Kroos se desata en la fiesta del balcón: entre una promesa y el "¡loco, ven aquí!"

La Puerta del Sol estaba colmada. La Policía no se atrevía a dar una cifra. "Si te dijera la gente que está aquí te estaría mintiendo. No sabemos la barbaridad de gente que ha venido". Todos ataviados de su camiseta blanca, orgullosos de ver a su equipo, el Real Madrid, pasearse una vez más como campeón de Europa.

De balcón a balcón. Desde el de la presidencia de la Comunidad de Madrid hasta los de enfrente de la plaza, con aficionados amontonados donde hubiese hueco. Algunos, más valientes, se subían a la boca de metro de Sol para ver a sus ídolos. Los futbolistas del Real Madrid, recién llegados de Londres, tomaban la palabra.

El primero de ellos, el capitán. Nacho agarró el micrófono desde el balcón y estrenó los mensajes de agradecimiento. La gente se afanó en aplaudirle, pero el público quería que hablase Toni Kroos. En la calle los más entregados se emocionaban con el alemán: le rogaban que no se retirara. Kroos, desafortunadamente, cumple su palabra.

"Os prometí hace tres semanas que volveríamos a este balcón. Y aquí estamos. Han sido diez años imborrables en el Real Madrid. Esto significa mucho para mí", clavó su frase Toni Kroos, directo al corazón de los blancos que se congregaron en Sol y siguieron la retransmisión por todo el mundo.

Después, cánticos de "Vinicius, Balón de Oro", y la respuesta del crack mundial, favorito para llevarse el galardón. "Los jóvenes que estamos aquí queremos ganar mucho más", alentó a la masa el crack brasileño.

La nota divertida, como sucedió hace tres semanas en los festejos de LaLiga, la puso Rüdiger. La afición le reclamaba a ritmo de "Loco Rüdiger". Kroos se desató: "¡Loco, ven aquí!". Y el loco vaya si recogió el anzuelo. "¡El loco está muy cansado! ¡Es broma, que estoy aquí! ¡El loco!".