Rafa Benítez, la lección aprendida y cómo preferir a Gabri Veiga antes que 40 millones

Rafa Benítez ya ejerce como entrenador del Celta. El madrileño ha sido presentado este mediodía en A Sede del club y esta misma tarde dirigirá su primer entrenamiento en el inicio de la pretemporada del conjunto vigués. Antes, eso sí, se ha empapado de la idea que tiene el club para seguir dando pasos hacia delante y ya ha entregado a Luis Campos la hoja de ruta que quiere para su equipo.

"El presentado no necesita que nadie le presente", comenzó el presidente Carlos Mouriño sentado al lado de Benítez. El Celta está entusiasmado con el técnico y eso se nota desde el máximo mandatario de la entidad hasta el último de los empleados.

"Muy contento, pero no fue un gran esfuerzo, al contrario, fue muy fácil convencerme. Lo que ellos me decían es lo mismo que yo andaba buscando", expuso el míster nada más coger el micrófono antes de abordar lo que realmente le atrajo del Celta. "La idea que tenemos es la de competir desde el primer momento", ahondó.

El club vigués viene de conseguir tres permanencias agónicas en el último lustro, una inestabilidad que ha creado mucho malestar entre la afición. Se han hecho cosas bien y cosas mal, y Rafa quiere que a partir de ahora las primeras sean muchas más que las segundas. La inestabilidad institucional y deportiva a punto ha estado de llevar al equipo a Segunda División y el madrileño no está solo aquí para hacer mejorar a los jugadores, sino para hacer mejorar al club a todos los niveles.

Benítez está en Vigo para ganar partidos y, con suerte, darle el primer título de su historia al club. Y sabe que para ello necesita tener a los mejores a su lado, y Gabri Veiga lo es. Que el madrileño prefiera al jugador antes que los 40 millones para fichar otros perfiles es una pequeña muestra de lo ambicioso que es.

El Celta ha cambiado por completo este verano, y lo ha hecho para bien, para centrarse en lo deportivo por primera vez en mucho tiempo. La llegada de Marián Mouriño, con sus ideas, es la mejor noticia del verano. Benítez ha notado esa ambición, esas ganas de crecer y de mejorar y es lo que le ha traído hasta aquí. La presencia del madrileño y todo lo que vendrá a partir de ahí es más que positivo. En Vigo se va a hablar mucho de fútbol, por fin.

Benítez viene con la lección aprendida. Faltan muchos jugadores por llegar, pero sabe qué quiere y, sobre todo, qué puede conseguir. Antes de dirigir su primer entrenamiento conoce a los futbolistas, sus cualidades, sus puntos fuertes y débiles... Ha adelantado mucho trabajo para saber exactamente qué tiene que decir a partir de esta tarde. Un estudioso del fútbol, justo lo que necesitaba el club.

Y entre todo esto, el gran déficit del equipo estos años ha sido el balón parado. Al Celta no sólo le cuesta marcar goles en jugadas de estrategia, también generar ocasiones. Han pasado decenas de entrenadores y ninguno ha conseguido cambiar esto. Todavía perdura en el recuerdo esos saques de esquina con Abel Resino en los que había 12 jugadores el área pequeña esperando a que pasase algo. Con Benítez se trabajará ese aspecto desde el primer día. Conocer los problemas es el primer paso para solucionarlos.

Cantera sí, pero con cabeza. Benítez echará un vistazo a los jóvenes talentos del club y los pondrá, pero sólo si se lo merecen. A menudo se le llena la boca a muchos técnicos con los canteranos que hicieron debutar, pero lo que hay que hacer es mantenerlos luego, y para eso tienen que estar preparados. La exigencia de Benítez también les afectará.