La contradicción de Guardiola con la profundidad de plantilla del City: "No soy muy fan de hacer cambios"
El de Santpedor hizo tres cambios obligados en la prórroga porque se los pidieron los jugadores, pero apenas movió el banquillo.
La profundidad de plantilla del Manchester City es un tema recurrente para hablar de la fortaleza del equipo de Pep Guardiola. Eso de que si no juega uno, ya lo hará otro igual de bueno. Lo de que Julián Álvarez haya sido titular durante más de media temporada y ahora, en el tramo más decisivo, haya sido relegado al banquillo. Lo de que haya cinco centrales titulares y a veces jueguen cuatro de ellos desde el inicio, por eso de no tener laterales puros salvo Walker. Lo de que Foden o Grealish hayan sido suplentes durante muchas semanas y ahora no les saquen del once.
Después de 210 minutos de eliminatoria contra el Real Madrid, la profundidad de plantilla del Manchester City quedó demostrada en varios aspectos.
Primero fueron las bajas imprevistas para el duelo en el Santiago Bernabéu (sin Ederson, sin Aké, sin Walker, sin De Bruyne) que obligaron a tomar decisiones tácticas para que entraran futbolistas que no iban a ser titulares. Por eso jugó Kovacic en el centro del campo (iba a jugar De Bruyne de no haberse encontrado indispuesto antes del pitido inicial), por eso jugó Gvardiol de lateral izquierdo (iba a jugar Aké en ese perfil o incluso Rodrigo de central, en caso de emergencia), por eso jugó Akanji de lateral (y en ningún caso planteó meter a Rico Lewis contra Vini). Después llegó la vuelta en el Etihad Stadium, donde recuperaron jugadores, los más habituales, y conformó una alineación de gala y con un banquillo de alternativas.
Pero también se vieron grietas, detalles, anécdotas que explican un poco más allá. Cosas que hacen pensar que quizás Guardiola, para un partido como el que le enfrentó al Real Madrid, no tiene plena confianza en todas las piezas que dispone.
De los 11 cambios totales que pudo hacer en la eliminatoria (cinco en la ida y seis en la vuelta, ya que hubo prórroga), sólo gastó cinco y cuatro de ellos fueron obligados: el de Foden en la ida fue por molestias y tres de la vuelta, también. "Haaland, De Bruyne y Akanji no podían continuar. A mí no me gusta hacer muchos cambios, pero me lo pidieron", explicó Guardiola en rueda de prensa. Tres sustituciones obligadas.
El único cambio que hizo con el objetivo de marcar un punto de inflexión en el partido fue la entrada de Doku por Grealish, en el 72', y que precisamente tuvo al belga como protagonista en la jugada del gol de De Bruyne cuatro minutos después.
Que el City tuviera tanto ritmo en los 120 minutos del partido de vuelta sorprendió a todos. Bernardo no paró de correr, Foden estuvo pletórico, Walker salvó varias carreras frente a Vinicius. Guardiola no quiso hacer más cambios de los obligados.
En una temporada donde el Manchester City compite por cuatro títulos (ahora opta a la Premier League, donde son líderes, y también a la FA Cup, que disputan las semifinales el sábado), hay futbolistas que no cuentan para momentos decisivos. Es el caso de Matheus Nunes o Sergio Gómez, y en menor medida Oscar Bobb y Rico Lewis, que sí han tenido mayor protagonismo en el día a día del campeonato liguero. Para tumbar a los rivales de cada fin de semana es una plantilla muy amplia, pero cuando la presión llega hasta el cuello, hay menos donde elegir. Después de haber perdido piezas como Laporte, Gündogan o Mahrez, de plena confianza de Guardiola para cualquier partido, el contraste es evidente en la temporada 2023/24.