El desconocido que vivió el último Real Madrid - Arsenal desde el banquillo de Wenger: "Cassano me dijo: 'Te la doy, pero no va a estar sudada'"
Arturo Lupoli, exjugador del equipo inglés, recuerda con Relevo el momento de la victoria gunner en el Bernabéu.

El nombre de Arturo Lupoli para el público de fuera de Italia no es muy conocido. Italiano de 37 años, ahora mismo es el entrenador del equipo juvenil del Parma, club en el que creció como futbolista antes de marcharse a Londres para jugar en el Arsenal, donde compartió vestuario en el equipo de Wenger con Cesc, Henry, Ljunberg, Pires o Bergkamp, por poner algunos ejemplos. Pero la vida no fue fácil para él y una vez dejó el club londinense, su carrera tuvo muchas idas y venidas, muchas cesiones y cambios de equipo.
¿Por qué hablamos de Lupoli ahora? Porque el delantero estuvo presente en el Santiago Bernabéu en la última victoria del Arsenal en el feudo blanco. El día del gol de Henry que Cesc es titular y él entra en la convocatoria porque Bergkamp no podía viajar en avión, ganándole el puesto a Bendtner, que después fue titular en el club inglés. Ahora habla con Relevo para recordar todas estas historias y más sobre su carrera.
¿Cómo fue tu llegada al Arsenal?
Los primeros meses fueron difíciles. Llegué de los juveniles del Parma y me llevaron a la pretemporada con el primer equipo del Arsenal en Austria. El paso de los juveniles al primer equipo fue difícil. Era el Arsenal que había ganado la Premier el año anterior, había que adaptarse a otro tipo de vida. Ellos eran grandes campeones y yo era un niño y además no hablaba bien el inglés, tuve que aprender rápidamente, después me encontré bien, me integré bien en sus tradiciones. Pero por suerte había muchos españoles, estaba Fàbregas, Almunia, Reyes, también Senderos, fueron los que me ayudaron más.
¿Fue difícil estar en ese vestuario?
Era un grupo de grandes campeones pero no eran jugadores que te daban problemas, eran muy buena gente, cuando volví a la Fiorentina era diferente, jugaba con Mutu, Santana o Vieri y te hacían sentir más el peso de la diferencia entre ellos y tú, aunque no eran al nivel de los jugadores del Arsenal.
Háblame de tu llegada y la primera charla con Wenger
Con Wenger hablé los primeros días, me dijo que si estaba allí era por un motivo, me habían seguido durante dos años en el Parma y en la selección juvenil. Me dijo que estuviera tranquilo, que mi crecimiento era un proceso de tres años. Y después tuve la fortuna de tener un entrenador como él que te hacía entrenar tantas veces con el primer equipo y te hacía jugar los partidos de Copa de la Liga y FA Cup, aprovechaba para jugar con los futbolistas del filial porque la Champions y la Premier eran los objetivos del Arsenal y esas copas le servían para hacer crecer a los jóvenes.
¿Por qué te fuiste del Arsenal de manera definitiva tras una buena cesión en Championship?
Al final del segundo año me dijo que fuera a hacer la pretemporada pero tenía que irme a jugar a otro equipo, tenía que ir a otro sitio donde jugar 20 o 30 partidos y él me ayudó: 'Hay dos equipos en Championship y una en Premier que te quieren, yo iría al Derby County porque el entrenador, el club y el estilo de juego es perfecto para ti'. Yo fui allí, jugué 35 partidos, metí 12 goles, 10 asistencias, fui el mejor joven del campeonato y él me seguía ese año. Al año siguiente, que era mi elección importante, el Arsenal me ofrecía cuatro años de contrato y me dejaba en el Derby County en la Premier, yo decidí... bueno, yo no, mi representante y mi familia decidieron de ir a la Fiorentina porque me daban más dinero y volvía a Italia. Ahí fue donde he perdido la confianza, el trabajo, no jugando durante un año, fue algo duro.
Cuéntame un poco esa situación y por qué te fuiste a la Fiorentina
Yo estaba en el Derby County y veía en los periódicos que me quería el Torino, el Milan, el Napoli y la Fiorentina. Yo le preguntaba a mi representante si eran verdad estas cosas y él me decía que estaba el Napoli para firmarme y que íbamos a firmar allí. Entonces me llama el director deportivo del Napoli, me dice que tenía mi palabra para ir allí, además yo era de allí y quería jugar allí. Pero dos semanas después me llama el representante y me dice que no estaba más el Napoli, que estaba la Fiorentina con cinco años de contrato pero que teníamos que firmar la semana siguiente. Yo le decía que tenía que jugar en Inglaterra y que no podía ir, entonces mandaron a mi padre a Florencia para firmar el contrato en mi nombre. No lo he firmado yo, pero eran cinco años con mucho dinero, los representantes ganaban mucho dinero. Pero Prandelli no me quería, no me había visto, Corvino (director deportivo) quería hacer sólo un negocio para darle dinero al representante, fue todo un lío del que no quiero hablar y recordar.
¿Intentas aconsejar a tus jugadores sobre estos temas?
Yo digo que es una parte determinante encontrar una persona que te ayuda, sobre todo porque los representantes van a buscar a los niños tan pequeños de 14 o 15 años... pero hasta los 20 o 21 es la parte más importante, ahí tomas las decisiones que te marcan toda la carrera. Fallar en una decisión ahí te deja en buen lugar en el punto de vista económico pero al menos que no seas un fenómeno, es complicado. La confianza en el representante es muy importante, es difícil que los chicos entiendan estas cosas pero si tienes un entrenador que las conoce, que las explica, es importante. Pero es importante el rol de la familia, yo tenía una familia que no venía del fútbol, no sabían. Mi papá y mi mamá hicieron lo mejor pero no sabían tantas cosas, yo no les eché la culpa nunca de nada porque si no sabes, haces lo que crees mejor para tu hijo, como cuando me llamó el Arsenal, mi madre decía que no vaya a Londres, mi madre quería que me quede en el Parma en primera división pero un año después quebró, pero mi padre y el representante me llevaron al Arsenal. Ahí también decidieron ellos, no era mi decisión, yo no sabía cuanto ganaba, no sabía nada.
Volvamos al partido del Bernabéu, cuéntame cómo fue la semana previa.
Fue una semana particular. Me acuerdo cuando salió el sorteo, estábamos entrenando y claro, no había teléfonos móviles, entonces llegó un ayudante de dentro del vestuario y gritó: 'Real Madrid, Real Madrid' y entonces Wenger hizo un gesto de que nos había tocado el equipo más fuerte. Entonces seguimos entenando y estaba Bergkamp que no podía ir en avión, mientras que en la reserva estábamos Bendtner y yo, que marcaba uno u otro.
Entonces Wenger dice: 'En estos cuatro o cinco días decidiré quién viene', pero yo sabía que tenía posibilidades porque sólo eran siete jugadores en el banquillo y toda la semana entrenando fuerte, fuerte, fuerte, sólo para ser convocado. Y dan la convocatoria y ponían un folio en el vestuario con los nombres, no había whatsapp, nada. Entonces mi nombre estaba el último, llamé a mi familia para contarles.
Cuéntame alguna anécdota de la previa del partido y cómo viviste entrar al Bernabéu.
Me acuerdo el viaje en el avión, estábamos en la parte business y dos sitios al lado estaba Henry. Yo lo veía con los auriculares, tranquilo, bebiendo agua... y le dije: 'Mañana tendré la suerte de ver a mis dos ídolos de la infancia, Ronaldo y tú', entonces me mira y me dice, ¿eres afortunado, no? y después le digo: 'veremos quién de los dos es mejor', como un chiste. Y el día del partido fue increíble, hicimos el pre partido en el hotel y Wenger dijo: 'Sabemos que es el mejor equipo de Europa, los mejores jugadores, de manera individual, pero nosotros somos un equipo con mucha personalidad y podemos ganar en el Bernabéu, tenemos que hacer nuestro juego como si lo hiciésemos en casa'. Aquel Arsenal era muy seguro de sí mismo. Y llegamos al estadio, veíamos el campo, era el estadio más bonito del mundo, te da una sensación de grandeza, importancia, nunca lo vi en ningún estadio, ni en Wembley, ni en San Siro.
¿Pudiste hablar con Cassano, el otro italiano del partido?
Aquel día estaba Cassano en el banquillo, antes del partido he hablado con él y le pedí si me daba la camiseta. 'Tranquilo, tranquilo Arturo, te la doy, pero no va a estar sudada, este no me mete nunca, no entro', el árbitro era italiano y me acuerdo que estaba en el banquillo Raúl, todos querían que entre Raúl y entra él y todo el estadio en pie.
¿Y te dio la camiseta? ¿Conseguiste algo más?
Termina el partido, Henry va a Ronaldo y le pide la camiseta. Entonces yo quería algo de él, de Ronaldo, pero le daba todo a cualquiera. Cassano viene y me da su camiseta y yo le doy la mía. Dentro en el vestuario estaba Beckham y mi novia lo amaba, me pidió algo de él. Entonces tenía el pantalón lleno de barro y césped, yo le pedí el pantalón y me lo dio, todavía lo tengo.