Los cuatro segundos de carcajada de Ancelotti que desvelan la ambición del Real Madrid: "Todos lo esperan"
El técnico compareció tras el triunfo de sus jugadores en la final de la Champions.

Carlo Ancelotti era uno de los hombres más felices del planeta, aunque su semblante siempre serio lo tratara de ocultar. Con la normalidad que le avala, expuso sus primeras sensaciones, a pie de césped, en el micrófono de Movistar Plus+: "Acostumbrarse nunca. Ha sido difícil. Muy difícil, más de lo que se esperaba. Hemos sufrido mucho en la primera parte. La segunda ha sido mejor. Son tonterías ahora, esto es un sueño. Un sueño que sigue".
El técnico italiano continuaba con su tranquilidad y parsimonia habitual con el título, pero no fue así sobre el césped. De hecho, en un momento determinado se enfadó con Vinicius por un lance del juego. Algo que ya carecía de importancia tras el triunfo, pero que quiso explicar: "Le he regañado un poco porque en la primera parte hemos sido un poco vagos, ellos han jugado a lo que querían".
También ofreció su versión más emocional al despedirse de Toni Kroos con un cálido abrazo una vez fue sustituido: "Es un poco de tristeza, pero él quería terminar así y hay que respetarlo". Se acabó la melancolía, ahora toca Cibeles: "Puro seguro y a Cibeles". ¡Y una gran noche!: "No sé lo que va a pasar, pero no vamos a dormir".
A posteriori, en rueda de prensa, reveló cómo entró al descanso tras la mala primera mitad: "No necesitaba enfadarme, necesitaba aclarar las cosas. No estuvimos bien colocados. Cambiar el sistema nos venía mejor, para dar más concentración en el centro del campo. La cosa ha salido mejor".
Toda victoria tiene que tener una clave y cuando se produce siempre, un secreto: "Esta temporada hemos tenido muchísimos problemas, perdido jugadores de calidad... Hemos solventado esto con un sacrificio colectivo. Esta Champions se ha ganado con sacrificio y calidad, con solo una de las dos era suficiente. No siempre jugamos a tope, pero nunca nos rendimos".
El legado de Kroos
Lo más importante es el colectivo, el equipo, pero si hubo un protagonista este fue Toni Kroos, un jugador para la posteridad: "Más alto es imposible terminar. Ha tenido huevos para terminar. Está muy contento. Es un leyenda de este club y todos los madridistas le agradecen lo que ha hecho: no solo juego, la actitud, la profesionalidad... No ha fallado ni un día en diez años. Le he dicho que le esperamos, que si cambia de idea estamos aquí". También con Nacho: "Le he dicho que lo piense bien, que está loco (por tardar en comunicar su intención)".
Para Ancelotti es más fácil con jugadores como ellos y teniendo a su hijo Davide a su lado: "Lo que destaca de este club es que es una familia de fútbol. hay un ambiente muy sano creado. Trabajar en una familia es mucho mejor que en una industria. Nos sentimos en casa. Mi hijo está a mi lado y me ayuda mucho porque él puede decirme cosas que nadie me puede decir".
Aprovecha para elogiar a los suyos, con una matrícula de honor, aunque hoy tocara pasar apuros: "Me pongo la nota, nos ponemos un diez. Ha sido una temporada de diez. Lo hemos manejado todo muy bien, han sido espectaculares. En el fútbol cuando perdonas es un riesgo muy grande. Honestamente, han jugado mejor que nosotros. Nos han dejado vivos".
¿Y ahora a por la Decimosexta? La presión por ganarla despertó una enorme carcajada a un ya relajado Ancelotti, que pasó a analizar cómo el equipo se repondrá de la baja de Kroos: "Es así. Todos esperan que el Madrid gane la novena final seguida. El peligro de no ganarla era real. El Borussia es un rival muy incómodo. Algo pasará ahora. Seremos competitivos. Perdemos a un jugador muy importante para nosotros, pero le sustituiremos, de diferente manera. Ya pensaremos cómo. Si no tenemos a Kroos, jugaremos de forma distinta".
Y volvió a reír cuando le preguntó Tomás Roncero, afónico. "¿Qué te ha pasado?", le preguntó, y el periodista respondió: "Ya sabes, nos complicáis la vida". Fue la última comparecencia de la temporada de Ancelotti y, con ella, sus habituales bromas, su tranquilidad y un agradecimiento a esta segunda oportunidad: "Era difícil pensar que lo podía hacer así en tres años. No era sencillo y es un equipo que está cambiando. Está cambiando el mejor equipo del mundo. Para mí ha sido un regalo y lo estoy disfrutando".