competiciones europeas y luego dimos un paso adelante en Braga, ganando la Taça de Portugal y apostando de manera decidida por la cantera, que dio grandes beneficios al club. Y por último cumplimos un deseo antiguo de entrenar en LaLiga, fuimos al Celta y cumplimos los objetivos que nos propusieron. Ahora queremos seguir evolucionando nuestra idea de juego, queremos invertir y priorizar eso y no en el dinero, tenemos una perspectiva romántica del fútbol.

¿Cómo fue esa transición que le marcó tanto desde Swansea hasta Rio Ave?
Ha sido una evolución natural. En Sheffield jugábamos 4-4-2 clásico, en Swansea lo hacíamos con una línea de tres atrás y después sentimos que había necesidad de hacer cambios porque no estábamos satisfechos con la fosilización de una forma de jugar, atados a un sistema. Creemos que es menos importante y optamos por preparar a los jugadores según conceptos. Fuimos más creativos, sobre todo en Rio Ave y Braga, donde pudimos empezar la temporada, mientras que en Vigo fue más complicado. Dentro de un mismo partidos podías ver distintas formaciones según ataque o defensa. Era una forma muy plástica y muy dinámica, teníamos muchas formas para salir desde atrás, para presionar al rival… No era algo estático y dábamos autonomía a los jugadores para que decidieran qué hacer según todo lo entrenado. Y los resultados nos han reforzado. En el Celta creamos dinámicas muy interesantes, sobre todo por el lado derecho. Mingueza partía de lateral, a veces lo veías de mediocentro, llegando a línea de fondo… y eso liberaba a Gabri y Iago. La idea era que no estuvieran anclados por un sistema, sino que tuvieran libertad. Queremos que el juego sea fluido y gracias a eso los jugadores hacen mejores cosas que las que nosotros incluso diseñamos.
"He tenido ofertas, incluso de España"
Volviendo al Celta. ¿Cómo fue la semana previa a la última jornada de Liga?
Estuvo muy enfocada en el partido, en el objetivo. Hicimos muchas charlas, pero creo que lo más importante era que los jugadores estaban muy enfocados en la tarea que tenían que hacer. Eso fue fundamental, porque por muchas charlas que tuviéramos el presidente, Luis Campos o yo, su efecto es de corta duración. Había que diseñar una estrategia para medirse a un gran equipo como el Barcelona y creo que nos preparamos muy bien, haciendo una presión media-alta muy fuerte y obligando al rival a jugar en su mitad de campo, donde no están tan cómodos. Ese era el reto y lo hicimos hasta el 2-0. Luego bajamos las líneas, no por indicación, sino por instinto, y sufrimos un poco al final.
¿Qué pensó durante los segundos posteriores al gol de Kessíé que luego fue anulado?
Ahí vi las cosas muy difíciles, lo tengo que confesar. Más que por el gol, por la perspectiva mental de jugadores y afición. Y ahí quiero detenerme un poco, porque ha sido una de las mejores aficiones que he tenido en toda mi carrera. La del Celta ha sido la más respetuosa seguro. Justo ese momento, el del gol, podía haber sido muy malo, y aunque no sabemos qué habría pasado, yo pensé que se nos había complicado todo mucho.
¿Cuándo acabó el partido ante el Barcelona sabía lo que iba a pasar días después?
No pensé en eso, solo pensé en que habíamos cumplido la misión, que el Celta estaría en Primera en el año de su centenario y que encima acabó 13º en la clasificación, que le dio casi dos millones de euros más. La afición estaba contenta y era lo mínimo que yo podía hacer. Yo quería venirme a casa a descansar porque acabé realmente fatigado ese encuentro.
Porque usted cumplió con el objetivo para el que se le había fichado
Cuando me senté con el presidente la primera vez tenían una perspectiva muy negativa de la situación. Nosotros sabíamos que había buenos jugadores pero teníamos una plantilla corta, por eso siempre fuimos muy cautos, incluso en los mejores momentos, para hablar de Europa, por ejemplo. Luego infelizmente se nos cayeron algunos jugadores, principalmente Mingueza y Carles, más el bajón de Gabri y Iago, y sabíamos que no había una plantilla que soportara esto. Al final, un campeonato es como un maratón y no es como empieza, sino cómo acaba. Objetivo cumplido, apretamos las manos y nos deseamos buena suerte.
¿Siente que con Aspas sin dolor de espalda seguiría en el Celta?
Lo que puedo decir es que no tengo ninguna duda de que con Mingueza y Carles sin lesiones, y con Aspas y Veiga a un nivel normal, nosotros habríamos peleado por las posiciones europeas. En una plantilla corta, cuando se te caen cuatro jugadores fundamentales de tu dinámica ofensiva, se crea un momento muy difícil, pero es parte del fútbol.
¿Le sorprendió que en dos meses (abril/junio) el club perdiese la confianza?
Nunca me preocupé por eso, porque tenemos mucha experiencia en el fútbol. En el momento bueno nadie me ha visto dar saltos de euforia ni tampoco me han visto llorar cuando peor estaban las cosas. No me afecta mucho la crítica positiva o negativa, ni que me digan que soy el entrenador para toda la vida, porque sé cómo funciona el fútbol. Mi experiencia me dice que hay que centrarse en el trabajo, en los jugadores y en los objetivos.
Los jugadores, en su mayoría, le mostraron mucho cariño. Supongo que eso le dio felicidad.
Muy satisfecho y muy agradecido por eso. Nuestra trayectoria nos dice que los jugadores hablan siempre bien de nuestro equipo técnico y creo que siempre tenemos un gran ambiente de trabajo, muy profesional pero muy cercano y sincero. No tengo problemas en decirle algo malo al jugador y yo creo que ellos valoran mucho esa honestidad. Pero el cariño no ha sido solo de jugadores, también con el personal de cocina, utilleros, médicos, fisios… Por eso no es la primera vez que volvemos al club en el que trabajamos y nunca se sabe si vamos a volver al Celta otra vez.
Antes, entre enero y marzo, se vio a un Celta realmente bueno. ¿Fue uno de sus mejores equipos desde que es entrenador?
Uno de ellos. Rio Ave fue nombrado por Sergio Conceiçao, entrenador del Oporto, como el equipo que mejor jugaba aquel año. Braga fue reconocido como uno de los conjuntos que mejor jugaba en Portugal, sobre todo el primer año. En Sheffield jugamos de manera fantástica… Ese Celta sí puedo decir que se aproximó mucho a lo que queríamos, y teníamos expectativas de mejorar todavía más si no fuera por las lesiones que comenté antes. Queríamos crear argumentos para hacer más daño a los rivales, pero sabíamos que requerían de tiempo. Por ejemplo, salíamos muy bien por derecha con Mingueza y estábamos trabajando mucho con Unai para hacer lo mismo por la izquierda, y él estaba mejorando una barbaridad, pero cuando el equipo perdió la racha se volvió más conservador, es normal. Sí que llegamos a un punto de un nivel muy alto.
¿Qué Celta se encontró en noviembre y qué quiso cambiar para mejorar?
Lo primero que vimos fue que el equipo recibía muchos goles, el segundo que más encajaba tras el Elche, y sabíamos que el proceso defensivo tenía que ser trabajado. Buscamos los motivos, y en nuestro análisis vimos que teníamos muy buenos defensas y un buen portero, así que no creíamos que era por los jugadores. Comprobamos que el equipo, por indicaciones del Chacho y muy acertadamente, hacía una presión constante sobre el rival y nosotros percibimos que cuando esa presión comenzó a fallar el rival entraba muy fácil por el medio y nos hacía daño con facilidad. Optamos por cerrar el equipo, juntarlo y definir zonas y momentos de presión. Ese fue el primer punto que atacamos y que creo que mejoramos, e incluso se vio ya contra el Rayo Vallecano en nuestro segundo partido. El siguiente punto fue subsanar el daño que nos hacían a balón parado y cambiamos el marcaje individual a uno más zonal. El Celta es un equipo muy bajo en cuestión de estatura y sin mucha agresividad defensiva, a excepción de Unai, un problema que hablé con Luis para mejorar de cara al futuro, pero también mejoramos en ese apartado. En esos primeros meses de 2023 nos convertimos en uno de los mejores conjuntos de LaLiga en transición defensiva. El equipo consiguió hacer lo que pedía el partido en cada momento y eso era lo que más me gustaba.
"Como segundo mediocentro Gabri Veiga es un futbolista extraordinario, de los que hay muy pocos en el fútbol mundial"
Hablemos de Gabri Veiga. ¿Es tan buen jugador como parece en televisión?
Fíjate que Gabri en el filial jugaba de delantero, Chacho, de manera acertada, lo colocó de medio ofensivo y nosotros le planteamos el reto de jugar de segundo mediocentro, al lado de Fran. Es un cambio muy grande para cualquier jugador y él lo asimiló de maravilla. En nuestro análisis percibimos que su mayor cualidad era la llegada a portería desde segunda línea. Como medio ofensivo, como casi todos, estaba muy marcado porque existe un foco sobre ese jugador, pero como segundo mediocentro, si consigues tener la misma llegada, los equipos van a sufrir mucho contigo. Le lanzamos ese reto, pero para eso tenía que defender en una línea de cuatro, que requiere más esfuerzo. Él ha evolucionado mucho y ha conseguido goles y asistencias. Resumiendo: Gabri Veiga como delantero tiene un nivel aceptable, como medio ofensivo es muy buen jugador y como segundo mediocentro es un futbolista extraordinario, de los que hay muy pocos en el fútbol mundial. Y de ahí yo creo que la valoración tan alta que se hace de él llega gracias a esa nueva posición que le dimos.
Él también bajó un poco su nivel al final de temporada. ¿Fue una cuestión física o mental?
Es un chico, tiene 20 años, se empezó a hablar de clubes y de mucho dinero… Yo hablé con él muchas veces, lo he intentado todo. Empecé hablando con él de manera cariñosa, luego fui más duro con él, aunque me di cuenta de que ese no era el mejor camino con Gabri, porque no era una cuestión de no querer, sino de no poder. Y dejé que él llegase por sí solo a su mejor estado y lo hizo felizmente el día del Barcelona. De todas maneras, hubo otros dos aspectos que influyeron en su bajón: los minutos jugados y la intensidad a la que los disputó, que es una cosa que él tiene que mejorar, debe aprender a dosificarse.
¿Cree que le vendría bien seguir en el Celta para crecer todavía más o ya está preparado para ir a un equipo grande de Europa?
A él le gusta mucho estar en el Celta, eso seguro. Pero hay que entender que si tiene, por ejemplo, una oferta de un gran club de la Premier League, uno de dimensión mundial, ya se convierte en una decisión muy personal.
"El bajón de Gabri Veiga no era una cuestión de no querer, sino de no poder"
Hay otros jugadores importantes de la cantera. Carlos, Miguel, Hugo Sotelo… ¿Les ve preparados para jugar en Primera División?
Sabemos que las apuestas por los jóvenes en Braga fueron muchos mayores que en Vigo, y fue una pena que no hiciéramos los cuatro o cinco puntos que necesitábamos para estar tranquilos y dar oportunidad a más jugadores de la cantera. Nos encanta Sotelo, nos encanta Miguel, nos encanta Carlos, que es un extraordinario central y nos encantan Losada, Barcia o Medrano, que han salido del club. Hay muy buen trabajo en la cantera y Claudio Giráldez lo está haciendo muy bien. El Celta tiene futuro con los chicos jóvenes pero debe encontrar tranquilidad y estabilidad.
La afición le apoyó en todo momento. ¿Qué les diría?
Yo tenía unas ganas muy grandes de entrenar al Celta, lo he reconocido siempre porque he venido a Balaídos muchas veces durante mi vida, y lo veo como un objetivo realizado. Me fui muy contento con la afición, porque siempre han sido muy respetuosos conmigo. En la peor racha jamás recibí un insulto, nunca. Al revés, me daban ánimos cuando me veían y me sentí muy querido. Ya me gustaba el Celta, pero gracias a la afición ahora me gusta el doble.
"Gabri, como segundo mediocentro, es un futbolista extraordinario, de los que hay muy pocos en el fútbol mundial"
¿Siente que le quedó algo sin hacer en el Celta?
Me hicieron esa misma pregunta cuando salí de otros equipos y siempre reconocía que había algo que sí, pero eso no me ocurrió en el Celta. Aquí teníamos una plantilla corta, con dificultades en algunas posiciones, como el lateral izquierdo… Pero al final, misión cumplida y mucha alegría porque el Celta esté en Primera durante su centenario.
*Este domingo 23 de julio, la segunda parte de esta entrevista. Carvalhal se abre para hablar sobre su lado más personal, su infancia, su devoción por los estudios, la relación personal con sus jugadores, sus momentos más duros, anécdotas que no se conocen...