El Bayern de Múnich se encomienda a Müller... también en los banquillos: "El Madrid tiene muchas caras, pero lo que más les funciona es el contragolpe"

No está siendo la temporada de Thomas Müller, relegado a un segundo plano e involucrado en un relevo generacional masivo, pero en las grandes citas sólo su presencia ya supone un argumento competitivo para el Bayern de Múnich. Experiencia, personalidad y una lectura de juego poco común en jugadores de su posición. Todo ello se antoja clave a estas alturas de temporada, con la final de la Champions 23-24 en juego. "Jugar en el Bernabéu me motiva", dice en una entrevista a los micrófonos del club. Estas declaraciones, además, llegan justo después de que su nombre gane enteros para relevar a Thomas Tuchel en el banquillo muniqués. Lo haría, eso sí, bajo el rol de entrenador-jugador, tal y como ha informado BILD.

Se deshace en elogios al Bernabéu, escenario que acogerá una rivalidad ya histórica que, por si fuera poco, determinará quién disputará la final de la máxima competición continental el próximo 1 de junio: "Estoy emocionado por ver cómo es jugar en el Bernabéu, ya remodelado. Lo que me fascina de este estadio es que está en medio de la ciudad. Estás en una zona residencial, das la vuelta a la esquina y de repente te encuentras con un estadio con capacidad para 80.000 espectadores".

El Bayern de Múnich, con Müller como uno de sus principales bastiones, buscará repetir lo que ya consiguió en 2012, apeando a los blancos de la final en una tanda de penaltis agónica con Neuer como héroe. "El Real Madrid tiene muchas caras y facetas. Puede replegarse a veces y no tiene problemas para defender y sigue teniendo excelentes jugadores para contragolpear, algo que siempre les funciona. Han llegado a semifinales varias veces en los últimos años y son extremadamente peligrosos, pero también ganables", agrega.

Obviando todo lo que implica el juego, resume la eliminatoria de manera sencilla: "Pasará el que meta más veces el balón en la red. El fútbol tiene mucho que ver con la efectividad". El 2-2 de la ida demuestra que la eliminatoria está abierta y Müller confía en el empuje de la afición del Bayern que se desplace hasta Madrid: "Es importante que los indomables bávaros acudan y añadan una mancha roja al estadio. Ya lo hemos vivido allí antes, sobre todo cuando avanzamos en los penaltis en 2012. Toda la afición estaba allí y será sin duda un factor importante".

El nombre de Thomas Müller, por surrealista que parezca, ha sido el último en sumarse a la lista de futuribles para el banquillo del Bayern de Múnich. Al conjunto germano ya se le han escapado Xabi Alonso, Nagelsmann y Rangnick y, pese a haber tanteado a Lopetegui, el técnico vasco será el próximo entrenador del West Ham. Es ahí donde el internacional alemán entra en escena, este curso con un rol secundario que le ha llevado, por ejemplo, a no sumar minutos en cuartos de final de Champions, frente al Arsenal.

Tal y como publica BILD, podría desempeñar el rol de entrenador-jugador la próxima temporada, consciente de que su carrera está llegando a su fin... pero también de que su conocimiento del juego todavía es útil. Ya se le vio visiblemente molesto con sus compañeros en el primer gol de Vinicius, explicando cómo y dónde habían fallado.

El Bayern, ahora, afronta el importante encuentro ante el Real Madrid después de caer ante el Stuttgart por 3-1, con la lesión de Guerreiro como contratiempo añadido. El conjunto alemán, que este curso no ha ganado ni la Bundesliga ni la Copa de Alemania, tiene en la Champions el clavo ardiendo al que agarrarse para salvar la temporada.