Ancelotti llama a filas a Jeremy de León para la semana previa a la final de Champions

Jeremy de León (20 años) se ha ganado el corazón del madridismo. Su presencia en los viajes del primer equipo para las eliminatorias de Champions League lo han transformado en una especie de amuleto para el aficionado. Pero la realidad del cuerpo técnico es otra. Carlo Ancelotti cuenta con él por su seriedad durante los entrenamientos y un talento que ha sorprendido a los técnicos. Por ello, el italiano ha pedido que se quede esta semana entrenando con el primer equipo antes de Wembley.

No es casualidad. El club piensa dar libre a prácticamente todos los futbolistas del Castilla a partir del lunes. Sólo unos pocos se quedarán con los mayores preparando la final. Ayudarán a completar las sesiones, como han hecho a lo largo de todo el año. Entre ellos, Jeremy, habitual en los viajes de Champions. También Mario Martín, fijo desde la lesión de Tchouameni.

Con todo ello, Jeremy apunta a viajar a Londres como ya sucediese en Mánchester o Múnich. No deja de ser curioso, pues cabe recordar que el extremo no puede jugar al no estar inscrito en la lista de la Champions. La organización sólo le permite entrenar, mientras que ve los partidos desde la grada junto al resto de miembros del equipo que no pueden sentarse en el banquillo. Esto no quita que el madridismo lo haya convertido en uno de sus ídolos.

Llegó del Castellón en enero, desechando muy buenas ofertas para recalar en Valdebebas. Le ha costado entrar en los planes de Raúl, y se ve en que sólo ha disputado 269 minutos repartidos en ocho encuentros con el filial madridista, en los que le ha dado tiempo a marcar un gol. El técnico ha preferido apostar por el bloque que empezó el año, pero la temporada que viene contará más con el de San Juan, una apuesta del club en la que hay puestas muchas esperanzas.

Pero su poco protagonismo no quita que en Valdebebas estén encantados con él. Ha caído de pie tanto en el vestuario del Castilla como en el del primer equipo. Pesos pesados como Vinicius se han acercado a él y lo han acogido con cariño. El propio Raúl le reconoce como un gran talento, pero las circunstancias del equipo han impedido que lo utilizase tanto como le hubiese gustado.

Aunque no jugará la final, muchas miradas estarán puestas sobre él esta semana. Deberá ayudar al equipo entrenando al 100%. A cambio, además de la experiencia, sentir como suya una Champions en la que no pudo jugar pero de la que puede sentirse parte. Un talisman madridista que la afición espera que funcione contra el Borussia Dortmund.