Ancelotti y su noche más difícil en Nápoles: "Jugadores y periodistas se fueron corriendo…"
Marco Varriale, dueño del restaurante preferido de Carletto, desvela sus gustos durante su etapa en Nápoles.
Nápoles-.Carlo Ancelotti (64 años) apenas estuvo año y medio en Nápoles, aunque dejó huella en la ciudad. Buena prueba de ello es el aplauso que le dieron los periodistas locales cuando apareció en la sala de prensa del Diego Armando Maradona este lunes. Otra muestra del cariño que aún le guardan al técnico italiano se encuentra al acudir al restaurante Borgo Antico, situado en la vía Santa Lucía (próxima al paseo marítimo de Nápoles) y uno de los establecimientos preferidos de Carletto durante su estancia en la ciudad del sur de Italia. El técnico, igual que le ocurre en Madrid, eligió vivir en una zona céntrica de la ciudad y frecuentar los negocios locales.
"Lo primero que recuerdo es que era buena gente. Entró en nuestro restaurante, se presentó, aunque ya le conocíamos, y nos hizo sentir cómodos a nosotros también", dice Marco Varriale, el dueño del establecimiento, que atendió a Relevo en la previa del Nápoles-Real Madrid de esta noche (21:00 horas). "Ancelotti llega aquí porque somos un punto de encuentro cuando jugadores y entrenadores quieren estar tranquilos. Tenemos una sala privada donde no dejo entrar a nadie, sólo a ellos, así pueden estar tranquilos", cuenta Marco.
"El plato principal que comía siempre aquí es la mozzarella. No podía renunciar a eso y a los tomates napolitanos", dice sobre los gustos del actual técnico madridista. "Es un gran comunicador, y conocimos al hijo. Estaba él también en Nápoles, emprendiendo el camino del padre, aunque estaba al principio, porque hará falta tiempo para llegar a ser como su papá… La forma en la que comunica y se socializa Carletto, hay muy pocos así…", añade.
En Borgo Antico, Ancelotti pasó algunos de sus mejores momentos en los 18 meses que estuvo en la ciudad, aunque Varriele recuerda también una noche muy amarga. Ocurrió el 10 de diciembre de 2019, cuando después de ganar al Genk en Champions (4-0), el Nápoles anunció el despido del técnico a las 23:38 (el duelo, que comenzó a las 18:55, había terminado tres horas antes). La reunión en la que le comunicaron su cese a Carletto tuvo lugar en el Grand Hotel Vesuvio (precisamente donde ahora se aloja el Real Madrid), a escasos 240 metros del restaurante. "Escuchamos la noticia estando aquí dentro y todos se fueron corriendo al hotel Vesuvio. Tanto los periodistas como algunos jugadores, que se quedaron muy tristes con la decisión". El mal momento en liga (21 puntos en 15 jornadas) y sus discrepancias con De Laurentiis provocaron su destitución.
En este restaurante, muy habitual entre los futbolistas, se daba la circunstancia de que Carletto coincidiera con alguno de ellos en las cenas. ¿Cómo se gestiona eso? "Entrenadores en un lado y jugadores en otro. Es sencillo: si está el entrenador, el jugador no puede divertirse, ni puede tomar un vaso de cerveza tranquilo. Uno de los problemas de Carletto en Nápoles fue que como enlace entre él y el equipo tenía a su hijo. Los jugadores, creo yo, no podían contarle sus secretos a su hijo", relata el dueño del establecimiento.
Sitio de referencia para los futbolistas españoles
El Borgo Antico, además de acoger a Ancelotti, ha sido un lugar de encuentro para todos los jugadores españoles que han pasado por el Nápoles en los últimos años. De hecho, el pasado 2 de septiembre lo visitó Luis Alberto, tras la victoria del Lazio (1-2) en el Diego Armando Maradona. Se lo había recomendado su amigo Fabián, ex del Nápoles. "Fernando Llorente estuvo aquí varias veces, pero todos los españoles que jugaron en Nápoles nada más llegar al aeropuerto comían aquí. Empezamos con Reina, Albiol, Callejón, nuestro delantero Higuaín… Celebraron aquí alguna noche especial y se quedaban hasta tarde, sobre todo tras las victorias", cuenta Marco.
¿Qué les atrae a los españoles de la cocina italiana? El dueño del restaurante tiene claro qué ofrecerles cuando acuden en busca de la comida típica del lugar: "Los españoles adoran nuestra cocina, la mozzarella, que es algo mundial, y les encanta cómo cocinamos el pescado. Sobre todo los espaguetis con erizo de mar, almejas, calamares, pescado de cualquier tipo. Lo comen siempre con gusto".