Ancelotti 'metió' a Kovacic en el Real Madrid
El italiano tanteó el fichaje del croata tras ganar la Décima. El jugador llegó al verano siguiente, con Ancelotti recién despedido.
![Modric, junto a Kovacic en la última concentración con Croacia. Ambos jugaron juntos en el Madrid. /GETTY](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202404/08/media/cortadas/kovacic-modric-croacia-RY7tBvOYlhGqCdj3uMlsLsN-1200x648@Relevo.jpg)
La versión oficial suele esconder otra, que no tiene por qué ser muy diferente pero sí más interesante. En el caso que nos ocupa, la hemeroteca dice que Mateo Kovacic fichó por el Real Madrid en el verano de 2015, avalado por el empeño de Rafa Benítez, que se hizo cargo del banquillo de Chamartín tras el despido de Carlo Ancelotti al finalizar la temporada. El centrocampista le entró por el ojo al entrenador español después de enfrentarse a él en varios encuentros en la Serie A —él como técnico del Nápoles y el croata como jugador del Inter—, e hizo fuerza para cerrar su contratación. Así fue la historia y en ella todo es verdad. Sin embargo, no fue Benítez quien instaló por primera vez el nombre del futbolista en las oficinas del Bernabéu. El primero que habló de él en el Madrid fue Ancelotti.
El técnico italiano no necesitó manejar informes realizados por miembros de algún estrato del club. Le bastó con su experiencia como medio para darse cuenta de que aquel chaval tenía futuro. Ya se enfrentó a él cuando Mateo militaba en el Dinamo de Zagreb y él era el entrenador del PSG. Fue en la Champions 2012-13, un año antes de sentarse en el banquillo del Real Madrid. Pese a dos triunfos convincentes de los parisinos (0-2 en la ida y 4-0 en la vuelta), Ancelotti apuntó bien el nombre de ese jovencísimo centrocampista de 18 años que ya despuntaba junto a Brozovic. Quien levantó sus dominios en esa zona del campo, dirigió su mirada indefectiblemente ahí.
Al acabar esa temporada, Kovacic fichó por el Inter de Milán y 'Carletto' desembarcó en Chamartín para entregarle al club blanco ese año la Décima Copa de Europa. Fue tras la gloria de Lisboa cuando el técnico y su staff se sentaron a analizar la plantilla para evitar, con fichajes, futuras goteras. Ancelotti quería un medio todoterreno, posicional y que se desempeñara bien en tareas defensivas y aportara en jugadas de ataque. Tenía a Khedira, pero no era fiable; Illarramendi se derritió sobre el verde… Ese primer año fue el de la irrupción de Casemiro desde el Castilla, pero en verano de 2014 se decidió que se marchara cedido al Oporto con el fin de que adquiriera experiencia en Europa. Ante este panorama, tocó la puerta de Kovacic, a quien continuó rastreando, esta vez en esa Seria A que tan bien conoce. Veía que sus cualidades, además, podían convertirse en una bombona de oxígeno para Modric o un sustituto suyo cuando éste se lesionara.
Terreno abonado y con Modric de 'intermediario'
No era una contratación prioritaria, pues entre ceja y ceja del Real Madrid estaba cerrando a Toni Kroos, que acabó llegando después del Mundial de Brasil, pero hubo contactos con el agente de Kovacic. La operación nunca estuvo cerca de concretarse, también por la oposición del Inter. Los italianos no querían desprenderse de un jugador prometedor que acababan de presentar en sociedad. No obstante, el nombre del futbolista nacido en Austria debido a que sus padres, bosniocroatas, buscaron cobijo en Linz huyendo de la guerra, ya estaba instalado en las agendas de la llamada T4 del Bernabéu. De hecho, hubo alguna que otra conversación con Luka Modric para preguntarle por su compatriota y amigo…
Fue en el verano de 2015 cuando se volvió a activar su carpeta. Ya sin Ancelotti, despedido tras una campaña que comenzó con muchas promesas y acabó embarrada por varios conflictos, y con la luz verde de Rafa Benítez. El español fue el elegido, con la boca pequeña de Florentino, para relevar a Carletto y avaló la contratación de Kovacic. Le conocía bien, pues jugó tres encuentros ante su Nápoles (dos empates y un triunfo partenopeo). Además, el amistoso que el Inter y el Madrid disputaron en ese verano (27 de julio en Guanzhou) terminó de convencer al club.
Ayudó a conducir la operación Manuel García Quilón, representante de Benítez, pero fue la crisis económica del Inter la que terminó por llevar al balcánico a la capital de España. El precio oficial del traspaso fue de 30 millones, cantidad que causó controversia, aunque en el contrato se incluyeron algunos bonus por objetivos cumplidos que la hicieron ascender hasta casi 40. "En las finales de Champions alentamos al Madrid", llegó a bromear Piero Ausilio, director deportivo nerazzurro.
![Kovacic le roba un balón a Messi en un Clásico. REUTERS](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202404/08/media/cortadas/kovacic-messi-clasico-U76752060603miw-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Con 21 años, por tanto, Kovacic llegó al Madrid con la 'ayuda' de Ancelotti, el respaldo de Benítez y la bendición de Modric, que se reveló como el mejor intermediario. Paradógicamente, la presencia del '10' en el centro del campo y su hegemonía hizo que la aventura de Mateo naciera tocada. Ya fuera por lesiones o por decisiones técnicas, ni con Benítez, primero, ni con Zidane, después, el balcánico no disfrutó de la continuidad que quería. Jugador físico, rápido y con una enorme calidad para la conducción, aterrizó con una indefinición sobre su posición. Llegó como un antiguo mediapunta reconvertido a centrocampista de largo recorrido para después actuar en distintos puestos de la media. Tuvo sus momentos de brillo, como cuando 'Zizou' le confirió el rol de anti-Messi en los dos Clásicos de la Supercopa de 2017. Anestesió al argentino con dos exhibiciones de marcaje. Sin embargo, la inviolabilidad de Modric y su escasez de protagonismo comenzó a pasarle factura a su paciencia.
Todo estalló en Kiev
Fue en Kiev, en la final de la Champions contra el Liverpool, cuando su cabeza le hizo un clic. En la misma noche en que Cristiano deslizó que se marchaba del Real Madrid y Bale volvió a lanzar un pulso al club, Kovacic decidió que debía buscarse el pan fuera. Los blancos conquistaron la Decimotercera tras vencer 3-1 a los reds y Zidane no le dio ni un solo minuto. "Fue agradable jugar con Zidane, pero pensé que me podía haber dado una oportunidad que me merecía en la tercera final de la Liga de Campeones. Esa fue la razón principal de mi insatisfacción, pero así es el fútbol y nos separamos sin malos sentimientos".
Se marchó cedido al Chelsea en 2018, jugó 52 partidos (cero goles y dos asistencias) y ganó la Europa League. Su deseo era seguir en Londres y en el Madrid no le querían ver por Valdebebas porque acabaron decepcionados con su actitud cuando presionó para marcharse. Por lo que el punto y final que todas las partes pusieron a su relación el pasado verano no sorprendió a nadie. Un año después, la entidad 'blue' hizo oficial su fichaje y todas las partes ganaron. Su marcha le dio alas a Fede Valverde hasta convertirse en el box-to-box que es ahora y Kovacic recuperó la sonrisa en la Premier hasta ascender a los planes de Guardiola, tan refinados como singulares.
![Guardiola da instrucciones a Kovacic. AFP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202404/08/media/cortadas/guardiola-kovacic-city-U24880513582cDM-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
«Los primeros días, Guardiola era difícil de entender»
Nada más entrenar con él supo que estaba frente a un tipo especial. "Estoy feliz de poder aprender de él. Me hubiera encantado que alguien me lo hubiera dicho hace unos años. Lo estoy disfrutando desde el primer momento. Los primeros días era difícil de entender lo que quería. Me dijo: 'No te muevas allí. Ve allí'. A veces me gusta correr mucho en el campo. Me dijo: 'Ten más calma, no corras mucho'", declaró el jugador en noviembre. Meses después ha comenzado a digerir con más facilidad las órdenes del catalán y es un asiduo en su cabeza. Kovacic suma 2.082 minutos, el 12º que más ha jugado esta temporada.
Con ese estatus vuelve al Bernabéu, un estadio que valoró su sacrificio y que es tierra mojada para él: siempre que le ha visitado con otra camiseta se ha llevado revolcón: sufrió una derrota con el Dinamo de Zagreb (2011-12), vivió en sus carnes una de las históricas remontada en la Champions de la 2021-22 con el Chelsea y al año siguiente, también con los ingleses, volvió a caer...