Brahim y Vinicius ajusticiaron un partido que se le pudo ir al Real Madrid por dos errores individuales
El equipo de Ancelotti fue mejor a pesar de las bajas, pero falló cuando no tocaba. Los dos atacantes solucionaron la papeleta al final.
![Mendy falla una ocasión sin portero contra el Manchester City. /Reuters](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/11/media/cortadas/mendy-fallo-etihad-RSSjTVLoLcxdZeuVhuzM3TK-1200x648@Relevo.jpg)
El Real Madrid jugó el mejor partido que se le recuerda en el Etihad. Suele ser un estadio en el que sufre de más, sin poder controlar la posesión y concediendo más oportunidades que contra otros rivales. Pero en esta ocasión fue mejor que el Manchester City, dominando prácticamente en todas las facetas y dejando una segunda mitad para el recuerdo. Sin embargo, pudo salir en desventaja por culpa de dos errores individuales.
Primero, porque falló más de la cuenta en los primeros minutos. Gozó de varias ocasiones claras al comenzar el partido, con una especialmente doliente. Mendy se quedaba sólo delante de una portería en la que no estaba Ederson. Sólo Aké se plantaba entre él y el gol, pero el francés pecó de lateral y de que la pelota se le quedase en la pierna derecha. Su disparo chocaba en el defensa y la oportunidad de adelantarse se iba al limbo. Minutos después (19') Haaland anotaba el primero del partido.
El Madrid se repuso. Aguantó bien los mejores momentos del rival y salió a la segunda mitad arrollador. Volvió a pisar el área de Ederson y marcó el empate gracias a Mbappé. Cuando parecía que iba a llegar el 1-2, Ceballos hizo una entrada innecesaria a Foden dentro del área y Haaland marcaba el segundo del City. El sevillano dejaba una mancha en su magnífico partido. Su cara de decepción lo decía todo...
Pero gracias a Brahim y a Vinicius, se salvó la papeleta. Los dos atacantes curaron a un Madrid que podía salir muy tocado para la vuelta. El primero marcó el empate nada más salir al terreno de juego, aprovechando un rechace de Ederson, y el segundo le dio el gol en bandeja a Bellingham para cerrar la remontada. El banquillo salió en tromba a celebrar.
Los blancos se repusieron a las bajas en defensa y demostraron estar muy preparados para ganar la Champions League. La ayuda defensiva de los atacantes fue clave en un equipo en el que todos brillaron a pesar de los contados errores defensivos, que fueron graves y pudieron cambiar el destino pero que no hundieron al equipo para acabar saliendo triunfadores del Etihad con todo merecimiento.