MANCHESTER CITY - REAL MADRID

Ancelotti, la presión y el mejor antídoto contra Guardiola

Salir a presionar alto o resguardarse en defensa. El cuerpo técnico medita qué hacer contra un equipo después de los desajustes de la ida.

Ancelotti, durante un entrenamiento del Real Madrid./EFE
Ancelotti, durante un entrenamiento del Real Madrid. EFE
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El cuerpo técnico del Real Madrid, con Carlo Ancelotti a la cabeza, ya está en Mánchester con todos sus efectivos para el segundo y definitivo asalto contra el City. En juego, nada más y nada menos que las semifinales de la Champions League. Los análisis del rival son profundos, más allá de que lo conocen bien al haberse enfrentado a ellos las últimas dos temporadas. Se estudian las diferentes situaciones de partido y la puesta en escena que presente el equipo en el Etihad, con una preocupación por encima del resto: la presión.

El cuerpo técnico cree que se cuajó un buen partido en el Santiago Bernabéu. Que los detalles no siempre cayeron de su lado, pero que hicieron méritos para llevarse un resultado mejor. Sin embargo, creen que la presión adelantada que propusieron durante gran parte del encuentro no acabó de funcionar. Bellingham y Vinicius, quienes debían comenzarla, no siempre trabajaron coordinados y acabaron corriendo más de la cuenta, agotados antes incluso del descanso. Jude hizo 75 presiones de alta intensidad, la mayor cantidad en los partidos de ida de los octavos de final.

Por ello, Carletto piensa si salir a presionar alto a los de Guardiola, con los riesgos que ello supone, o si debe resguardarse para no conceder espacios de más al rival en los primeros minutos. Existe disparidad de criterios, conscientes de que ambos estilos suponen asumir riesgos. En cualquier caso, ambas fases se han ensayado en los entrenamientos, para poder adaptar al equipo a las necesidades del partido.

Ancelotti, sobre el trabajo de Bellingham.

En la ida, tanto Vinicius como Bellingham saltaban a por los centrales rivales. Incluso trataban de impedir que el portero, Ortega, jugase cómodo. Les acompañaba la línea de mediocampo, principalmente Valverde y Camavinga, con gran físico para correr hacia delante y corregir la posición si el City conseguía superar la presión. En ese caso, el Madrid se metía en un bloque medio o bajo, para cerrar todos los espacios posibles.

El plan parecía salir bien hasta el final de la primera mitad, cuando el cansancio empezó a hacer mella. Los de Guardiola tomaron el control de la pelota, superando con facilidad esa primera presión blanca, y las transiciones de Vinicius, Bellingham o Rodrygo cada vez eran menos dañinas. En la segunda parte trató de recuperar fuelle retrasando su posición de partida, pero acabaron llegando los goles de Foden y Gvardiol, saboteando el plan defensivo. El City acabó relativamente cómodo (sin crear excesivo peligro) y sólo el gol de Valverde al final permitió sacar el empate.

En la caseta hay motivos para pensar en que es posible ganar en Mánchester. El once no deja muchas dudas: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Camavinga, Kroos, Valverde, Bellingham; Rodrygo y Vinicius. Queda por ver si Ancelotti vuelve a apostar por un Vini más adelantado y Rodrygo en la izquierda, como en la ida, o recupera el diamante más puro, con Jude en la mediapunta. En cualquier caso, todos se conjuran para conseguir la clasificación a semifinales.