Cuando cambias de Real Madrid a Atlético o viceversa y te toca borrar fotos de Instagram: "Me dijeron: 'oye, sabemos que has estado allí...'"

June Lavín

Publicado11 de marzo de 2025, 7:29 h

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Atlético de Madrid y Real Madrid se verán las caras este miércoles (21:00) en uno de los enfrentamientos de la temporada. Lo harán en el Cívitas Metropolitano, en una nueva entrega del derbi, esta vez en la máxima competición continental. En el choque de ida, los blancos consiguieron una renta mínima de la que buscarán sacar partido en uno de los escenarios más imponentes de Europa. Ambos clubes protagonizan una de las rivalidades más mediáticas de España y rompieron el pacto de no agresión en verano de 2022, cuando la entidad merengue 'pescó' en el Cerro del Espino e incorporó a Jesús Fortea, prometedor lateral español nacido en 2007.

Antes, y también en cantera, el Atlético de Madrid reclutó a Pablo Barrios, descarte del Real Madrid, en 2017. Si bien es cierto que el centrocampista colchonero no cuajó en La Fábrica, sí lo ha hecho en el club rojiblanco, donde ya es titular indiscutible en el primer equipo y goza de gran protagonismo a las órdenes de Simeone. Sin embargo, su caso no fue el primero en un puente, el de cambiar un club por otro, cada vez más habitual: Adrián Baroa (2002), de la generación de Sergio Camello o Mario Soriano, siguió el camino inverso en la temporada 2015-16, cuando recaló en Valdebebas procedente del conjunto colchonero. "Estuve desde los seis hasta los trece en la cantera del Atlético, pero he sido madridista siempre...", desliza.

Ya no se dedica al fútbol ("soy técnico de rayos y voy a estudiar enfermería"), tampoco tiene redes sociales y su historia es desconocida, aunque la recuerda con la precisión propia del que todavía no ha colgado las botas: "En la cantera del Atlético te decían 'de aquí no te mueves' y, como me tenían de proyecto de futuro, el Leganés tuvo que hacerme un favor y acogerme un par de meses para no fichar directamente por el Madrid", recuerda. Su caso apenas trascendió y. aunque sus compañeros en el filial rojiblanco "lo sabían todo porque, en los partidos entre el Madrid y el Atleti, celebraba los goles del Madrid", permaneció un par de meses en el Leganés antes de aterrizar en La Fábrica. "En esa época, estando en el Atlético, no podías coger y decir: 'Me voy al Madrid', porque no...", añade.

"El primer caso fui yo, el que abrió todo... Luego, Barrios, con el que tengo mucha relación. Recuerdo cuando Pablo me dijo: 'Baroa, que el Madrid me ha cogido y me ha echado'. Lo bueno en su caso fue eso, que le echaron", explica. No obstante, en los últimos años también ha habido movimientos recientes, con un mismo denominador común: entre 2017 y 2018, prácticamente a la par que el 8 rojiblanco, Héctor Peña (filial del Elche) y Alberto Cruz (University of The Pacific de Estados Unidos), ambos de la generación 2002, jugaron un curso en las categorías inferiores del Leganés antes de fichar por el Atlético de Madrid. Siguieron un camino casi idéntico al de Adrián Baroa y utilizaron el trampolín del club pepinero para no incorporarse de manera directa al eterno rival.

"Hay algunas reglas no escritas para intentar que tus jugadores no salgan directamente de un club a otro, que por lo menos tengan que pasar por otro equipo entre medias", desliza Alberto Cruz. Su caso es singular. Y él mismo lo reconoce: "Estaba en la cantera del Madrid, me fui al Leganés y un buen año allí hizo que el Atlético me quisiera. A mí no me costó, porque soy colchonero, pero estando en La Fábrica siempre decía que mi equipo era el Leganés. Me preguntaban: '¿De qué equipo eres?', y yo que decía que del Lega".

Uno de los aspectos más curiosos y llamativos del trasvase en las canteras, con el caso de Pablo Barrios como el más conocido y llamativo, reside en Instagram. El 8 del Atlético de Madrid, en el momento de su fichaje por el cuadro colchonero, borró todas las publicaciones de redes sociales en las que portaba la casaca blanca. No fue el único. Las de Héctor Peña, que cambió La Fábrica por la cantera rojiblanca, también desaparecieron. Alberto Cruz, que siguió esa misma hoja de ruta (cambió el Madrid por el Atlético), optó por archivarlas. "Cuando fui al Atlético, me recomendaron borrarlas. Me dijeron 'oye, sabemos que has estado allí y de cara el público no gusta saber que has estado en otro equipo'", indica. En su caso, eso sí, las desarchivó cuando cambió de equipo y regresó al Leganés.

"Al poco de firmar, todavía no las había borrado y me llegaron un par de mensajes de gente un poco loca, muy ultras del Atleti, diciendo 'sabemos que has jugado aquí [en el Madrid], que eres madridista, no te queremos aquí...", añade, recordando el momento en el que, pese a archivar las fotos y borrar temporalmente cualquier rastro de su etapa en la cantera blanca, recibió mensajes de aficionados colchoneros. "Una vez me fui del Atleti, puse ambas [refiriéndose a fotos de ambos clubes], porque a mí me daba igual... Haber estado en dos equipos así es un privilegio y algo de lo que tienes que estar orgulloso... Yo lo voy a estar toda mi vida", sintetiza.

Además, Alberto Cruz, fiel seguidor del Atlético de Madrid, ahora desde Estados Unidos, donde compagina el fútbol con una carrera universitaria, aprovecha para recordar otra anécdota que vivió estando en las categorías inferiores del Real Madrid: "Soy colchonero y, estando en la cantera del Madrid, nos daban abonos para ir a ver los partidos del primer equipo. En mi caso, no fui a ninguno... [risas] salvo a un Madrid-Atleti, porque era el único partido que me interesaba ver".

"En el campo dabas todo por tu equipo", coinciden Adrián Baroa y Alberto Cruz, ambos con pasado en la cantera del Real Madrid y, también, en la del Atlético de Madrid. El futbolista de University of The Pacific va más allá: "Cuando fiché por el Madrid siendo colchonero decía 'bueno, a ver cuando haya un derbi cómo me voy a sentir, qué voy a pensar...', porque da respeto, pero cuando llega el momento te da igual, tú los ves como rivales, lleve la camiseta del Atlético o del Milan. Te da absolutamente igual. De hecho, siempre hay más rivalidad porque siempre que llegas a finales de torneos o te juegas la liga contra alguien, es contra ellos. Son los rivales a batir".

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