CATALUÑA - PANAMÁ

Un Cataluña-Panamá en la clandestinidad revive el pasado de una selección que abarrotaba el Camp Nou ante Messi y Ronaldo

Este miércoles el combinado catalán vuelve a competir tras dos años de inactividad.

Pareja y Puyol, en el Cataluña-Argentina de 2009. /LAIA SOLANELLAS
Pareja y Puyol, en el Cataluña-Argentina de 2009. LAIA SOLANELLAS
Marc Mosull

Marc Mosull

Lamine Yamal y Pau Cubarsí posaron hace unos días con la camiseta de su selección autonómica para promocionar el Cataluña-Panamá masculino que se disputará este miércoles en la Nova Creu Alta, pese a que, su presencia se antojaba complicada porque era de esperar que fueran convocados por Luis de la Fuente. Y así ha sido, ni uno ni el otro se podrán estrenar con el combinado absoluto catalán que vuelve a jugar tras dos años de parón. Lo hará en Sabadell; con precios populares -entradas desde tres euros- y espíritu solidario, porque parte de la recaptación irá destinada a la Fundació Atendis, comprometida con la discapacidad intelectual.

Aparte de Lamine y Cubarsí, tampoco estarán Gerard Moreno -por lesión-, Dani Olmo, Marc Cucurella ni Aleix García, que en principio estaba citado, pero que ha tenido que cambiar de planes por la llamada de España. Ni Joan García, Omar El Hilali, Nico Melamed ni el resto de los doce futbolistas seleccionables del Espanyol -el club profesional con más catalanes- porque los pericos están inmersos en la pelea por el ascenso a Primera División.

En todo caso, el seleccionador Gerard López ha confeccionado una lista de garantías con 20 futbolistas que compiten en la primera categoría de sus respectivos países, entre los que destacan Oriol Romeu, Eric García, Marc Roca o Ferran Jutglà, que hace tres días ganó la liga belga con el Brujas.

Cuando Cataluña llenaba el campo del Barça

Ante Panamá, Cataluña jugará en un estadio de apenas 11.000 espectadores y previsiblemente no lo llenará, pero no hace tanto disputaba sus partidos en el Camp Nou. La primera década del siglo XXI fue la más fructífera de la selección autonómica y durante esos diez años disputó 14 partidos, 12 de los cuales en el feudo azulgrana, enfrentándose tres veces a Argentina y dos a Brasil. Casi nada.

Especialmente recordado es el Cataluña-Brasil del 18 de mayo de 2002, con 96.700 espectadores que abarrotaron el estadio culer para ver a Ronaldinho, Ronaldo Nazário, Roberto Carlos, Rivaldo, Kaká y compañía. "Recuerdo, sobre todo, el ambientazo que se vivió aquel día. Y que Scolari prometió que si ganaban el Mundial de Corea y Japón volverían a Barcelona para jugar otra vez contra nosotros", desvela 'Pichi' Alonso, seleccionador catalán desde 1995 hasta 2005.

"Scolari prometió que si Brasil ganaba el Mundial de 2002 volverían a Barcelona para jugar contra Cataluña"

'Pichi' Alonso Seleccionador catalán (1995-2005)

Inicialmente, estaba previsto que el encuentro ante la canarinha se disputara el 26 de marzo, pero la RFEF lo vetó porque distraería la atención del Países Bajos-España que se iba a jugar al día siguiente. Por cierto, Brasil cobró 800.000 euros por el amistoso y aprovechó la ocasión para hacer un stage de preparación en tierras catalanas de cara a la Copa del Mundo de 2002.

Cataluña no pudo convocar a los mundialistas Puyol, Xavi, Luque, Curro Torres y Sergio; además, otros ilustres como Guardiola, Sergi o Gerard López tampoco acudieron al partido a causa de problemas físicos. Sí que estuvieron Víctor Valdés, el actual presidente del Girona, Delfí Geli y Jordi Cruyff, hijo del exentrenador del FC Barcelona. Fue una fiesta pese al 1-3 con doblete de Ronaldinho.

El Camp Nou, a rebosar en el Cataluña-Brasil de 2002.  FCF
El Camp Nou, a rebosar en el Cataluña-Brasil de 2002. FCF

Proyección internacional y reivindicación catalanista

"También recuerdo con mucho cariño el partido que jugamos en Tarragona el año 1995 porque fue mi debut en el banquillo y porque había mucha gente ilusionada con volver a hacer ruido con el tema de las selecciones nacionales", comenta con orgullo Pichi sobre el Cataluña-FC Barcelona, que fue el último ensayo antes de que la Federació Catalana de Futbol (FCF), presidida por Antoni Puyol, decidiera proyectar internacionalmente a la Selecció tras muchos años de poca actividad y con un posible futuro reconocimiento oficial en el horizonte. La intención era celebrar un encuentro al año, como mínimo, en fechas navideñas y contra un país de primer orden futbolístico. Y lo logró.

"En aquella época, los partidos de Cataluña eran una auténtica fiesta con una atmósfera muy familiar. En eso me recuerda a lo que sucedió hace poco aquí con los primeros encuentros de fútbol femenino disputados en grandes estadios", analiza Pichi Alonso.

Para él, además, los partidos de la Selecció tenían un claro componente nacionalista: "Padres, madres e hijos cogían su senyera y se iban al estadio a animar a la selección. Y se juntaba muchísima gente; a veces, hasta 80.000 y 90.000 personas, lo cual dice mucho en favor del sentimiento catalanista que había en ese momento".

Valdés y Ronaldinho, en el Cataluña-Brasil de 2004.  FCF
Valdés y Ronaldinho, en el Cataluña-Brasil de 2004. FCF

La campeona del mundo regresa a Barcelona (2-5)

Lo prometido es deuda, y en mayo de 2004 Brasil volvió a Barcelona, en el que fue uno de los encuentros de la selección autonómica más recordados de su historia (2-5). Valdés, Capdevila, Guardiola y Andrés Iniesta, adoptado por un día por Cataluña, cayeron goleados por la verdeamarelha, comandada por Ronaldo y Baptista, que marcaron dos goles cada uno.

Aquel día debutó Jofre Mateu con la Selecció. "Escuché unas declaraciones suyas diciendo que su máxima ilusión era jugar con Cataluña y me dije 'mira, este será el primero de la lista'", recuerda el entonces seleccionador sobre la citación del extremo de Alpicat. "Estaba en el Levante, con Schuster de entrenador, y al anunciarse la convocatoria me comentó medio en broma algo así como, 'esto es un partido 'costellada', ¿no?'. Y yo le contesté, '¡pero si te estoy subiendo el caché! A partir de ahora vas a tener un internacional más en tu equipo'", cuenta entre risas un Jofre Mateu que compartió habitación con el también debutante Cesc Fàbregas, entonces en el Arsenal.

"Me acuerdo de que nos concentramos en el Hotel Plaza, del ambientazo en el Camp Nou, que estaba lleno; de que me marcó Mancini, el lateral de la Roma… me acuerdo de muchísimos detalles. Fue algo muy bestia, uno de los partidos que he vivido con más emoción en mi carrera", evoca con nostalgia Mateu, que todavía tiene guardada la equipación que vistió aquel día, la primera de la historia de la Selecció completamente azul. "Eso sí, en lo deportivo fue un show importante de Brasil", zanja el exjugador de FC Barcelona y Espanyol entre otros.

Messi, de visitante en el Camp Nou

Siete meses después del último enfrentamiento contra Brasil, en diciembre del 2004, Cataluña recibió también en el Camp Nou a Argentina, que, con una selección más bien discreta, goleó 0-3; marcaron Scaloni, Maxi Rodríguez y Galletti.

Fue el último encuentro de Pichi Alonso al frente de Cataluña, que volvió a medirse en 2008 con la albiceleste. Argentina vino a Barcelona con su selección olímpica, en plena preparación para los juegos de Pequín. Jugaron Banega, Gago, Agüero, Higuían, Di María… y Messi, en su único partido como visitante en el Camp Nou, convertido en una auténtica Bombonera, pues miles de inmigrantes argentinos procedentes de toda España acudieron a la cita y trajeron consigo sus cánticos y sus trapos. Lavezzi anotó el único tanto (0-1).

En 2009, regresó a Barcelona la albiceleste en el debut como seleccionador de Johan Cruyff, que no pudo saludarse en el césped con su homónimo argentino, un Diego Armando Maradona que vio el partido desde el palco a causa de una sanción FIFA. Sí pisaron el verde Valdés, Puyol, Piqué, Busquets y Bojan, que días antes levantaron el Mundial de Clubes, histórico sexto título en un año del Barça de Guardiola. Messi, por su parte, no estuvo presente en el 4-2 de los catalanes, el penúltimo partido de la Selecció en el Camp Nou; el último fue en 2015 ante Euskadi.

Messi forcejea con Chico en el Cataluña-Argentina de 2008.  FCF
Messi forcejea con Chico en el Cataluña-Argentina de 2008. FCF

Un evento descafeinado

Durante muchos años el partido de la Selecció se convirtió en un clásico navideño disputado cada veintipico de diciembre; una cita ineludible con un marcado tono festivo y familiar para cualquiera que le gustara el fútbol o que se sintiera catalán, y que solía reunir a 50.000 espectadores o más.

Pero desde hace algún tiempo, el combinado autonómico compite cada dos o tres años, en estadios con menor capacidad que casi nunca llena y contra selecciones más bien modestas, lo cual le resta mucha enjundia al partido del combinado nacional, que ha perdido tirón entre los catalanes, muchos de los cuales ni se enteran de que juega. A veces, como en el caso de su enfrentamiento ante Panamá, da la sensación de que Cataluña compita en la 'clandestinidad', alejada del foco mediático; nada que ver con lo que sucedía durante los 2000.

El sobrecargado calendario a nivel de clubes y de selecciones, sin apenas ventanas para compromisos amistosos, lo cual complica sobremanera la presencia de los mejores futbolistas catalanes, afecta al reclamo del evento. Pichi Alonso entiende que hay otros motivos, además de los puramente deportivos, que también lo justifican: "Todo lo que ha pasado en Cataluña a nivel político y social, así como el tema del Procés, no ha ayudado. El sentimiento hacia la selección catalana no ha desaparecido, pero ha ido decreciendo".

Sea como sea, la Selecció vuelve hoy al ruedo, y esa es una gran noticia para una comunidad autónoma que dos años después oirá otra vez Els Segadors en un partido de fútbol internacional, que será la fiesta del fútbol catalán.