REAL MADRID 2 BAYERN 1 (4-3)

¿Por qué la remontada del Real Madrid ante el Bayern no fue como las anteriores?

Los de Ancelotti eliminaron al Bayern siendo superiores en la vuelta en el Bernabéu.

Vinicius, uno de los hombres del patido, celebra el pase a la final. /AFP
Vinicius, uno de los hombres del patido, celebra el pase a la final. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

Al final fue lo mismo aunque todo era distinto. El Real Madrid volvió a remontar una eliminatoria de Champions League en casa como hiciese en 2022 en todas ellas y como todavía no había hecho este curso. En el minuto 85, los de Ancelotti estaban eliminados. Pero a diferencia de las que su equipo disputó ante PSG, Chelsea y City hace dos años, ante el Bayern no fue algo ilógico, casi esotérico, sino una consecuencia lógica de un plan de partido que el Real Madrid siempre tuvo bajo control. Ancelotti volvió a ajustar y su equipo nunca mereció perder aunque volviese a remontar como si lo mereciese.

Carlo mantuvo el mismo once que en la ida, pero realizó un par de ajustes importantes en la disposición de sus futbolistas. Vinícius, que fue el delantero en la ida, pasaría a jugar mucho más abierto, detectando Carlo una carencia en Kimmich, siendo ese sector el más débil de todo el conjunto bávaro. El segundo fue pasar a Bellingham al interior zurdo, alejado de la zona de 9, más pendiente de recibir por delante de Laimer que a su espalda, provocando una serie de desajustes que Kroos, desde primera línea, se iría encargando de castigar. El alemán intentó 27 envíos largos con un 81% de acierto y ya en el primer tiempo intentó 71 pases, solo dos menos que los dos mediocentros del Bayern juntos. Algo cambió.

Un Real Madrid superior en juego y en datos

En el partido de vuelta, el Real Madrid dejó al Bayern en 0,46 xG la cifra más baja desde la primera jornada de la fase de grupos, cuando el Union Berlin apenas generó 0,29 xG en todo el encuentro. Los de Tuchel tuvieron situaciones para poder correr, pero su toma de decisiones en el último tercio fue pobrísima, con mal timing en los pases, poca coordinación y un exceso de precipitación que terminó por dejar a un equipo desdibujado y con la sensación de que salvo una genialidad, estaban lejos del gol. Por contra, el Real Madrid disparó 11 veces más y generó 2,67 xG, dejando al Bayern en solo 14 toques en el área de Lunin. Solo Rodrygo y Vinícius tocaron hasta 18 veces el cuero en la zona de Neuer.

El mapa de pases del Real Madrid en el primer tiempo muestra la altura a la que jugó el equipo de Ancelotti.  STATSBOMB
El mapa de pases del Real Madrid en el primer tiempo muestra la altura a la que jugó el equipo de Ancelotti. STATSBOMB

El Bayern repitió su enfoque, con un 4-4-2 muy pasivo que buscaba defender espacios cortos y no dejar oxígeno a las recepciones interiores de Bellingham, Rodrygo y Vinícius. Si bien es cierto que el encuentro estaba abierto porque el Bayern defendía relativamente bien la frontal y se veía que podía amenazar en transición, el ritmo lo marcaba Kroos. El alemán completó 22 pases largos, la mejor cifra de cualquier jugador esta temporada en Champions League, encontrando siempre a Rodrygo o Carvajal en el lado débil cuando Vinícius o Bellingham no podían recibir. Eso forzó al Bayern a basculaciones muy anchas que a veces abrían huecos.

Con la tendencia del equipo de Ancelotti de juntarse en el sector zurdo, el Real Madrid pudo desordenar al Bayern y atacar el área con una ventaja mayor. Las mejores ocasiones blancas llegaron de la misma forma.

Kroos, Tchouaméni, Vinicius, Bellingham, Rodrygo y Mendy en el mismo sector combinando.  WYSCOUT
Kroos, Tchouaméni, Vinicius, Bellingham, Rodrygo y Mendy en el mismo sector combinando. WYSCOUT
Carvajal centra con todo el tiempo del mundo ante el desmarque en ventaja de Rodrygo.  WYSCOUT
Carvajal centra con todo el tiempo del mundo ante el desmarque en ventaja de Rodrygo. WYSCOUT

Con todas las situaciones que generó el equipo de Ancelotti, es curioso que los goles llegasen tras un rechace y una jugada a balón parado, como si el Real Madrid quisiese rendir tributo a su pasado más reciente anotando goles en escenas rocambolescas en vez de en aquellas que uno ya las estaba visualizando. Como en la secuencia anterior, la velocidad de circulación, una vez entraban en juego los futbolistas más técnicos le dio al equipo blanco una ventaja competitiva respecto a su rival, que en vez de juntarse se separaba, alargando las distancias con cada conducción. Ahí radicó la diferencia.

Vinícius fue el MVP porque generó un gol y se fue con 7 regates, más que los que dejó todo el Bayern junto. Su actuación ante Kimmich, al que desbordó prácticamente siempre, marcó el punto de inflexión en el partido al encontrar el Real Madrid una trampa en el sistema, inclinando el campo de forma desmedida. Pero todo nace de la decisión de Ancelotti de dejar a Vini en esa situación, alejándolo de donde tanto daño hizo en la ida.

Vinícius muy abierto buscando atacar a De Ligt ante la ausencia de Kimmich.  WYSCOUT
Vinícius muy abierto buscando atacar a De Ligt ante la ausencia de Kimmich. WYSCOUT
Rodrygo remata   en el área pequeña.  WYSCOUT
Rodrygo remata en el área pequeña. WYSCOUT

El crecimiento del brasileño es imparable y esto se ha visto en estas semifinales, donde ha sido decisivo tanto de delantero centro como de extremo, siendo profundo o desbordando, yendo al espacio o recibiendo al pie. Su progresión es de las más destacadas en el fútbol porque ha pasado de ser un jugador que parecía enfocarse a ser un especialista a uno de los atacantes más completos de los últimos años. Ancelotti tiene muchísimo que ver con esta mejoría.

El Real Madrid llega a una nueva final de la misma forma que casi siempre, rindiendo homenaje a su legado reciente con guiños que ya solo buscan complacer una forma de competir en esta competición a pesar de que el partido, a diferencia de tantos otros, tuviese un guion totalmente distinto. El Real Madrid remontó cuando no hubiese necesitado remontar después de haber jugado uno de los mejores partidos de la temporada.