El Atlético muta de nuevo al son de Griezmann y Lino

El Atlético puede entonar perfectamente aquello de Todo va a cambiar de los Niños Mutantes. No es verdad que las cosas vayan tan mal, por más que en los dos anteriores encuentros dejaran algo más que dudas frente al Barça (por inoperancia) y Almería (por actitud), por no recordar lo de Las Palmas o Mestalla. Pero en este club tan pasional, como siempre resalta el Cholo, se pasa del blanco al negro y del negro al blanco en apenas dos semanas. Primeros de grupo en Champions, vivos en la pelea por LaLiga y con la sensación de que este encuentro ante la Lazio sirvió, además, para mantener la racha en casa (20 triunfos), repartir fuerzas, minutos y alegría dentro del vestuario.

El equipo colchonero borró a la Lazio del partido a los cinco minutos con el gol de Griezmann y no sesteó. Al revés. Hasta le anularon un tanto a Hermoso en la primera mitad por fuera de juego posicional de Lino. En la segunda mitad, ya sin el '7' rojiblanco sobre el césped porque Memphis entró para darle descanso, el equipo del Cholo volvió a pegar a los cinco minutos, con otro golazo de Lino con la derecha. Incluso perdonaron ocasiones al final Morata y Memphis. El Atlético redimió sus pecados: los de Barcelona, los del Almería y los de la fase de grupos del curso anterior, cuando parecía que el cholismo se iba a desintegrar. Pero no. Mientras Simeone esté vivo, este Atleti sigue mutando cada día sin dejar de pelear por todo. Ahora toca mirar a Copenhague, PSV, Nápoles, Inter, PSG, Leipzig u Oporto.

Lino personificó el cambio de imagen del Atlético ante la Lazio respecto al día del Almería. El brasileño pasó de apático a risueño y de jugar sin fuelle a fundir el pistón. Vamos, de ponerle a la venta en el mercado de la Fantasy a subirle la cláusula. Salió gritando vamos a hundir la flota, vamos a quemar las naves. Y un robo suyo en el minuto 5 propició el 1-0 de Griezmann y un trallazo suyo, en el 50', sirvió para poner el 2-0 y redimir todos los pecados. Los suyos y los de todos sus compañeros. Hasta los de Simeone, porque su tanto sirvió para jugar con los cambios de cara a San Mamés.Lino decreto el estado de felicidad en el Metropolitano que consiste en saborear el presente (primeros de grupo) y no sufrir más de la cuenta (tas el palo ante el Barça y la modorra ante el colista).

Griezmann acumulaba seis partidos con el Atlético completando los 90 minutos. Sin descanso. Sin parar. Nos decían que el francés es de esos jugadores que no necesita descanso. Y más aún cuando acaricia con las yemas de los dedos el récord goleador de Luis Aragonés. No sabíamos si el jugador o el entrenador cantaban aquello de "Yo no puedo darte lo que quieres (descanso) porque soy Errante". Pero algo sucedió en el descanso y el Cholo mutó de opinión. El principal axioma del Cholo, el partido a partido, podía ponerse en barbecho a la vista del siguiente duelo en el calendario, ante el Athletic en San Mamés.

Joao Félix se lució el otro día ante el Atleti, pero cada vez que se cruzaba con Giménez sentía aquello del miedo, que a veces se disfraza, viene a cenar a casa, se sienta en tu sillón y te amenaza. El uruguayo regresó a la titularidad después de su suplencia ante el Almería y tenía un vendaje en la muñeca izquierda. Nuestro compañero de COPE, Javi Gómez, desveló que se operó la muñeca el pasado lunes porque, cuando fue sustituido al descanso ante el Barça, pegó un puñetazo a una pared y se rompió un hueso. El '2' del Atlético vio amarilla en la primera mitad y volvió a ser cambiado, en esta ocasión por Söyüncü, que por fin entró al campo.

En teoría, la Lazio es más equipo que el Almería, que puso en verdaderos aprietos al equipo rojiblanco en el último encuentro en el Metropolitano. El saludo entre Simeone y Sarri que vemos arriba parece que el Cholo confesaba al italiano las noches de insomnio, las tardes hastío y hasta un "no estoy para bromas". El técnico rojiblanco tiró de rotaciones en el once, sin Morata y Koke, y manteniendo la apuesta por Savic y Correa. La noche, pese al frío y al atasco que sufrieron muchos de los 63.574 espectadores antes de llegar al estadio, apuntaba a plácida en comparación de lo que sucedió la temporada pasada, con aquel fatídico penalti de Carrasco frente al Bayer.

Witsel le tocó recordar sus viejos tiempos de centrocampista y jugar al son del balón y no tanto del rival. Simeone dijo en verano que Axel era el plan B para el centro del campo y ahora mismo, con la lesión de Barrios, no existe otra alternativa en la demarcación de '5'. El belga, que cumplirá 35 años en enero, rinde donde lo pongan. Fue la principal novedad en el once ante la Lazio por ocupar el sitio fijo de Koke, en lugar de su 'habitual' puesto de 'cierre'. Tuvo que flotar en el centro del campo, cuando en anteriores partidos cubría las espaldas de Giménez y Hermoso. Le tocó ir hacia adelante sin pensar, como se mueve el universo, como flota en el espacio.

Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic (Azpilicueta, m. 68), Giménez (Soyuncu, m. 46), Hermoso, Lino; De Paul, Witsel (Koke, m. 62), Saúl; Griezmann (Memphis, m. 46), Correa (Morata, m. 62).

Lazio: Provedel; Marusic (Lazzari, m. 57), Casale, Mario Gila, Hysaj (Pellegrini, m. 70); Geundouzi, Vecino, Luis Alberto (Kamada, m. 63); Pedro Rodríguez (Felipe Anderson, m. 57), Ciro Immobile (Taty Castellanos, m. 63), Zaccagni.

Goles: 1-0, m. 6: Griezmann. 2-0, m. 51: Lino.

Árbitro: Serdar Gözübüyük (Países Bajos). Amonestó con tarjeta amarilla al local Giménez (m. 46+) y a los visitantes Pedro (m. 8), Immobile (m. 47) y Guendouzi (m. 72).

Incidencias: partido correspondiente a la sexta y última jornada del grupo E de la Liga de Campeones disputado en el estadio Cívitas Metropolitano ante 63.574 espectadores.JJ C