FC BARCELONA

Así se cocinó el regreso de Ansu Fati tres meses después: un grupo de amigos, una mejora y el indulto de la grada

El canterano regresó tres meses después y Hansi Flick aseguró que no regala minutos. El delantero ha mejorado su actitud en los entrenamientos.

Ansu entró por un Lamine que acumulaba muchos minutos./AFP
Ansu entró por un Lamine que acumulaba muchos minutos. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

No es habitual que Lamine Yamal 'acceda' a ser sustituido. Lo quiere jugar todo y alguna vez no ha podido ocultar su disgusto al tener que ir al banquillo. No fue así contra el Borussia Dortmund. Después de dibujar una actuación al alcance de muy pocos -y probablemente de nadie a los 17 años-, y asumiendo que lleva una buena carga de minutos, fue sustituido por Ansu Fati. El barcelonismo, que vibró desde horas antes del partido, primero ovacionó a Gavi y al final del encuentro hizo lo propio, y quizá subiendo los decibelios, con Ansu.

El regreso del canterano redondeó el resultado, fue el quinto gol. Disputó siete minutos y volvió a pisar un estadio tres meses después de la media hora que jugó en Barbastro, cuando el Barcelona comenzaba a andar en la Copa del Rey. Durante aquellos días, a inicios de enero, la posibilidad de que Ansu acabara la temporada fuera de Catalunya era una opción con bastante peso, pero finalmente se acabó quedando. Hansi Flick aceptó su decisión.

"Para mí es muy importante ser honesto con los jugadores. Con él lo he sido. Hemos hablado de distintas posibilidades y ahora es su decisión. Si quiere quedarse está bien, es un jugador de La Masia. Le cuidaremos y quizá pueda volver a la forma que queremos ver", expuso Flick a mediados de enero. "Nuestro trabajo es ayudarle a mejorar, es lo que queremos hacer. Con todos los jugadores. Queremos que sean mejores cada día. Ansu es muy profesional, siempre está concentrado. Quiero ayudarle", añadió el técnico.

El cariño del vestuario

Ansu es un futbolista querido en el vestuario y desde las entrañas de Can Barça saben que no lo ha pasado nada bien. "Ansu Fati es mi mejor amigo del equipo, ha sufrido mucho y me alegro de que haya tenido esta oportunidad hoy", comentó Alejandro Balde después de derrotar al Borussia Dortmund. El grupo de jóvenes, que es mayoría en la plantilla, mantiene una buena relación. Se vio en la foto que subieron a Instagram Ansu, Gavi, Héctor Fort y Lamine Yamal. Otro de los grupos es el de Pau Cubarsí, Marc Bernal, Marc Casadó o Gerard Martín. Tienen 'padres' como Iñigo Martínez.

A sus 17 años, Lamine es capaz de abarcar mucho más que el fútbol. Comprende el juego y las emociones de la plantilla. Sabía que pedir el cambio implicaría la entrada de su amigo Ansu, también representado por Jorge Mendes, y le soltó un comentario cuando se abrazaron en la sustitución. "Lamine ha jugado muchos minutos y ha pedido el cambio. Hemos reaccionado. Pero a Ansu lo hubiéramos hecho entrar igual, merecía entrar [...] Yo no regalo minutos. Hoy se ha merecido jugar por cómo está entrenando", explicó Flick.

Lamine no quiso 'robarle' el 10 a Ansu

Tal y como ya explicamos en Relevo en junio del año pasado, el Barcelona tanteó a Lamine para hacerse con el '10'. El de Rocafonda lo rechazó pensando en Ansu y también en el peso que tiene el dorsal. Cuando Fati debutó, Lamine había cumplido los 12 años un par de meses atrás. Aun así, es consciente de que condensó toda la esperanza de los culers, lo eligieron como el líder del Barça del futuro. Cargó con el peso de tener que ser el sucesor de Messi. Con la entrega del '10', el club le llenó de expectativas.

Luego vinieron las lesiones y los diagnósticos que apuntaban en distintas direcciones. Mientras que unos aseguraban que los problemas nacieron en el quirófano, otros decían que fue por cómo se llevó a cabo la recuperación. Por el camino se fue quebrando la confianza de un Ansu que, cuentan aquellos que le conocen, necesita sentirse apoyado para sacar su mejor versión. Por eso eligió salir cedido al Brighton cuando todo apuntaba a que desembocaría en Londres, porque De Zerbi le llamó personalmente. Y por eso, cuando las cosas se torcieron con el italiano, la progresión de Ansu en Inglaterra se frenó.

Carga a sus espaldas un historial difícil de manejar a nivel mental y un físico que se resiente. Aun así, el barcelonismo volvió a evidenciar con su ovación que a Ansu se le sigue guardando cariño. Y que necesita muy poquito del canterano para ilusionarse.