Mbappé y Saliba revolucionarán al "inalterable" barrio de Bondy con el Arsenal-Madrid: "Los niños ahora quieren ser como ellos"
Excompañeros de equipo y profesores de Assomption Bondy, donde estudió el delantero, recuerdan la infancia de ambos.

A 25 kilómetros al noroeste de París, Bondy se prepara para una noche especial con el partido que enfrentará a Arsenal y Real Madrid en el Emirates Stadium. El barrio "inalterable", como muchos se refieren a él por sus dimensiones, con algo más de 50.000 habitantes, y, sobre todo, por su "capacidad para abstraerse de todo", seguirá de cerca todo cuando ocurra el el estadio gunner este martes (21:00). Allí nacieron y se criaron Mbappé y Saliba, figuras en una de las eliminatorias de la temporada en lo que la Champions League se refiere. No es una cuestión baladí, sino motivo de orgullo. "Kylian siempre ha estado muy apegado a Bondy", asegura Tess Roussey, profesora en el colegio Assomption Bondy y excompañera de clase del delantero merengue, a Relevo.
Además de por haber formado, deportiva y personalmente, a Mbappé y Saliba (también a Ikoné, por ejemplo), Bondy aparece en el mapa por ser una de las zonas más pobres y conflictivas de Francia. "Es una ciudad pequeña, muy pequeña... Aquí la gente no habla", apostilla Ingrid Martin, profesora de español en Assomption Bondy. El delantero del Real Madrid, entonado en los últimos meses y metido de lleno en la pelea por el Pichichi, con Lewandowski como principal competencia, se convirtió en accionista del AS Bondy en el que creció. "Tanto él como William [Saliba] han ayudado a que el club crezca y tenga cada vez más recursos", menciona un excompañero del defensa del Arsenal, cada vez con más galones a las órdenes de Arteta.
Ludovic Schaub, profesor de educación física del 9 del Real Madrid en Assomption Bondy "en su sexto curso, con 11 años", recuerda una anécdota que tuvo lugar antes de una clase de natación: "Antes de nadar, nuestros alumnos tenían 30 minutos de tiempo libre, pero la mayoría de los chicos jugaban al fútbol, algo que siempre quería Kylian. Eso sí, no le gustaba necesariamente marcar goles, sino regatear y hacer sombreritos a sus amigos... En los partidos su mentalidad era diferente, porque quería marcar y ganar siempre". Aunque no realizó el test de Cooper con él ("lo hizo con otro profesor"), destaca su "motricidad" y rememora que sus condiciones permitieron al internacional galo "jugar una o dos categorías por encima": "Formaba parte de los sobrecualificados".
"Mbappé siempre ha conservado sus amistades aquí, en Bondy"
Profesora en Assomption BondyPierre, que compartió campo de entrenamiento con Saliba, todavía recuerda lo complicado que era zafarse de él: "Era una roca, una auténtica roca... La verdad es que ahí ya apuntaba maneras y parecía que iba a llegar lejos. Kylian y él han hecho mucho por Bondy. Ahora los niños más pequeños tienen referentes y saben que pueden conseguir vivir del fútbol". Precisamente en esa misma línea va Tess Roussey: "Su padre [el de Mbappé] siempre ha estado muy involucrado en el fútbol de Bondy y Kylian, cuando estaba en el Mónaco, volvía a Bondy para ver a sus amigos... Los niños de la escuela están orgullosos y ahora quieren ser como ellos".
El padre de Mbappé, Wilfried, fue entrenador de fútbol en el AS Bondy y su madre Fayza, de origen argelino, jugó a balonmano en el mismo club: "Toda la familia siempre ha ayudado mucho y han respetado los orígenes de Kylian... Le veías jugar y era diferente. Todos sabíamos que llegaría a ser profesional, pero jamás imaginamos que jugaría en el Real Madrid". En cuanto a lo meramente académico, tanto Mbappé como Saliba, que se enfrentarán este martes en el Emirates, "eran unos alumnos excelentes y muy disciplinados".

Una eliminatoria con morbo
Además de por Odegaard, con pasado en el Real Madrid, y por Ceballos, que estuvo cedido en el Arsenal hace algunas temporadas, la eliminatoria entre gunners y blancos llega cargada de morbo en lo que al mercado de fichajes se refiere. Saliba, fijo para Arteta (casi 3.500' de juego este curso), interesa a los blancos, que podrían reforzar su línea defensiva con el zaguero galo, también indiscutible para Deschamps. Aunque la irrupción de Asencio permite respirar a Ancelotti, con Alaba por debajo de su nivel y Militao en el ecuador de su lesión de gravedad, los problemas en el eje de la zaga son evidentes, de ahí que el central francés gane enteros en la lista de deseos de Florentino Pérez.
Además, la edad de Rüdiger (32) y los problemas musculares que este curso ha arrastrado convierten su rendimiento la próxima temporada en una incógnita. El conjunto blanco ya intentó moverse en el mercado de centrales en verano de 2024, cuando Leny Yoro emergió como algo más que una opción. El zaguero, también francés, acabó fichando por el Manchester United. En la entidad merengue confían en Asencio, que tendrá ficha del primer equipo en la 2025-26, y tienen sendas esperanzas depositadas en otros canteranos como Joan Martínez, lesionado de gravedad este curso, Jacobo Ramón e incluso Diego Aguado o Víctor Valdepeñas.
Bajo la premisa de no desembolsar cantidades desorbitadas y tantear a futbolistas con una situación contractual buena (acaba contrato en 2027), Saliba, con un valor de 80 millones según Transfermarkt, gusta al Real Madrid. En un hipotético desembarco en el Bernabéu se reencontraría con Mbappé, con quien comparte algo más que nacionalidad: "Bondy les debe mucho". A sus 24 años, se ha destapado como uno de los mejores zagueros de las cinco grandes ligas, avalado por unas condiciones físicas sobresalientes, un poso típico en futbolista más experimentados y un juego aéreo cada vez más prolífico para Arteta.