Brujas alucina con Ferran Jutglà: más mérito incluso que Carlos Bacca
"Lleva nuestro ADN, es un ejemplo para muchos en el club", comenta su entrenador Hoefkens en la previa del choque ante el Atlético.

El 15 de abril de 2012, Carlos Bacca marcó su primer gol liguero con la zamarra del Club Brujas frente al Gante. Carl Hoefkens, hoy técnico del equipo, fue uno de los jugadores que abrazó al colombiano en el césped aquella tarde en el Jan Breydelstadion. El delantero, que había llegado en el mercado de invierno procedente del Junior de Barranquilla, comenzaba a escribir su leyenda con los flamencos. Una década más tarde y gracias a Ferran Jutglà, el lema del Brujas vuelve a sonar en español. El partido contra el Atlético de Madrid en Champions es su siguiente desafío.
"Su adaptación ha sido muy rápida porque Ferran posee el ADN del Brujas: sin sudor no hay gloria", comenta su entrenador enfatizando cada palabra de la consigna anglófona 'no sweat no glory'. Hoefkens, exdefensa del Club Brujas, sabe que lo del ariete catalán de 23 años no es lo común en el fútbol actual. "Normalmente, tienes que tener paciencia con este tipo de jugadores, pero Ferran tenía confianza desde el principio", subraya. "Es un goleador nato. Encontrar jugadores de este tipo, que viven para marcar, es muy difícil. Además, es un chico muy querido en el vestuario y un ejemplo para muchos en el club".

En la obsesión por el gol y el comportamiento impecable en el vestuario recuerda a Carlos Bacca, hombre idolatrado por la grada local. El colombiano, que llegó aquel enero de 2012 a los 25 años, tardó meses en encontrar su mejor versión. De hecho, en los 10 partidos ligueros que disputó en su primera temporada sólo anotó tres goles. Fue en la campaña siguiente en la que destapó el tarro de las esencias, con 25 dianas en la competición doméstica, que le valieron a la postre el salto al Sevilla.
Ferran, seis goles en 10 partidos en la Jupiler Pro League, amén de una diana contra el Porto en Champions, está sorprendiendo incluso a un grupo muy meticuloso de ojeadores, el del Brujas, que tenía muchas esperanzas depositadas en él, pero que jamás pensó en recoger los frutos tan pronto. "Desde el primer momento, el club me ha facilitado todo: casa, estudiar inglés... Los capitanes y los empleados me han ayudado mucho", comparte un Jutglà que preparó su llegada a Bélgica con mimo, tanto a nivel de idiomas como de condición física.
Lejos queda ya su etapa de culé. "Cuando me tocó entrar en Barcelona había muchas urgencias, la gente no esperaba nada de los que subíamos. Xavi y su staff me dieron confianza y yo respondí", reconoce en la rueda de prensa previa al choque ante los de Simeone. La primera vez que se midió al Atlético lo hizo en la Copa del Rey como jugador del Sant Andreu, que militaba en Tercera por aquel entonces. Cuatro años más tarde lo hará en la Champions defendiendo la camiseta del Brujas. Aquella que se puso Carlos Bacca para catapultar su carrera.