FC BARCELONA

El Barça está en crisis: Xavi acorralado, contradicciones internas y un "nos intentan destruir"

El partido en Mestalla se ve como una última bala y parte del vestuario empieza a dudar.

Xavi Hernández durante la rueda de prensa. /AFP
Xavi Hernández durante la rueda de prensa. AFP
Jordi Cardero
Albert Blaya

Jordi Cardero y Albert Blaya

Lewandowski fue de los primeros en abandonar el estadio. Oriol Romeu fue de los siguientes. Como Christensen, encapuchado. A continuación, la directiva blaugrana entraba hacia el vestuario blaugrana. La encabezaba Laporta y le seguían Deco, Jordi Masip o Joan Soler. Fue instantes antes de que Xavi saliera a la rueda de prensa. Cuando el entrenador blaugrana dejó de hablar, coincidió unos instantes con el técnico antes de abandonar las instalaciones. Salió Xavi cabizbajo, directo hacia el autobús del staff. Unos metros por detrás, con rostro serio, Laporta. El presidente se marchó sin hacer declaraciones, tampoco gestos. Entró al coche con la bufanda del Barça puesta y se puso a mensajear. Le acompañó Jordi Masip.

Insistió Xavi en rueda de prensa en la necesidad de valorar la clasificación, pero fue realista con las sensaciones. "Hay que recuperar el buen fútbol y creo que lo vamos a recuperar", afirmó. Esta vez ni el resultadismo salvó al Barça. "Dentro no tenemos ninguna mala sensación, esto viene de fuera", continuó el entrenador. Después de la derrota ante el Gironasu discurso no fue exageradamente autocrítico. Y eso molestó a parte de la directiva, que vivió cómo un equipo propositivo y alegre se llevaba los puntos de Montjuïc.

El cambio en la convocatoria instantes antes de viajar a Amberes levantó todavía más polémica. Y es que existen contradicciones entre el mensaje de Xavi y el de la secretaría técnica. Dijo el entrenador que la inclusión de Araujo, Lewandowski y Gündogan fue algo consensuado. Deco, antes del partido en tierras belgas, especificó que no se había "consensuado nada con él". Al acabar, Xavi replicó: "La lista fue consensuada".

Para Xavi, cada partido es una final. Este sentimiento de urgencia se ha instalado en el vestuario, que hace jornadas que se enfrenta al calendario con miedo, viendo cada partido como una última bala que hay que saber jugar: lo fue el partido ante el Porto, se repitió ante el Atlético y sucedió de nuevo ante el Girona. Tras el paréntesis que ha supuesto el choque ante el Amberes, en vez de suavizar el partido en Mestalla ha generado el doble de dificultad. Ahora el partido en Valencia tiene un color a mayo, a últimas jornadas, que no debería tener.

Xavi ha ahondado en un problema de confianza al hablar de los malos rendimientos. "Les transmitimos mucha confianza, pero es una cuestión de inspiración", ha explicado en rueda de prensa. ¿Ayuda a recobrar la confianza el hecho de que cada encuentro sea una final? Oriol Romeu, que llevaba tiempo sin ser importante, jugó el que ha sido su peor partido con la camiseta azulgrana. Más allá de la responsabilidad individual que tiene cada futbolista, ¿cómo afecta al futbolista el tener que convertir cada partido en una final?

Para muchos, los enemigos siguen estando fuera. Lo apuntó Xavi hace unas jornadas cuando dijo que la prensa afectaba al rendimiento de los jugadores y lo volvió a refrendar el goleador en Amberes, Ferran Torres. "Sabemos el ruido externo que hay en el Barça, que nos intentan destruir. Estamos a tope con el míster". Declaraciones que señalan a la prensa como responsable del mal momento del Barça y de los incendios que parecen nacer fuera sin encontrar un remedio dentro.

Aún con todo, hay una parte del vestuario que mira con recelo estas declaraciones y que empieza a ver en el partido del Valencia una final de verdad, un punto de inflexión que puede marcar el resto de la temporada. En el staff están convencidos de poder darle la vuelta a una situación a la que ya se han enfrentado otras ocasiones, aunque seguramente sin tantas presiones ni tanta urgencia. Mientras Roberto y Ferran cierran filas públicamente, una parte del vestuario duda. Sin consenso no hay paraíso.

Xavi es el entrenador con mayor % de derrotas de la historia del club. Un 42% de sus partidos son derrotas, y suma 6 en 14 partidos, las mismas que sumaron Luis Enrique (33 partidos) o Guardiola (52 partidos). Evidentemente, el Barça de Xavi es el único de los tres que lo hace sin Messi y el que con total probabilidad tenga peor plantilla. Los datos, que están ahí como recordatorio, quedarán en nada si el Barça le da la vuelta a la mala dinámica y convierte la tristeza en alegría en primavera. Pero existen para recordar que este equipo todavía no es grande cuando toca, y que Lewandwoski no marca fuera de casa en Europa desde 2021 con el Bayern. La "suarización" de Lewandowski apuntaría a un mismo fin en Europa. Xavi tiene un reto y todas las cartas todavía por jugar.