El pase a la final de la Champions lanza un salvavidas al Barcelona en los despachos

Més que un pase a la final de la Champions. Tras ganar y remontar ante el Chelsea en la semifinal, el Barça defenderá el título europeo el próximo 25 de mayo en Bilbao. Será su cuarta final consecutiva y la quinta desde 2019. Un dominio continental que puede reconfirmarse en San Mamés y que representa un soplo de positivismo rumbo a los despachos del club azulgrana.

"Todo el barcelonismo está pendiente de vosotras. Todo el barcelonismo está con vosotras. Tenéis la confianza de todo el barcelonismo y de todo el club. Por todo lo que nos dais en cada partido, en cada celebración. Eso hace que la gente os tenga una confianza absoluta", destacó el presidente del Barça, Joan Laporta, en su 'arenga' en la previa del partido ante el Chelsea.

El mandamás azulgrana no dudó en plantarse en Londres para apoyar a las suyas. Era la cita más importante de la temporada y Laporta es consciente de que el femenino es uno de sus mejores activos en el club, además de una categoría que no da pérdidas y que cuenta con un gran potencial de cara al futuro. Durante estos últimos años, la entidad culé ha encontrado en su equipo femenino un motivo para sonreír. Sobre todo, teniendo en cuenta que el masculino no camina por su mejor momento.

La de este sábado, con la remontada ante el Chelsea, supone además un punto importante de cara a los ingresos del equipo, que ganará alrededor de un millón si levanta el título de campeón en San Mamés. A esta buena noticia económica se suma un filón para seguir vendiendo la imagen del club como el mejor equipo de Europa y mantener el atractivo del equipo a la hora de fichar o renovar jugadoras.

En esta línea, el cuadro culé tiene dos carpetas aún sin resolver encima de la mesa: Alexia Putellas y Mariona Caldentey. Ambas jugadoras son estrellas del primer equipo y su futuro está en el aire, con una decisión que se hace esperar. En su sí o no, en la negociación con el club, podría influir también el pase a esta final. Porque de no conseguir el billete para estar en San Mamés, la resolución podría verse condicionada.

Ahora, la final europea representa una buena noticia para seguir impulsando un proyecto ganador. Tanto Alexia como Mariona como el propio Giráldez, por el que las jugadoras quieren levantar el título para que se marche con la mejor sensación tras ganarlo todo, tiene la mayor de las motivaciones: volver a tocar el cielo en la Champions.

Un hito que quieren conseguir tras una remontada histórica en la que el equipo se unió para reponerse de la derrota en la ida y tumbar al Chelsea. El carácter y personalidad de las azulgranas dieron constancia del aura de campeón de este equipo. En este idilio no se vislumbran las dudas y el reinado puede ampliarse el próximo 25 de mayo, siendo un nuevo salvavidas, al menos en lo emocional, para el club en medio de la crisis que le rodea estos años.