El Madrid duda, pero no falla

El Real Madrid cumple con victoria en su debut en la fase de grupos de la Champions. Ganó, sin brillo, y también sin sustos, para llevarse los tres puntos ante un Vllaznia que armó un gran muro defensivo para frenar a las blancas. Y casi que lo consiguió. El Madrid se volvió a atascar en el primer tiempo, tal y como ocurrió en la última jornada liguera ante el Alavés. Y encontró la luz por medio de Esther, que cuenta sus partidos por goles. Y ya lleva ocho en apenas siete encuentros. Su tanto abrió la lata y empujó a las blancas a una victoria decisiva en Albania.

Un encuentro muy trabado desde su inicio en el que las de Toril no se mostraron efectivas de cara a puerta pese a llevar la batuta en el juego y las ocasiones. Zornoza, con tres palos, fue una de las jugadoras que más lo intentó. No obstante, la victoria sube del mismo al casillero. El Madrid inicia su camino hacia cuartos con triunfo, y con algunas dudas arriba donde echó de menos a Weir. Por lo pronto, es líder de su grupo y, además, mantiene intacto su pleno de victorias en este inicio de temporada.

¿Qué haría el Madrid sin los goles de Esther? La máxima goleadora de la historia del equipo blanco lo volvió a hacer. Lo intentó de todas las maneras y sufrió ante el palo y la portera del Vllaznia, pero el paso por vestuarios le sirvió para frotar sus botas y encontrar el gol en el segundo tiempo. La atacante andaluza firmó una gran actuación individual para abrir el marcador y acabar con el sufrimiento de su equipo en un partido con muchas dudas en ataque.

Tenía una gran curiosidad por ver jugar a Megi Doçi. La albanesa luce como gran estrella del Vllaznia y en la previa de este partido descubrí un impresionante dato de ella: había marcado 600 goles en los últimos 9 años. O, lo que es lo mismo, una media de casi 70 goles al año. Me sorprendió la cifra y pensé que incluso era exagerada y fruto de la falta de nivel en la Liga albanesa. Al ver su fútbol, lo entendí un poco más. La atacante del Vllaznia se multiplicó en las coberturas defensivas, siendo clave para frenar a Athenea en el primer tiempo. De sus botas salieron las mejores jugadas del equipo albanés y no me extrañaría que ya hubiera algún ojeador apuntando su nombre. Tiene 26 años y es una de las estrellas de la selección de Albania.

Puede que Zornoza se vaya con sensación agridulce a su casa. Su equipo ganó, pero protagonizar tres disparos al palo siempre deja cierto runrún en la cabeza. Hoy, en el día de su 32 cumpleaños, la madrileña no se llevó de regalo el gol. Sin embargo, firmó un señor partido. De los suyos. Probó desde varios ángulos y no encontró portería. Y, pese a ello, hizo disfrutar con su fútbol. Movió, repartió y creó juego. Si tuviera que mandarle un WhatsApp a alguien del partido hoy sería a ella para decirle: "Incluso sin gol, fuiste la mejor de la noche".

El Madrid dominó y tuvo el mayor número de ocasiones, pero le faltó chispa arriba. La misma que ha tenido en los últimos partidos con Weir sobre el verde. La escocesa, fichaje estrella este verano, se perdió el encuentro en Albania por una sobrecarga. Y el Madrid la echó en falta. Sobre todo en la creación de juego de peligro. Las de Toril lograron cumplir con victoria, pero el encuentro ante las albanesas deja claro que hay que cuidar a Weir. Es el faro del equipo blanco.

El Vllaznia firmó un partido con mucho mérito en su estreno en la fase de grupos. Era su primera vez y no le pudo la presión al equipo de Nikolin Leka, que lo dio todo e hizo sufrir al Real Madrid. Con una excelsa primera parte, en la que lograron ejecutar su plan (encerrarse atrás y esperar) y llevar el partido a su terreno, el Vllaznia aguantó el 0-0 hasta el inicio del segundo tiempo. Además, lograron incomodar a un Real Madrid que se atascó por tramos frente al muro albano. Todo ello con un ambiente de récord en las gradas, con 5.400 espectadores, la cifra más alta en cualquier partido femenino de la UEFA en Albania.